Esta historia es la continuación de “Navidad Inolvidable”, “Un Nuevo Comienzo” y “Una Andrew sin igual” todas pueden leerse de manera independiente al igual que esta, aunque algunas cosas de esta trama se relacionan con esas historias
Esta historia es mía y llevo planeándola desde hace un largo tiempo
Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Kyoko Misuki y Yumiko Igarashi
Sueños de un inventor
Por Luz
Mayo 1914
El día amaneció soleado y los chicos Cornwell ya estaban listos para partir, Stear estaba preocupado pues seguro llegarían tarde a la cita, todo por culpa de Archie quien se había tardado de más en vestirse, pues según él debía lucir impecable para dicha cita, después de todo era un gran acontecimiento, y ellos debían lucir muy bien. George ya los esperaba con el auto encendido al subir Archie arranco, pues Stear le indico que lo hiciera pronto o no llegarían
Anthony los vio partir desde el ventanal que daba al portal de las rosas, él había decidido quedarse en la mansión no tenia caso ir después de todo él ya no era requerido en ese evento, ella había tomado su decisión y por más que deseara entenderla no podía, le deseaba mucha felicidad aunque fuera lejos de él, una vez que el auto cruzo el portal, giro sobre sus talones y se sentó a continuar la lectura de su libro
Albert se había levantado muy temprano para despedir a su protegida, debía llegar pronto pues quería acompañarla hasta el hospital, era una sorpresa para ella pues no le informo de nada, quería sorprenderla llevándola él mismo, solo deseaba que George llegara temprano y que no hubiera algún incidente que lo hubiera retenido en Chicago, confiaba en él, después de desayunar se vistió de manera formal, nada de pantalones de mezclilla y camisas, no, ese día había elegido un traje de lino color azul el cual le sentaba de maravilla, con el calor que hacía era el adecuado, cuando ya estaba listo consulto su reloj, era tarde y George aun no llegaba, sino llegaba pronto tendría que cambiarse nuevamente y cabalgar hasta el Hogar de Pony, pero debía llegar, esa era su intención y nada lo haría cambiar
Tom y Jimmy estaban listos en sus monturas ese día despedirían a su hermana, era algo muy importante para ella esa decisión y no podían faltar, por lo que una vez listos partieron rumbo al Hogar de Pony para desearle suerte a la pecosa
En el Hogar de Pony todos estaban listos, desayunados y esperando el momento de la partida, Candy en el último momento había salido corriendo a la colina de Pony, quería grabarse ese paisaje pues no sabía cuando volvería y podían pasar meses antes de que eso ocurriera, al Hogar llegaron los chicos Tom y Jimmy, al ver a todos afuera y no verla a ella se desilusionaron pensando que había partido sin esperarlos, cuando la Señorita Pony les informo que ella seguía en la colina se sentaron a esperarla, todos sabían lo importante que era esa colina para ella, aunque nadie entendiera bien porque
El auto llego y de ella descendieron Albert, Stear, Archie y George y al verlos a todos y no verla a ella pensaron lo mismo que Tom que se había ido sin despedirse de ellos, la Señorita Pony les indico que ella seguía en la colina, Albert decidió subir y alcanzarla, los demás continuaron a la espera de la rubia
---Despidiéndote, Candy?
---Oh Albert, si me estoy despidiendo, se que volveré pero…vaya Albert que bien te ves
---Gracias Princesa, estas lista ya todos están abajo esperándote
---Si claro que sí, estoy lista
---Entonces vamos –ofreciéndole el brazo ambos bajaron la colina
Al llegar al Hogar de Pony todos se levantaron para abrazarla y darle besos, los niños se mostraban muy entusiasmados y los adultos trataban de ocultar la tristeza por su partida, sabían que esa nueva etapa era algo grandioso y maravilloso para ella, pero eso no quitaba que se sintieran algo tristes por la partida inminente de la chica que les alegraba el corazón y la vida, al subir al auto se dio cuenta que también subía Albert
---Albert iras conmigo
---Claro Princesa no pensaras que iras solo con George, yo deseo saber donde estudiaras y donde te alojaras, recuerda que me preocupo por ti
Candy solo sonrió, Albert se las arreglaba bastante bien para sorprenderla, cuando los tres estaban listos el auto arranco llevándola a su destino, los demás los vieron partir, los menores fueron a jugar mientras los mayores entraban a la sala y tomaban un refrigerio, los chicos Cornwell se quedarían en el hogar hasta que regresara George por ellos pues no tenían modo de regresar a la mansión y además deseaban jugar con los chicos. Tom y Jimmy partieron poco después
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Al caer la noche los chicos Cornwell legaron junto con George a la mansión se encontraron a Anthony en la biblioteca donde ambos se sentaron hacerle compañía
---y bien como les fue?
---Muy bien Anthony, debiste de haber ido –dijo el pelinegro
---Es verdad Anthony, no termino de entender ¿por qué razón, la has dejado partir sin despedirte de ella?---dijo Archie
---Chicos ya lo hemos hablado durante todo este tiempo, ella desea estudiar y yo deseo que esté a mi lado, eso es todo –dijo el rubio
---Bueno eso quiere decir que lo suyo no tiene remedio, ella tiene derecho a estudiar lo que desee, Anthony ---dijo el pelinegro
Archie solo miro a su primo en el fondo sentía que si él hubiera sido el elegido, también querría estar al lado de ella todo el tiempo, pero si su decisión era estudiar no se hubiera opuesto tanto como lo hizo Anthony
---Dejemos el tema está bien, mejor dinos Stear como van las cosas, cuando te marcharas a estudiar a Massachusetts
---Me iré en agosto, debo estar instalado antes de que empiecen las clases, pues debo organizar mi hospedaje y mi laboratorio
---¿Como vas a tener un laboratorio también haya hermano?
