Los personajes son propiedad de Mizuki e Igarashi, pero la idea de esta historia, es mía espero la disfruten
Por Luz
Junio 2016
Candy se encuentra en su recamara del colegio San Pablo, recordando el encuentro previo, ella está realmente feliz, contenta y muy emocionada por haber encontrado a su amigo, aquel que pensó que no volvería a ver, se sentía muy emocionada sabiendo que él está en Londres
Aún recuerda cuando lo conoció en aquella ocasión la salvo de una caída por la cascada para luego llevarla a su cabaña, donde después de comer platicaron sobre su vida, ella le conto su historia, que era huérfana y hasta hace poco vivía en el Hogar de Pony, pero ahora vivía con los Legan…aún podía sentir sus manos cuando estas le tomaron con dulzura su cara para reconfortarla por la muerte de Anthony, fue gracias a él que ella pudo por primera vez esbozar una sonrisa
Cuando el tío abuelo la mando a estudiar a Londres creyó que no volvería a verlo y ahora estaba ahí, aún recuerda su sorpresa cuando lo vio, El hombre que apareció bajo la luz de la lámpara de la calle, llevaba gafas de sol, una chaqueta sahariana arrugada y pantalones de trabajo manchados. Su dulce voz poco correspondía a su aspecto y le recordaba a alguien...se sintió tan feliz, se veía muy guapo con ese corte de pelo y sin barba
Ahora se encontraba escribiendo en su diario, se sentía dichosa, él le conto que había dejado América para poder trabajar en el zoológico River Blue que se encontraba muy cerca de el colegio, era un sueño para ella encontrarse a Albert en Londres
Ahora se sentía más dichosa, ella había salido del colegio para buscar medicinas para ese chico rebelde que había entrado a su cuarto por equivocación, sin querer, le agradecía a Terry porque gracias a él se había encontrado a Albert, con ese pensamiento se fue a dormir
Al día siguiente Annie y Patty sus amigas la encontraron más feliz que nunca y se preguntaban cual era la causa, cuando ella les relato lo sucedido la noche anterior, Annie se sorprendió que hubiera sido capaz de romper las reglas todo por ayudar a Terry, ese chico engreído, Patty solo le pidió que no volviera hacerlo
Candy paso el resto del día como en un sueño no podía dejar de pensar en Albert por lo que decidió que iría pronto a visitarlo, los días pasaron sin mayor contratiempo para ella y llego el quinto domingo donde se les daba permiso de salir, ella sabía que no tendría permiso de hacerlo, pues la tía abuela Elroy no había firmado los permisos de salida, ni George tampoco, pero se le ocurrió que como nadie estaría en el colegio ella podía escabullirse sin dificultad
Cuando vio partir a los chicos se encamino a la segunda colina de Pony como ella le llama desde ahí sería más fácil salir del colegio, cruzo la barda en la parte más baja y salió, al encontrarse afuera, se encamino al zoo donde encontraría a Albert, tenía muchas ganas de verlo, al llegar pregunto por él y un trabajador le indico la cabaña donde él vivía, cruzo el zoo muy feliz de volverlo a ver, se sorprendió al escuchar voces dentro de la cabaña una de ellas era de Albert y la otra de Terry
Que estará haciendo Terry aquí?- se pregunto a si misma
Llamo a la puerta y cuando escucho el pase, entro, Albert al verla esbozo una sonrisa que ella correspondió
---Candy que sorpresa, que bueno que viniste- dijo Albert
---Albert, tenía muchas ganas de verte desde que te encontré la otra noche, contaba los días para poder salir y venir a verte, te he extrañado mucho
---Albery al escucharla se sintió muy feliz y la abrazo como siempre lo hacía, Terry se sorprendió de esa muestra de cariño entre ellos, nunca había visto a la pecosa tan contenta
---Terry, te presento a una gran amiga, Candy- le dijo Albert
---Ya la conocía Albert…de hecho la vez que tú y yo nos conocimos termine entrando a su cuarto por equivocación…hola Candy- contesto Terry algo serio
---Hola Terry, te encuentras mejor?
---Cómo tú eras el enfermo por el que ella había salido a buscar medicinas?- pregunto Albert
---Si, así fue Albert, era él, no sabía que lo conocías?
---Si, princesa, lo conocí ese mismo día que te encontré, lo ayude en una pelea que tuvo, vaya qué bueno que se conocen, los dejo debo ir a trabajar ha terminado mi hora de almuerzo, Candy esperaras a que termine mi turno?- le pregunto Albert
---Si, aquí estaré - le dijo ella
Albert no pudo evitar sonreírle al despedirse de ella, salió dejándoles ahí, Terry no sabía muy bien que hacer por lo que se dirigió a la salida invitándola a pasear por el zoo, Terry tenía muchas dudas sobre la relación que al parecer unía a Albert y la pecosa por lo que decidió preguntarle sobre eso
---Desde cuando conoces a Albert?-
---Desde hace tiempo, lo conocí en América es una gran persona y es mi amigo
---Tú amigo, creo que es bastante mayor que tú o no?
---Jajaja, y eso qué? Si él tiene 23 y yo voy a cumplir 15, no veo cual podría ser el problema tú sí?
---Jajaja si tú lo dices, está bien se ve que es una persona muy noble, a mi me ayudo sin conocerme
---Si, él siempre ha sido así, cuando yo lo conocí también me ayudo, pues había caído desde una gran cascada…desde entonces somos amigos
---En serio
---Si fue...un accidente
---mmm…en fin me voy, quieres venir conmigo o te quedaras un rato más
---No, esperaré a Albert, quiero hablar con él
---Está bien, adiós, te veré en el colegio, cuídate pecosa
Terry se fue dejándola ahí, por alguna razón esa amistad entre ellos la encontraba diferente, en el fondo ella le gustaba pero nunca se lo había dicho, ella siempre estaba al lado de sus amigas y sus primos, los hermanos Cornwell y a él ellos no le caían bien, se alejo pensando en la pecas
Candy pudo hablar con Albert cuando regreso nuevamente a la cabaña y quedaron que cada quinto domingo ella iría a visitarlo, a él realmente esa noticia le agrado ya que la extrañaba mucho
Los días pasaban sin ninguna novedad para Candy, ella seguía asistiendo a sus clases, convivía con sus amigas y sus primos y lidiaba con Elisa ya que siempre trataba de humillarla a ella y a Annie pues ya todos sabían que ella también era una huérfana del Hogar de Pony, aun así con todo Candy no se sentía mal, para ella todo era diferente desde que se encontró a Albert, ahora tenía con quien platicar en sus días de descanso pues siempre lo iba a ver, Albert se mostraba muy feliz con sus visitas, algunas veces salían a comprar un helado o solo a caminar por los alrededores del zoo, algunas veces la acompañaba hasta el colegio, él siempre se despedía de ella dándole un beso en la frente y un fuerte abrazo
En el colegio se realizaría el festival de mayo y las chicas nacidas en ese mes serian las elegidas para ser las representantes, además de que irían a bordo del carro alegórico, cuando Candy fue nombrada, Elisa estallo
---Pero madre como puede ella demostrar que nació en mayo si es una huérfana? Protesto Elisa
---Señorita Legan, aquí tengo los papeles de ella y dice claramente que nación en mayo no veo cual es su problema? Dijo la madre superiora
---Pero madre, es una huérfana- acoto Elisa
---Señorita Legan, no entiendo su proceder, no es digo de una dama, por favor deje de reclamar la decisión está tomada- dijo la madre y salió
En el salón las demás chicas no estaban tan contentas pero Candy y Patty sí, Patty le dijo que podía invitar a amigas o sus padres, Candy al darse cuenta de ello, se emociono ya que si le escribía al tío abuelo tal vez asistiría, además de que invitaría a Albert, era su único amigo, por lo que salió corriendo para hacer sus invitaciones
Elisa mientras tanto buscaba la forma de hacer que Candy fuera castigada, pero no lo logro, su coraje aumentaba cada día y al saber que la tía abuela estaría en Londres para esas fechas decidió escribirle para comunicarle la decisión de la Madre superiora, La tía Elroy le dijo que ella no podía hacer nada que los papeles indicaban que la rubia había nacido en Mayo y era decisión del colegio incluirla o no, Elisa no pudo evitar que Candy participara
En el zoo, Albert recibió la invitación para el festival, además de que su mano derecha y amigo George le llevo la invitación recibida a nombre del tío abuelo William
---Muchacho que vas a hacer, asistirás o le escribo a nombre del tío abuelo para comunicarle tú inasistencia- le pregunto George
---Asistiré George…- le dijo Albert
---Pero como William, te has vuelto loco?, alguien puede reconocerte habrá mucha gente de la alta sociedad de Londres- lo interrumpió George
---Se te olvida que llevo años, escondido, viejo amigo, además será de disfraces, por lo que nadie me reconocerá- le contesto Albert muy tranquilo
---Está bien William, si así lo quieres, dime qué debo hacer- le contesto resignado George
---Gracias, sabía que podía contar contigo, escríbele a nombre del tío abuelo William declinando la invitación por problemas de salud, pero envíale el disfraz de Julieta a nombre de él – le dijo el rubio
---Está bien y tú que harás, - le pregunto George
---La sorprenderé jajaja, gracias amigo, cuídate- le contesto el rubio
El día del festival Candy estaba muy emocionada, ya que había recibido una enorme caja de parte del tío abuelo William donde le decía que no podía asistir pero le mandaba un hermoso vestido para que lo luciera ese día, ella al verlo solo pensó en que Albert asistiría y quería lucir muy linda para él
Albert llego muy puntual al colegio e inmediatamente busco a los primos de Candy a los cuales ya conocía, Stear lucía un uniforme militar que le quedaba muy bien al lado de él estaba paty la que lucía un bello vestido color menta, Archie iba del brazo de Annie quién era su pareja ambos lucían espléndidamente, Archie como siempre lucia elegante en un disfraz de época con un gran sombrero azul
Albert llevaba el disfraz de Romeo el cual le calzaba divinamente, se veía muy bien con las mallas y la camisa con faldones, además de llevar antifaz cuando vio a Candy con el disfraz de Julieta su corazón dio un vuelco que lo dejo sorprendido, ella se acerco hasta él para saludarlo, él como todo caballero tomo su mano para rozarle los nudillos con un beso, Candy logro ocultar su rubor bajando la mirada
Candy se reunió con las demás chicas listas para subir al carro alegórico y dar comienzo al desfile, Candy no podía ocultar su felicidad por ver ahí a Albert
Todos estaban muy emocionados viendo el desfile, Terry hizo acto de presencia llevaba el disfraz de Napoleón el cual lo hacía verse más gallardo, al encontrarse con los hermanos Cornwell al lado de Albert no pudo retirarse a tiempo, por lo que termino viendo el desfile con ellos, a Terry le caía muy bien Albert y en más de una ocasión lo había visitado en el zoo o en algún pub donde Terry acudía alguna noche al salirse del colegio
Terry se percato que Albert no le quitaba la mirada a Candy, se sintió un poco mal pero lo disimulo muy bien, al terminar el desfile Albert fue inmediatamente en busca de ella, la tomo del brazo y se dirigieron a sus amigos para empezar el baile, Candy no podía creer que su pareja fuera Albert, la hacía sentirse en una nube cada que él rozaba su cintura con el brazo
El baile continuo y las parejas se fueron formando, Archie y Annie, Stear con Patty, Albert no soltaba a Candy y Terry decidió no bailar, conforme pasaron las horas Candy se sentía cada vez mejor en brazos de Albert, después de un vals este le sugirió salir a tomar aire
---Candy realmente te ves hermosa
---Gracias Albert tu también te vez muy bien
---Sabes estoy muy feliz de haber asistido, es maravilloso este festival- le dijo Albert acercándose cada vez más a ella
Candy sintió cada vez más su cercanía y un rubor le recorrió toda la cara, Albert al verla ruborizarse solo sonrió
---Pequeña muchas gracias por haberme invitado
---Sabes que te quiero mucho además de que eres el único amigo que tengo
---Candy…yo también te quiero
Candy volvió a ruborizarse, él se acerco cada vez más hasta poder abrazarla, ella sentía su aliento muy cerca, cerró los ojos pensando en que él la besaría, Albert disfruto el momento, tenerla entre sus brazos era algo que anhelaba desde hacia tanto, con una mano la tomo de la barbilla para que ella lo viera a los ojos
---Candy sabes que te quiero mucho – le dijo rozando sus labios ---Sé que soy mayor que tú pero no puedo seguir ocultando lo que siento por ti…te amo pequeña
---Albert…Albert no me importa que seas mayor, yo...también siento un cariño muy especial por ti – le dijo la rubia
Sin esperar más Albert le rozo primero los labios acariciándola tiernamente para que ella no se asustará, ella al sentir la presión sobre sus labios empezó a saborear sus labios e instintivamente los entreabrió, Albert sintió el movimiento de ella y profundizo el beso de manera suave dejándole a ella la pauta para finalizarlo, Candy se sentía mareada la estaba besando Albert, la persona que más quería en este mundo, Albert acariciaba sus labios, jugaba con su lengua y la abrazaba muy fuerte dejándole saber cuánto la amaba, poco a poco la fue soltando, ella mantenía los ojos cerrados aún sintiendo la sensación en sus labios
