En las Caballerizas...
Por Syenimom
Febrero 2008
A los 13 años, Candy había vivido tantas cosas... se había enamorado dos veces ya, y a pesar de la triste separación de su segundo amor, tal parecía que su corazón estaba sanando, y una nueva y rebelde emoción empezaba a ocuparlo...
Su vida parecía ir bien... se había reencontrado con su amigo Albert a quien había descubierto como un guapo hombre! -- jajaja! Que cosas se te ocurren Candy! No cabe duda que te estás convirtiendo en mujer! Pero que pensaría la hermana Gray si me descubre pensando en "hombres guapos" jajaja... -- tenía a dos queridos amigos casi primos con los que compartía momentos increíbles! Le encantaba la forma galante de ser de Archie, quien además también era muy buen mozo. Y Stear... no era precisamente guapo (o eso creía) pero se reía con él como con ninguno y lo admiraba por su naturaleza noble, por su gran inteligencia un poco incomprendida y por su enorme tenacidad! Estaba segura que algún día sería un inventor famoso y también sabía que ella estaría allí apoyándolo.
Un día todo cambió. Su querida amiga Annie estaba en su clase! Ella estaba tan feliz!! Perro de pronto todo cambió... Annie no quería saber nada de ella... no quería ni hablarle y cuando Archie las presentó, la saludó tan parca... qué había hecho ella para merecer eso?
Aún así contaba con su amiga Patty, quien a pesar de los rumores y chismes sobre ella la quería, y ella eso lo agradecía con el alma...
Un día vio que Annie bordaba un pañuelo para Archie, pronto sería su cumpleaños. Candy lo supo en ese momento... Annie estaba enamorada de su primo!!! Pero si eran tal para cual!! Con la gran imaginación de la rubia, ya se los imaginaba prácticamente en el altar con una Annie elegante y hermosa al lado del muchacho... Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó a Eliza, Luisa y sus demás amigas queriendo molestar a Annie, y lo peor era que ella no podía defenderla porque Annie no se lo permitía... así que solo alcanzó a escuchar cuando le decían que su primo estaba "muy interesado en ella y que tal vez acabaran siendo pareja"... Candy estaba muy enojada! Como podían decir esa mentira, si él, Stear y ella eran solo buenos amigos, casi hermanos!
Por la tarde ese día, todo fue de mal en peor, primero vio a Archie platicando con Annie pero de pronto ella salió corriendo. Al ir a buscarla, Annie en su desesperación hizo que Eliza y su grupo se enterara del secreto que ella tanto quería ocultar... Annie salió corriendo y por más que lo intentaba no lograba dar con ella. Además, el cielo, tan triste como su corazón empezó a llorar. A ella no le importó y en su desesperación solo quería encontrarla para abrazarla y decirle que todo iba a estar bien...
Al mismo tiempo, Archie y Stear también la estaban buscando, también empapados por la intensa lluvia. Las monjas hacían lo propio pero nada daba resultado hasta que Candy llegó corriendo a donde estaban los hermanos para decirles que la habían encontrado pero que ella se negaba a salir. Archie lo pensó un poco, y cediendo fuerzas ante su destino, les dijo que él iría a buscarla, solo. Le pidió a su hermano que llevara a Candy a un lugar seco y que él prometía que regresaría con Annie. Sabía la renuncia que significaba, pero aún así fue en busca de Annie.
A pesar de la terquedad de la rubia, Stear logró convencerla, y él y Candy, ambos empapados, decidieron esperar en las caballerizas del colegio. Stear quitó los lentes que siempre usaba, y Candy de pronto se dio cuenta del hermoso caballerito que tenía al lado. Espontánea, sincera y tal vez imprudente como era ella, y con la adrenalina corriendo por todo su cuerpo, le hizo saber al moreno lo que pensaba en ese momento... "Te vez muy buen moso sin lentes!"... Stear se estremeció. El sabía lo que ella le provocaba, lo sabía muy bien, y también sabía que ese sentimiento debía por el bien de todos quedar bien escondido en un lejano lugar de su corazón... titubeó un momento, y solo supo contestar, por demás apenado, "Jajaja, si tan solo lo hubieras dicho antes"... ella solo se le quedó viendo, y casi sin pensar le dijo, "pues te lo estoy diciendo ahora, eres muy guapo Stear, aún con lentes lo eres pero de verdad, estás mucho más galante sin ellos.