---Bueno vele el lado positivo Archie ya no seremos sus conejillos para probar sus inventos, los cuales la mayoría de las veces no funcionan
---jajaja si Anthony tienes razón, ese es lo único bueno de su partida
---jajaja si además tendremos más espacio para nosotros tanto en el colegio como en la mansión, sin riesgo a que explotemos por algún invento que funcione mal jajaja
---Búrlense todo lo que quieran chicos pero yo seré un ingeniero y ya verán todas las cosas que hare e inventare –dijo levantándose del sofá para dirigirse a su habitación
Capitulo 2
Stear había pasado los últimos días del colegio al lado de su hermano y su primo Anthony, pero para el verano los tres se fueron a pasar unos días a la mansión de Lakewood, esa propiedad les gustaba mucho, pues en ella habían pasado los mejores años de su niñez, además de que fue ahí donde habían conocido a la rubia que en su momento les había robado el corazón a los tres chicos aunque su elección hubiera sido el rubio, algo que por distintas razones los hermanos Cornwell no pudieron entender y mucho menos entendieron la forma en que Anthony se había comportado con ella, cuando más necesitaba de su apoyo.
Pero eso era cosa ya del pasado, Anthony al igual que Candy habían decidido seguir adelante cada uno por su lado, así como lo haría Stear, por primera vez se separarían pues el se iría a vivir a Massachusetts, donde se encontraba el Tecnologico, lugar a donde trasladaría parte importante de su laboratorio, pues ahora tendría aun más cosas en que trabajar, Archie no podía dejar de gastarle bromas a sus costillas pues a pesar de que lo respetaba mucho, para él era sorprendente que algún invento de su hermano tuviera éxito, con todo y que estudiara Ingeniería.
---Estas seguro que te aceptaran con todo eso –dijo señalando los cacharros que Stear trataba de meter en una caja
---Si Archie, seguro que si, sobre todo tendré con quien compartir mis ideas y mi talento
---Si tú lo dices jajajaja – no dejaba de burlarse Archie aun en presencia de su hermano
---Mejor ayúdame, deja de burlarte ¿Quieres?
---Esta bien, está bien, solo te pido un favor
---¿Cuál?
---No vayas a incendiar la Universidad recuerda que pronto iré ahí también jajaja
---¡En serio Archie!, pensé que lo tuyo era la moda --- dijo Stear burlándose de su hermano
---Claro que me gusta vestir bien y lo sabes, pero me gustaría estudiar algo relacionado con las empresas, sabes que después de todo algún día tendremos que trabajar en ellas
---Pues yo trabajare aportando nuevos inventos, tal vez algún día Albert la diversifique y mis conocimientos en Ingeniería sean necesarios
---Si puede ser, ya sabes que a Albert le interesan otros negocios y no solo los bancos y las inversiones, por lo pronto a mi me gustaría estudiar Economía y por lo tanto pienso ir al Tecnologico cuando llegue el momento
---Me enorgullece saber que deseas seguir estudiando Archie y sobre todo me gustaría contar con tu compañía muy pronto
Anthony en ese momento entro al laboratorio de Stear
---Como vas Stear, ¿ya casi terminaste de empacar todo?
---Si Anthony ya casi termino, solo me faltan algunas cosas, pues no me llevare todo, dejare algo aquí para cuando venga en vacaciones
---¿Ya saben que los Legan han llegado por fin? –dijo el rubio
---Es en serio, pensé que se quedarían en Nueva York, pues desde que llegaron de Europa, no habían decidido venir a Lakewood –dijo Archie con una ligera molestia
---Pues han decidido pasar unos días aquí, solo será una temporada breve al parecer Neil también entrara este Otoño a la Universidad
---Queeeeeeeeeeeeeee no puede ser, dime que irá a otra Universidad no soportaría topármelo en los pasillos
---No, al parecer él estudiara en Harvard
---¿En serio?, quien lo diría –dijo Archie algo sorprendido
---Eso fue lo que me dijo la tía Elroy no desean regresar a Chicago, se quedaran en Nueva York hasta que las cosas mejoren en Europa al parecer se sienten mejor allá que aquí
Los chicos continuaron empacando las cosas para posteriormente ir a cenar pues la hora de la misma ya había llegado, como era costumbre solo subieron para darse una ducha y cambiarse de ropa, pues a la tía Elroy no le gustaba la impuntualidad.
Al término de la cena, los tres subieron a sus habitaciones, pues cada uno tenía cosas en mente y deseaban estar solos.
Albert cada que la tía Elroy iba a la mansión trataba de pasar más tiempo en ella, aunque solo fuera para darle gusto a su tía a la que quería mucho, pues prácticamente ella lo había cuidado al morir sus padres y posteriormente su hermana, así que una vez que los chicos se fueron a su recamara llego Albert para saludarla y pasar unos días con ellos.
Una vez en la mansión se dirigieron a la biblioteca, donde Albert tomo asiento detrás del escritorio y su tía se sentó frente a él.
---Dime William, ¿como va todo en Londres?
---Tía al parecer los problemas en Londres a penas empiezan, lo bueno es que Richard decidió salir de ahí y como sabes se encuentran ahora en Nueva York, donde se hará cargo de los negocios por el momento en esa Ciudad
---¿Crees que haya algún problema con los negocios en Londres mientras tanto?
---No lo sé tía, el tiempo lo dirá, espero que esta tensión pase pronto
---¿Ya estas enterado que los Legan pasaran una temporada aquí?