---Candy…pequeña te amo- le dijo él manteniéndola abrazada
---Albert…te quiero mucho
---Sé que debí pedirte primero que fueras mi novia antes de besarte pero aceptas? -Le dijo él viéndola a los ojos
---Sí, sí, claro que si Albert- le contesto ella con lágrimas en los ojos
---No llores pequeña
---Lloro de felicidad Albert…te quiero – le dijo ella abrazándose cada vez más a él
Así estaban los dos abrazados sin percatarse que dos pares de ojos los veían desde la distancia, Terry se fue sin decirles nada, Elisa estaba furiosa pensando en cómo es posible que esa sucia huérfana este con alguien mientras yo, Elisa Legan no tenga a nadie cómo pareja
No te saldrás con la tuya huérfana, le contare a la tía Elroy, dijo para sí misma y se fue muy enojada
Capítulo 2
Los rubios sin percatarse que los habían visto regresaron con los demás para continuar con el baile, Archie y Stear se dieron cuenta que ella se ruborizaba a cada momento pero no dijeron nada, el baile llego a su fin y Albert se despidió de ella de manera galante volvió a tomar su mano para depositar un beso en sus nudillos, ella le prometió ir a verlo en su próxima salida
Albert llego a su cuarto en la pequeña casa que había alquilado desde su llegada a Londres se sentía muy bien, se cambió el disfraz que llevaba por una cómoda pijama azul que resaltaba más sus ojos color del cielo, se acomodó en un sofá en la pequeña salita donde pensó en lo que había sucedido apenas unas horas antes
Estoy loco por que la bese, ahora si no sé qué voy hacer, debí esperar, como voy a contarle la verdad…como voy a decirle quién soy…fui muy estúpido…pero se veía tan linda, tan hermosa, y no le soy indiferente acepto que la besara, mi pequeña, sé que tal vez es la primera vez que te besan…cómo pude ser tan irresponsable…Pero es que la amo…y ahora es mi novia…mi novia
Así pensando en eso se quedó dormido, mientras Candy en su habitación también pensaba en lo sucedido
No puedo creer lo que hice, como acepte que me besara, si la tía abuela se entera me llamara la atención…pero como evitarlo me gusta mucho, es tan atento, amable, buen mozo, me siento tan bien cuando estoy con él…eso será amor?...él dijo que me ama…cómo se si yo lo amo?, no importa lo que digan los demás mi corazón se agita siempre que estoy cerca de él, sus labios son tan suaves, tendré que contarle al tío abuelo en el diario que me dio?...no nadie sabrá que somos novios, aún no
Así pensando aún en lo ocurrido se quedó dormida
Al día siguiente las chicas solo la miraban sin decirle nada, ambas se daban cuenta que algo había pasado, pero ninguna se atrevía a preguntarle nada, los chicos también la veían más feliz y sonriente pero tampoco dijeron nadan, pero al final les dijo todo lo que había sucedido en el baile, se habia guardado ciertos detalles de lo sucedido, no podía ocultar su felicidad no a sus amigas menos a sus primos
Elisa al día siguiente mando un mensaje a la tía abuela para comunicarle que estaba muy preocupada por Candy ya que el día del festival la había visto con un chico mayor que ella y eso no era bueno para la reputación de la familia, la tía abuela en cuanto termino de leer el mensaje mando llamar inmediatamente a George para que le explicara lo sucedido, el pobre hombre lo único que pudo decirle es que le avisaría al señor William en cuanto lo viera y salió del comedor rumbo a las oficinas de las empresas Andrew en Londres
Fue a buscar a William a esa hora era muy seguro que lo encontrara aun en su casa y así fue
---William que paso anoche, la señora Elroy está muy enojada con Candy ya que Elisa le mando un mensaje donde le decía que la había visto con un hombre mayor, eras tú verdad? – dijo George apenas el otro abrió la puerta
---Pasa George buenos días
---Perdóname William es que…ya sabes cómo es tú tía, mejor cuéntame cómo te fue
Albert le comento todo lo sucedido el día anterior, George trato de interrumpirlo más de una vez pero decidió esperar a que terminara
---Entiendo y ahora que harás, te das cuenta de la situación, William es más chica que tú y además está bajo la protección de la familia
---Sé que es menor, pero cuál es el problema, la quiero desde hace mucho, George, además tú lo has dicho está bajo la protección de la familia pero ella y yo no somos nada…bueno ahora somos novios
---William…- casi le grito George
-No te preocupes amigo, no voy a faltarle al respeto, a mí tía le diremos que ella ya me aviso, y que estoy de acuerdo en que lo siga viendo, que yo lo conozco y es de buena familia, dile que no interfiera que es una orden
---Está bien William será como tú digas…solo te pido un favor, no la lastimes, espero que realmente la ames
---Amigo…no te preocupes, la amo y no es un capricho, ni nada por el estilo haré todo lo que este a mi alcance para nunca lastimarla
Después los dos salieron rumbo a las oficinas ya que Albert tenia que checar algunos pendientes para posteriormente dirigirse al zoo
Terry después de varios días se encontró a Albert a las afueras del zoo, le propuso ir algún pub y Albert acepto, empezaron a platicar de cosas sin importancia hasta que el castaño le dijo que lo había visto besando a Candy, Albert se tenso pero no dijo nada, Terry le pregunto que si la pecosa era su novia, Albert le contesto que sí, ambos se quedaron callados por varios minutos hasta que Albert rompió el silencio al preguntarle al castaño si tenía algún problema con eso, Terry lo miro a la cara y le dijo que no, pero en su semblante se dibujo una pregunta
Albert decidió contarle como la había conocido, que la quería desde hacía tanto y que ahora que la había encontrado en Londres no dejaría pasar más tiempo para estar con ella, el castaño solo lo escucho no lo interrumpió, al finalizar Albert, Terry le contó cómo fue que la conoció, que ella era diferente a las demás chicas del colegio, que ella no se sentía intimidada a su lado y era la única que le hablaba, también le comento sobre los primos de la pecosa que la cuidaban y protegían siempre, Albert solo sonrió pensando en sus sobrinos
Desde ese día Albert y Terry mantuvieron su amistad, Terry no le menciono que se sentía atraído por ella, pero al notar el amor con que el rubio hablaba de la pecas decidió callar, los días pasaron sin más incidentes para Albert hasta que le llego una carta de la tía la cual le notificaba que se iría a pasar el verano en la villa de los Andrew en Escocia, Albert tenía muchas ganas de ir, de volver a su hogar, ya que desde la muerte de sus padres y su hermana no había regresado, pero si su tía iba a Escocia el no podría visitar la villa, ya lo haré después pensó para si mismo resignado
En el colegio todo era maravilloso para Candy, seguía viendo a Albert en sus días de descanso y ambos pasaban las horas paseando o platicando sobre el colegio, recordando los días de Lakewood y la cabaña donde había pasado una noche al lado de él platicando, cuando se acercaba el verano Candy le comento que en el colegio estaban organizando el curso de verano que sería en Escocia
---No sé si quiero ir Albert, no quiero alejarme de ti
---Deberías de ir te gustara mucho
---Sabes el tío abuelo es de ahí, los chicos están muy contentos ya que dicen que tienen una villa ahí, yo quiero conocerla, pero no quiero alejarme de ti ademas de seguro estará la tía Elroy y ella no me acepta- le contesto Candy con tristeza en sus ojos
---No te preocupes, de seguro el colegio tiene instalaciones allá y no tendrías que estar con tu tía, no crees
---Si tienes razón Paty dice que el colegio tiene una pequeña villa cerca de Edimburgo, pero no quiero ir, no quiero alejarme de ti
Albert al escucharla pensó que tal vez era su oportunidad de ir nuevamente a Escocia aunque no se alojara en la villa de al familia, por lo que le propuso a Candy
---Qué te parece si yo te alcanzo allá, pediré permiso en el trabajo, podremos estar algunos días juntos, que dices aceptas?
---En serio irías conmigo?
---Claro princesa haría lo que fuera por estar contigo
---Gracias Albert, le diré a la directora que si iré
Albert al día siguiente, hablo con George para dejar todo arreglado para la estancia de Candy en Edimburgo en el colegio de verano, también le pidió arreglar todo para que él pudiera viajar dos o tres días después de ella, George, solo movía la cabeza no entendía que pretendía Albert, pero se abstuvo de decirle algo, salió de ahí listo para cumplir las órdenes, del muchacho, ademas el rubio le había insistido en que no preparara nada para el, que iría como siempre le gustaba viajar en su condición de vagabundo
Terry en cuanto se entero que Candy iría a Escocia decidió pasar el verano en la villa que tenía allá su padre, el Duque de Grandchester, se sorprendió cuando Albert le comento que el también iría para poder pasar unos días con su novia, pero que aun no tenia un lugar donde llegar, Terry le dijo que todas las propiedades cercanas eran de familias muy adineradas, Albert solo sonrió sin decirle nada, Terry al final le ofreció su villa para que pasara ahí el verano, Albert le agradeció la invitación asegurándole que ahí estaría
Candy llego al curso de verano y se instalo junto con las chicas ya que con ellas compartiría habitación, los chicos Cornwell estarían junto con Elisa y Neil en la villa que Los Andrew, tenían es Escocia, por las mañanas tendrían clases de Historia, Geografía, Religión, Francés, etc, mientras que las tardes las tendrían libres para pasear por los alrededores
Cómo Albert llegaría unos días después que ella, la rubia salia a caminar con Annie y Paty al lago que había cerca del colegio era un lugar tan tranquilo y sereno que a ella le gusto mucho estar ahí, siempre llevaban algún libro para pasar el tiempo, algunas veces se encontraban con los chicos quienes les hacían compañía, ella contaba los días para que llegara Albert
Albert por fin llego a Escocia, lo primero que hizo después de instalarse en la villa de Terry fue ir en busca de su novia, la encontró cerca del lago, donde estaba leyendo Romeo y Julieta, Albert se acerco lentamente por atrás, le tapo los ojos, ella se ruborizo sintiendo el aroma de él
---Albert…Albert- dijo con emoción
---Si pequeña soy yo – dijo él abrazándola suavemente
Candy no podía creer que él hubiera llegado, lo extrañaba tanto, mientras él la abrazaba por la cintura, ella subió los brazos a su cuello, el bajo su mirada para encontrarse con esos ojos que lo volvían loco, después bajo su rostro para poder besar sus labios lentamente y con suavidad, ella cerró los ojos al sentir su caricia, entreabrió los labios para que él pudiera profundizar su beso, a su alrededor todo se detuvo estaban nuevamente juntos, poco a poco la fue soltando para recuperar el aliento, sin dejar de abrazarla
---Qué bueno que llegaste…te extrañaba
---Salí en cuanto pude, sabes qué solo me dieron algunos días, me gustaría estar todo el verano contigo pero será imposible- le dijo el rubio algo triste
---No te preocupes lo pasaremos bien, tengo todas las tardes libres, pero dime donde estas hospedado
---No te dije…estoy con Terry, él me invito a su villa- contesto muy contento Albert
---Ohh…vaya, que amable de su parte- le dijo sin mucho entusiasmo ella
---Qué pasa? No te cae bien?
---No es eso, es solo que siempre es tan solitario, tan callado que pareciera que no tiene amigos, además de comportarse muy arrogante en ocasiones- dijo la pecosa
---No te preocupes pequeña así es él pero en el fondo es muy buena persona, a veces va a visitarme al zoo y platicamos mucho, sabias que le gusta mucho el teatro, quiere convertirse en actor pero su padre el Duque no lo deja, dice que un día de estos dejara todo y se irá a cumplir su sueño, tal vez lo haga, sabes es muy impulsivo, en fin que te parece si pasamos el resto del día leyendo tú libro
Candy acepto y continuaron la lectura donde la había dejado, al atardecer ella tenía que regresar al colegio por lo que él la acompaño hasta el mismo
Los días siguientes los disfrutaron mucho, a veces remaban, otras veces solo leían cerca del lago, otras veces gracias a Terry que le prestaba caballos a Albert cabalgaban por el bosque, en ocasiones eran acompañados por Annie, Paty, Stear, Archie y en muy pocas por Terry a todos les gustaba cabalgar pero en el colegio no tenían oportunidad de hacerlo, salvo Terry que por ser hijo del Duque tenía algunos privilegios
En cierto día las chicas le comentaron que se llevaría a cabo en Edimburgo muy cerca de ahí un festival de gaitas, Candy se puso algo triste al recordar a su Príncipe de la Colina, y a Anthony su primo quien había muerto no hace mucho al caer de un caballo, ella siempre los recordaba cuando escuchaba la música de gaitas, en ese momento llegaron los hermanos Cornwell y al verla triste Archie le dijo
---Gatita que pasa por que estas triste?
