MIEDO II
Por Sadness
Obsesión. Capítulo 1
El hombre enfundado en una pulcra bata blanca, se hallaba concentradísimo en hurgar y desmenuzar el conocimiento que le proporcionaba una muestra de materia que observaba a través del ojillo de un sofisticado y potente telescopio. Labor que brevemente suspendía al garabatear algunas anotaciones en un cuadernillo. ¿Cuánto tiempo llevaba en esa actividad? Ni el mismo tenía una idea precisa, sólo que de vez en cuando, hacía un movimiento rotatorio con su cabeza para aliviar la tensión en cuello y espalda, siguió trabajando un poco más, hasta que ya agotada su vista, despojóse de sus espejuelos y restregó sus cansados ojos y lanzó un suspiro. Enseguida, acercó su antebrazo izquierdo y miró su reloj-¡Cielos, son las doce! ¡No me dí cuenta de lo tarde que es, seguro Pat, va estar brava conmigo!-Exclamó sorprendido y enseguida hurgó en uno de los bolsillos de su bata, sacó su celular -¡Diez llamadas pérdidas!, definitivamente debo idear algo pronto para calmar el enojo de Pat!-Sonrío. Era momento de ir a casa, estaba a punto de abandonar el laboratorio, cuando recordó un sobre que había recibido al mediodía, el cual no había abierto aún, leyó el remitente e hizo una mueca de desgano-¡Bah, otro premio más!- terminando por arrojar la carta sobre el escritorio, de donde la había tomado. Su semblante no reflejaba entusiasmo, más bien tristeza, hecho un último vistazo al interior de su cubículo, cerró trás de sí la puerta y abandonó el recinto. Se despidió cordial de los guardias del laboratorio, no les era extraño verlo tan noche, ya estaban acostumbrados a que el Doctor Cornwall fuera el último en retirarse. Condujo algo disperso hasta casa, se encontraba agotado, le renovaba un poco saber que en casa le esperaba Pat, seguramente, ya en cama, indignada porque él no le había contestado sus llamadas, incluso en recepción había dado órdenes de no transferirle llamadas. Si la conocía perfectamente, no era una mujer que le gustará reñir, aunque estuviera furiosa, era más sutil en su forma de castigarle sus "silencios" y sus largas ausencias. Fingiría dormir profundamente, enfundada únicamente con su desnudez debajo de las sábanas, dejándole como señuelo, una prometedora visión de lo que se había perdido por llegar tan tarde, y él, allí, sentado a su lado, besándola tierno, acariciándole su negra cabellera, pidiendo disculpas por enésima vez, por su falta de cortesía y ella, sin decir nada, fingiendo no escucharle. Y allí se encontraba una vez más representado la misma escena, sólo que estaba vez, él no iba a ceder, la deseaba. Se despojó de sus ropas y retiró de un golpe la sábana que cubría a la mujer, ella abrió desmesuradamente sus negros ojos, sorprendida por el arrebato de su esposo, pero cuando quizá reaccionar y rechazarla, él se encontraba ya sobre ella-¡No, esta noche no, estoy muy cansada!-Le replicó suavemente y con el deseo a flor de piel-¿En serio está muy cansada sra. Cornwall, porqué yo estoy hecho un lobo?-Le murmuró seductoramente, mientras le recorría con ansía su cuerpo desnudo. Con breves y tiernos besos iba venciendo la resistencia de su mujer, mientras con sus manos acariciaba con ansia y por demás atrevida, la desnudez de ese cuerpo tan anhelado-¡Ah, eres exquisita linda!-murmuraba frenético el hombre-¡No, no quiero, estoy cansada!-Haciendo un mohín, oponiase la mujer, pero su cuerpo destilaba deseo por los poros-¿De verdad estas agotada, cielo?-cuestionó seductor el joven, sin dejar de continuar con su lúbrica actividad-Mujum-Como única respuesta de la chica, pues libraba una batalla con su propio deseo-¿Y no hay forma de hacer que cambie usted de opinión?-Obsequiándole una pícara sonrisa, antes de apoderarse apasionadamente de su boca, morder la carnosidad de su labio inferior, la única llave para entrar con la húmeda salacidad de su lengua; recargó el peso de su cuerpo, sobre el de ella, para romper la breve distancia que les separaba, acoplándose perfectamente ambos, dos diferencias, dos piezas de un complemento-¡Ah, cariño, no sabes la necesidad que tengo de ti!- suspiro profundamente el hombre, al tiempo que, con una de sus manos aprisionaba la turgencia de uno de sus pechos y la otra, se deslizaba hasta alcanzar la sinuosidad de sus caderas, estas caricias por parte de él, provocaron que la mujer emitiera un leve gemido, acompañado de un ligero estremecimiento en todo su cuerpo, ella había cedido, en verdad él, la conocía a la perfección.
