Alistear Cornwell. El ingenio en movimiento
A lo lejos se escuchó un claxon y un motor en marcha, Archie se despidió de Candy se trepó al auto que lo esperaba y se perdieron en el bosque. Fue la primera aparición de Stear y no lo vimos, se movía.
La segunda vez, llegó sin hacer ruido. Eliza y Neil abandonaron a su suerte a Candy en el pueblo mientras ella se lamentaba su mala suerte Stear la sorprendió. Simpatizó con ella y le ofreció llevarla en su auto. El chico le contó más cosas de las que ella hubiera preguntado, que era el hermano mayor de Archie, de los Legan, de su auto anterior y su destino. El auto empezó a fallar y él ni se inmutó, ni siquiera cuando fueron a dar al lago y su vehículo quedó inservible. Lejos de resignarse a ese imprevisto, inmediatamente dio con otra solución: tomar un atajo a través del bosque. Para Candy no fue difícil ponerse en movimiento de esa forma, es una experta si de trepar árboles se trata, para Stear fue un poco complicado, seguro que pensaba en ese momento que tipo de maquina le ahorraría todo ese esfuerzo. Candy llegó sana y salva a la casa Legan para malestar de Eliza y Neil.
Lo siguiente que Candy supo de Archie y Stear era que la invitaban por separado a una fiesta en la mansión Andrew. Los Legan a su pesar la tuvieron que llevar, después de todo recibió una invitación formal, pero tampoco hicieron nada para que ella diera una buena impresión y se presentó con sus ropas de diario. Los chicos en vestimenta escocesa impresionaron a Candy. Muchísimo más aquel que se parecía al Príncipe de la Colina. Y a partir de ahí se convirtieron en cómplices los 4. Candy apoyaba y compartía los gustos, conversaciones y actividades de Archie, Anthony y Stear. Con Stear era un conejillo de indias, la eligió para ser el piloto de pruebas de la mayoría de sus inventos. Candy no sabía como negarse, era divertido aunque terminara mojada. Tampoco sabia que era musa del genio inventivo de Stear. Cuando se perdió en el bosque Stear inventó un detector de mentiras para forzar a Neil a confesar su participación en ese problema y cuando fue enviada a México el invento de Stear habría permitido localizarla, claro si no se le hubiera pasado el pequeñísimo detalle de conservar alguna prenda de ella.
Como siempre se buscó una solución rápida a la tragedia de Candy y los tres chicos enviaron cartas a el tío abuelo William para que hiciera algo para que Candy permaneciera en la familia. Con la cercanía Alistear y Archibald tuvieron que aceptar la preferencia de Candy por Anthony, muy a su pesar, sin embargo no fue impedimento para seguir demostrándole su afecto a través de los inventos.
Lo que debía ser un acontecimiento felizmente memorable se convirtió en una tragedia difícil de olvidar. Anthony perdió la vida en un accidente de caza, cayó del caballo cuando él era el mejor jinete de los 3. Si eso le pasaba a los mejores que podían esperar los demás. La mansión perdió la alegría que le brindaba Anthony y se volvió sombría y triste. Tras la partida de Candy convenció a su hermano de abandonar la casona también, si el motor silencioso de su auto no hubiera escogido ese momento para fallar tal vez lo hubieran conseguido. George se presentó antes de que lograran salir de la propiedad y les comunicó la nueva decisión del tío abuelo. Un internado en un colegio en Londres.
Stear avisó a Candy sus nuevas aventuras en el Colegio San Pablo. Por Navidad le envió una carta al hogar de Pony junto con una preciosa muñeca de cuerda, hecha por él mismo. Él y su hermano le pedían que fuera a Londres con ellos, porque si no aquel lugar iba a ser muy aburrido. Semanas después la fueron a recibir al puerto, tuvieron que prescindir de las serpentinas que se negaron a cooperar y lo compensaron con risas y abrazos.
Las reglas del colegio impiden que se vean con la frecuencia que esperaban. Sin embargo la facilidad que tiene Candy para romper las reglas y los inventos de Stear logran que estén en comunicación la mayor parte del tiempo. Recomendándole siempre que no se equivoque de cuarto y vaya a dar al del extraño chico que tienen por vecino, Candy los visita saltando entre los árboles por las noches. Entre intentar caminar por las paredes y construir barcos mensajeros Stear ocupa su ingenio, mientras molesta a su hermano por el enamoramiento que la chica Britter lo ha hecho objeto y dedicar algo de su devoción a Eleanor Baker, todavía saca algún tiempo para asistir a clases y mantener sus calificaciones.
El día que por fin Annie logra darle alcance a su hermano en el Colegio tienen una reunión familiar y la tía abuela les envía obsequios con ella. En vista de que no tuvo la cortesía de enviar uno para Candy, Stear y Archie ofrecen compartir los propios. Mientras tiene que escuchar a su hermano decir que está celoso aun de Anthony y para evitar oírlo decir que es porque esta enamorado de Candy, Stear sacrifica su invento.