---No es nada Archie, solo que recordé a Anthony, las chicas dicen que habrá un festival de gaitas en el pueblo y me gustaría mucho ir- le contesto la rubia
---Gatita a eso veníamos a invitarlas para que vayamos todos crees que Albert quiera venir con nosotros- le dijo Archie
---Claro que si estoy segura que le gustará acompañarnos, nos veremos afuera del colegio está bien? Le pregunto la rubia
---Muy bien Candy pasaremos por ustedes, salúdame a Albert- dijo Stear
Cuando llego la hora acordada todos estaban listos esperando que llegaran los chicos con el carruaje, al llegar los hermanos Cornwell todos subieron, listos para disfrutar del espectáculo, al llegar al pueblo, en seguida se formaron las parejas pero como Terry no llevaba a nadie se quedo con Albert y con Candy la cual iba del brazo de el rubio, caminaron por las calles empedradas escuchando a lo lejos la suave melodía de las gaitas
Candy sin querer se emociono recordando los días en Lakewood donde los tres chicos llegaron a tocar ese instrumento, pero además había algo en el ambiente que le recordaba a otra persona muy querida para ella ese chico que conoció cuando era una niña, Albert al darse cuenta de su turbación decidió quedarse relegado con ella para darle tiempo para recomponerse, indicándoles a los demás que continuaran que ellos los alcanzarían en un momento
Candy se volteo a verlo con los ojos cristalizados por las lágrimas que querían fluir, Albert solo la abrazo sin decirle nada, dejando que la emoción la embargara, pero sosteniéndola como siempre entre sus brazos, cuando paso la emoción ella empezó a decirle sin que él le preguntara cual era la razón de su llanto,
---Sabes cuando era niña conocí a un joven muy guapo, iba vestido con un Kilt, tocaba la gaita, lo vi en la colina de Pony solo fue un momento pero nunca lo he olvidado, se que suena raro pero esa melodía hizo...que lo recordara
Albert no podía creer que aun lo recordara pues él sabía quién era ese joven, su mirada se torno muy dulce cuando la vio a los ojos y le dijo con suavidad
---No te preocupes pequeña, si tú corazón aun lo recuerda no tienes porque sentirte mal
---Gracias Albert sabia que tú lo entenderías- le dijo abrazándose cada vez más al joven
Si supieras que soy yo ese joven que tú recuerdas con tanto cariño pensó Albert, abrazando a Candy con todas sus fuerzas
Pasado un momento Albert le tomo el mentón para poder verla a los ojos, ella estaba más tranquila, él subió su mano por la mejilla y con su pulgar limpio una lágrima, Candy sentía la suavidad de la caricia, el rubio bajo lentamente su rostro para tomar los labios de ella con suavidad, ella al sentir la presión en sus labios disfruto de la caricia que era tan suave y delicada, Albert se sentía dichoso de saber que ella le correspondía y más aun de saber que no lo había olvidado, a lo lejos se escuchaba la música de las gaitas pero en ese momento ellos solo escuchaban el corazón amado
Cuando se recuperaron un poco de la emoción fueron en busca de los demás, quienes ya estaban disfrutando de la música sentados en un café local, Terry al verlos se mostro un poco más taciturno pero no dijo nada, para los primos de Candy ya no era de extrañar esa conducta de ellos, por alguna razón esa relación la aceptaban, Albert era un buen tipo y quería mucho a su prima y para ellos ella era lo más importante, después de verla sufrir por la muerte de Anthony, Albert le había devuelto la sonrisa y la alegría algo que ellos por más que se esforzaron no lograron, la noche siguió su curso
Capitulo 3
Los días pasaron con asombrosa rapidez para todos, el día de despedirse de Albert cada vez era más cercano, Candy deseaba que pudiera estar más tiempo con ella pero era imposible, Terry le había sugerido quedarse hasta el fin del verano y volver con él, pero Albert le dijo que eso no podía ser que su permiso no era tan prolongado, por lo que todos decidieron despedir a Albert con un picnic cerca del lago, las chicas se encargaron de la comida, llegado el momento todos pasaron un lindo día platicando y riendo como los buenos amigos que eran, aunque Terry no era del todo aceptado por los chicos Cornwell, el hecho de ser amigo de Albert era suficiente para que ellos lo admitieran en su circulo
Nadie se percato que un par de ojos marrones los veía a la distancia con furia y enojo por no poder pertenecer a ese círculo, además de que sentía una envidia muy grande por la pecosa, quien sin saberse observada disfrutaba de los últimos momentos al lado de su encantador novio, debe de haber alguna manera de que la tía abuela Elroy te llame la atención, mira que tener a tu lado un chico tan guapo y yo sola… pensó Elisa, ya encontrare la manera de poner contra ti a la abuela Elroy pensó Elisa alejándose de ahí
Después de que los chicos habían llevado a las muchachas al colegio, Albert y Terry se encontraban en la sala de la villa frente a la chimenea platicando el rubio se había percatado que al castaño no le era indiferente su novia, pero sabía que ella solo tenía ojos para él, pero aún así decidió preguntarle sobre ella
---Dime Terry desde cuando te gusta Candy?
---Perdón…que dijiste
---En estos días me he dado cuenta que ella no te es indiferente, ¿por eso viniste, en cuanto te enteraste que ella vendría?
---Si, por eso vine…aunque sé qué ella solo tiene ojos para ti,- dijo Terry con una mirada sombría-- se que te quiere mucho así que no te preocupes no interferiré en su relación
---Eso ya lo sé, - le contesto el rubio mirándolo a los ojos -- pero dime porque nunca te acercaste a ella?
---No lo sé, -- le contesto sin mirarlo a los ojos- tal vez porque…sus primos nunca la dejan sola, o porqué antes de que tú llegaras siempre tenía una mirada nostálgica, como si sintiera cierto dolor por algo o tal vez…por alguien – dijo mirándolo a los ojos
---mmm…si sentía dolor por alguien pero no era por mí, sino por el chico que conoció en América, lo quería mucho se llamaba Anthony, era primo de los Cornwell, murió en un accidente montando a caballo, eran muy unidos
---No lo sabía -- le contesto Terry -- Pero parece que al verte todo lo olvido
---mmm…no lo creo más bien lo supera día a día -- le contesto el rubio -- se que no interferirás en nuestra relación…para mi eres un gran amigo
---Eres el único amigo que tengo Albert, quédate tranquilo
Después de esa conversación Albert, partió al día siguiente rumbo a Londres donde se encontró con varios pendiente apenas puso un pie en la casa que había alquilado, George lo primero que le dijo fue nuevamente lo disgustada que se encontraba la señora Elroy por la relación que tenia Candy con ese desconocido, el cual no sabía porque William aceptaba sin siquiera habérselo presentado a ella
Albert le indico con un movimiento de la mano, que ese no era un tema que trataría en ese momento, George, entendió y continuo con los siguientes pendientes que el muchacho tenía que checar debido a su ausencia, una vez que terminaron George se animo a preguntarle
---William seguirás adelante con esta relación?
---Claro que sí, es más necesito que viajes a Chicago para poner en orden los papeles de Candy
---Para que quieres poner en orden esos papeles William?
---No quiero que ningún papel diga que la adopte como hija, la amo, George y deseo en un futuro casarme con ella y no quiero que nada me lo impida, si ella me acepta
---William olvidas que cuando me diste instrucciones de adoptarla fue a nombre de la familia, tú estás como su tutor nada más, no hay un papel que diga que es tu hija
---¡¡¡¡En serio George!!!!, gracias amigo, eso me deja más tranquilo
Una vez finalizada la plática entre ambos caballeros se despidieron para continuar cada quien con sus labores, Albert se encamino al zoo para continuar con su trabajo ahí y George a las oficinas de las empresas en Londres
El curso de verano termino y los chicos volvieron al colegio, a sus actividades diarias, todo continuo su curso normal sin mayores incidentes, Candy continuaba con sus visitas al zoo cada que tenía permiso, aunque Elisa había avisado a la tía Elroy sobre el supuesto novio de Candy está no había interferido en esa relación, y ella no se explicaba porque, lo peor fue enterarse que la abuela regresaría a Chicago sin siquiera llamarle la atención a la mugrosa huérfana
Un buen día llego Terry al zoo para despedirse de Albert ya que había decidido irse a Nueva York, Albert no entendía muy bien esa partida por lo que le pregunto cuáles eran sus motivos para hacerlo, Terry le confesó la verdad sobre su origen que él era el hijo bastardo del Duque de Gradchester y su madre era americana además de actriz su nombre era Eleonor Baker, que sus abuelo no le había permitido casarse con ella y que desde los cuatro años vivía con la Duquesa quien se hacía pasar por su madre delante de todos pero que en realidad no lo quería, por eso era mejor marcharse para vivir con su madre y ser actor como ella, ese era su sueño, Albert lo entendía perfectamente, él sabía lo que era desear ser una persona libre y no estar atado a una familia, y los convencionalismos de la época, por lo que le deseo suerte
La primera nevada llego anunciando las próximas vacaciones, Albert había decidido pasarlas con Candy y sin la Tía Elroy eso sería más fácil, así que planeo todo con George, quién se encontraba nuevamente en Londres después de haber acompañado a la tía Elroy a Chicago, por lo que alquilo una modesta cabaña a las afueras de Londres, además de que invitaría a sus sobrinos y a las novias de estos, George no podía creer todo lo que hacía William pero lo apoyaba
Candy cuando se entero de la intención de Albert dudo en aceptarla pensando que gastaría mucho en ella y sus amigos pero los chicos terminaron convenciéndola ya que de otra manera la pasarían en el colegio encerrados o en la mansión con los Legan cosa que nadie quería, al final todos aceptaron la invitación de Albert para pasar las fiestas con él, Candy le escribió al Tío Abuelo William, la carta la recibió como siempre George y se la llevo a William quien la leyó con interés
Querido Tío Abuelo William:
Espero se encuentre muy bien de salud, sé que últimamente no le he escrito, lo cual es una descortesía de mi parte, continuo con mis estudios, espero convertirme pronto en una dama como Usted desea.
Tengo algo muy importante que decirle, se que debí informarle a Usted primero pero espero me entienda, hay un joven se llama Albert, al cual quiero mucho, lo conocí hace tiempo, antes de que usted me adoptará, es una gran persona, él al igual que yo no tiene familia, pero es muy trabajador y honrado, lo volví a encontrar en Londres en primavera y me pidió ser su novia y yo acepte, se que debí avisarle antes, por favor no se enoje conmigo, yo en verdad lo quiero mucho, él es muy importante para mí
El verano pasado el también estuvo en Escocia, a Stear y Archie les cae muy bien y son buenos amigos, ahora nos ha invitado a pasar las fiestas en una cabaña a las afueras de Londres, espero que a Usted no le moleste
Si Usted no está de acuerdo con mi relación con Albert lamentaría saberlo, pero no creo poder renunciar a él por lo que si Usted decide repudiarme hágamelo saber con George, yo le estaré eternamente agradecida por todo lo que ha hecho por mí, pero le repito para mí Albert es muy importante en mi vida, no piense mal de él por favor, ni de mi, el me respeta.
Se despide de Usted
Candy White Andrew
Albert al terminar de leer la carta se la llevo al pecho, Candy sin saber le decía que lo quería a él más que a nadie y era capaz de dejar de pertenecer a la familia antes que renunciar a él, Princesa te amo…ahora sé que tu también me amas…hare todo lo posible para que estemos juntos…te lo prometo, Albert le dio indicaciones a George de contestar la carta de Candy pidiéndole que le explicara que no había problema y que estaba seguro que el muchacho era digno de confianza, George no entendía nada, pero siguió las indicaciones dadas por el rubio
Una vez que se quedo solo, Albert volvió a leer la carta, no podía creer todo lo que ella le había escrito, se sentía muy feliz y más decidido a casarse con ella, ya vería como convencería a su abuela y al consejo pero nada lo separaría de ella, te amo mi princesa
La noche previa a la salida de los chicos rumbo a la cabaña Candy no podía dormir recordando todos los buenos momentos que había pasado al lado del rubio desde que lo conoció, se sentía dichosa ya que desde su reencuentro todo había sido felicidad para ella, Albert te quiero mucho se que aún no te he dicho que te amo, a pesar de qué tú ya me lo has dicho y demostrado…ahora que he recibido la carta del tío abuelo y que se que acepta mi relación, estoy más tranquila, te amo Albert…pensando en eso se quedo dormida
Al día siguiente todos muy bien abrigados partieron en el carruaje que les tenía preparado George, Candy le pregunto sobre eso y él le guiño un ojo diciéndole que el tío abuelo así lo había dispuesto, una vez que se había enterado de los planes de los chicos, Candy solo le sonrió, al llegar a la cabaña, ya los esperaba Albert, todos quedaron sorprendidos de lo acogedora que era, contaba con tres recamaras, una cocina, la sala con chimenea y un comedor, Stear y Archie escogieron su recamara dejándoles a las chicas la recamara de al lado, la recamara de enfrente la ocuparían Albert y George quién también fue invitado
---Bueno chicos como ya todos estamos instalados-- dijo Albert tomando el papel anfitrión --espero que la pasen muy bien, las chicas pueden cocinar si gustan en estos días pero de la cena de navidad me encargo yo-- todos rieron a carcajadas
---Gracias Albert por la invitación-- dijo Paty-- estoy realmente feliz de pasarla por primera vez fuera del colegio
---Podremos montar alguna vez Albert-- le pregunto Archie viendo el campo aledaño- me gustaría mucho
---Claro Archie –- dijo Albert pues también él había contemplado esa posibilidad-- podrás hacerlo cuando gustes
Como la navidad solo estaba a dos días las chicas decidieron que él primer día conocerían los alrededores y el segundo la pasarían montando, los chicos estuvieron de acuerdo por lo que a su debido tiempo cada uno monto en un caballo, pero como Paty no sabía montar muy bien decidió ir en el mismo que Stear, Albert y Candy iban al frente un poco más atrás iban Archie y Annie cada uno en su caballo y al final Stear con Paty, George decidió quedarse a leer un rato
Al llegar a un claro cada pareja bajo de su caballo, Albert adelantándose ayudo a Candy a bajar tomándola de la cintura, ella apoyo las manos en sus hombros, quedando tan juntos que ambos sintieron su aliento en la cara, Albert le tomo la mano y deposito un beso en sus nudillos, así tomados de la mano se sentaron a disfrutar del lugar, Archie y Annie decidieron alejarse un momento, para ellos desde su estancia en Escocia era uno de las pocas veces que tenían para estar solos, Archie a pesar de ser más apasionado trataba a Annie con suma delicadeza, no se atrevía a dar más muestras de cariño que un ligero rose a su mejilla, ella se ruborizaba en seguida, tomada del brazo de Archie caminaron durante un rato
Stear y Paty decidieron caminar también, como los dos eran tímidos solo caminaron uno al lado del otro admirando el paisaje y lanzándose miradas llenas de ternura entre ellos, después de un rato las tres parejas se encontraron en el claro para regresar juntos a la cabaña para el almuerzo.