Más tarde, ella agotada reposaba serenamente entre sus brazos, dormía profundamente; él la contemplo con ternura y depositó un beso en su frente. La cubrió y abandonó el lecho, tomó una bata y abandonó en silencio la alcoba. En su privado, encendió su computador y reanudo su trabajo. Mientras tecleaba algunos datos en la máquina, comenzó a reflexionar-Sin duda soy un hombre muy afortunado, soy el dueño del corazón de una gran mujer, inteligente, tierna, exquisitamente sensible, leal y apasionada. Y además, comparte y entiende lo demandante de mi profesión, cuento con su apoyo incondicional; sin duda Pat, es mi perfecto complemento- Y se cuestionaba frustrado - ¿Entonces por qué esta tristeza que suele invadirme?-El hombre siempre se había caracterizado por un temperamento bonachón, de buen talante. A sus veintisiete años, era un hombre exitoso, un apasionado de su profesión y gracias a un intelecto sobresaliente, rayando en la genialidad, había conseguido ser investigador titular adscrito al Departamento de Estudios Genéticos de la Fundación Andrew para Estudios Bio-Genéticos. En lo económico, no tenía complicaciones, pues era poseedor de una nada despreciable fortuna, además de ser buen mozo, poseer una personalidad cautivadora y estar felizmente casado. ¿Qué más podía pedirle a la vida? ¿Cuál era entonces, la razón que empañaba su felicidad? Cierto, que para complementar su matrimonio, hacía falta la llegada del anhelado heredero que llenará de felicidad su hogar, pero a pesar de ocho años de feliz unión, no habían podido lograrlo. Sin embargo, esa no era el motivo principal de la profunda tristeza que a veces solía amargarle, sino una sombra del pasado que le atormentaba y que se hacía presente en el recuerdo de la figura de Anthony, su primo carnal que falleciera víctima de un fatal accidente a muy tierna edad, la ausencia física de su primo, le provocaba un gran vacío, muy a pesar de contar con la presencia y cariño de Archie, su hermano menor. No obstante, a pesar del tiempo transcurrido, no había podido superar esta gran pérdida. Pues amaba y admiraba profundamente a su queridísimo Anthony, el cariño que les unía siendo pequeños, no era de primos, sino de hermanos, los tres habían compartido su triste orfandad, habían sido cómplices de travesura, compartían sueños, secretos e incluso alguna vez, el amor por la misma mujer, habían sido tres corazones latiendo al unísono. Y hoy en que a él la vida y la fortuna le sonreía, Anthony no podía disfrutar de estas oportunidades.
Ese pensamiento no le dejaba ser plenamente feliz. Y desde hacía un tiempo en su mente germinaba una idea, que de concretarse satisfactoriamente pondría fin a este sentimiento que se venía albergando en su corazón y que amenazaba convertirse en una obsesión.
II
Una fría mañana de otoño, en un lujoso distrito de la ciudad de Chicago, los habitantes habíanse amanecido con una impactante noticia, anunciada en los principales diarios de gran circulación, que por lo insólito y relevante de los hechos, ésta había corrido como reguero de pólvora: -"Profanadores de tumbas, perturban la paz en cementerio privado, propiedad de la influyente familia Andrew. Se cree que los ladrones pueden estar coludidos con alguno de los empleados al servicio del clan Andrew, pues no existe evidencia de forcejeo de las chapas, declaró el inspector de policía Fran Peterson..." En la mansión Andrew, el inspector Peterson, luego de las primeras pesquisas, se entrevistaba con los tres miembros varones del influyente clan-Sr. Andrew, necesito una lista completa del personal que labora para usted, esta debe incluir nombre, puesto, donde se puede localizarles, tiempo que han prestado sus servicios para esta familia- Anunciaba solemne el inspector, cuando William le interrumpió-¿Lo creé necesario inspector?, todas las personas que laboran para nosotros son leales y de fiar, puedo garantizárselo un servidor-Contrapunteó contrariado William-Señores-dirigiéndose a los tres-existe evidencia, que nos indica que los ladrones no actuaron por cuenta propia, y que dentro de la propiedad tienen un cómplice que les facilitó la entrada-Este comentario incómodo al hasta entonces taciturno, Alistair-¿Nos puede aclarar la razón del porqué irrumpieron en el cementerio privado esos ladrones y no en la mansión? ¡No comprendo la motivación de estos tipos, en la mansión hay más cosas de valor que pudieron hurtar y sacarles más provecho!-Cuestionó visiblemente alterado Archibald, el menor de los tres hombres. El inspector que gustaba de llamar la atención, se aventuró a plantear una descabellada hipótesis-Profanadores de tumbas, sólo tienen un objetivo, ¡Rituales demoníacos!-Pronunció en tono dramático, Petersen. -¡Pamplinas!