Después de unos segundos que para ambos parecieron siglos, en los que sus ojos se dijeron tantas cosas, ella solo comenzó a temblar. El frío del ambiente, lo mojado de sus ropas, y la compañía que acababa de apreciar hicieron efecto en su cuerpo. Stear al notarlo se le acercó para abrazarla y transmitirle calor, pero en el momento en que sus cuerpos se unieron, ambos sintieron un escalofrío que nada tenía que ver con el clima.
Candy cerró los ojos... después de unos días tan intensos y del dolor de ver a su amiga triste, ahora por fin se sentía protegida, cuidada, confortada, así que su cuerpo y su corazón solo reaccionaron dejándose llevar, pegándose más a su cuerpo y dejando salir un suspiro que se llevó todos sus miedos muy lejos. Stear por su parte se sentía en las nubes. Nunca se imaginó estar así con Candy, sentirla cerca, acurrucada en sus brazos, solos! Era un momento mágico, quería grabarlo muy bien en su mente y en su cuerpo para no olvidarlo nunca. Sería el más maravilloso recuerdo de su vida, eso pensaba! Entonces él también cerro sus ojos... su mente comenzó a imaginarse como sería besarla en los labios, en los ojos, besar cada una de sus pecas, tocar su cuerpo como él nunca había tocado. De pronto algo alteró sus sentidos. No quería abrir sus ojos porque creía que al hacerlo el sueño terminaría, porque eso debía ser, solo un sueño, no, ella no podía estar besándolo... era un beso inocente, inexperto tal vez, pero intenso, y eso no podía estar sucediendo...
De pronto, el encanto terminó, y él se atrevió a abrir los ojos... dos encendidos mares verdes lo estaban viendo, con deseo, con alegría, con duda.
No me respondes nada?... Su voz llorosa lo sacó de su trance! Y entonces recordó su pregunta... "Yo no te parezco hermosa?"- Por Dios! Si era la más perfecta criatura de la naturaleza! Todo en ella le parecía hermoso, su vitalidad, su frescura, su alegría contagiosa, su cuerpo, sus lindos ojos... "Candy - le contestó - claro que eres hermosa, todo en ti es perfecto, ¡y ese beso fue lo más hermoso que alguien ha podido regalarme! Pero por todo lo que eres para mí, es mejor que a pesar de la lluvia nos vayamos. Yo no se si sea capaz de contener todo lo que mi cuerpo quiere hacerte, así que mejor vamos, te acompaño a la entrada del dormitorio"
Estaba por pararse cuando ella lo retuvo, y nuevamente lo besó. Ahora su beso era más conciente por parte de ambos. Ella terminó el beso y volvió a verlo intensamente. "No quiero irme, no quiero dejar de besarte... lo que dije es cierto, eres un hombre muy apuesto, inteligente, tierno, y que se que nunca me lastimaría, que nunca me dejaría por el que dirán... Quiero que me beses, quiero que me abraces! No reprimas a tu cuerpo, yo no puedo ni quiero reprimir al mío... ¡Stear, bésame! ¡si me quieres, hazlo!"
En ese instante él decidió dejar de pensar. Sabía que tal vez mañana estaría arrepentido pero ya no le importaba. Ella, SU Candy se lo pedía y él iba a complacerla, aunque en eso se le fuera la vida. Así, suavemente la tomó de sus mejillas y la besó en la frente, en los ojos, en la punta de la nariz, en sus orejas, y poco a poco con pequeños besos, fue haciendo un camino hasta sus labios, los cuales besó despacio, suavemente, delineándolos con su lengua, saboreándolos para luego regresar a sus ojos y al oído, y decirle que era lo más hermoso que había en la tierra, y que no tuviera miedo, que él no podía dañar a lo que más amaba en el mundo. Volvió a besar sus labios, esta vez con más pasión, con más fuerza, haciendo que Candy recibiera su lengua, queriendo beberse su esencia en ese beso que a pesar de la inexperiencia, era codicioso y hambriento. Candy solo se dejaba llevar, e iba aprendiendo bien de su maestro, quien a pesar de tener la misma nula experiencia, si tenía más "teoría" debido a los libros "prohibidos" que a veces gustaba leer.