---Si tía me lo informo George, aunque creo que será por poco tiempo pues Niel, empezara también sus estudios en Harvard
---Si, me mando una carta Sarah, parece ser que Niel después de todo salió buen estudiante
---Eso parece tía, y dígame como va Stear con sus preparativos ¿ya tiene todo listo?
---Pues si hoy terminaron de empacar las últimas cosas que desea llevarse, aunque te soy sincera no tengo la más remota idea de por qué desea llevarse esos cacharros
---jajaja, bueno tía si él cree que son necesarios adelante
---A mi me gustaría que hubiera elegido otra carrera, algo relacionado con las empresas
---Tía, sabe muy bien que él tiene otros intereses y por el momento no es necesario que entre a las empresas, cuando sea oportuno, tal vez Archie o Anthony lo hagan, después de todo aun soy muy joven y George también, además ni yo he asumido aun todas mis obligaciones
---Solo porque no has querido, estos dos últimos años te has mantenido lejos de todo en esa cabaña en vez de estar al frente de las empresas y sobre todo viviendo en esta casa, no término de entender tú proceder
---Tía ya lo hablamos, tomare el control el próximo año y viviré en las mansiones y no en la cabaña
---Eso espero William, eso espero
---Bien tía me voy a descansar, espero poder pasar unos días con los chicos antes de que retornen a sus colegios
Capitulo 3
El tiempo paso muy rápido y pronto llego la hora de partir a su nueva Universidad, para tal ocasión Candy pidió permiso a Mary Jane para acompañar a Stear en esa nueva etapa de su vida, llego puntual a la mansión donde todos estaban listos para salir hacia la estación de trenes que lo llevaría hasta su destino, las cosas que había empacado días antes se habían embarcado con anterioridad y el solo iba acompañado de George quien se encargaría de todo, para dejarlo instalado en la Universidad.
Para Candy era la primera vez que veía a Anthony desde el día de su cumpleaños hacia casi tres meses atrás, Stear al verla la recibió con un gran abrazo y un beso en la mejilla al igual que su hermano, Anthony se mostro contento aunque menos efusivo solo la saludo de mano y con un beso tímido en los nudillos.
Una vez que todo estuvo listo todos subieron a la auto y partieron directo a la estación de tren, una vez en los pasillos de la estación todos le desearon suerte, los hombres se abrazaron y al momento de despedirse de Candy Stear saco de su bolsillo una cajita musical que había elaborado para ella y que no pudo entregársela en su cumpleaños por no tenerla lista, Candy se sorprendió mucho al verla mientras Stear le guiño un ojo diciéndole.
---Es para que siempre te acuerdes de mí, estaré lejos, pero siempre será uno de tus paladines Candy
---Stear, la cuidare con mucho cariño, se que estarás lejos, pero siempre estás en mis pensamientos
---Lo sé pequeña, recuerda que te quiero mucho, prométeme que me escribirás
---Claro que si, si tu también lo prometes
---Si, lo prometo
El silbido del tren anuncio su partida, la tomo por primera vez en sus brazos y le dio un abrazo muy fuerte, no quería dejarla sola, Anthony veía desde donde estaba la escena y sin poder evitarlo cerro los puños, Archie se sorprendió de la reacción de su hermano, sabía que sentía algo por la rubia pero nunca lo había externado de esa manera, Albert no se había percatado pues se encontraba hablando con George dándole las últimas indicaciones.
Candy sintió aquel abrazo diferente, por primera vez se sintió distinta, en compañía de su primo, fue como si de golpe de diera cuenta de cuánto la quería, alzo los ojos solo para encontrarse con unos ojos cafés que la miraban con intensidad, Stear se acerco a ella y depositando un beso en su mejilla subió al escalón al momento en que el tren comenzaba a moverse, todavía aturdida por la escena vivida, Candy se llevo la mano a la mejilla pensando Stear me quiere, de una manera en que yo no puedo quererlo, espero que encuentre a una chica que lo quiera como él se merece. Levanto la mano para despedirse de ese chico alegre que con sus inventos y sus sueños partía a una gran ciudad donde si todo salía bien lograría una meta más en su vida.
Había transcurrido una semana en su nuevo colegio cuando la noticia llego a todas partes de América, Inglaterra le declaraba la guerra a Alemania, los rumores de tensión y problemas en el viejo continente se hacían realidad, todo mundo hablaba de eso nadie entendía bien que pasaba algunos pensaban que sería cosa de unos cuantos días y que pronto pasaría todo, algunos más eran más pesimistas y decían que las cosas se podían poner muy feas y algunos otros como Stear ni se habían enterado por estar trabajando en su laboratorio tenía un nuevo invento en mente y quería empezar a trabajar en el.
Su nuevo proyecto le tomaría meses llevarlo a cabo pero con los nuevos conocimientos que adquiera en la Universidad más unas cuantas horas a la semana que le dedicara serían suficientes para terminar si era posible antes de las vacaciones de Navidad, escucho los gritos de algunos estudiantes fuera de su laboratorio pero no les dio importancia, a la hora de la cena, decidió ir a una de las cafeterías del campus y fue ahí donde se entero de lo que todos hablaban de que la guerra había estallado, Francia, Serbia, Rusia, Alemania e Inglaterra se encontraban en guerra, al principio no lo creyó posible pero conforme fue leyendo los diarios se convenció.