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A la hora de la cena todos estaban reunidos organizando lo que harían al día siguiente que sería navidad, Albert les indico que la comida la realizaría él por lo que las chicas adornarían la cabaña y los chicos se encargarían del árbol, una vez que todo quedo arreglado cada quién se fue a dormir a su habitación, Albert escolto a su princesa a la recamara y en la puerta se despidió de ella con un beso en la frente, como era su costumbre desde que eran novios
Al día siguiente todos se dedicaron con esmero a sus labores, para tener todo listo a la hora señalada, George se había encargado de traer los regalos que el tío abuelo les obsequiaría a los chicos, Albert se había lucido en la cocina preparando una gran cena para los todos
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Todos degustaron la comida que realmente era deliciosa, quedando asombrados de la habilidad de Albert para la cocina, cuando terminaron de cenar todos se dirigieron a la sala donde el fuego de la chimenea era tan acogedor que todos charlaron animadamente un poco antes de ir cada quien a sus habitaciones
Al día siguiente todos con una taza de café en la mano se sentaron en la acogedora sala para abrir los regalos que les había enviado el tío abuelo, Stear abrió muy emocionado un set de herramientas para su laboratorio, Archie se asombro de recibir un elegante pañuelo de seda, Paty y Annie recibieron ambas un bonito sombrero, George abrió un fino estuche de plumas, Candy fue la última en obtener su obsequio él cual era un hermoso vestido color esmeralda de fino encaje y seda, Albert no recibió nada, pero Candy le tenía un regalo muy especial, un bonito Foulard color azul cielo, ya que sabía que él los apreciaba mucho, Albert se emociono mucho con su regalo y le regalo una bella sonrisa a su amada además de un beso
Los días pasaron con rapidez, la víspera de año nuevo Albert y Candy salieron al jardín donde lograron estar un momento a solas antes de la cena ya que al día siguiente regresarían a Londres para llegar por la noche al colegio
---Candy no sabes lo feliz que me siento de poder haber estado contigo en estos días
---Albert para mí ha sido maravilloso estar juntos
---Princesa sabes que te amo mucho…sé que me visitaras pero quisiera que esta noche fuera eterna – le dijo abrazándola con dulzura
---Albert…sabes que te quiero mucho…te quiero
Albert la acerco cada vez más a su cuerpo queriendo guardar en su memoria todos esos días pasados con ella, por primera vez las festividades no las había pasado solo con George, gracias a ella había pasado la navidad con sus sobrinos… Gracias princesa el regalo que me has dado es muy grande, poder estar con mi familia…
---Debemos entrar…
---Albert…sabes que este año ha sido magnifico…nos reencontramos aquí en Londres
---Si princesa, nunca imagine terminar el año compartiéndolo contigo…y tus primos son geniales
---Gracias Albert por estas vacaciones…has sido tan generoso
---Te mereces eso y más princesa…vamos entremos
Al día siguiente todos se encontraban en sus habitaciones del colegio, Albert se encontraba en la casa junto con George checando los pendientes antes de que él viajara nuevamente a América ya que la tía Elroy lo requería en Chicago
Capitulo 4
Archie se encontraba en su habitación junto con su hermano pensando en todo lo que habían disfrutado esas vacaciones, Stear pensaba en Paty, cuando Archie interrumpió sus pensamientos
---Stear que piensas de Albert
---A que te refieres Archie
---Si qué te parece, crees que sea alguien adecuado para mi gatita
---Claro que si…no te diste cuenta cómo la miraba…siempre está al pendiente de ella
---Pero crees que la tía Elroy lo acepte…ya la conoces con todo eso de la sociedad y esas ideas que tiene…
---Se a que te refieres Archie, - lo interrumpió Stear -pero si él tío abuelo William nos permitió acompañarla a esas vacaciones debe ser porque lo considera confiable
---Además estaba George ahí…seguro ahora mismo ya le estará entregando un informe completo sobre todo lo sucedido, piensa que él debió haberlo investigado no crees…hermano no te preocupes todo estará bien con ellos…hacen un bonita pareja…él la quiere mucho
---Si tal vez tengas razón…solo no quisiera que ella sufra
---No será así, Albert la quiere mucho, él la cuidara estoy seguro
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A la llegada de George a Chicago, la tía Elroy le pidió informes sobre William, este le aseguro que todo estaba bien que lo había dejado en perfecto estado de salud y con algunos contratos que debía checar, así como algunos pendientes que debía realizar antes de que él volviera
---Sabes George no sé porque se empeña en seguir en Londres si aquí están las oficinas de la compañía ya es tiempo que empiece a involucrarse más en las empresas
---Pero señora Elroy recuerde el trato que hicimos con él
---Si lo recuerdo…pero aun así es el patriarca su lugar está aquí
---Es mejor dejarlo ser libre un poco más…de otra manera podría irse sin avisarnos…
---Si tienes razón – lo interrumpió – solo por eso no lo obligo a volver, pero eso no quiere decir que lo acepte, lo entiendo más no acepto
---Prometió volver al final del año
---Muy bien George, en cuanto tengamos todo listo volverás a Londres
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En Londres las noticias sobre ciertos acontecimientos ocurridos en los Balcanes durante el año anterior pusieron en alerta a Albert quién estaba muy inquieto por la seguridad de sus sobrinos, y sobre todo su pequeña, por lo que anticipándose como buen hombre de negocios que era tomo la decisión de trasladarlos a América, telegrafió a George para que adelantara su viaje para escoltar a los chicos ya que él tendría que viajar en otro barco para evitar problemas
George llego a Londres a principios de abril, se presento en el colegio donde le informo a la directora que los chicos Andrew viajarían por ordenes del patriarca a América, la directora los mando llamar inmediatamente a su oficina, una vez que todos estaban presentes les informo lo estipulado por el señor William Andrew y todos hicieron sus maletas ya que partirían prácticamente al siguiente día
Candy se sentía muy triste porque no tenía manera de avisarle a Albert que partiría a América, escribió una nota de prisa y se la entregó a Paty para que se la llevara al zoo al siguiente domingo libre, Paty le prometió hacerlo, mientras también se sentía triste por la partida de Stear, la que lloraba desconsoladamente era Annie por separarse de esa manera de Archie, el elegante muchacho en contra de las reglas del colegio, se atrevió a besarle en los labios de manera suave pero firme
Al día siguiente George los escoltaba al puerto para embarcarse en el trasatlántico que los llevaría a su hogar, todos estaban ansiosos pues no entendían bien las causas que había tenido el patriarca para dar esa orden, pero la más triste y melancólica sin duda era Candy
Albert espero que recibas mi nota, no sé cuando volvamos a vernos, apenas he partido y ya te extraño, cuando volveremos a vernos, no tuve ni tiempo de despedirme…te extraño…no pude decirte cuanto te quiero…Albert…Albert cariño mío te necesito
Candy veía como quedaba atrás el puerto, pronto llegarían a América y podría visitar a sus madres, les contaría todo sobre Albert, seguro que ellas al saber que eran novios se alegrarían, los días fueron pasando y por fin divisaron la costa, llegarían en unas cuantas horas todos se alistaron para desembarcar en Nueva York, al hacerlo ya estaban los carruajes listos para llevarlos a la estación para viajar inmediatamente a Chicago donde la tía abuela ya los esperaba
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En Londres Albert checaba todos los pendientes para poder regresar a América, Paty como lo había prometido a la siguiente semana fue al zoo para entregarle a Albert la nota apresurada que le había escrito Candy
---Albert, Albert
---Paty, dime que pasa que haces aquí- Paty empezó a sollozar- Que sucede Paty?
---Albert, Candy y Stear se han marchado junto con Archie y los Legan
---mmm…porque Paty, que sucedió?
---No lo sé Albert fue orden de su tío abuelo, al parecer los quería fuera de Europa
---Entiendo Paty…lo siento debes extrañar a Stear
---Si Albert lo extraño mucho, pero mira Candy me dejo una nota
---Gracias Paty, no te preocupes todo estará bien y gracias por haber venido, te agradezco, ahora debo irme ya termino mi turno de descanso
---Hasta pronto Albert, cuídate mucho
---Gracias Paty tú también- le dijo y se alejo en dirección a la administración
Una vez que estuvo solo, tomo la nota y la desdoblo para leerla
Albert
Parto para América, el tío abuelo nos ordeno irnos mañana mismo, no tengo ganas de irme pero es una orden, no iré sola nos llevara George y además viajare con los chicos
Te extrañare, no sé cuando volvamos a vernos, espero si te es posible viajar, espero verte pronto
Con cariño
Candy
Albert doblo la nota y se la guardo en el bolsillo de la sahariana que llevaba, Candy gracias por pensar en mi pequeña…te prometo que pronto estaremos juntos…salió del zoo para dirigirse a las oficinas para terminar sus pendientes antes de abordar el barco que lo llevaría a América y a su amor
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Todos los chicos llegan a la mansión de Chicago donde la tía abuela los recibe en el salón, después de saludar a todos menos a Candy les dice que por orden del tío abuelo Candy y los chicos Cornwell se instalan en la mansión de Chicago, mientras que Elisa y Neil deberán trasladarse a Lakewood para instalarse en la mansión que tienen ahí, Elisa no acepto e intento convencer a la tía abuela para quedarse
---Porque no podemos quedarnos tía tenemos el mismo derecho que ellos
---Elisa es orden del tío abuelo, debes obedecer
---Pero tía esta huérfana sucia se quedará?
---Elisa controla tu vocabulario
---Tía no es justo, ella no debería estar aquí
---Qué te pasa Elisa ella es una Andrew y tiene derecho a estar en la mansión- intervino Archie
---Sigo pensando que no es justo, porque nosotros debemos irnos en vez de ella, además no se ha portado bien, tiene novio tía e hizo quedar mal a la familia, no pertenece a una familia distinguida, pero que se puede esperar de una huérfana y sirvienta de establo
---Elisa compórtate, son ordenes y debes cumplirlas
Candy escuchaba todo sin decir palabras, cuando Elisa menciono que tenia novio pensó que la tía la reñiría por eso, pero ella no hizo nada solo volteo a verla con una mirada fría, pero sin decirle nada, una vez que los Legan salieron de la mansión, Candy, Stear y Archie se dirigieron a sus habitaciones para descansar del ardua viaje, Candy pensaba en Albert y en cuando lo vería nuevamente
Después de tomar un baño se encontró con Dorothy quien seguía trabajando para Los Andrew
---Señorita Candy es importante que esté lista para que baje la señora Elroy quiere hablar con usted
---Dorothy ya te dije que me llames Candy somos amigas
---No señorita a la señora no le gustara y puedo meterme en problemas
---Dorothy, puedes llamarme Candy cuando estemos a solas
---Señorita…si por alguna razón la señora me escucha me correrá…por favor hágame caso
---Está bien Dorothy…ayúdame para poder bajar y no hacerla esperar o me reñirá a mí
Una vez que Candy esta lista baja para encontrarse con la matriarca de la familia Andrew, toca la puerta de la biblioteca y al oír el pase entra con cautela
---Candice, siéntate
---Dígame tia Elroy
---Te he mandado llamar, porque quiero que me digas es verdad que tienes novio?
---Si tía es un muchacho que conocí hace tiempo
---Y dime de donde lo conoces? – pregunta muy seria
---Cerca de la cascada que hay en la mansión de Lakewood, tía
---Como dices- la interrumpe- es un vagabundo o un trabajador del pueblo?
---Es un chico trabajador a quien le gustan los animales y actualmente trabaja en el zoo de Londres- le dijo con un hilo de voz, al ver tan alterada a la matriarca
---Esto es inaudito, Candice, cuando se entere al tío abuelo William que no procede de una buena familia no le gustara, te prohíbo verlo de nuevo
---Pero el tío William ya lo sabe tía, yo misma le escribí, además él me ha permitido seguir con esa relación
---Que…él…él ya lo sabe?
