Un nuevo hobbie
por Sadness
Octubre 2008
Advertencia: situaciones o lenguaje de naturaleza sexual que pueden incomodar a personas sensibles a ello. Leer bajo tu propio riesgo.
El mozalbete, se tomaba la vida con demasiada complacencia, gustaba de postergar o evitar a toda costa solucionar problemas, además, de ser inconstante para tomar decisiones, Estas características de su temperamento, provocaba en aquellas personas que le trataban por vez primera, juzgarle con severidad y catalogarle como un chico indolente, superficial y poco responsable. Pero conociéndole y tratándole un poco más, la percepción que se tenía de él, solía cambiar. Y es que el chico, era irresistiblemente encantador, gentil, educado en sus modales, dotado de una elegancia nata. Poseía un excelente intelecto y una fortaleza de carácter, amante de la paz y la armonía, se conducía con justicia, y tolerancia, y si a todo ello, agregamos que poseía un envidiable atractivo físico. Así que a sus casi catorce y poseedor de una personalidad tan avasallante, ¿Quién podría culparle por su aparente falta de responsabilidad y ambición?
Dotado por la naturaleza, de una constitución delgada pero atlética, era poco inclinado a la práctica de algún deporte que le exigiera un esfuerzo físico demandante, así que se conformaba con practicar de vez en cuando la pesca, y con una mayor frecuencia, el dormir al aire libre, siendo ésta, su actividad preferida.
Así que esa tarde, se encontraba una vez más, en la práctica de su actividad deportiva favorita: descansar a pierna suelta. Esta vez, bajo la sombra de un frondoso árbol, ensimismado en su mundo de fantasías, completamente absorto, parecía estar en un éxtasis contemplativo, cuando de pronto, algo o alguien le sacó de golpe de sus íntimas divagaciones-¿Pero quién diablos se atrevió a...?- No terminó de concluir su retahíla, cuando pudo observar a lo lejos a la causante de interrumpirle en su actividad deportiva, -¡Eliza, otra vez husmeando en la finca Andrew!¡qué chica tan más entrometida!-No bien, había acabado de hacer estos comentarios para sí, cuando la joven aludida, un poco mayor que él, vestida elegantemente y poseedora de una impresionante y llamativa cabellera roja, intentaba saltar al interior de la finca, en su intento, terminó por perder el equilibrio y resbalar, y golpearse la cabeza al caer, perdiendo el sentido por un momento, para enseguida ser arrastrada por la corriente del río que cruzaba la propiedad de los Andrew. Todo esto, sucedió como en un sueño, tan lentamente, que el joven puedo observar todo esto, a detalle, pero realmente lo ocurrido fue en segundos. Tiempo suficiente para permitir al joven actuar (Eliza era una gran deportista y una excelente nadadora, de no ser porque se encontraba inconsciente, el joven se hubiera limitado a seguirle observando a lo lejos), así que no lo pensó más, se sacó la camisa de seda y el calzado fino, no fueran a estropearse y eso, si sería una lástima-pensó para sí, el jovencito. Al tiempo que se lanzaba al rescate de la chica, afortunadamente, por el peso de las ropas de la joven, pudo sacarle ventaja y alcanzarle, la chica se encontraba como muñeca desmadejada, el rubio, le tomó del tallé y comenzó a nadar con dirección a la orilla. Cuando consiguió poner a salvo a la chica, pudo observar que respiraba y que no iba a ser necesario darle los primeros auxilios (algo que le reconfortó, pues no le era grato imaginar posar su boca en la de una persona que no le era de su agrado) tumbóse boca arriba, para reponerse del esfuerzo físico recién realizado-Coof-coof-una tosecita le sacó de sus cavilaciones, la chica comenzaba a tomar conciencia-brrr...tengo frío- se limitó a decir Eliza-Es mejor que te quites la ropa o terminarás por resfriarte-¿Cómo aquí?- espetó indignada la chica-como quieras, sólo te recuerdo que de la finca Andrew a donde la casona de los Reagan hay una enorme distancia y por ahora no hay servidumbre en la finca, que pudiera prestarte auxilio y llevarte hasta tu hogar. O puedes desnudarte de las prendas externas y ponerlas al sol...yo te prestaría algo, pero, como verás - fue entonces, que la pelirroja se percató de la semidesnudez de su salvador, su larga y rubia cabellera, se encontraba escurriendo pegada a su varonil rostro, dándole un aspecto aún más fascinante, por el bien marcado torso desnudo veíase escurrir gotitas que absorbían la luz y luego, la proyectaban en un reflejo luminoso exquisitamente seductor, la joven había visto semidesnudo en alguna ocasión a su hermano menor , creyóse inmune a esta visión, sin embargo, con ese chico, que nunca le había resultado simpático, ahora sentía temblar sus piernas y luego, un estremecimiento apoderarse de todo su ser, no estaba segura si era a causa de lo mojado de sus prendas o por la cercanía de una desnudez que le era ajena. Sintió un leve rubor en las mejillas, al darse cuenta, que el chico cubría su intimidad, únicamente con los calzoncillos, que al estar hechos una sopa, realmente no ocultaban lo evidente y podía adivinarse la perfección, al través de ellos. Archie, al no recibir respuesta, sólo atinó a darse la vuelta y permanecer así, dándole la espalda a la malcriada chiquilla- De buena gana la dejaba que se arreglará como pudiera, pero un caballero, jamás abandona a una dama en apuros, aunque, Eliza no se puede denominarse "dama" pues es una chica muy malcriada, que ni siquiera me ha agradecido haberle rescatado-Refunfuñaba el mozuelo para sí, cuando, le interrumpió en su divagación la interpelación de la pelirroja-Tenedla, ¿Puedes ponerla a secar?