-Interrumpióle colérico Alistair-esas son supercherías de mentes ignorantes, además, por el levantamiento fotográfico que hizo su equipo inspector, se puede observar a todas luces que el principal motivo de este asalto, fue únicamente el robo. No hubo una sola cripta que no fuera abierta para tomar los obsequios de valor que guardaban los restos de nuestros difuntos, así que le suplicó no haga más comentarios a la ligera, que puedan afectar el buen nombre de nuestra familia. En cuanto, nuestro abogado el sr. Jhonson, haga un listado de los objetos, que fueron hurtados, le haremos llegar una copia, para que se dé a la búsqueda de los objetos robados y así dar con los sospechosos-Espetó de mal talante, el trigueño-Me uno a la suplica de mi sobrino, inspector y agradeceré maneje este asunto con discreción, ya de por sí, para cada uno de los miembros de la familia Andrew, este hecho ha sido impactante y muy doloroso, como para soportar ser el morbo de la gente-en tono afable, intercedió William-Le agradecemos su atención y continuamos en contacto, inspector Petersen-extendióle cortés la mano, en señal de despedida y para concluir una entrevista que no había resultado nada provechosa.-Tengan la seguridad señores Andrew, que tarde que temprano daremos con esos rufianes-A modo de despedida, pronunció, Petersen.
Más tarde, en uno de los amplios y asépticos pasillos de la Fundación Andrew, un par de jóvenes asistentes abandonaban a toda prisa y con semblante apabullado, uno de los laboratorios-¡Vaya, qué tipo más antipático! ¡Es un neurótico!-mascullaba uno de ellos,-No, por el contrario, el doctor Cornwall es una fina persona y de los más sencilla, sólo que parece ser que este no es un buen día para él-señalo condescendiente el otro joven. Y era cierto, Alistair, contrario a su comportamiento natural, hoy se encontraba bastante irritable, disperso y faltó de concentración, había que añadirle eso, a que raro en él, miraba con demasiada frecuencia el reloj de pared que se encontraba instalado dentro de su laboratorio y de igual forma, consultaba el display de su teléfono celular, algo en verdad raro en él, pues odiaba ese aparatejo que solía distraerle de sus actividades y siempre solía tenerlo en "mute" o apagado, sin embargo, hoy, había desactivado el "modo silencio", como si esperara una llamada importante-¡Las tres de la tarde y aún no nada!-Murmuró, la última vez, que consultó la hora en el reloj, soltando un manotazo sobre una decena de pequeñas cajas de cristal, cayendo estas precipitadamente al suelo y terminando por hacerse añicos. -¡No, no, otro fracaso, eso no está funcionando!-añadió con frustración-Ding-ding-lo sobresaltó el timbre de su extensión, presionó el altavoz-Doctor Cornwall, disculpe la interrupción, pero en el vestíbulo has dos hombres que insisten en verle, dicen tener una cita con usted, dicen ser los señores Freeman y Cole ¿Es cierto señor?-Una voz femenina y bien modulada le informaba-¡Sí, adelante, hágalos pasar a mi cubículo por favor, enseguida, estoy con ellos, gracias Señorita Pretence!-En tono por demás tranquilo, a pesar de que momentos antes, había escenificado tremendo berrinche-¡Al fin!-Suspiro aliviado y se dirigió a su privado, abandonando el laboratorio. En otra ala del edificio, donde se encontraba ubicado su despacho, dos hombres, con aspecto siniestro, esperaban inquietos-¡Estúpidos, con esas fachas, hay razón para que Miss Pretence, les negará la entrada!-pensó al echarles un primer vistazo-Llegan con retraso señores-les reprochó en tono tranquilo, para enseguida, añadir en tono impaciente-¿Tienen lo que les pedí?-Uno de los hombres se levantó de su asiento y se acercó, hasta donde el trigueño-¡Sí, señor, sólo que el precio varió, pues tuvimos que sortear algunos problemillas no previstos!-respondió socarrón el tipo-¡Tenga cuidado con querer chantajearme, bastante bien han resultado pagados y dense de santos, que soy un hombre de palabra, que sí no, les negaría lo acordado, por abusivos!- en tono amenazante les interpelo, Alistair, al tiempo, que tomaba de las solapas al tipejo-¡Esta bien doctorcito, no se enfade, aquí esta su pedido-entregándole un envoltorio en grasoso papel estraza, de aproximadamente 8x8cm de dimensión-ahora lo prometido, nuestro pago-Stear, sacó de uno de los cajones del escritorio una chequera, garabateo algo y enseguida, entregó el cheque al facineroso-¡Hecho y cuidado y traten de chantajearme de nuevo!-El hombre, tomó el cheque, le dio una ojeada y un refulgió un destello de ambición en su mirada-No se preocupe doctorcito, yo también tengo palabra y fue un placer hacer negocios con usted-Abandonando ambos hombres el privado, Alistair los vio alejarse, le repugnaba ese par de truhanes pero era la única forma de conseguir "eso" para su plan. -Sólo espero, que este par, no me vaya a provocar problemas-Murmuró, apretando con firmeza, entre sus manos, el pequeño envoltorio, que minutos antes le entregará el malencarado hombre.