---Si tía, le mande un carta y me contesto que no había problema
La tía se pone furiosa al escuchar lo que Candy le dice
---Esto es el colmo, como es posible que lo autorice, tengo que hablar con George
Le ordena salir de la habitación, Candy sube a su habitación muy angustiada pensando en que la tía pueda hacer algo en contra de Albert y ya no le permitan verlo
Capitulo 5
George recibió con bastante calma la avalancha de palabras que la señora Elroy profirió en contra de William y sus decisiones, Elroy no entendía porque William aceptaba esa relación que iba en contra de todo lo establecido, George solo atinaba a encogerse de hombros de vez en cuando, sin poder decirle nada a la matriarca que atenuara su enojo
Stear y Archie pronto estuvieron cómodamente instalados y hacían de todo para que Candy se sintiera mejor en la presencia de la tía abuela, quien dé solo verla se sentía muy mal, como la mansión era muy grande e imponente, Candy se sentía fuera de lugar ahí, extrañaba los espacios abiertos de la mansión de las rosas, el poder caminar entre los arboles del bosque y la cascada aquella donde había conocido a Albert
A finales de Abril los chicos recibieron la orden de trasladarse a Lakewood, la tía abuela iría con ellos, Albert ya se encontraba ahí pues no hacía mucho que había regresado de Londres
---No entendiendo George, porque William quiere que vayamos a Lakewood
---Señora Elroy dice que haya es más fácil pasar desapercibido, recuerde que a él le gusta la naturaleza y los espacios abiertos
---Si tienes razón, pero porque debemos viajar nosotros
---No lo sé, solo sé que esa es la disposición que él ha dado
---Esta bien George partiremos mañana mismo después del desayuno
---Muy bien madame, yo los escoltare
A la mañana siguiente y de acuerdo a los planes de la matriarca todos partieron para Lakewood, Candy sentía una mezcla de emociones en su interior difícil de explicar, felicidad por volver a la mansión, tristeza por recordar el lugar donde había muerto su primo Anthony, añoranza por volver a visitar la cabaña y la cascada aquella donde había conocido a Albert, nostalgia por saberlo lejos, para la tía Elroy las emociones de Candy no pasaron desapercibidas aunque no expreso su sentir hacia ellas
Al llegar al portal de las Rosas Candy sintió el impulso de llorar por lo que pidió bajar del carruaje, Archie se ofreció a quedarse a su lado para acompañarla hasta la puerta principal, Candy agradeció su gentileza con una sonrisa
---Sabes lo hecho mucho de menos
---Lo sé Candy, él también te quería mucho, a veces siento que no debió morir, era tan joven
---Si Archie, tan joven
Ambos caminaron uno al lado de otro sumidos en sus propios pensamientos, Archie sentía un cariño muy especial por la rubia desde que la conoció, para él todo cambio con su presencia, más al saber que ella prefería la compañía de Anthony decidió ser solo su amigo, Candy se sentía muy bien al lado de Anthony un ser maravilloso que la cuidaba y protegía de las maldades de los Legan. Sin darse cuanta llegaron a la entrada principal un poco más calmados
Una vez instalados en sus respectivas habitaciones todos tomaron un merecido descanso para bajar a la hora de la cena, Candy fue escoltada por los hermanos Cornwell hasta el comedor platicaban animadamente cuando oyeron voces saliendo del mismo
---No puede ser son los Legan – dijo Stear algo contrariado
---Es verdad, como es que llegaron tan rápido –Pregunto Archie
---Chicos no se molesten, tratemos de estar en paz con ellos, por favor –Les pidió Candy
---Sabes que a ti no podemos negarte nada –Contestaron al unísono ambos hermanos
Una vez que traspasaron las puertas del comedor, Elisa empezó su ataque contra Candy
---Hola Candy como estas – Le pregunto Elisa
---Muy bien Elisa gracias por preguntar – Le contesto Candy
---Oh, de nada querida, solo me preguntaba que como te sentías de volver a la mansión, desde la muerte de Anthony no habías puesto un pie aquí o sí?, - Le pregunto Elisa
---Elisa como puedes ser tan hiriente – indico Archie
---Oh Archie, acaso estoy siendo desconsiderada?, no lo creo en el fondo tengo razón y lo sabes – dijo Elisa
---Sabes Elisa este no es el momento de recordar algo tan triste para todos – Acoto Stear después de ver las cara de angustia de Candy y la cara de tristeza de la abuela Elroy
---Tienes razón Stear, pero todos en el fondo sabemos que Anthony seguiría vivo de no ser por Candy –Le contesto la pelirroja
---Elisa dejemos eso para después, como dijo Stear este no es el momento – Acoto Archie
---Muy bien, yo solo quería…
---Tú solo querías herir a Candy o me equivoco – la interrumpió Archie
---Silencio, no es el mejor momento, - Los callo la señora Elroy
Después de eso todos comieron en silencio, pero Elisa tenía una sonrisa en los labios en el fondo sabía que se había salido con la suya de poner nuevamente a la tía Elroy en contra de Candy, la rubia se había enfocado en su plato sin voltear a ver a nadie, sabía que la muerte de Anthony había sido un accidente y no entendía porque la abuela y Elisa siempre la culpaban de ello, al término de la cena decidió irse a su habitación para no seguir en presencia de Elisa y su hermano Neil que hasta ese momento se había quedado callado
Al día siguiente Candy salió muy temprano a caminar en dirección al bosque, pues no quería encontrase con los hermanos Legan, mucho menos con Elisa, caminaba sin mirar por donde iba, solo quería alejarse de la casa, cuando escucho un relincho muy cerca de ella, al voltearse para ver quién era se llevó un susto pues el caballo estaba muy cerca
---Hola Candy, Que haces tan temprano fuera de la mansión?
---Salí a caminar
---Deseas que te haga compañía
---No, gracias
---Sé que ayer Elisa fue muy dura contigo, sé que lo de Anthony fue un accidente, pero recuerda que ella lo quería mucho
---Si lo sé, pero yo no tuve la culpa del accidente
---Ella sigue celosa de ti, sabe que Anthony se enamoró de ti, siente que se lo quitaste, desde tu llegada Anthony dejo se interesarse por ella
---Eso no es mi culpa, a mí no me interesaba Anthony, cuantas veces debo repetirlo para que me crean, si él estaba interesado en mí, yo qué culpa tengo, para mí era solo mi primo, al igual que Stear y Archie
---Tal vez, pero debes aceptar que pasabas mucho tiempo al lado de él o no?
---Eso no quiere decir que me interesara o sí?
---mmm…tienes razón, lamento que Elisa te siga molestando, por mi parte ya no lo hare más
---Cómo puedo creer en ti Neil, después de tanto tiempo acostumbrada a tus malos tratos, a tus maldades, como puedo estar segura que no harás algo en mi contra
---mmm…Solo recuerda lo que te digo, ya no me interesa hacerle la segunda a mi hermanita, piensa lo que quieras, cuídate
Sin darle tiempo a decir nada se marchó al galope dejando a Candy ensimismada en sus pensamientos, después de un rato regreso a la mansión a tiempo para la hora del desayuno
Por la tarde Candy, estaba en el sala junto con los chicos quienes hacían planes para su próximo cumpleaños, ella no quería nada especial pero ellos deseaban hacer una fiesta, al escucharlos la tía Elroy les dijo que no habría fiesta para Candy, ya que no podría organizar nada en menos de una semana, Candy se mostró complacida aunque sus primos no dejaban de pensar en que podían hacer para ella
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Mientras tanto alguien más hacia planes para ese cumpleaños, Albert se había instalado en la cabaña del bosque cerca de la cascada, había llegado no hacía mucho y quería sorprender a Candy en su cumpleaños por lo que necesitaba la ayuda de su fiel amigo
---George necesito que me ayudes
---A que William, ahora que se te ha ocurrido hacer
---Solo pasar el cumpleaños de Candy al lado de ella
---Que…como vas a hacer semejante locura, alguien puede verte
---No, si tú me ayudas ---dijo muy sonriente el rubio
---No puedo creerlo William, que necesitas
Después de ponerse de acuerdo en lo necesario para ese día, George salió rumbo a la mansión de las rosas para disponer todo como Albert lo había planeado, lo primero sería hablar con los primos para evitar que ellos invitaran a Candy a algún lugar, posteriormente tenía que cerciorarse que la tía no estuviera cerca de la mansión ese día, cosa fácil de hacer si surgía un “imprevisto” en chicago que requiriera su presencia allá
Cuando termino de hablar con los chicos, a quienes informo que Albert se encontraba en Lakewood pues había recibido una carta de él, les pedía su discreción para que Albert sorprendiera a Candy el día de su cumpleaños, los primos Cornwell recibieron la noticia con mucha alegría pues sabían que Candy lo extrañaba mucho y le gustaría pasar el día con él, por lo que terminaron aceptando el plan de George que era muy sencillo
El día anterior al cumpleaños, George “recibiría un mensaje” por parte de su secretaria la cual le pediría a este que regresara junto con la señora Elroy a Chicago, pues había surgido un “inconveniente” en un contrato que debía solucionarse lo más pronto posible, por lo que Stear y Archie se ofrecerían a cuidar y hacerle compañía a Candy en la ausencia de la abuela Elroy
Una vez dispuesto todo lo anterior solo le quedaba pedirles un último favor, hacerse cargo de una canasta de comida para dos, la cual debían de llevar a la cabaña del bosque por la mañana del día del cumpleaños, así como asegurarse que ella fuera a la cascada, los chicos le prometieron hacer todo lo que estuviera en sus manos para ayudar a Albert con la sorpresa
Todo salió como Albert y George planearon, este recibió el mensaje de Chicago y partió junto con matriarca rumbo a las oficinas, Stear y Archie hablaron con la cocinera quien dispuso de la canasta sin hacer más preguntas
El día del cumpleaños de Candy, ella se había levantado sin muchos ánimos de festejar y como los chicos ya no habían insistido estaba muy agradecida por ello, cumplía 16 años y no estaría cerca de Albert como el año anterior, cuando la beso por primera vez, durante el festival de mayo, Donde estas Albert…te extraño tanto, apenas llevamos separados un mes pero te extraño tanto…cuanto más esperare para verte…quisiera que estuvieras aquí y poder sentir tus labios como en ese momento,…al verla sumida en sus pensamientos los chicos solo atinaron a felicitarla por su cumpleaños
---Candy que harás el día de hoy – le pregunto Stear
---No lo sé, porque tienen algo preparado?, ya les dije que no quiero fiestas y menos sorpresas – Les contesto la rubia
---No te hemos preparado nada Candy, solo pensamos que tal vez te gustaría dar un paseo a caballo, qué opinas aceptas – le pregunto muy galantemente Archie
---Está bien, acepto pero solo un rato, espérenme subo a cambiarme y bajo –les contesto muy contenta
---Está bien Candy aquí te esperamos, - le contestaron al unísono los hermanos
Candy subió a cambiarse por un traje de montar muy elegante que le había ayudado a elegir Archie en cierta ocasión, constaba de una chaqueta roja con puños blancos, una blusa de seda blanca con un gran moño en el cuello que le daba cierta elegancia y unos pantalones blancos que le entallaban perfectamente su curvilínea figura, tomo un sombrero negro con una rosa fiuscia en el frente, cuando estuvo lista bajo, los chicos solo pudieron lanzar una exclamación al verla, se veía hermosa
Salieron los tres directo a los establos donde cada uno eligió su caballo, el destinado para ella era un corcel blanco, muy manso, el de Archie un bello ejemplar alazán y el de Stear uno azabache, uno vez que estuvieron listos, cabalgaron sin rumbo fijo, platicaron de cosas sin importancia hasta que ella reconoció el camino que ellos habían tomado
---Stear pensé que solo iríamos a los alrededores no que llegaríamos hasta aquí – comento Candy
---Que pasa Candy acaso no te gusta este lugar? – Le pregunto Stear
---Pensamos que te gustaría venir, sabemos que extrañabas este lugar Candy, -comento Archie algo nervioso al ver la reacción de ella
---Si me gusta mucho, solo que aquí conocí a Albert y justo hoy lo extraño mucho, eso es todo – dijo la rubia con un tono de tristeza en su voz
---Bueno alégrate, tal vez recibas un regalo de su parte, no lo crees así Archie? – le dijo Stear guiñándole un ojo a su hermano
---Es verdad gatita, tal vez cuando regresemos a la mansión encuentres tu regalo -- contesto un Archie muy sonriente
Candy solo sonrió, en el fondo ellos tenían razón el lugar era hermoso y lo extrañaba mucho, era el recuerdo de Albert lo que la tenía melancólica, decidió bajar del caballo y caminar hacia la cascada, los chicos al verla alejarse dieron vuelta a los caballos en dirección a la mansión y se alejaron a todo galope
Candy se sobresaltó por su actitud, pensé en gritarles para que la esperaran pero al final no lo hizo, se quedó ahí sola, recordando los momentos que había pasado con Albert, en esa misma cascada y luego en la cabaña, sin darse cuenta empezó a hablar en voz alta
---Albert donde estas, te extraño tanto…mi amor, ahora sé que lo que siento por ti es amor, pero cuando te veré? , Cuando podre decirte lo que en verdad siento por ti?…te echo de menos, te necesito, deseo sentir tus brazos alrededor de mi cuerpo, sentir tus labios sobre los míos
Candy cerró los ojos imaginando la caricia, sintiendo su abrazo, dejándose invadir por su perfume, la suavidad de sus labios era tan real, tan tierna era la caricia que se sintió flotar en una nube
---Princesa te amo
Candy abrió los ojos al escuchar esa voz, esa voz dulce que siempre le hacía latir el corazón de manera acelerada
---¡¡¡Albert estas aquí!!! – la emoción, la embargo y sus ojos se cristalizaron
---Princesa, estoy aquí, como podía estar en otro lugar, sino es al lado tuyo, en este día de tú cumpleaños
---Oh Albert soy tan feliz, sabes que te amo?