Algunos de los estudiantes eran hijos de empresarios de esos países que se habían quedado a vivir en América y que pensaban regresar a sus países de origen al terminar sus carreras, pero con la nuevas noticias eso era algo que no sabían si podrían hacer, para algunos como Stear que no tenían familiares en esos países la noticia era algo que no les afectaba directamente, aunque sabía que sus antepasados eran Europeos, concretamente Escoceses hacía mucho tiempo que no tenían contacto con ellos, tal vez la tía Elroy aun tuviera familiares allá, no lo sabía, Stear pensó en sus padres que se encontraban en Arabia lugar donde al parecer todo seguía igual, termino su cena y salió dispuesto para escribir unas cuantas cartas.
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La primera carta que recibió fue la de Albert, la cual en resumen le decía que no se preocupara que todo estaría bien, que todos en la familia se encontraban a salvo y los pocos familiares que aun quedaban en Escocia, seguro estarían bien al igual que los negocios que los empleados no correrían ningún riesgo
La segunda carta que recibió fue la de Archie, él no se sentía muy preocupado, sentía que era algo que pasaría muy pronto y además era algo que se estaba generando del otro lado del mar, así que no creía que fuera necesario involucrarse de más.
La carta de Candy era un poco más larga, ya que le explicaba que justo por la guerra se había trasladado del hospital Siant Joseph al de Santa Juana en Chicago, que ella junto con otras cuatro chicas habían sido elegidas para especializarse en cirugía, algo que le fascinaba, lo que más le gustaba era que veía más a Archie por encontrarse en la misma ciudad que ella, no tenía mucho tiempo libre pero entre sus guardias podía visitarlo en la mansión, o en el parque.
Stear pensó lo que sería poder ir del brazo con Candy por el parque como lo hacía su hermano, se pregunto si también pasearía con Anthony, pero en la carta ella no mencionaba nada sobre eso, continuo con la lectura de la misma, por medio de ella se entero que estaba viviendo en el hospital como lo hizo en el Saint Joseph, pero que su nueva compañera de cuarto no le gustaba mucho, por lo que quería buscar un lugar para ella sola, para ella sola, porque no vive en la mansión hay tantas habitaciones, a menos que la tía Elroy no la quiera ahí, además está el detalle que ahí está también Anthony, bueno pero no todo el tiempo, solo los fines de semana,pensó Stear, pues mientras ellos estudiaban en Chicago solo iban los fines de semana a la mansión.
Cuando termino de leer la carta decidió mandarle una donde le preguntaría cual era la causa por la que no vivía en la mansión después de todo era una Andrew.
Las clases seguían su curso normal, los estudiantes continuaban con su rutina y pronto se habituaron a las noticias de la guerra, cada vez que llegaba algo nuevo que casi era diario se reunía en la biblioteca con sus compañeros para saber cuáles eran los avances de los ejércitos y si pronto se vislumbraba un término de la misma, poco después recibió la carta procedente de Arabia la cual había tardado mucho más que las demás en llegar por lo que al volver a su habitación y después de dejar los libros en el escritorio y poner su chaqueta en el armario, tomo un vaso de limonada, se sentó en el sofá decidido a leer la carta de su madre.
Janis había escrito una carta no muy larga y mucho menos detallada, después de todo estaba acostumbrado a esas cartas que parecían memorándums, solo le decía que ellos se encontraban que bien que no creía que las cosas fueran a durar tanto que lo más seguro era que antes de navidad las cosas llegarían a su término,-- pues ya estamos en octubre y aun siguen los problemas mama,--- dijo en voz alta ---será que en estos dos meses se resuelva algo.
Dejo de lado la carta y empezó a hacer su tarea y a estudiar geometría pues tendría un examen la mañana siguiente para el cual no había estudiado tanto como había deseado
Capitulo 4
Las cosas no mejoraron en los meses subsecuentes, para navidad decidió regresar a Chicago aunque nadie tenía muchas ganas de celebrar, pues la guerra que todos habían dicho que para navidad habría acabado, parecía recrudecerse cada día más, los conflictos eran cada vez mayores en Europa, aun así Stear regresaría a Chicago pues lo único que lo motivaba fue saber que podría ver a Candy al menos unos días, por lo que llego a la mansión con unos días de antelación, la tía Elroy se emociono mucho al verlo después de varios meses fuera, esa noche cenaron solo ellos dos pues los chicos llegarían al día siguiente, Albert lo haría un día antes de navidad.
Al día siguiente como había dicho la tía, llegaron Archie y Anthony, al verlo se abrazaron cariñosamente los hermanos y comentaron las novedades, Stear les platico todo lo que había aprendido en ese tiempo y los avances que había hecho en su proyecto personal, al escucharlo los chicos no pudieron evitar bromear sobre el proyecto.
---En serio, ¿ahora en que trabajas hermano?
---En un viejo aeroplano
---En un que –dijo Anthony casi atragantándose con la limonada que todos habían pedido un poco antes de sentarse en el estudio
---En un aeroplano, tengo ganas de volar y sé que pronto podre hacerlo, no será maravilloso
---Te has vuelto loco Stear, ¿planeas volar en una maquina hecha por ti?---Dijo Archie levantándose del sofá en que se encontraba hasta ese momento
---No Archie, no me he vuelto loco, siempre he tenido ganar de hacerlo y ahora con todo lo que he aprendido estoy seguro que este invento no fracasara
---Insisto, te has vuelto loco, yo no confiaría en alguno de tus inventos hermano
---Bueno Archie confiemos que ha aprendido mucho más en la Universidad y que esta vez sí funcione --dijo el rubio tratando de calmar a su primo e intentando confiar en el otro
---Seguro que funcionara, solo es cuestión de terminar algunas cosas, sobre todo en el motor y posteriormente probarlo
---¿Donde piensas hacerlo?