III
Había transcurrido casi un mes, desde aquel penoso incidente en la propiedad Andrew y por más esfuerzo, el oficial Petersen, no había logrado la captura de los ladrones, quiénes habían hurtado los objetos de valor que portaban los cadáveres allí sepultados, William, había suplicado cerrar el caso, pues a todas luces, el objetivo principal de los profanadores había sido el robo.
Por otra parte, en la mansión Cornwall, Alistair, había mudado semblante, desde niño habíasele declarado hiperactivo y en la edad adulta no había menguado esta hiperactividad, y ahora volvía a lucir lleno de alegría y energía, así que al fin, había dejado atrás ese semblante taciturno, que le había caracterizado en los últimos años. Ahora se encontraba eufórico, alegre, renovado y desplegaba una gran energía e incluso su libido había aumentado-Ven nena-Tomando por la cintura a la joven, restregando su cuerpo contra el de ella, y procediendo a hundir su nariz en la negra cabellera de ella, aspirar su fragancia y sentir como su virilidad iba tomando vida-¡Vamos Stear, tengo trabajo, ahora no!-replicó la joven, no muy convencida y luchando por librarse de los brazos de su ardoroso esposo-¿Qué ocurre Paty? ¿Por qué me rechazas, amor?-Girando a la chica y buscando con ternura su mirada-¿Qué pasa amor, acaso ya me has dejado de amar? ¿Por qué ya no te provoca mi cercanía?-No, no es eso cariño, sabes bien que te amo!!-Haciendo un lindo puchero y al punto del llanto-¡Te amo tanto Stear y te sigo deseando igual que la primera vez, pero...-¿Pero qué cariño, continúa, tenme confianza?-¡Stear yo te amo, pero me duele no hacerte feliz!-Respondió la joven rompiendo en llanto-¿No hacerme feliz? ¡Cielo, tú eres mi felicidad, mi alegría, no puedo pedirle más a la vida!-La estrechó tierno entre sus brazos-¡Vamos nenita, no digas tonterías, ¿Haber dígame usted señora Cornwall, quién le metió esta tonta idea en esa cabecita hermosa?-Con la más infinita ternura y sin dejarla de mesarla entre sus brazos-¡Stear, no mientas, yo no he podido darte la felicidad que mereces!-¡Basta, Pat, sabes muy bien que te amo y me haces feliz y no miento, mírame a los ojos y di que miento!-Con tono firme le replicó y tomándole de la barbilla le enfrentó con su azul mirada-¡Te amo nena, como nunca imagine y te juro, eres mi felicidad!, no sé porqué esa idea en tu cabecita, pero es la verdad, mis ojos no mienten. Te amo Patricia Oí‚´Brien de Cornwall. Es cierto que, las más de veces mi trabajo me absorbe y tiendo a descuidarte, amor, y me duele, pero no dudes ni por un momento que te amo en verdad, tú eres mi felicidad, mi motivo para dejar lo que me apasiona y retornar a casa porque sé que tú me esperas amor. Te amo, nunca lo dudes Paty-Depositando un tierno y leve beso en los labios y retoñando una vez más su excitación sexual, besándola una vez más, pero ahora salaz, deseándola con ímpetu, como si al absorber el aliento de esa boca dependiera su sobrevivencia, como si la tibieza del cuerpo de esa mujer dependiera su salvación y se aferrara a él, con todos sus sentidos. Las caricias iban subiendo de tono, pero en está ocasión la joven no se resistió y se entregó sin limitaciones al placer que le provocaban las caricias y la cercanía del cuerpo del hombre amado. Tiempo después, la pareja continuaba aún desnuda y estrechamente abrazados, se murmuraban tiernas palabras y promesas eternas, no cabía duda del amor profundo que existía entre ellos.