-la voz de Eliza, buscaba ser amable y tierna, podría decirse que era, como proyectarla vulnerable. El chico giró sobre su propio eje, ni en todos sus sueños, imagino encontrarse con semejante visión. La adolescente vestía únicamente un sencillo corpiño, que dejaba ver a la perfección, lo estrechísimo de su cintura, la sinuosidad prometedora de las curvas de sus caderas, un larguísimo e imponente par de bien torneadas piernas, la delicadeza de su piel, salpicada por pequeñísimas pecas que la hacían más tentadora y como un extra, la humedad de la prenda, dejaba adivinar la redondez y turgencia de sus formidables senos. Archie, se quedó sin habla y a pesar de ser un caballero, no pudo evitar, perderse, dejarse llevar por sus sentidos, hundirse en sus deseos y mirar de forma lasciva, aquella espectacular anatomía que se le obsequiaba gratuitamente-¡Ah, que hermosa es!-Su roja cabellera se tornó más intensa al encontrarse excesivamente húmeda, desapareciendo los horrendos bucles con la que solían peinarle, su melena libre le agregaba un aspecto infinitamente sensual, marco perfecto para su mirada color de mar, enmarcado por unas tupidas pestañas y unas perfectas y delineadas cejas. El joven, que hasta entonces, sólo se interesará por vivir despreocupadamente la vida, se preguntaba, como una niña terriblemente malcriada, ñoña y voluntariosa, pudiera transformarse en una bellísima y seductora mujer, ¿Bajó que influjos se encontraba? Si hasta entonces, solía sentir una gran antipatía por su prima, ¿Por qué ahora al tenerla cerca y en esas circunstancias, ella era capaz de provocarle nuevas y exquisitas sensaciones? sentía un estremecimiento recorrerle todo su ser, en iniciando en su mirada, continuar a través de su sistema nervioso, debilitarle la fortaleza de sus musculosas piernas, y anidarse como una fuerza incontenible, poderosa en su bajo vientre, allí donde por vez primera su virilidad se erguía involuntariamente y tomaba vida propia-¡ERES TAN HERMOSA!-El joven hechizado, explayó en voz alta su pensamiento-La joven turbóse ante esta inesperada confesión. Archie, fue acortando la distancia que le separaba de la diosa de fuego, aunque intentaba razonar, su voluntad era manejada por una fuerza desconocido, su instinto sexual. Sin darle tiempo de reaccionar a la pelirroja, la sujeto con firmeza, del breve y delicado de su talle, la alzó sobre las puntas de sus pies, se acercó peligrosamente y finalmente, se apoderó de la voluptuosidad de esos labios, que semejaban dos exquisitos gajos de la mejor de las frutas jamás antes degustadas. Rozó ligeramente los labios de la chica, como para explorar el terreno, esperaba sentir un especie de latigazo producto de una bofetada, estrellarse en sus mejilla, por parte de la chiquilla; pero contrario a lo esperado, ella no le rechazó, le recibió con sorpresa, luego un escarceo tímido, la sensación de una profusa humedad en aquellos labios, nunca antes experimentada, que le urgía a demandar más de la otra boca, sentir que de aquella cercanía de esa oquedad, constituyera la propia vida, sentir, que a cada contacto de esos labios, era como una dulce agonía, sentirse morir y renacer. Sus labios, manos, tacto, cuerpo, espíritu tomaban propia autonomía y se sincronizarán en una armonía de deseo salaz, en una entrega, que de haber continuado, hubieran llegado más allá. Si no hubiera sido porque, Archie, además, de indolente, buen mozo y soñador, fuera también un romántico empedernido, ese día, seguro hubiera perdido su virginidad, sólo que él, ya había decidido, que cuando llegará ese momento, tendría ser con la mujer que sería su compañera de vida, su amor, su complemento, su pareja. Así, que mientras llegaba ese momento, y debido a su juventud, se tornaba aun lejano, ya había encontrado una nueva actividad como favorita: "Besador Profesional de chicas bonitas".
Más tarde, ese día, ambos chicos habrían de encontrarse para festejar el decimocuarto cumpleaños de Archibal Cornwal Andrew, aunque, Eliza no le dirigió palabra más y continúo tratándolo con actitud despectiva. El joven no se inmutó, continuó con su complaciente vida y además, practicando su recién descubierto hobby: Besar chicas lindas.