Un Solo Momento…
Ahora en la noche previa a su boda le llego a Archie el recuerdo del momento en que la conoció a la que en unas horas más seria su esposa, la futura señora Cornwell, fue en su último año de la Universidad él llevaba prisa por llegar a la empresa Andley y ya se le hacía tarde por lo que casi corría por el estacionamiento directo a su auto, cuando al doblar una esquina sin más remedio tropezó con ella, una joven alta de hermosos cabellos castaños de finas facciones y largas pestañas, sus largas piernas fue lo primero que vio Archie al arrodillarse para levantar los libros de la joven, al levantar la vista de forma coqueta vio el rostro más angelical que había vista hasta entonces, recuperándose de su asombro se disculpó con la chica, quien portaba un bonito vestido con motivos florales
Realmente Archie tenía mucha prisa por llegar a la empresa, pero aun así se portó galante con ella, quien solo le sonreía, ella a su vez se disculpó por no ver por dónde iba y le tendió la mano en forma automática, Archie caballeroso como siempre le beso los nudillos y le pregunto su nombre, para después despedirse y encaminar sus pasos nuevamente a su automóvil, al llegar a la empresa su mirada se perdió en la nada solo tenía en mente el rostro de la mujer que había cautivado su corazón. Al llegar a la mansión todos vieron su cambio de actitud era otro, definitivamente era otro se le veía cambiado, después de la ruptura con Annie se había concentrado en sus estudios y en el trabajo pocas veces salía y cuando lo hacía era acompañando a Candy o Albert a algún evento de caridad o alguna cena de importancia
Cada día Archie esperaba a la chica afuera de la Universidad con la intención de invitarla a salir, ella invariablemente le daba largas cosa que aumentaba el interés de Archie por ella, solo dejaba que la acompañara hasta su casa pero no aceptaba invitación a tomar café o a comer, aun así el persistía en su intento, después de varias semanas de solo acompañarla a su casa ella acepto tomar un café con él, por lo que Archie en esa cita utilizo todo su encanto para poder conquistarla, realmente le gustaba, cada día se sentía más enamorado de la sencillez de la muchacha, quien vivía cerca de la Universidad con sus padres, durante las ocasiones en que la acompaño pudo darse cuenta que ella le tenía mucho cariño a su familia pero más a su hermano quien era solo un poco mayor que ella
Hacía poco que Archie había recibido una promoción en las empresas Andley por lo que después del café la invito a bailar, el castaño pensó que ella no aceptaría pero grande fue su sorpresa al escuchar que le agradaría ir a bailar ya que tenía tiempo que no lo hacía, Archie entusiasmado la tomo del brazo y se dirigieron al salón de baile que no estaba muy lejos de la cafetería donde se encontraban, al llegar les asignaron una mesa, Archie como todoo un caballero le ayudo a sentarse y pidió las bebidas mientras le ofrecía el brazo para encaminarse a la pista de baile donde se dejaba escuchar una suave melodía, el castaño la tomo por la cintura acercándola un poco a él, ella sonrió de manera coqueta y ambos empezaron a bailar, durante horas bailaron a ritmo de la música hasta que llegó la hora de retirarse, habían pasado una velada maravillosa
Incapaz de ocultar por más tiempo sus sentimientos por ella, Archie la beso en los labios, al ver que ella no se oponía a su caricia, la tomo en sus brazos, susurrándole al oído las palabras más dulces que en ese momento le vinieron a la mente, ella sin poder ocultar lo que sentía por él, le contesto que era el hombre más maravilloso que había conocido hasta ese momento, Archie sin pensarlo dos veces le propuso ser su novia, ella acepto de inmediato, desde ese día no habían vuelto a separarse. Al llegar a la mansión busco inmediatamente a Albert para decirle que había encontrado a la persona con quien quería compartir su vida, el rubio se alegró por su sobrino y antes de lo que pensaron se había dado la fiesta de compromiso y ahora solo faltaban unas cuantas horas para que pudiera caminar hasta el altar para poder gritarle a los cuatro vientos su felicidad
Elegante, esa era la palabra para describir la decoración del salón, la iglesia y el atuendo del novio, tranquilo como siempre se encontraba Archie al pie del altar con Albert a su lado como su padrino, esperando el momento de la llegada de su futura esposa quien en un solo momento le había arrebatado el corazón, al verla llegar se sintió dichoso, se veía tan linda, tan angelical, tan llena de luz, como su propio nombre, deslumbrante desfilaba por el pasillo de la iglesia del brazo de su padre al encuentro de su novio quien lucía atractivo como siempre, como aquel día que lo vio por primera vez hacía tiempo atrás, en ese estacionamiento donde sus vidas se cruzaron para ya no separarse jamás