-¿Pati, dime por qué creíste que no soy feliz a tu lado?-Cuestionó de pronto el joven, a Pati, pareció incomodarle la pregunta y marcó distancia entre ambos cuerpos, como si levantará un infranqueable muro, así de pronto-¡Por qué es evidente Stear, a últimas fechas, siempre te encuentro taciturno, melancólico, sin tu alegría característica, con esa forma tan tuya de ser y que hizo me enamorara de ti, desde la primera vez que te conocí!-respondió sumamente contrariada la joven-¡Tienes razón Pat, con respecto a mis cambios de humor, pero no es a causa tuya, es el trabajo, a veces me concentro tanto, que me olvido un poco del aspecto personal y de pareja, discúlpame por hacerte sentir así cariño, no fue mi intención!-disculpóse él-¡No, Stear, yo sé que tú anhelas un hijo, que no te he podido dar, por eso te digo que no te puedo hacer feliz!-Una vez más con la voz quebrada por lo emotivo de la situación. Alistair, incorporó su torso desnudo, no esperaba esa respuesta-¡No, tú me haces feliz, y si en eso te basas para decir que no eres mi felicidad, de igual forma, puedo afirmar con justificada razón, que yo no te hago feliz, pues provoco llanto en tus hermosos ojos y en tu corazón, y tampoco he podido engendrarte un hijo. Pero realmente, me siento pleno a tu lado y no me importaría si no podemos ser padres, porque lo que me importa es que tú estés siempre a mi lado, siempre, siempre mi querida Pat.-¡Stear!-Murmuró conmovida la joven, al darse cuenta del gran amor que sentía él por ella. Y volviendo a acomodarse en la cama, junto a la joven y reiniciando sus atrevidas caricias, añadió-¡Además con un par de críos corriendo por la casa, no podría hacerte centro de mis travesuras!-la joven más aliviada se hizo más receptiva a los requerimientos de su marido-¡Stear y si adoptamos un par de críos!-Interrumpiendo de pronto la lubrica tarea de su esposo-¡Mmm no estaría mal! Así créditos, no demandarían tanto de tu atención y así te tendría siempre disponible para mi solito, jajaja!-¡Ah Stear eres imposible!-Y ambos se centraron de nuevo en su lúdica actividad.
Más tarde, cuando almorzaban juntos-Pati, estuve pensando, si de verdad deseas ser madre-interrumpió el joven el breve silencio que reinaba a la hora del almuerzo-¿Tú no deseas ser padre Stear?-Cuestionó asombrada-¡Claro que sí, pero bueno, todo el trabajo va a ser tuyo amor, jajaja-Irrumpió festivo-Ya hablando seriamente, Pat, sé cómo podemos hacer realidad nuestro deseo de ser padres-retomando la seriedad-¿Cómo?-Cuestionó entusiasmada la joven-En la Fundación Andrew, el departamento de fertilización asistida, ha obtenido buen porcentaje de éxitos en lograr embarazos y llevarlos a buen término. Ya me informe y tenemos que someternos a algunos exámenes diagnósticos-¡Sí acepto!-Interrumpió visiblemente y muy entusiasmada la joven. Stear durante el almuerzo, le estuvo explicando el procedimiento y como en casos de parejas incapacitadas para procrear, se habían logrado grandes éxitos. Además, ya había hablado con su colega, el Dr. Richmon para poder asistir y colaborar de cerca con fertilización "in vitro", aunque de momento el Dr. Richmond se negó, finalmente aceptó la colaboración del futuro padre.