---Lo sé princesa, lo sé, pero me encanta oirlo de tus labios
Tomándola de la cintura, la cargo para darle vueltas en el aire, ella sonreía feliz de poder estar al lado de su novio, de ese ser que con su sola presencia alegraba todo su mundo, Albert, la bajo muy despacio atrayéndola hacia sí, con suavidad tomo sus labios depositando un beso tierno en ellos
Capítulo 6
Pasaron el día juntos, gracias a los chicos contaban con comida en la cabaña, Albert le explico que ahí se estaba quedando como antes, como cuando la conoció, ella estaba feliz de saber que él había vuelto, que podían verse más seguido
---Recibí tu nota a la siguiente semana que partiste, Paty estaba muy triste, sabes
---Imagino que extrañara a Stear tanto como yo te extrañaba a ti…Stear también la extraña aunque lo oculta, ojala ella pudiera viajar también, Albert pero ahora que harás dejaste tu empleo por seguirme
---No te preocupes Candy, ya se me ocurrirá algo
---Sabes puedo escribirle al tío abuelo William o a George para que te busquen algo en las empresas
---No Candy, buscare algo en el pueblo, no quisiera trabajar con tu abuelo o con George, sé que es buena persona, pero ya me las arreglare
---Qué te parece trabajar con Tom, en la granja del señor Stevens, o con Jimmy y el señor Cartwrigth
---Es una buena idea, ya te avisare sale, pero hoy dejemos de pensar en eso, mejor dime como te va, has tenido algún problema
Candy le relato en pocas palabras lo que había hecho desde la llegada de Londres, de cómo se la pasaba en la mansión estudiando por que el tío abuelo les había contrato tutores para que no perdieran los estudios, así que por las mañana tomaba sus clases juntos con los primos y por las tardes las pasaba en el jardín o en compañía de la tía abuela o de Stear y alguno de sus inventos
Al atardecer la acompaño hasta el portal de las rosas, donde se aseguró que nadie lo viera, prometió mandarle notas para decirle cuando se verían nuevamente, además de avisarle donde trabajaría por si ella podía ir a verlo antes, como siempre se despidió de ella con un beso en la frente, al atravesar el pasillo le llegaron voces desde el salón donde se encontraban muy animadamente platicando Stear y Archie, se unió a sus primos en su plática y así pasaron la velada muy felices de que Albert hubiera regresado e imaginando y planeando los siguientes encuentros para que su tía Elroy no interfiriera con ellos
Dos días después regresaba la matriarca con buenas noticias, por orden del tío abuelo se quedarían a pasar el verano en Lakewood luego regresarían a Chicago, Candy recibió la noticia con mucho agrado eso significaba que podía ver a Albert hasta el verano sin que nadie los separara, gracias a la ayuda de los primos Candy se escabullía de la mansión de vez en cuando para verse con Albert por las tardes en la cabaña, en la cascada o cerca del lago, a veces cabalgaban, leían algún libro que ella llevaba desde la mansión, platicaban bajo un árbol, remaban en el lago, o solo caminaban tomados de la mano sintiendo la cercanía del ser amado
Cada vez que se veían, Candy se sentía muy feliz de poder estar cerca de él, no quería pensar en que pasaría cuando volviera a Chicago, Albert la animaba diciéndole que se encontraban a no más de tres horas de viaje y eso era maravilloso, porque él podría ir a verla de vez en cuando, además como se encontraba trabajando con Tom, no habría problema por sus ausencias ya que él quería mucho a Candy
George había tratado de disuadir a Albert de esa locura de aceptar un trabajo en la granja de los Stevens, pero para Albert era perfecto de esa manera podría seguir cerca de ella sin levantar sospechas y además tendría un lugar donde vivir mientras tanto, ya que la cabaña estaba muy cerca de la propiedad y alguien podría identificarlo, George resignado solo le pidió que fuera prudente y no cometiera más disparates en el año que tendría libre, pues de acuerdo al trato debía asumir la presidencia de las empresas al cumplir los 25 años, Albert estaba consciente de dicho trato y su tía se lo recordaba en cada carta que le enviaba a través de George
Los días fueron pasando, Elisa en ocasiones hacia su aparición por la mansión tratando de molestar a Candy, pero siempre se encontraba con la defensa de Stear o Archie quienes en cuanto la veían llegar se situaban al lado de Candy y no la dejaban sola, la rubia con un poco más de experiencia en sus tratos con Elisa empezó a defenderse y no dejarse de ella, situación que los hermanos Cornwell aplaudían, casi siempre llegaba Elisa sola, Neil pocas veces aparecía por la mansión, y al no tener quien le ayudara en sus planes Elisa solo podía recurrir a la agresión verbal
Sin darse cuanta llego el fin del verano, la tía Elroy no acepto excusas de ningún tipo y como estaba previsto se marcharon a Chicago, Elisa quiso irse con ellos pero órdenes eran órdenes y ella no estaba invitada a dicha viaje por lo que se tuvo que conformar con despedirse de ellos y lanzar su veneno desde el portal de Lakewood, una vez en Chicago, Candy se mostraba un poco triste y nostálgica, Stear y Archie sabían la causa pero la tía Elroy no, solo la observaba de vez en cuando, desde aquella platica sobre su supuesto novio a quien ella no conocía, no había vuelto a tocar el tema, ni con William ni con Candy pensando que la separación había terminado con esa relación
Tratando de poner remedio al asunto y además pensando en el bienestar de la familia, pensó en organizar un baile para presentar a Candy en sociedad y de esa manera buscar el pretendiente adecuado para ella, por lo que llamo a George a la biblioteca en cuanto este llego a la mansión
---George he pensado en organizar un baile para presentar a Candice en sociedad ya es hora de elegirle un pretendiente, por lo que invitare a familias con hijos solteros que sean dignos de pertenecer a la familia Andrew
George al escuchar aquello, casi se atraganta con la saliva
---Perdóneme, Madame Elroy, pero no he recibido órdenes de William respecto a esa presentación
---Claro que no George, es una idea mía, es hora de que esa chiquilla atolondrada tenga un pretendiente
---Debo consultarlo con William, Madame
---No, yo le enviare una carta notificándole mis planes, asegúrate que le llegue
---Muy bien Madame, con su permiso
George salió de la biblioteca muy preocupado, sabiendo que William no estaría de acuerdo con esa disposición, que podría hacer para evitar ese baile, decidió esperar la carta de Madame para llevársela personalmente a William a Lakewood en cuanto la tuviera en sus manos, ya una vez con él buscarían la mejor solución. A la mañana siguiente tenía la carta en sus manos salió inmediatamente para encontrarse con Albert en Lakewood, El rubio al ver a George en seguida supo que algo andaba mal ya que tenía órdenes de estar cerca de Candy por si necesitaba algo
Albert al enterarse de la idea de su tía se sorprendió mucho ya que no había dado ni daría dicha orden, aunque no podía negarle a Candy el contacto con la sociedad a la que pertenecía desde que había pasado a formar parte de la familia, pero si accedía al baile su tía se encargaría de buscar pretendiente enseguida si no es que ya tenía alguien en mente
---Dime George, alguien ha visitado a mi tía últimamente, alguien que tenga hijos solteros por supuesto
---No lo sé William, recibió la visita de los kirkpatrick, pero fue hace tiempo, aunque puede invitar a los Campbell, Lennox, MacGregor, Cameron, MacLeod, o Los MacAlister, todos ellos tienen hijos solteros y estarían felices de relacionarse con Los Andrew
---Mi tía seguro ya eligió a alguien pero a quien – Albert se paseaba nervioso por la sala de la cabaña del bosque donde se alojaba desde la partida de su familia – Tengo que impedirlo, pero como George
---William, estás seguro de amar a Candy, tal vez sea el momento de dejar que alguien más la pretenda sin tener tantas cosas en contra
---Que me estas tratando de decir George, que deje a mi pequeña en manos de alguien más
---William te has puesto a pensar lo que pasara el día que le digas la verdad tanto a tu tía como a ella, como estas tan seguro que Candy no se molestara, contigo, como sabes que tu tía no se interpondrá entre ustedes recuerda que tiene un voto dentro del consejo, dime William, estás seguro de querer luchar contra el consejo por lo que quieres?
Albert guardo silencio un momento, lo que su amigo le decía era cierto no sabía cómo lo tomaría Candy cuando le dijera la verdad, que pasaría si se sentía engañada, que pasaría cuando su tía se enterara, la oposición de ella sería muy grande, podía influir en el consejo, sería capaz de dejar todo, su familia, el bienestar de todos, las empresas, el legado de sus padre, todo por Candy, por primera vez se sintió devastado, era la primera vez que se enfrentaba a las posibles consecuencias de sus decisiones, ya había sufrido la muerte de su sobrino Anthony, por quién se sentía responsable de su muerte, por haber seguido la tradición y haber dado la orden de organizar esa cacería, donde encontró la muerte al caer de un caballo
Sería capaz de enfrentar a su tía y al consejo mismo por la persona que amaba sin saber que decidiría ella al conocer la verdad, esa idea lo golpeo igual que un puñetazo en la cara, sería capaz de abandonarlo todo en aras del amor, pero sobre todo podía confiar en el amor de su pequeña para salir adelante en caso que todos le dieran la espalda
---George dile a mi tía que estoy de acuerdo en ese baile, que presente a Candy en sociedad, pero que no hable con nadie sobre algún trato para buscar pretendientes para ella, aun no y dile que es una orden
---William, estás seguro
---Candy tiene el mismo derecho que todos, en esta familia, por lo tanto debe de ser presentada ante la sociedad y no seré yo el que lo impida
---William que pasara si alguien se interesa en ella, sabes que es muy hermosa, más de uno se sentirá atraído por ella, estás seguro que esto es lo mejor
Albert cerró los puños imaginando a su amada siendo el centro de atención de esos jóvenes, los cuales podrían bailar con ella delante de todos, sin sentirse señalados, tratando de llamar su atención, movió la cabeza para quitarse esas ideas
---Si George, estoy seguro, estoy consciente de que será el centro de las miradas, pero debo confiar en el amor que me tiene, si alguno desea cortejarla dile a mi tía que la decisión de aceptar dicho cortejo es de Candy y solo de ella, está claro
---Como gustes William
Una vez que George se fue, Albert pensó en lo que pasaría si Candy se sentía deslumbrada por toda esa atención que tendría, sería capaz de dejarla libre, sería capaz de renunciar a ella, Candy, te amo…sé que tú me amas a mi…y soy capaz de renunciar a ti con tal de verte feliz mi pequeña, Albert volvió al día siguiente a la granja de Tom a continuar con su trabajo sin preocuparse de más por el baile que tendría lugar a finales de septiembre
Candy se vio envuelta en los preparativos del baile sin saber que pensar, la tía Elroy se mostraba muy contenta con ese baile el cual le había explicado era para presentarla en sociedad, Annie su buena amiga estaba ya en América había llegado a finales de mayo antes de que se desatara la guerra en Europa, como la familia Britter y los Andrew eran allegados, Annie pasaba el día con Candy viendo vestidos para el gran evento
Archie se mostraba alegre de volver a convivir con su novia, Stear cada día pasaba más tiempo en su laboratorio tratando de soportar la ausencia de Paty, como él no tenía pareja seria el indicado para escoltar a Candy durante el baile ya que Archie llevaría a Annie como su pareja, todos estaban muy emocionados con dicho baile y sus preparativos, hacía mucho tiempo que la tía Elroy había organizado uno, en esa ocasión la afortunada había sido Rosemary, la madre de Anthony, la hermana de William, solo esperaba que esta vez todo fuera diferente, Rosemary a pesar de contar con pretendientes de su nivel, se había fugado con un marinero, el cual no formaba parte de alguna familia de abolengo
Esta vez Elroy se aseguraría de contar en el baile con familias dignas de pertenecer a los Andrew, y nadie interferiría con su objetivo, que era lograr que Candice, se comprometiera lo más rápido posible con el hijo de los MacAlister, Ian, un joven apuesto, alto, castaño, de ojos almendrados, de finos modales y solo unos años más grande que Candice, si ese era el plan de Elroy
Candy había escuchado todos los consejos de la tía Elroy, no quería defraudarla ahora que la tía se mostraba tan paciente con ella, de vez en cuando le asaltaban las dudas sobre todo después de una ocasión que platicando con Annie esta le dijo que al baile asistirían personas de la alta sociedad de Chicago y no solo eso sino familias que tenían a hijos solteros, los cuales querían una alianza con los Andrew, Candy se sobresaltó al escuchar esa información, aclarándole a su amiga que ella era muy feliz con Albert
---Candy en serio crees que la abuela Elroy aceptara esa relación
---No lo sé, pero el abuelo William si lo acepto, recuerdas que recibí su carta antes de navidad
---Y cuando fue la última vez que te escribió?
---No me ha escrito desde ese día, solo hemos sabido de él por George, pero eso que importa Annie, yo amo a Albert y no aceptare las atenciones de esos jóvenes
---Candy piensa en que la abuela Elroy, seguro está organizando este baile por órdenes del Abuelo William, precisamente para que conozcas a alguien más, alguien más adecuado para ti
---Tal vez tengas razón Annie, pero nadie es más adecuado para mí que Albert, sabes que a mí no me importa el apellido o la fortuna de Los Andrew, a mí solo me importan Albert y mis primos
---Está bien Candy como quieras solo piensa que en ese baile habrá más de un par de ojos viéndote, listos para cortejarte a la primera oportunidad
Candy esa noche no podía dormir pensando en lo que había hablado con Annie, era cierto que entre los invitados habría jóvenes pertenecientes a las familias más importantes de la sociedad, según le había informado la propia tía Elroy, pero tendría razón Annie sobre que el objetivo era buscarle un pretendiente, digno de los Andrew, Albert como te extraño quisiera que estuvieras aquí…
A la mañana siguiente escribió una carta para Albert, la mando enseguida con la esperanza de que le llegara antes del baile, cada día que pasaba le sentía más aprensiva con dicho evento, en raras ocasiones convivía con sus primos, puesto que la tía Elroy se había impuesto enseñarle modales dignos de una dama como ella decía, además de que los preparativos del evento absorbían todo su tiempo, que si los manteles debían de ser de cierto color, que cuales flores serían las más adecuadas para adornar el salón, conforme se acercaba la fecha ella se mostraba más intranquila al no recibir respuesta a su carta
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Mientras tanto Albert no se la estaba pasando mejor, había tratado de mantenerse ocupado en el rancho Stevens pero era imposible no pensar en Candy, sobre todo si cada día Tom le preguntaba algo relacionado con ella, se habían hecho muy buenos amigos, Albert tenía un talento natural para los caballos, por lo que ayudaba a Tom con el ganado, cuando lo llevaban a pastar cerca del lago que había en la propiedad
Algunas noches se quedaba en el rancho con los demás peones y otras veces regresaba, a la cabaña a recibir a George o noticias de la mansión de Chicago, fue que en uno de esos días recibió la carta de Candy
Albert
Sabes que te extraño mucho, me gustaría estar entre tus brazos y sentir el latido de tu corazón, como quisiera salir corriendo a tu encuentro y no estar dentro de esta mansión, que a veces siento tan sombría y fría
Oh Albert, sabes que la tía Elroy está preparando un baile para presentarme en sociedad, recuerdas que te comente en mi última carta algo, ahora no sé qué pensar de dicho baile, Annie me ha dicho que de seguro es para buscarme un pretendiente, pero yo no quiero eso Albert, yo ya te tengo a ti, recuerdas que te dije que le escribí al tío abuelo William para comentarle sobre nosotros y él estuvo de acuerdo, pero sabes, desde entonces no he recibido ninguna carta suya, será que ahora que me encuentro aquí en América sus planes sean otros que el año pasado, no sé qué pensar de todo esto, que debo hacer Albert, no quiero que el tío abuelo piense que tú sigues en Europa o que yo ya te olvide
Pero sobre todo Albert, no quiero que tu pienses que yo no te amo, que puedo interesarme por alguien más, como podría sentir por otro lo que siento por ti, como podría olvidar la luz de tu mirada, cada que me vez a los ojos, cómo sentirme cómoda en presencia de alguien más, yo solo te quiero a ti Albert, solo te amo a ti Albert, por favor no lo olvides
Con todo mi amor
Candy
P.D. mi pareja del baile será Stear, Archie escoltara a Annie
Albert al terminar de leer se sintió extasiado, Candy nuevamente le decía cuanto lo quería, cuanto lo extrañaba pero sobre todo cuanto lo amaba, Princesa todo saldrá bien…confía en mí como yo confió en ti…pronto muy pronto estaremos juntos si me aceptas…Albert decidió escribirle, esperaba que su carta llegara antes del baile para darle ánimos y confianza a su pequeña aun en la distancia
Capítulo 7
El día del baile había llegado, Candy se encontraba echa un manojo de nervios, Dorothy revoloteaba alrededor suyo para que se apurara, debía desayunar con los demás y después refrescarse para empezar la ardua tarea de su arreglo para estar lista a la hora señalada
---Dorothy déjame en paz, por favor
---Señorita Candy su tía me reñirá sino baja a tiempo a desayunar
---No deseo bajar Dorothy, me siento mal
---Pero Señorita debe bajar, tenemos muchas cosas que hacer antes de la hora del baile y usted debe estar lista
---Dorothy ha llegado alguna carta para mí
---No Señorita, ya le dije que en cuanto llegue yo personalmente se la traeré, pero dígame quien le escribirá…perdón Señorita por preguntar, es solo que la veo tan inquieta
---No te disculpes, estoy esperando una carta de una persona que es muy importante para mí
---Pues no ha llegado nada Señorita, pero estaré al pendiente, ahora por favor deje que termine de arreglarla para que pueda bajar a desayunar con los demás
Candy por fin estuvo lista y bajo a desayunar, en el comedor ya se encontraban los hermanos Cornwell, los Legan y la tía abuela, en cuanto la vieron entrar la tía Elroy le pregunto qué le pasaba la veía muy indispuesta
---No se preocupe tía estaré bien para el baile – Dijo mirando de reojo a los hermanos Cornwell, quienes supieron enseguida que sucedía
La tía Elroy se dispuso a desayunar con la esperanza de que lo que le había dicho Candy fuera cierto ya que esperaba que esa noche fuera muy provechosa para sus planes, después de desayunar todos se dirigieron a sus respectivas habitaciones para descansar, la mansión hervía de gente que disponía mesas, flores y arreglos por todo el salón principal, Candy se dirigió al jardín tratando de encontrar un poco de paz en medio de todo el alboroto por el baile de ese día. Ahí fue donde la encontró George cuando fue a buscarla para darle una carta de Albert
---Señorita Candy, buenos días, se encuentra usted bien?