Con el festival de mayo acercándose se vienen muchos problemas. Candy es castigada y ellos no se enteran hasta ese día. Pero Candy siempre logra sorprenderlos y pasa la fiesta con ellos disfrazada de chico sin que nadie la reconozca, cuando promete cambiar su disfraz por el de una chica para bailar con Stear, cosa que no pudo dejar más impaciente al chico que cuando notó que ella tardaba demasiado fue a buscarla. Una vez que la encontraron y regresaron al baile tuvo que soportar a que el baile de intercambio de parejas lo dejara frente a Candy, pero antes que eso sucediera se distrajo y arrolló a su actual pareja de baile, perdiendo en el acto sus anteojos, que por casualidad la chica contra la que tropezó también perdió. En medio de quejas y más torpezas intentaron seguir bailando pero tuvieron que desistir y optaron por salir al patio a platicar. Conversaron por horas, se les olvido todo alrededor, Patty escucha todo tan atentamente que Stear no tiene ningún inconveniente en revelarle que su sueño es construir un aeroplano y volar.
Annie muerta de celos por Candy confiesa de una vez que ella también fue criada en el orfanato pero lejos de enfrentar eso huye hacia el bosque y tienen que ser ellos quienes la busquen bajo la lluvia. A Stear se le dificulta ver a través de las gafas pero siempre ha visto mas allá que lo que los ojos permiten y reconoce su admiración hacia su hermano por confesarle a Candy lo que él ni siquiera se ha atrevido a intentar. Candy llega después y le informa a Archie donde puede localizar a Annie. Al quedarse solos ella hace la observación de que tal como dice Patty él se ve más seductor sin lentes, la satisfacción de Stear por recibir ese halago tan a destiempo seguro no se aprecia bajo la lluvia, pero él se convence a si mismo que no debe dar ni un paso más en dirección a Candy. Por su hermano, por Patty, ...por demasiadas cosas. Para alguien que siempre esta avanzando esto no es un alto total, solo un atajo por un camino alterno.
A partir de ese día saben que las cosas no podrán ser igual que antes y es mejor mantener la distancia.
De ahí en adelante el trío Andrew se convierte en quinteto, en compañía de Patty y Annie hacen actividades en común como ir al Zoológico donde trabaja un amigo de Candy o frecuentarse durante las vacaciones de verano que pasan en Escocia. Quizá fue el número impar lo que condujo a Candy a buscar la compañía de Terry, después de todo no fue tan mala idea, el poseía un viejo avión que gracias a su gran habilidad con las maquinas Stear pudo echar a volar, aunque fuera por escasos segundos. Todo parecía ir mejor.
De regreso al ambiente gris de Londres las cosas cambian para empeorar. Eliza nuevamente hace de las suyas y consigue que expulsen a Candy del colegio. Claro se enteran de la participación de Eliza después de que Archie golpeara a Terry y este les mostrara que el también fue conducido a esa trampa a través de una carta en la que Stear reconoce la caligrafía de Eliza.
Antes de que Stear pueda construir un detector de mentiras Terry se sacrifica por Candy y es él quien deja el colegio. Lo que se veía venir se confirma, Candy siente algo más que simpatía por Terry y días después ella también abandona el colegio para seguirlo a América.
Si hasta ahora mantenían una esperanza por no dejarse consumir por la desolación de esta cárcel a la que llaman Colegio la perdieron. Se fue lo único que les daba alegría. Si no fuera por Patty que le ayuda con sus investigaciones de aviación, nada tendría sentido. No es fácil perderle el rastro a Candy, la encuentran nuevamente en el Hogar de Pony, mantienen contacto con ella y al terminar el invierno les informa que estudiará enfermería en una ciudad cercana.
Europa no es un sitio seguro, hay rumores, intrigas y amenazas de disputas entre varios países y el Reino Unido no sabe mantenerse fuera de los conflictos en su afán paternalista, el tío abuelo William lo sabe y los manda a traer de regreso a América. Stear recibe las bocanadas de libertad, aprecia el inmenso cielo azul dispuesto a cobijar sus nuevos sueños.
Trabaja incansablemente para construir sus sueños, para volar. El día que pueden volver a Candy está cerca y le tiene preparada una sorpresa, ya quiere ver su cara. Desde luego se puede leer la estupefacción en su cara, pero no es por verlo volando en un globo aerostatico, es por verlo caer sin control y no saber si se ha lastimado cuando la inmensa cantidad de tela lo cubre. Están poco tiempo con ella, le llevan noticias, regalos y alegría que ella devuelve con creces.
A su regreso de Europa la familia se ha asentado en Chicago, centro mundial de los negocios. Sus padres en sus cartas y la tía abuela en persona lo repetían constantemente pronto deberán ocupar un lugar en el directorio de las empresas. Sus excentricidades deben quedar atrás y quizá deba madurar. Pero no antes de cumplir su sueño de volar y de añadidura enseñarle a Neil como conducir porque es un desastre dentro de los vehículos. Dos accidentes posteriores lo confirmarían.