---Pues en la Universidad ahí esta o que piensas ¿que lo trasladare hasta aquí?
---Solo espero que no te pase nada, pues estaremos lejos de ti cuando hagas ese experimento y no me gustaría enterarme que algo malo te ha pasado, por tu imprudencia, eso es todo Stear –dijo de manera sincera Archie
---Estoy de acuerdo con Archie, Stear, en el pasado si algo no funcionaba que era casi siempre, estábamos ahí para ayudarte, pero ahora que estas lejos, nos preocupa que algo malo pueda sucederte y no nos tengas a tu lado, eso es todo, por favor no seas tan imprudente –dijo de manera sincera Anthony, quien después de todo sentía un cariño muy sincero por sus primos a quienes los consideraba hermanos
Stear para cambiar el tema decidió preguntar por sus estudios y por Candy, ambos le comentaron las últimas novedades, hablaron sobre la guerra y por supuesto sobre Candy y lo bien que le iba en sus estudios, Archie le comento que la había visto más de una vez, aunque por poco tiempo pues tenía muchas guardias y además como no vivía en la mansión eso reducía mucho su tiempo.
Stear y los chicos se fueron a dormir al termino de la cena, Stear estaba decidido a ver a Candy antes de la cena de Navidad, así que al día siguiente sin esperar a los demás fue al hospital Santa Juana, seguro que ella estaría desayunando antes de sus clases y sus guardias y deseaba tanto verla que salió sin pensarlo mucho, solo les dejo una nota a los demás indicándoles que volvería para el almuerzo.
Al llegar al hospital pidió hablar con la señorita White, al verlo la chica que lo recibió pudo darse cuenta que era alguien muy educado y posiblemente pertenecía a una gran familia pues vestía elegantemente, sin pensarlo mucho fue a buscarla aun en los dormitorios y le informo que un joven muy buen mozo la estaba esperando, ella pensó que posiblemente se tratara de Archie, pues era el único que podía ser descrito como buen mozo
---Que bien, seguro Archie viene a desayunar conmigo, ---dijo en voz alta, salió a la carrera de su cuarto pues ya estaba lista para salir con sus demás compañeras de estudios, al llegar a la sala de espera se sorprendió al ver ahí al joven de pelo negro, que vestía elegantemente pero que usaba unas gafas muy singulares, corrió a su encuentro, llamándolo sorprendida y emocionada a la vez.
---¡¡Stear!!, que alegría has vuelto
---Candy como te he extrañado –dijo Stear abrazándola sin importarle que todos lo vieran
---Has venido solo o los chicos están contigo
---Vine solo, ellos ya te han visto mucho en estos meses y yo no, por lo tanto vine a invitarte a desayunar, ¿aceptas?
---Claro que si, de hecho iba hacerlo cuando me informaron que alguien me buscaba
---Entonces vayamos, de camino aquí vi una cafetería ¿crees que tengas tiempo antes de tus guardias o estudios?
---Claro que tengo tiempo, vamos
Stear le ofreció el brazo y ambos salieron a la cafetería que estaba muy cerca del hospital, al entrar en ella enseguida eligieron una mesa donde pudieron sentarse y ordenar, Stear no se cansaba de escuchar todo lo que ella le decía, era fácil platicar con ella, todo lo que le contaba era nuevo para él, así como ella se sorprendía de todo lo que él le comentaba sobre su nuevo colegio, su nuevo laboratorio y sobre sus nuevos inventos, a Stear le hubiera gustado quedarse más tiempo platicando con ella pero debía seguir con sus estudios por lo que se despidieron en la entrada del hospital.
El resto del día Stear lo paso en la mansión junto con los chicos, después de todo no los había visto en mucho tiempo y cuando terminaran las festividades regresaría a Massachusetts, para continuar con sus estudios y con su proyecto en el cual llevaba algo de tiempo trabajando.
Candy pensaba en lo maravilloso que sería volver a estar todos juntos, pues como el año anterior y en anterior a ese, volvería a pasar la navidad junto a los chicos Andrew y junto a Albert, el cual llegaría al día siguiente desde Lakewood, pronto tomaría las riendas de las empresas la hora se acercaba cada vez más, tal vez ese sería el último año en que todos lo pasarían juntos pues el próximo Albert sería presentado como el patriarca de la familia y posiblemente tendría muchas cosas pendientes y ella lo vería cada menos, ay Candy vuelves a pensar en Albert, en realidad desde que estas aquí solo piensan en él, se amonesto ella misma, por lo que se dedico a checar a sus pacientes, para tratar de olvidarse de ese chico rubio de ojos color de cielo.
Cuando se encontraba en su cuarto, alistándose para tener todo listo para irse a la mañana siguiente a la mansión pues Albert le había informado que él llegaría antes del almuerzo y ella deseaba estar en la mansión para recibirlo, aunque la servidumbre de Chicago no sabía su verdadera identidad, ella quería estar ahí para cuando llegara, Candy casi había terminado de alistar todo cuando Flammy le informo que el chico de la mañana estaba nuevamente en la sala de espera preguntando por ella.
---Stear nuevamente aquí, tal vez viene a decirme algo, o solo vino a buscarme creo que se me olvido decirle que mañana me iré a la mansión –dijo Candy en voz alta saliendo de la habitación
---Hola Candy, dijo el pelinegro en cuanto la vio
---Hola Stear, ¿acaso vienes por mí? –pregunto Candy saludando al chico
---La verdad si, los chicos me han informado que llegaras mañana temprano pero, qué tal si mejor te vas de una vez, así podremos estar juntos desde hoy, ¿Qué te parece?
