Eliza
por Sadness
Febrero 2017
Advertencia: situaciones o lenguaje de naturaleza sexual que pueden incomodar a personas sensibles a ello. Leer bajo tu propio riesgo.
"Con cariño para Fran Delher, quien me mostró el camino de la escritura erótica"
Cada vez, que la veo o la tengo cerca, soy como un cántaro de barro, trasminando lujuria a través de los poros.
Fuente, donde fluye profusa mi lasciva, humedeciendo el hirsuto bosque de mi entrepierna, que de serena mar se vuelca bravía.
-¡Serenidad!- Le ordeno a mi cuerpo, pero éste no está acostumbrado a obedecer.
Ella, me obsequia con una mirada de “borrega resignada” -¡Maldita hechicera de ojos verdes!-
-¡Ay, cómo la odio!- Y le restregó en la cara mi desprecio, que sólo es una máscara para ocultar mi ardoroso anhelo por ella.
-¡La aborrezco, por qué tiene a todos los chicos vueltos locos por ella! ¡Por qué me tiene a mí, también comiendo de su mano!-
-¡Zorra, disfrazada de cordero!- A mí, no me puede engañar con esa carita de cándido ángel, sé muy bien quien eres realmente.
-¡La odio! Porque conoce como detonar en mí el goce carnal.
El leve roce de sus manos en mi espalda, mientras me desnuda, enciende el fuego de mis entrañas.
-¡Ah!- No puedo evitar que un suspiro vuele en libertad y le implore -¡No te detengas por favor, continúa, así..así, ahhhh!-
Y mis pechos -¡Par de putas baratas!- Se le ofrecen descarados, y ella, bebe la lubricidad que mana de ellos. Pero no le es suficiente, su sed es insaciable. Y ávida se colma del jugo lúbrico de mis entrañas.
Yeguas de fuego, enardecidas por la pasión, nos cabalgamos mutuamente, nos entrelazamos, nos desanudamos y nos volvemos a trenzar, armiño y zorra fundiéndose en una danza hedonista. Ella el Alba, yo Ocaso, Oro y Bronce…
En nuestra desnudez, envueltas en el delirio de nuestro deseo, desaparece todo rastro de clasismo, el tiempo se detiene cuando la concupiscencia reina en aquella habitación.
Y casi, al Alba…abandona mis brazos, el lecho cómplice de nuestras noches de pasión -¡Buen día, señorita Eliza!- Y deposita un beso apasionado en mi boca, antes de abandonar la habitación.