Chicago es el centro de todo hasta Candy y Terry van a parar a esta ventosa ciudad. Candy a especializarse y Terry a actuar en una obra de teatro. Ellos invitan a Candy, pero fiel a su reputación de revoltosa se mete en mas dificultades de las que puede manejar y no logra encontrarse con Terry. Tantas dificultades lo convencen de insistir a Patty para que los visite. Cuando le van a dar la sorpresa a Candy se enteran que alguien más está en Chicago. Albert el amigo de Candy también fue a dar allá, después de sufrir un accidente en la Guerra.
Stear se esmera mas en alcanzar su sueño tantas cosas se pueden atravesar y no llegar a cumplirlo. Por fin Candy obtiene su diploma y es el momento preciso para probar por primera vez su primer aeroplano, por única excepción no lo llama Stear Special Airplane, si sobrevive a su primer vuelo es que lo bautizaría.
El vuelo en su propio avión es excitante, fantástico, asombroso, increíble, lleno de adrenalina, si no se hubiera desplomado tan pronto hubiera sido perfecto. Pero le da la oportunidad perfecta para utilizar sus originales paracaídas. Candy se va y regresa en cuestión de horas. Albert ha abandonado el hospital. Recorren la ciudad en su búsqueda y terminan por separarse para abarcar mas calles.
Candy es quien tiene suerte y lo encuentra. Como había decidido quedarse en Chicago para vigilar la recuperación de Albert, tiene que independizarse del hospital y consigue su propio departamento. Ambos son una inspiración para su propio futuro. Un futuro un poco alejado de lo que siempre había planeado para sí mismo. Stear no puede permanecer ajeno a las batallas que se libran en Europa, sabe que él puede hacer algo por ayudar también. Sólo que no es fácil conseguir la aprobación de la tía abuela para sus planes y cree que si Albert recuperara la memoria él podría hablar con ella y borrar algunas ideas preconcebidas que tiene su tutora. El tratamiento por shock no da resultado pero la conclusión de Albert es determinante para actuar como lo desea.
Candy irá a Nueva York a reencontrarse con Terry y es el momento adecuado para dedicarle un último invento, un regalo de despedida que los una sin importar la gran distancia que de ahora en adelante los separara. Una pequeña caja musical. Una caja de la felicidad.
Toma el mismo tren que Candy pero su destino es distinto, Stear se encamina al puerto a embarcarse en el buque que lo llevará Francia donde se alistará como voluntario en la Fuerza Aérea Francesa. Espera que Patty y su hermano lo comprendan y que no se sientan relegados por que no se los dijo de frente y recurrió a una carta donde les informaba la decisión que había tomado.
Desde luego que la vida que ha llevado hasta el momento no lo había preparado para desenvolverse en un barco mercante. Trabajar para pagar su pasaje no fue algo sencillo. Limpiar las cubiertas, cocinar cantidades industriales de comida, soportar las tormentas a la intemperie fueron algunas de las cosas por las que tuvo que pasar antes de llegar al campo de batalla. Lamentaba tener que haber viajado ligero y no llevar consigo al menos su caja de herramientas, podría simplificar tantas tareas del barco con un par de inventos y algunos ajustes a gran parte de la maquinaria.
Apenas pisó tierra sintió hasta los huesos la enorme responsabilidad que pretendía contraer al convertirse en el protector de el hogar de su familia y amigos. No entró en batalla tan pronto como esperaba, tuvo que pasar primero por un entrenamiento, escuchar a un instructor que no sabia ni la mitad de lo que él de aviones y cuando finalmente lo aprobó tuvo que integrarse a un escuadrón donde era muy difícil ocupar los puestos de combate. No le quedo otra que dedicar ese tiempo muerto en inventar. Uno de sus compañeros, Dominique, era el perfecto cómplice, tenia ese mismo aire temerario de Candy que lo hacían el candidato perfecto para probar sus inventos y también tenia su sentido del humor cuando estos fallaban.
Una vez que pudo probarse en el aire fue enviado a diversas vuelos de reconocimiento, a veces le resultaba difícil creer que estuvieran en guerra como pensarlo si las puestas de sol eran las mas bellas que había visto en su vida. Lo hacían pensar tanto en casa, en Patty y Candy. A su amigo Domy le pasaba igual, charlaban por horas de sus novias, de lo que harán cuando las vuelvan a ver. Pero esa quietud a veces era rota por malas noticias y las perdidas en batalla. Dom tuvo que cubrir una de esas ausencias y regresó casi muerto de una misión, casi muerto porque mantuvo en su cuerpo el aliento suficiente para morir en sus brazos no sin antes pedirle que le informara de este hecho tan terrible a su linda novia.
Dom también le ha pedido que abandone la lucha y regrese con Patty, pero Stear no puede hacerlo. Sabe que esta luchando por protegerla a ella, para que no tenga que sufrir por las atrocidades de la guerra.
Su misión al día siguiente es determinante. Es verdad lo que contó Dom sobre la habilidad del piloto enemigo. Lo enfrenta con todo el valor que tiene, pero no es suficiente...
... y sólo puede sentir como el dolor va abandonando su cuerpo y su avión se desploma hacia el océano bajo una maravillosa puesta de sol que le gustaría tanto compartir con Patty....
++++ Fran 2006