---Pero Stear, ya me iba a dormir, --dijo Candy guiñándole un ojo
---No se diga más ve por tus cosas y nos vamos a la mansión de una vez –dijo Stear muy sonriente
---Solo tengo que avisar que me iré desde hoy, solo espero no tener problemas, espérame un momento
---Todo el que quieras
Candy fue a buscar a la jefa de enfermeras, la señora Smith, quien le dijo que no había problema siempre y cuando no se fuera sola, cuando ella le indicó que su primo la estaba esperando, la señora Smith ya no tuvo más objeciones después de todo eran las vacaciones de la chica y sobre todo solo las adelantaría por una noche, salió con su maleta preparada, en cuanto la vio Stear corrió para ayudarla, salieron del hospital y se encaminaron al auto.
Una vez dentro Stear comenzó a platicar sobre lo grandioso que era estar a su lado, Candy se sorprendió de su entusiasmo, y recordó el abrazo que le había dado el día de su partida, poco después de que él se fue ella lo había olvidado, pero al parecer él no, cuando se estaciono cerca de una cafetería a Candy en realidad le entro curiosidad de pensar lo que Stear tenía en mente, llevándola ahí.
---Dime Candy porque te quedaste tan callada, acaso no tienes hambre
---En realidad no tanto, recuerda que ya es muy noche y pensé que iríamos directo a la mansión, tengo algo de sueño
---Sabes Candy en cuanto lleguemos a la mansión Anthony y Archie te abordaran y no tendré la oportunidad de estar contigo un poco más de tiempo, sé que no tengo ninguna oportunidad de que te fijes en mí, pero deseo mucho estar contigo aunque sea solo por unos momentos, por eso fui a buscarte en la mañana, si esperaba a que los demás se levantaran terminarían acompañándome, y lo mismo pasaría ahora, de hecho no saben que iría por ti, como te digo si les hubiera dicho ya estarían aquí…
---Stear lo siento, eres una chico muy lindo y atento conmigo, perdóname si te hice sentir mal hace unos momentos, solo que me sentí algo incomodo, pues no sabía muy bien porque estábamos aquí
---Lo sé, discúlpame por traerte sin decirte antes mis planes, yo…
---Stear no pasa nada, cenemos quieres –dijo Candy mostrando su mejor sonrisa
Stear la tomo de la mano depositando un beso, Candy se sonrojo y dejo que él pidiera la cena para ambos, platicaron de sus proyectos de lo que ambos deseaban para su futuro y de los progresos de ambos en sus respectivas carreras, para Stear fue un momento muy especial, Candy le gustaba, le gustaba mucho pero una vez que su elección había sido su primo él se había mantenido en segundo plano justo hasta cuando partió, sabía que no era la persona elegida por ella pero quería mantenerse cerca de ella, compartir con ella sus logros y sus metas aunque fuera solo como primos y no como pareja.
Una vez que terminaron de cenar Stear la tomo del brazo y ambos caminaron hasta el auto, Stear siempre galante y atento le abrió la puerta del auto y una vez que ella estaba cómoda, subió y condujo hasta la mansión donde todos dormían, pues no esperaban que ella llegara esa misma noche, Stear la escolto hasta su habitación donde se despidió de ella, dejándole un beso en la mejilla algo que tomo por sorpresa a Candy y logro ruborizarla
Capitulo 5
A la mañana siguiente todos se levantaron temprano pues a la tía Elroy no le gustaba que llegaran tarde a desayunar, Stear, muy temprano le había pedido a Dorothy que ayudara a Candy a prepararse para bajar pues había llegado de noche y posiblemente se quedara dormida y no quería que la tía Elroy le llamara la atención.
Dorothy en cuanto vio la hora subió con una taza de té para Candy y ayudarla a preparar su baño, al llegar a la puerta toco y al escuchar el pase entro, Candy al observar que se trataba de su amiga enseguida la saludo my contenta y le dijo que no tenia porque ayudarla, pero la joven insistió tanto que al final Candy accedió solo para no llegar tarde al desayuno y molestar a la tía aquel día en que todos estarían ansiosos por ver a Albert, así que en cuanto estuvo lista salió de su cuarto solo para encontrarse con un apuesto y galante caballero que la esperaba en el pasillo.
Stear galantemente le ofreció el brazo para escoltarla hasta el comedor, el detalle le encanto a Candy y se colgó de su brazo con entusiasmo, ambos llegaron al comedor donde los chicos al ver a la rubia se sorprendieron, la matriarca de la familia solo le dirigió una leve mirada, después de todo no olvidaba que por su necedad de seguir estudiando hubiera despreciado a su sobrino Anthony, quien la miraba en ese momento embelesado, después de todo Candy era una joven muy hermosa, Stear la acompaño hasta su lugar al lado de Anthony, pues ese era el lugar que la abuela había dispuesto desde siempre para ella.