---Hola George, si estoy bien solo un poco nerviosa
---Porque Señorita, sucede algo?
---No George, es solo que…es mi primer baile y no sé cómo comportarme
---No se preocupe Señorita, todo saldrá bien, usted es muy linda y no debe preocuparse por los demás, recuerde que usted es una Andrew
---Sí, eso me lo dice la tía Elroy todo los días…sabe si vendrá el tío abuelo a mi presentación
---Lo lamento Señorita, pero él no vendrá, de hecho por eso la estaba buscando tengo un mensaje para usted
---¡En verdad! ¿Cuál es? Dígame
---Me pidió que le dijera que él sabe que usted tiene una relación con ese joven que le menciono el año pasado, que no se sienta presionada a aceptar los galanteos de algún joven, que la tía Elroy haya invitado, que la decisión de aceptar es solo suya
---Oh George cuanto me alegra saberlo, pensé que él había cambiado de planes para mí--- le dijo una Candy muy sonriente
---No Señorita, el señor Andrew no ha recibido carta de usted informándole lo contrario, usted continúa aun su relación con el joven Albert o me equivoco?
---Claro que si George, no sabe cómo me gustaría que Albert estuviera aquí
George en ese momento saco una nota de su bolsillo y se la dio a Candy, ella al ver el papel le pregunto con la mirada que era aquello
---Sabe recibí esta carta ayer por la tarde supongo que el joven Albert decidió mandarla a mi nombre para asegurarse que le llegara
---En verdad, es posible –dijo una Candy sorprendida
---La dejo señorita para que la lea, recuerde lo que le dije, el señor Andrew no quiere que se sienta presionada, Usted es la que decide, con su permiso
---Gracias George, gracias por todo
George solo la miro, inclino la cabeza se dio media vuelta y se alejó dejándola con la nota entre las manos y el corazón acelerado, tomo asiento en una banca junto al jardín y se dispuso a leer la nota
Candy
Mi pequeña princesa
Siento no poder estar a tu lado y reconfortarte, espero que estas líneas te dejen ver cuánto te extraño, cuanto te amo, confió en ti, mi princesa
Disfruta la fiesta, yo te estaré esperando cómo siempre, también extraño tus besos y me gustaría mucho tenerte entre mis brazos, pero por el momento no es posible estar juntos
No te sientas abrumada por tu tía Elroy, seguro que en cualquier caso puedes hablar con tu abuelo William o sino ya buscaremos una solución
Recuerda que te amo, te esperare
Con amor
Albert
P.D. Me alegra que cuentes con tus primos y seas escoltada por Stear, dales saludos de mi parte
Candy después de leer la nota se sintió más reconfortada y lista para ese baile, sabía que Albert la amaba y sobre todo tenía el apoyo del tío abuelo William, se dirigió a la mansión resulta a pasarla bien en el baile ya sin las presiones de la tía Elroy y los posibles pretendientes que pudieran surgir, si ella tenía la decisión de aceptar a algún joven, esa decisión ya estaba tomada ella elegía a Albert sobre cualquiera de los jóvenes invitados
A la hora señalada Candy salió de su habitación para encontrase con Stear en el pasillo quien al verla solo atinó a decirle que se veía radiante, ella portaba un vestido color esmeralda entallado hasta la cintura donde salía un pequeño vuelo en la falda, llevaba guantes largos y el cabello lo había colocado Dorothy en forma de cascada de tal manera que enmarcaba su rostro, la tía Elroy le había dado un par de aretes y gargantilla de diamantes, como regalo del tío abuelo para portarlos en ese día tan especial, caminaron por el pasillo y al bajar las escaleras se encontraron con Archie y Annie quienes también se asombraron de su elegante atuendo
Los invitados poco apoco fueron llenando el salón, Candy sentía las miradas de más de un joven, pero se sentía confiada del brazo de Stear que como buena escolta no la dejaba mucho tiempo sola, al llegar un joven elegantemente vestido y muy atractivo las miradas de las damas presentes se posaron el su figura parada en la puerta doble de la entrada, la tía Elroy ya le había presentado a suficientes jóvenes de familias muy importantes pero algo le decía a Candy que ese joven era especial, la tía Elroy en seguida la había buscado con la mirada para encaminarse hacia ella en cuanto la saludaron los recién llegados, es un placer para mi presentarles a mi sobrina Candice White Andrew, Candy estrecho la mano del joven quién resulto ser Ian MacAlister, la rubia pudo percibir cierta agitación en su semblante cuando este le rozo con los labios sus nudillos
---Es un placer conocerla Señorita Andrew
La tía Elroy los dejo conversando muy animadamente mientras se encaminaba con los padres del joven hacia otro lado del salón, Candy no podía negar que el joven era muy atractivo, alto, rubio y sus ojos eran muy hermosos, de un color azul profundo, sin saber cómo se encontró del brazo de él casi de inmediato, Stear y Archie se mostraron sorprendidos ante esa actitud, pero no dijeron nada, Stear poco a poco se colocó a su lado junto con Archie y Annie quienes entablaron conversación con el recién llegado, al comenzar el baile Stear tomo a Candy y ofreciéndole el brazo la llevo hasta el centro del salón y comenzaron a bailar, Stear marcaba un ritmo muy suave y tranquilo
---Dime Candy cómo te sientes
---Bien Stear, estoy bien
---Ese joven MacAlister te dejo muy impresionada no es verdad
---A que te refieres Stear, acabo de conocerlo
---Ten cuidado Candy, la tía Elroy puede interpretar erróneamente tu actitud y el también
---No te preocupes, estaré bien
Continuaron bailando, al término del vals, fueron al lado de Archie, la siguiente pieza la bailo precisamente con el joven MacAlister, Archie y Stear así como todos los demás invitados veían a lo lejos a la joven pareja quienes sonreían muy contentos, Archie no podía ocultar su disgusto, Elroy miraba a la pareja satisfecha de su propio logro, Candy bailaba sin darse cuenta de todas las miradas y pensamientos a su alrededor, no se dio cuenta cuando el fotógrafo la capto bailando sonriente al lado de Ian, al finalizar la pieza, Annie le pidió que la acompañara al servicio, ambas salieron del salón y en los sanitarios se encontraron con Elisa quien también se encontraba en el baile
---Vaya Candy se ve que te diviertes
---Buenas noches Elisa – le dijo Annie
---Se ve que has vuelto a poner los ojos en alguien importante no es así?
---No sé a lo que te refieres Elisa – contesto la rubia
---Como si no te conociera, acaso no sabes que Ian MacAlister es el hijo del socio más importante de las empresas Andrew?
---Pues no, no lo sabía Elisa pero sabes algo eso me tiene sin cuidado
---Eso dices huérfana, lo único que quieres es que caiga en tus redes y así pertenecer a una de las mejores familias de la ciudad
---Por si no te has dado cuenta Elisa, ya pertenezco a una de las mejores familias de la ciudad, Los Andrew
La rubia salió seguida de Annie quien no podía creer que por fin se defendiera y no cayera en las trampas de Elisa, la rubia por dentro se sentía muy mal, porque de seguro todos pensaban igual que Elisa, tal vez todos pensaran que ella estaba interesada en ese joven pero no era así, ella solo tenía ojos para Albert, Candy en medio de sus divagaciones se topó con George quien al verla supo que algo le pasaba, por lo que tomándola del brazo la llevo hacia un costado del salón donde le recordó lo que le había dicho en la mañana en el jardín
---Recuerde usted es una Andrew y nadie puede hacerla sentir mal
---Gracias George, es solo que…creo que me equivoque
---No se preocupe Señorita Candy, todo está bien
---Gracias que haría sin su apoyo
---Recuerde las palabras del Señor William, usted tiene la última palabra si decide aceptar a algún joven
---Si lo recuerdo George, gracias nuevamente, me reuniré con los chicos no quiero que se preocupen por mi
Candy se dirigió al otro lado del salón donde se encontró con stear, Archie y Annie quienes platicaban muy amenamente, se les unió y continuaron disfrutando del baile, en más de una ocasión bailo con Archie y stear además de con otros jóvenes invitados a la fiesta, volvió a bailar con Ian cuando este se lo pidió, mientras bailaban el joven castaño no pudo contenerse y al verla más seria le pregunto
---Pasa algo señorita Andrew, la noto diferente
---No pasa nada, es solo que no me gustaría que me mal interpretara
---Dígame, que sucede Candy la puedo tutear
---Si, Sabe, tengo novio, no se encuentra en este momento aquí
---Ahh, no lo sabía, discúlpeme si la he ofendido
---No nada de eso, solo no quisiera que pensara algo…que no es yo amo a mi novio
---Lo entiendo, no se preocupe
Al terminar el baile Ian la dejo con sus primos y se fue a la mesa de las bebidas, no quería permanecer más al lado de Candy quien le había dicho abiertamente que no estaba interesada en él, Ian no era alguien arrogante pero no insistiría con alguien que claramente no se sentía atraída por él, el resto de la noche ya no invito a bailar a Candy, de vez en cuanto platicaban pero ya no bailaron, este hecho no pasó desapercibido para Madame Elroy quien veía muy mal la actitud de Candy aunque no sabía muy bien porque, Candy se mostró el resto de la noche atenta con todos los invitados pero solo bailaba con los primos Cornwell, o algunos de los jóvenes pero ya no con Ian, al finalizar el baile todos se retiraron a sus respectivas habitaciones, Candy estaba muy cansada pero aun así le escribió una carta a Albert diciéndole lo mucho que lo extrañaba
Al día siguiente Candy recibió un arreglo floral enorme compuesto en su mayoría de rosas pero las que más sobresalían eran las rosas fiuscias, la abuela Elroy pensó que era algún detalle del joven Ian por lo que la insto a leer la nota inmediatamente
No hay una flor que se asemeje a la luz de tu mirada
Candy enseguida comprendió que dichas rosas eran un regalo de Albert ella había utilizado esa frase en su carta, el rubor cruzo sus mejillas y la alegría se reflejó en su mirada, todos estaban expectantes, ante el cambio reflejado en el rostro de Candy, pero solo ella sabía quién había logrado ese cambio, le contesto a su tía que la nota no venía firmada por lo tanto no sabía quién era la persona que le había enviado las rosas, la tía Elroy vio la nota pero no distinguió nada en ella, Candy la guardo en su bolsillo y tomo una rosa entre sus manos con evidente cuidado y ternura, Archie le guiño un ojo a su hermano al parecer algo de la actitud de ella le hizo suponer de quien era semejante regalo, Stear solo sonrió, él había notado que solo había una persona en el mundo que era capaz de hacer sonrojar de esa manera a su prima, y esa persona no era otra que Albert
Los intentos de la tía Elroy por reunir nuevamente a Ian con Candy, solo fueron eso, intentos, en ocasiones invitaba a Ian y a sus padres a la mansión a cenar o a comer pero todo se desarrollaba dentro de los estándares establecidos, Candy no hacía el intento por platicar con él a solas, siempre estaba con alguno de sus primos y cuando salían al jardín platicaban de las rosas, el tesoro de su primo Anthony, Ian sabía que ella tenía una relación por lo que solo nació entre ambos una amistad sin ir más allá, eso había quedado claro el día del baile. La tía Elroy no entendía la actitud de ambos jóvenes, por lo que quiso forzar la situación al tratar de que Ian llevara a Candy al teatro solo acompañados de Dorothy como su doncella, Ian muy amablemente acepto la sugerencia si eso no provocaría problemas con su actual novio, la matriarca se sorprendió ante aquella noticia, por lo que tratando de solucionar la situación solo atinó a decir que no había problema con la actual pareja de Candy ya que era un joven muy complaciente con ella, Archie al ver a Candy sin salida se ofreció acompañarlos junto con Annie, Ian le dio las gracias y acordaron la hora y el día en que asistirían al teatro
Candy recibía cada semana las rosas de parte de Albert, a veces venían con alguna nota sencilla otras sin ella, pero siempre llegaban. La tía Elroy hablo con George referente a ese novio de Candy que seguía sin conocer lo cual ya rayaba en lo absurdo, como era posible que William diera su consentimiento sin dejar que ella lo conociera, además de que cuando la sociedad se enterara sería un escándalo, como era posible que llevaran tanto tiempo, más de un año y ella sin poder conocerlo, George solo la oía conteniendo la alegría que sentía por esos chicos, él sabía que se amaban pero no podía aun decirle a madame quien era ese novio que tanto quería conocer
Capítulo 8
Albert leyó en las reseñas de los periódicos la noticia sobre la presentación de Candice White Andrew ante la sociedad, venían varias fotos donde ella se veía muy bella al lado de sus sobrinos y su tía, pero lo que más destacaba era una foro donde ella bailaba en brazos de un apuesto joven rubio quien no era otro que el joven MacCallister, Albert suspiro al verla tan bella, Princesa pronto estaremos juntos…Albert guardo el recorte de ella donde estaba al lado de sus sobrinos, George tenía razón habían estado todas las familias más importantes pero él sabía que su pequeña solo tenía ojos para él, te amo mi princesa
Stear estaba muy feliz desde que había recibido la carta de su novia Paty quien le informaba que viajaría a América junto con su abuela Martha, le avisaba que se instalarían en Chicago para posteriormente irse a su casa de Miami, Stear hacia planes para recibirla después de una separación tan larga, Candy se entusiasmó al saber la noticia hacia mucho que no veía a su amiga, aunque al que extrañaba en ese momento era a Albert que desde el verano no lo veía, el invierno se acercaba cada vez más y recordaba con nostalgia las vacaciones pasadas con él en la cabaña a las afueras de Londres, ahora todo sería distinto la tía Elroy preparaba la cena de navidad y deseaba que todos estuvieran en la mansión, Candy no sabía cómo pedirle que la dejara ir al Hogar de Pony para estar cerca de Albert
Paty por fin llego y todos se alegraron al verla, la señora Elroy y la abuela de Paty, se hicieron muy amigas casi enseguida a pesar de la personalidad de la última quien era más complaciente con su nieta que madame Elroy con los suyos, la llegada de la abuela Martha significo un poco de distracción para Elroy quien desde hacía mucho no tenía con quien platicar, pues siempre se veía rodeada de sus nietos pero estos eran jóvenes, por lo que insistió para que ellas se instalaran en la mansión que tenía habitaciones suficientes para ello.