Así, sin dejar de besarse, él iba teniendo más confianza para dejar de abrazarla y empezar a recorrer su cuerpo, al principio tímidamente pero después con la confianza que ella le daba. Poco a poco empezó a desabrochar el uniforme y al irlo bajando, daba masaje en cada porción de cuerpo descubierta. De pronto se detuvo a verla, ella temblaba y él sabía que no era precisamente de frío... al encontrarse con dos esmeraldas, éstas sonreían y brillaban como nunca. Ella le sonrió y poco a poco, tímida y juguetonamente empezó a desvestirlo. Poco a poco, los dos cuerpos desnudos se encontraron, y empezaron una danza de amor, descubrimiento y pasión... El la besó, en los dedos de los pies, recorrió con la lengua sus piernas, sus muslos, su espalda, sus nalgas, le llenó de besos el rostro, mordió sus orejas, su blanco cuello , le chupó los pezones hasta hacerla gritar, la besó en su intimidad, lamió, y mordió su clítoris hasta que ella en arrítmicas convulsiones llegó al primer orgasmo... Después fue el turno de Candy, Stear cerró los ojos y ella tocó, probó y besó hasta que se encontró con la intimidad de él, y se asustó... paraecía que tenía vida propia, apuntando hacia ella y moviéndose casi a voluntad!... El al ver la duda en su rostro le tomó la mano y la "invitó" a sentirlo... le susuró palabras de confianza y ella siguió su exploración, haciendo que sintiera cosas que nunca imaginó posibles... de pronto, él supo que no podía esperar más, y poco a poco la recostó para terminar lo que habían empezado... con la mayor calma y suavidad posible, empezó a penetrarla, besando el cuerpo y lágrimas de Candy por el dolor que sintió al ser desgarrada... poco a poco el dolor pasó, y los movimientos continuaron... al principio lentos, temerosos y después acelerados y totalmente sincronizados... Stear supo que pronto terminaría, y le dio un gran beso, susurandole "Te Amo!" al momento de terminar llenándola con su esencia... Después de un momento en el que sus respiraciones se normalizaron, él salió del interior de Candy, y la ayudó a vestirse... él hizo lo propio y luego se recostaron. El la abrazó y a los pocos minutos se quedaron profundamente dormidos...
Stear despertó... la luz de la luna se filtraba por las rendijas en el establo... buscó a Candy y no la encontró... no había rastros de ella... y entonces se preguntó si todo había sido un sueño de él o si en realidad había pasado... como saberlo? Como atreverse a preguntar? Por un momento se quedó perdido en sus pensamientos... De pronto, vio que Archie con algunas monjas venían a buscarlo, y el se excusó diciendo que se había quedado dormido. Preguntó por Candy y le dijeron que ella estaba cuidando de Annie, a quien Archie había encontrado con bien...
Ya en su cuarto, Archie le contó que Annie decidió salir al ver que él fue por ella y que al platicar con ella, la convenció de ser amiga de Candy... y le dijo que aunque le doliera el corazón, había aceptado a Annie en su vida, porque se había dado cuenta que Candy estaba empezando a interesarse en Terry... Stear no supo que pensar, pero decidió tratar de aclarar todo con Candy al día siguiente...
En la mañana todo transcurrió normal, despertarse, arreglarse, ir a misa, luego al salón comedor, a la primera clase... finalmente, un descanso...
Archie y Stear iban por el pasillo cuando las vieron. Las tres amigas venían platicando muy animadas. De pronto los descubrieron y Paty se despidió. Annie y Candy se aproximaron a su encuentro, y Candy de pronto se adelantó, saludó alegremente a Archie, y sorprendiendo a Stear, lo besó en la mejilla. Dijo "Buen día Stear" y él no supo que hacer. Quedó sin habla. Ella solo lo vio intensamente, sonrió y se despidió de todos para ir a su segunda Colina de Pony. Momentos después Stear se despidió de Archie y Annie.
Fue a la colina, y la encontró sentada... al llegar, ella solo dijo, "Te esperaba, tenemos que platicar"... él entoces supo que no había soñado y que a partir de ese momento iba a entregarle su vida a esa hermosa rubia que tenía al lado. Stear solo sonrió y sin decir nada le besó los labios. Ella sonrió, le quitó los lentes porque así le gustaba más, y se recargó en su pecho para platicar, recordar, planear y empezar a vivir una historia mágica al lado de su gran inventor...
FIN