La tía abuela vio un pequeño sonrojo en la chica y un ligero sobresalto en su sobrino cuando ella se sentó a su lado pero nadie dijo nada, cuando todos estaban sentados el primero en hablar fue Archie
---Gatita cuando llegaste, te haberlo sabido te hubiera escoltado hasta el comedor, ¿porque no me avisaste que había llegado Stear? --dijo el castaño mirando a su hermano, quien en ese momento se encontraba tomando un sorbo de café
---Llego anoche, cuando salí fui por ella no quería que tomara un carruaje para llegar sola a la mansión, si hubieras querido podrías haber ido tú --le dijo el joven tomando un pan con mantequilla
---Así que llegaste anoche, Candice porque no me informaste de los cambios de planes, ya sabes que no me gusta que andes sola por la noche, que bueno que Stear fue por ti, de otra manera hubieras andado sola por la calle, que vergüenza, en verdad que no entiendes, ---dijo la matriarca mirando fríamente a Candy
---Tía en realidad ella no iba a venir anoche, yo la convencí de hacerlo, ella no sabía nada, por favor no la regañe, fue mi culpa
---No entiendo porque siempre la defienden, ella debe entender que pertenece a la familia y con su comportamiento solo nos pone en vergüenza
Candy al escuchar la reprimenda de la tía abuela bajo la cabeza, pues no deseaba contrariarla, aunque sabía que ella no estaba haciendo nada malo
---Tía, no fue idea de Candy, Stear fue quien la trajo por la noche, por favor, no la culpe
---Esta bien Archie, como siempre ustedes la defienden, pero ya después hablare con William para que esta necedad de ella termine, ahora sigamos comiendo
Anthony que hasta ese momento no había dicho ni una sola palabra, volteo a ver a Candy con una sonrisa en los labios, después de todo se sentía muy bien a su lado, no terminaba de entender la actitud de ella, pero después de todo había pasado ya algo de tiempo desde su despedida, Candy le sonrió y siguieron comiendo, cuando escucharon una dulce voz que llego desde la sala, Candy levanto la mirada pues esa voz solo podía ser la de Albert, quien al parecer llegaba antes de lo planeado.
La tía Elroy había dado órdenes de que en cuanto llegara el joven lo dejaran pasar, y lo condujeran a su presencia inmediatamente, por lo que al llegar a la mansión en compañía de George el mayordomo actuó según sus ordenes.
---Señora Elroy aquí está el joven que usted esperaba, desea que ponga dos cubiertos más
Albert quien en todo ese tiempo solo había permanecido en Lakewood y a quien solo algunos de los sirvientes más antiguos de esa mansión conocían, se acerco a la mesa, seguido por el fiel asistente quien esperaba a que el rubio se sentara, para hacerlo él.
Anthony y Stear quienes se encontraban a los lados de la tía Elroy enseguida se pararon para cederle su lugar, cosa que el rubio con un gesto imperceptible para los demás denegó su ofrecimiento, tomando asiento al lado de la rubia quien se mostraba muy contenta con la presencia del joven, algo que no paso desapercibido por la matriarca, George se sitúo al lado de Archie y todos se sentaron nuevamente.
Candy sintió un ligero cosquilleo al estar sentada en medio de ambos rubios y de pronto no supo a quien mirar, así que bajo al cabeza y se dedico a terminar su desayuno, mientras Stear platicaba con Albert y Archie intervenía de vez en cuando, Anthony sin en cambio se mostro contrariado pareciera que no le había gustado del todo la presencia del rubio, al terminar el desayuno la señora Elroy el pidió a William que la acompañara a la biblioteca, momento que aprovecho Anthony para dirigirse a su habitación mientras los chicos Cornwell decidían salir a caminar al jardín con la rubia.
Por la tarde cuando todos estaban ya listos para salir a escuchar el concierto de villancicos que ofrecía la ciudad, Candy se mostraba algo cohibida por la presencia de Albert, aunque había añorado ese reencuentro después de varios meses sin verlo el hecho de estar en medio de Anthony, quien al parecer no había terminado de superar su ruptura y de Albert quien la apoyaba en todas sus decisiones era algo que la hacia sentir algo incomoda por primera vez en su vida, se encontraba en su habitación ya retrasada para el evento pero no terminaba de decidir cual vestido usaría, cuando por fin se decidió por un vestido de suave caída color verde esmeralda ya era algo tarde y los chicos la apremiaban, al salir de su habitación se encontró con Albert quien vestía de manera casual pero elegante sin llamar demasiado la atención algo que en el fondo era imposible con su 1.85 m de estatura y su cabellera rubia perfectamente peinada y su agradable aroma era difícil no voltear a verlo aunque vistiera de manera desenfadada.
Él le ofreció su brazo para escoltarla por el pasillo y bajar las escaleras, el joven a pesar de que era el patriarca en la mansión de Chicago todos pensaban que era un invitado de la tía Elroy un sobrino llegado de Inglaterra, en esos días, algo que no era de extrañar tomando en cuenta que mucha gente había llegado de el viejo continente donde se libraba la gran guerra que no se veía para cuando terminaría pues los vaticinios de la gente no se habían cumplido aun, así que a la servidumbre no le pareció rara su visita, al llegar al pie de la escalera, los chicos no pudieron evitar soltar exclamaciones de admiración para la rubia quien se veía muy bien al lado de Albert.
Al salir de la mansión unos ojos los vieron desde la biblioteca, sin perder de vista a todos ellos, pero sobre todo sin perder de vista a William y a Candy, pues esa familiaridad entre ellos era algo que no le gustaba mucho a la tía Elroy, pero seguro eso acabaría cuando él fuera presentado pues ante todo debía casarse con una chica de sociedad, algo que no le faltarían cuando se llevara a cabo el anuncio de su identidad mientras tanto no tendría que aguantar a Candy mucho tiempo, pues una vez que terminaran las fiestas ella regresaría a sus estudios en el hospital donde además vivía, al no haber aceptado vivir en la mansión, después de todo esa decisión hoy la aplaudía pues estando William en la misma no deseaba que esos dos se frecuentaran más de los necesario, una vez que los chicos se habían alejado en el carro, tomo asiento y siguió con su lectura, esperando que las festividades pasaran rápido.