IV
El embarazo, de Patricia, había sido todo un éxito, cursaba ya por el séptimo mes y el médico que la asistía le había informaba en esos momentos, que el ultrasonido indicaba que el producto era varón. Stear estaba más excitado que de costumbre y era una tarabilla hablando hasta por debajo de los codos, se mostraba tierno y amoroso con su mujer, y desde la confirmación del embarazo, se le hizo costumbre dar muestras efusivas al abultado vientre de Pat. En la revisión de rutina le era imposible dejar de hablar y derrochaba gran vitalidad, se le podía ver muy entusiasmado. Contrario a él, la joven que había anhelado tanto ese embarazo, no se la veía disfrutar de este acontecimiento, no era a causa de los malestares normales de su estado de gravidez. Seguramente, debía de existir otra razón, pues al tercer mes de embarazo, comenzó a mudar su temperamento, solía vérsele muy nerviosa,comenzó a mostrar episodios de lo que indicaban ya una grave depresión, en ocasiones sufría de terribles alucinaciones, pues creía oír una voz masculina,que surgía de su vientre una voz, que le suplicaba suplicaba"Libérame". Esto tenía muy preocupados al equipo mutidisciplinario de médicos especialista, que le atendían, pues conforme avanzaba el embarazo, veían deteriorarse el estado mental de la joven. Los médicos, trataban de tranquilizar al preocupado marido, que desde antes de la fertilización colaboraba activamente en el proceso y seguimiento del embarazo de su mujer. El ginecólogo, trataba de tranquilizarle explicándole -Es normal en las mujeres primerizas sentir esos temores, la depresión suele presentarse en un 75% de los casos en mujeres próximas a dar luz e incluso después de éste, suelen cursar por un episodio de depresión post-parto, nada grave si se le da un adecuado seguimiento y además, la paciente cuenta con el apoyo de la familia-Al joven trigueño, esto informe no terminaba por tranquilizarle del todo-Pero doctor, la conducta de mi esposa no es natural-En tono suplicante, él quería escuchar del galeno un pronóstico más alentador.-Dr. Cornwall, de momento no cabe la posibilidad de medicarle no queremos afectar al producto, por ahora no es posible medicarle, no hasta que la no-nato finalice su completo desarrollo-El médico señaló tajante, luego de algunas recomendaciones más, marchó dejando al atribulado joven a solas con Pat.-Cariño, ¿Qué ocurre? ¿No deseabas tanto tener un hijo?-Le hablaba tierno, mientras mesaba sus negros cabellos con un cepillo-Cielo, pronto podrás arrullar a nuestro hijo entre tus brazos, y todo esto pasará, será como una mala pesadilla, -Dejando de cepillar, buscó el rostro de la joven, quien permaneció inmutable, sin vida,- Te lo juro nena, todo pasará pronto, no te des por vencida, te necesito, tú eres mi felicidad-Le hablaba con gran ternura. La joven, yacía atada a una mecedora, para evitar se hiciera daño, pues, la extraña sintomatología que había presentado durante el desarrollo de su embarazo, se agudizaba conforme se acercaba el termino de éste. El último reporte del grupo de especialistas, que la atendían, habían diagnosticándole un severo cuadro de esquizofrenia, por lo cual, ahora tenía que atarla para que no atentará en contra del producto y de ella misma.- ¿Cielos, Pat, que ocurre en tu mente, porqué rechazas lo que tanto anhelabas?-A punto del llanto, al contemplarle en ese deplorable estado. Alistair, no podía entender el cambio tan radical que había sufrido su joven esposa. Con tan sólo veinticinco años, de temperamento apacible, afable, siempre proyectaba una gran serenidad e incluso en los peores momentos, no solía perder el control, además, poseía una gran capacidad para amar. Ahora, se le veía demacrada, en sus ojos reflejaba un terror indefinible y en su rostro se dibuja un rictus de horror, cuando hacían referencia a su hijo no-nato. Incluso, en una ocasión, que logró liberarse de sus ataduras, intentó atentar contra su vida. Uno de los médicos, al ver el gran deterioro físico y mental de la joven, recomendó practicarle un aborto, Alistar no quiso contemplar esa posibilidad y se negó rotundamente, -Doctor, Pat, quería un hijo, sobre todas las cosas, es su más grande anhelo y no se lo voy a truncar-No hubo razonamientos médicos que le hicieran cambiar de opinión,-No, fue su última respuesta. El hombre interpelaba a la joven, que no emitía sonido alguno, pues su mente se encontraba extraviada-¿Pat, por Dios, qué te ocurre?-Musitaba el hombre-¡NO ES MI HIJO, LO QUE LLEVó AQUí DENTRO NO ES MI HIJO, STEAR POR FAVOR AYÚDAME!- De pronto, la angustiante voz de la joven, lo sacó de sus cavilaciones, pero sólo fue un grito aislado, para caer de nuevo en inalterable mutismo. Ya no le cabía le menor duda, -Pat había perdido la razón- y abandonó desolado la habitación.
Unos meses después, se dio el nacimiento de un saludable varón, de hermosos ojos azules y rubios cabellos. La familia Andrew, se encontraba feliz por la venida del nuevo miembro, excepto la madre, de quien se temió por su vida, en el alumbramiento, afortunadamente los médicos, lograron estabilizarle y fue recuperándose lentamente en el aspecto físico, no así en lo mental. No quiso conocer a su hijo, cuando una de las enfermeras se lo acercó, se negó a amamantarle, se desligó totalmente del recién nacido, como si no hubiera nacido, o no fuera su madre. -Mira nena, nuestro hijo, es hermoso, ¿Quieres abrazarlo? Ve está llorando, te necesita, ambos te necesitamos-Ya en casa,Stear trataba de que Paty aceptará a su hijo, un hijo que desde su nacimiento habíase negado a mirar, la joven no toleraba la cercanía de la criatura, aun sin conocerlo, le angustiaba escuchar su llanto, saberlo cerca le provocaba pavor-¡Vamos nena, vuelve, te necesitamos, recuerda eres mi felicidad!-El joven con el crío en brazos, suplicaba a la joven, ella cubríase con las almohadas el rostro y comenzaba a temblar de pies a cabeza. Imposible, ella jamás le aceptaría, no se encontraba bien y Stear se negaba a internarle en una institución para enfermos mentales, no tenía corazón, a pesar de las numerosas recomendaciones de médicos, amigos y familiares. A Stear, no le preocupaba tanto el bienestar de la criatura, pues había contratado una enfermera y una nana, él pequeño estaría bien. Lo que lo tenía devastado, era la deteriorada salud de Paty, que de igual forma era atendida en casa por una enfermera. Así se transformó y transcurrió la vida del joven doctor y su familia los primeros tres meses del nacimiento del pequeño. El joven trigueño a pesar, de la gran carga de trabajo y el tiempo que le absorbía la investigación en curso que llevaba acabo en su laboratorio, se las arreglaba para no descuidar a su familia, y se exiguía tiempo para convivir con el pequeño crío, disfrutaba enorme ser espectador de su desarrollo día con día, se sentía muy orgulloso al observar lo despierto que era y sentía inundarsele los ojos de amor ante cada guiñó, balbuceó o llanto que emitía el crío. Sin embargo, no dejaba de lamentar la ausencia de Paty en este hermoso proceso, le hacía falta, y aunque compartían el mismo espacio, la hechaba mucho de menos, porque se encontraba físicamente, pero su mente se hallaba irremediablemente extravíada. Una tarde mientras la joven nana del pequeño Artie, le bañaba y Stear, se ofrecía para servirle de ayuda, exclamó con una gran ingenuidad, -Doctor, esta hermoso su bebé, pero no se parece a ustedes, ambos son trigueños, y él bebito es rubio como el sol- exclamó algo cortada la jovencita -Cierto Meli, tienes razón, no heredó mi galanura-guiñó divertido el joven, ante la ocurrencia de la joven nana-Sin duda se parece a mi tío, el sr. Andrew-Aclaró para enseguida agregar-¿Sabes Meli? en nuestra familia hay trigueños, castaños y rubios. Sobre todo los rubios abundan, así que ser trigueño en mi familia es excepcional, jajaja-Río de muy buena gana, hacía tanto tiempo que no reía, pensó para sí Stear. Acabado el baño, tomó el pequeño envolotorio que le ofrecía Meli, y sonrío orgulloso, mientras mecía entre sus brazos a su bebé-Pequeño Artie, tu mamita no se encuentra bien, pero no dudes que te ama tanto como yo-Musitaba a su pequeño tesoro, que acunaba en su regazo. A la distancia, se escuchó el desquiciante timbre del teléfono, tocó a la puerta una vieja doncella-Dr. Cornwall, tiene una llamada, es la señora Elroy- el joven entregó el pequeño bultó a la naná, respondióle-Gracias, voy en un segundo-Y con semblante reflexivo, asío el auricular-Buena noche tía. No, no hay mejoría, parece una ironía, paralelo al perfecto desarrollo de Artie, la salud de Paty parece decrecer, se consume día a día, pareciera que la presencia del bebé le absorbiera la vida. Si, si entiendo tía, esta bien, allí estaré. Buena noches, hasta mañana- Esta llamada dejó aun más meditabundo al joven, quien luego de la llamada recibida, se dirigió al dormitorio de su esposa, dormía, aunque no podría decirse que era un buen dormir. La mujer se agitaba en su lecho, con febril inquietud, víctima de pesadillas inarrables. A un costado, una enfermera le vigila resuelta, esta al pendiente de cada una de las reacciones de la joven enferma. El joven le hace una señal de dejarlo a solas con la enferma, acerca la silla, donde minutos antes, se encontrara sentada la enfermera y toma asiento. Le es imposible no sentir una profunda desolación