Mientras tanto los chicos Andrew junto con Albert y Candy al llegar al teatro donde se llevaría a cabo el concierto no pasaron desapercibidos por algunos de los invitados quienes se sorprendieron al ver a tan radiante jovencita escoltada por cuatro guapos y muy varoniles jóvenes, para las señoritas de sociedad que se encontraban en el recinto ver a los chicos Andrew al lado de esa bonita desconocida dio pies a los cotilleos, pues todas deseaban saber quién era y sobre todo de que familia era, pues los chicos Andrew siempre se habían rodeado de señoritas de sociedad aunque nunca habían mantenido relación con ninguna.
Al tomar asiento una señorita quien se encontraba apartada de los Andrew por varias filas de asientos contemplaba al grupo poniendo mucho atención al castaño que se encontraba al lado del rubio que escoltaba a la chica a quien todos los caballeros veían con cierto disimulo y a quién las damas veían con verdadera envidia, pero la señorita sentada unas cuantas filas más allá, veía la escena con verdadera intriga, sería posible que el castaño tuviera alguna relación con la chica o solo era una amiga, el concierto comenzó y todos pusieron su atención en el escenario.
Al termino del concierto, algunas de las jóvenes cercanas a los Cornwell, se despidieron de manera efusiva de ellos, quienes al verse atrapados tuvieron que decir la misma historia sobre Albert, que era un pariente que había llegado de Inglaterra por los problemas sufridos en ese país por la guerra, un par de ojos azules se fueron acercando al grupo y al terminar justo al lado de Archie los saludos de manera tímida.
---Hola Archie, me preguntaba si en verdad eras tú
---Annie, que agradable sorpresa, hacia mucho que no te veía
---Es verdad
---Chicos les presento a Annie Britter, bueno en realidad ustedes ya la conocen, dijo dirigiéndose a Anthony y a Stear, --ellos son Candy White Andrew y Albert Andrew
La chica que no le quitaba de encima la mirada a Candy trato de disimular su desconcierto al darse cuenta de quién era en realidad, después de todo no se habían visto en mucho tiempo, la primera en reaccionar fue la rubia quien la saludo de manera natural
---Hola señorita, es un gusto ---Pobre Annie no sabía que he sido adoptada por la familia Andrew
---Señorita es un placer conocerla –dijo Albert galante besando los nudillos de Annie
Annie se giro para buscar con la mirada a sus padres y una vez que los encontró solo añadió de manera apresurada
---Debo irme, mis padres me esperan, fue un placer verte Archie—sin decir más se alejo del grupo
Stear y Anthony solo voltearon a verse de manera significativa, después de todo Annie siempre le prestaba atención a Archie y ellos al parecer eran ignorados y ese encuentro se los había confirmado, pues solo saludo a Candy y a Albert porque Archie se los presento si no hubieran pasado tan desapercibidos como ellos, Stear como siempre trato de bromear con su hermano sobre la situación.
---Vaya, vaya hermanito, Annie no ha cambiado nada ni siquiera nos saludo a Anthony ni a mí, esa chica solo tiene ojos para ti jajaja
---Stear –dijo Archie algo molesto mientras su hermano y su primo se reían de él, Candy y Albert solo lo miraron después de todo no entendían muy bien los comentarios aunque Candy tenía una ligera sospecha de que a su “casi” hermana le gustaba el castaño.
Cuanto tiempo había pasado desde la última vez que se habían visto en la villa de los Legan, casi dos años habían pasado y en ese entonces Annie la evito, pues no quería que nadie la relacionara con ellos, mucho menos que alguien se diera cuenta que ella al igual que Candy era una chica del Hogar de Pony, Annie cuento tiempo ha pasado sin vernos y ahora ambas pertenecemos a grandes familias, pero yo no me avergüenzo de mi origen, en cambio tú sigues teniendo miedo de que alguien sepa que creciste en un orfanato
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Como había deseado la tía Elron las festividades pasaron con asombrosa rapidez, y nuevamente llego el día de la despedida de Stear, todos al completo fueron a la estación a despedirlo, Candy le dio un beso en la mejilla mientras su hermano y su primo le hacían recomendaciones sobre su proyecto pidiéndole que tuviera cuidado y que no se expusiera a algún peligro, que recordara que ambos lo querían y deseaban su bienestar, Albert le dio un abrazo y le deseo suerte.
Como voy a extrañarte Candy, apenas me alejo de ti y ya te extraño, estos días pasados a tu lado fueron maravillosos, pero sé que no tengo cabida en tu corazón, como podre olvidarte, como le digo a mi corazón que no te extrañe, que no te quiera y sobre todo cómo le digo que desista de su empeño.
Al llegar a la estación de Massachusetts, el pelinegro tomo su maleta y se dirigió a buscar un carruaje pero al dar vuelta en una esquina choco contra una señorita de frente, quien por el impacto dejo caer su bolsa y la maleta, al tratar de ayudarla a recogerla, Stear se topo con un par de ojos color café detrás de unas gafas que le enmarcaban perfectamente el rostro a la desconocida.
---Discúlpeme, estaba distraído
---No se preocupe yo también venia distraída, es la primera vez que vengo sola a esta ciudad
---Entiendo, desea que la ayude, iba camino a buscar un carruaje tal vez pueda acompañarla a su destino
---Es usted muy amable, de hecho también buscaba un carruaje, voy al Tecnológico de Massachusetts estudiare ahí y también me hospedare
---En serio, yo estudio en la misma Universidad
---Vaya coincidencia
---Vamos, busquemos un carruaje, --le indico el joven mientras tomaba cada uno su maleta
---Por cierto soy Alisteir Cornwell, pero puedes llamarme Stear, dijo con una sonrisa en los labios
---Mi nombre es Patricia O´Brien, pero puedes llamarme Paty
Fin?