y frustración, al ver el frágil cuerpo de su amada, inerme, sin vida, sólo de vez en cuando, estremecerse víctima de su mente alienada, observar su incapacidad para ayudarle y verle como día a día se va minando sus deseos por vivir. La observa así, en silencio que le parece una hiriente eternidad- Debo tomar una decesión, no puedo aplazar más, Pat sufre y se desgasta de manera tremenda día con día. No existe más solución que la propuesta que me sugirió tía, Elroy, será lo mejor para todos-En un diálogo que entabla consigo mismo, de pronto la voz débil,delirante y llena de pánico de la joven, le saca de sus cavilaciones, a penas es perceptible a sus oídos-¡No, no es natural!, ¡Es una abominación, no soy la madre! ¡Por Dios, que alguien me ayudé! ¡Me esta matando!-Cayendo de nuevo en la inconsciencia. Esta últimas frases, logran inquietar al severo rictus del trigueño, no puede evitar sentirse culpable y en su mente queda grabado-¡No, No es natural, es una abominación!-Esa noche será imposible para él, poder dormir. Así que ya encerrado a piedra y lodo en su despacho, vuelve a su computador, introduce la contraseña, carga el sistema, digita en el buscador: Proyecto AR-2. Despliega el archivo y lee, con atención las notas, guardadas allí: "...El 27 de febrero de 1997 la revista científica Nature publicaba el informe sobre la primera clonación de un mamífero a partir del núcleo de una célula adulta de otro individuo. La "presentación en sociedad" de la oveja Dolly es uno de esos momentos en los que la ciencia espolea una plétora de reacciones emocionales de todo tipo, despertando sueños (o pesadillas) y reavivando mitos y viejos fantasmas.." Teclea una vez más en el buscador e introduce otra frase y aparece: "...En un artículo reciente que informa sobre clonación de ratones a partir de núcleos de células madre, propone un posible esquema que permitiría la clonación ilimitada a partir de casi cualquier célula del organismo:
1. Transferencia por microinyección de un núcleo de célula somática a un óvulo enucleado.
2. Se dejaría desarrollar el embrión in vitro hasta una fase previa a la de implantación.
3. A partir de las células de la masa interna del blastocisto se pueden establecer cultivos estables (inmortales) de células madre (ES). Todas esas células contendrían el mismo genoma nuclear que el individuo donante, genoma que quedaría de esta forma "inmortalizado".
4. Las células madre pueden servir a su vez para:
a. Terapias celulares
b. Clonación reproductiva
Manipulación genética: se podrían generar embriones mutantes, incluso en homozigosis, en una sola generación, sin pasar por la generación intermedia de quimeras. Ello permitiría analizar las funciones complejas que dependen de varios genes..."
Una vez más, el trigueño vuelve a digitar datos:
"...¿Datos sobre la edad celular?
Otros efectos? ¿Cáncer?
Lee frenético, toma nota en su cuadernillo de apuntes y vuelve a teclear en el computador:
Custiones de eficiencia:
"¢ Si se tuvira la eficiencia del caso Dolly, necesitaríamos 200 mujeres.
Pero recientemente se ha experimentado con otra alternativa que permite obtener en laboratorio la maduración de ovocitos.
¿Ratones produciendo óvulos humanos?
Cuestiones de seguirda:
Incedencia de nacimientos muertos y abortos. Según Willmut, hay un patrón continuo de muertes durante el desarrollo embrionario y fetal. Llegando a término sólo 1-2% de los embriones.
¿Qué edad genética tiene el clon? ¿Corresponde a la edad de la célula donante? Los datos actuales parecen indicar que la transferencia nuclear no revierte la edad genética.
¿Supone esto mayor peligro de acumulación de mutaciones y de envejecimeinto celular? Hay informes sobre anomalías en este sentido, por ejemplo, un acortamiento significativo de los telomeros, lo que parece un idicio de la edad celular. Es posible que los efectos fisiológicos en el acortamiento de la edad de los animales clonados se reflejen tras varias generaciones. Sin emgaro, toros informes sobre las terneras clónicas parcen indicar que ocurre lo contrario, un rejuvenencimiento según ciertos parámetros moleculares.
Para el joven doctor, ha sido una noche febril, sin descanso, le duele la vista y tiene una fuerte jaqueca, pero eso no le detiene en su frenética actividad. Ya casi amanece, algunos débiles destellos teñidos de ocre tratan de entrar a través de las cortinas de los ventanales de la casa Cornwall. Ha amanecido ya, sólo en el panorama del extenuado doctor, todo parece indicar que sólo existen penumbras y más incógnitas que respuestas.
Continuará...