Una vez instaladas en la mansión Paty y Candy pasaban las tardes juntas, en ocasiones eran acompañadas por Annie quien también se encontraba en la ciudad, otras veces salían todos en el auto de Stear quien se sentía cada vez más feliz de tener a su novia cerca, todos hacían planes para las próximas festividades, solo Candy se mostraba nostálgica de vez en cuando, cierto día recibió la carta de sus madres del hogar de Pony quienes la invitaban a pasar las fiestas con ellas, Candy se alegró de esa noticia pero no sabía cómo reaccionaría la abuela Elroy, cuando le comento sobre la invitación que había recibido, Elroy se mostró contrariada, pero gracias a la abuela Martha obtuvo el permiso para pasar las vacaciones en el hogar de Pony, por lo que inmediatamente le escribió a Albert, para decirle la nueva noticia
Albert al recibir la carta les dio las gracias a las madres de Candy ya que gracias a ellas todo había salido bien, Albert en los últimos meses convivía con los niños del hogar de Pony, tanto la hermana María, como la Señorita Pony sentían un gran afecto por ese joven que se mostraba tan atento, paciente y amoroso con los chicos, Tom lo había llevado en una ocasión cuando llevaba la leche para el hogar y así fue como lo conocieron en persona, ya sabían por las cartas de Candy de su relación con ella y al conocerlo solo se sintieron complacidas que alguien como él fuera la pareja de su adorada hija. Desde el día que las conoció cada fin de semana lo pasaba con los chicos quienes lo querían mucho, por lo que al acercarse las fiestas ideo la forma de pasarlas junto a Candy nuevamente.
Albert junto con George planeo la visita de Candy, él la llevaría hasta el hogar de Pony donde Albert la esperaría, posteriormente George se encargaría de llevar toda la comida necesaria para dicha celebración además de los regalos para los chicos. El día señalado para la partida de Chicago llego, Candy bajo lista para irse al hogar de Pony se despidió de todos los jóvenes con la promesa de que llegarían al día siguiente de navidad para que conocieran el lugar donde Annie y ella habían crecido, George conducía por la carretera ensimismado en sus propios pensamientos hasta que fueron interrumpidos por Candy
---Dime George el abuelo donde está, digo no lo hemos visto y en las fiestas él se las pasa solo?
---Si señorita Candy, él prefiere que ustedes se diviertan y no interferir en ello
---Es una lástima que aún no lo conozca, me gustaría darle las gracias por todo lo que ha hecho por mí, en todo este tiempo
---No se preocupe Señorita para él lo más importante es que todos ustedes sean felices
---Sabe estoy muy emocionada porque por fin veré a Albert hace mucho que no estamos juntos
---Es verdad Señorita, seguro que el también estará feliz de verla nuevamente
Candy solo sonrió, sabía que el momento de verlo se acercaba cada vez más, pensaba que en cuanto pudiera se escaparía al rancho Stevens para darle la sorpresa, con lo que no contaba era que él estaría en el hogar de Pony cuando ella llegara, al ver a lo lejos el campanario Candy sintió un nudo en el estómago por primera vez desde su partida volvía al hogar donde creció, donde se recuperó de la perdida de Anthony, donde la consoló Albert, esa colina donde hacia tanto tiempo había conocido a ese chico al cual no había vuelto a ver y del cual solo tenía como recuerdo el broche, al bajar del auto, se encontró con los niños y sus madres y un gran ramo de rosas fiuscias, en seguida levanto la mirada para encontrarse con esos ojos azules que la miraban llenos de amor
Sin poder contenerse corrió a sus brazos que ya la esperaban, enterró el rostro en su pecho sintiendo el latir de su corazón, ese corazón que latía solo por ella, para ella, las madres al ver esa muestra de cariño por parte de ambos sonrieron complacidas al ver el amor que se profesaban aun sin decir palabras, una vez pasada la emoción del momento ambos se separaron y tomados de la mano se dirigieron a George, quien son una inclinación de cabeza se alejó de ellos para ir en busca de las cosa de Candy y ponerlas en su habitación guiado por la hermana María, la Señorita Pony reunía a los chicos alrededor de la mesa que había sido puesta bajo el árbol donde comerían todos juntos
---Sabes te he extrañado mucho
---Yo también, gracias por estar aquí, me has dado una gran sorpresa
---Supe que llegarías hoy, le pedí permiso a mi jefe para venir a verte
---En serio? Como esta Tom?
---Oh, él está muy bien te manda saludos
---Espero verlo pronto, se ha portado bien contigo ese cabeza dura
---Claro que si Candy, jajaja, nos llevamos muy bien
---Me alegro jajaja, estoy tan feliz de volver a verte
---Yo también princesa, vamos es mejor que les ayudemos
Así tomados de las manos se encaminaron para ayudar con la comida y las demás cosas, después de acabada la comida, Albert le dijo que debía volver al rancho de los Stevens, pero al día siguiente lo pasarían juntos, ella le dijo que tendrían mucho que hacer pues debían preparar la cena de navidad para los chicos, pero Albert le dijo que no se preocupara que todo estaba listo y sus madres ya estaban al tanto de todo, por lo que pasaría por ella para ir al lago
El día fue estupendo a pesar de que se sentía un poco de frío ella iba muy bien abrigada, Albert había llevado solo un caballo para los dos, al llegar a las orillas del lago, la rubia pudo ver un bote, por lo que pensó que subirían a él para dar un recorrido por el lago, Albert la ayudo a bajar del caballo y la condujo hasta el bote donde subieron, él remo hacia el centro del lago donde decidieron pasar un rato juntos solo ellos dos disfrutando de la naturaleza
---Sabes Candy me siento muy feliz de estar nuevamente contigo en esta fecha
---Si Albert es maravilloso que podamos estar juntos nuevamente
Albert la abrazo acercándola cada vez más hacia él, depositando un beso en su mejilla, después de rato ambos decidieron caminar por la orilla del lago, Albert se veía un poco pensativo pero ella no le pregunto nada solo se dedicó a estar a su lado sabía que si algo le preocupaba a Albert, él se lo diría tarde o temprano
Por la tarde noche todos estaban listos y preparados para pasar un rato muy feliz, la comida como bien le había dicho Albert estaba lista y todos los niños se mostraban contestos, después de cenar fue el momento de los postres, Albert al ver las caritas sonrientes de los niños le dijo en un susurro a Candy Que bueno es verlos tan felices
Al día siguiente como lo habían prometido los primos de Candy llegaron temprano con Annie y Paty las cuales estaban igual que ellos estaban felices por estar ahí, todos se divirtieron como nunca, jugando con los niños, Albert, Candy y Stear compitieron para ver quien trepaba más rápido al árbol ganándoles a ambos la rubia, Paty nunca había visto a Stear trepar un árbol por lo que estaba muy contenta echándole porras a su amado, Archie había subido a algunos de los niños para darles un paseo en el auto, por lo que todos esperaron su turno para pasar un rato de diversión a bordo del auto
Por la tarde había llegado Tom para felicitar a sus madres y llevar regalos a los niños, momento en el cual George aprovecho para hacer su aparición con muchos regalos de parte del tío abuelo William, todos festejaron el momento con ponche, al caer la tarde los hermanos Cornwell retornaron a la mansión de las Rosas junto con Annie y Paty, Candy se quedaría en el hogar de Pony una semana más, Albert al saber que su pequeña se quedaría una semana más se despidió de ella prometiéndole ir a verla diario
La semana paso rápido y Candy volvió a la mansión Lakewood donde se encontró con Elisa y su hermano los cuales habían pasado esos días con la tía Elroy, quien había llegado para pasar unos días en la mansión junto con la abuela de Paty. La pelirroja al verla llegar la recibió con su acostumbrada altanería
---Como te va Candy, pensé que te quedarías por fin a vivir con esos huérfanos
---Sabes me gustaría mucho, algún día tal vez lo haga
Y sin darle oportunidad de contestar salió del salón para encontrase con las chicas que se estaban en ese momento en el jardín, Elisa mientras tanto se quedaba con las ganas de provocarla y hacer que la tía la riñera, pero al ver que sus intentos no pasaban de solo ser intentos decidió encaminar sus pasos a los establos para salir a montar un rato
Los días pasaron, para la tía abuela no pasó desapercibido el brillo en los ojos de Candy cada vez que recibía su acostumbrado ramo de rosas fiuscias semanal y llego el momento de partir para Chicago todos volverían menos los Legan que se quedarían por órdenes de tía abuelo en su mansión cerca de Lakewood, George no quiero a los Legan cerca de mi princesa por lo tanto ellos se quedaran entendido, esas habían sido las palabras del rubio, por lo tanto fueron cumplidas
Al llegar a la mansión de Chicago, madame Elroy quien no se quitaba de la cabeza el hecho de poder comprometer a Candy con algún muchacho hijo de alguna familia importante de la alta sociedad, decidió dar otro baile con el pretexto de darles la bienvenida a Paty y a su abuela, William al saber las intenciones de su tía le mando una carta donde le explicaba las razones que tenía para no aceptar dicho baile, ya que le informaba que para el día de su cumpleaños quería que organizara una fiesta donde presentaría ante la sociedad a su futura esposa, siguiendo el acuerdo que tenían entre ellos, Elroy recordó aquel momento cuando William había aceptado a cambio de un poco de libertad comprometerse a los 25 años, con alguna joven digna de llevar el nombre de los Andrew, además de que al llegar ese momento tomaría completamente las riendas de las empresas, Muy bien William se hará como tú quieras, espero que la joven que has elegido sea digna de Los Andrew pensó la matriarca porque de no ser así tendrás que acatar las órdenes del consejo dijo para sí misma saliendo de su habitación para empezar con los preparativos de dicho evento ya que solo contaba con cinco meses los cuales eran pocos para un evento de dicha magnitud, como era el compromiso del patriarca con una joven perteneciente a la alta sociedad
Mientras tanto en el rancho Stevens Albert gozaba de sus últimos meses libres de ataduras, disfrutando de la naturaleza que tanto le gustaba, sabía que una vez llegado el momento tendría que luchar contra su tía y el consejo mismo para poder casarse con Candy, los días pasados a su lado le habían demostrado el amor que ella le profesaba y por ese amor lucharía contra quien fuera de ser necesario
Febrero paso sin mayor contratiempo para Candy, al estar lejos de Elisa nadie la importunaba y la compañía de Paty era maravillosa además de que recibían la visita de Annie casi todas las tardes, sus rosas seguían llegando como siempre algunas veces con un pensamiento y otras veces sin ello, por lo tanto Candy se sorprendió al ver llegar una carta para ella con una caligrafía conocida por ella, la carta la había llevado George en persona a la mansión al entregársela en la biblioteca le sugirió leerla en privado
Candy muy emocionada le dio las gracias y salió corriendo para su recamara llevándose una amonestación de parte de su tía por correr por los pasillos, al llegar a su habitación en seguida abrió la carta de Albert
Princesa
Te extraño mucho, como me gustaría que estuvieras aquí, poder pasar tiempo juntos, pasear por los campos llenos de flor y de color, perderme en tus brazos y en tu mirada, en esa luz de tu mirada que llena mis noches sin ti
Sé que no puedes volver aún pero sería el hombre más feliz si pudiera pasar un poco de tiempo junto a ti, por lo que tengo planeado ir a verte princesa, ya no aguanto más estar lejos de ti, sé que será difícil para ti salir, pero crees que podamos vernos el siguiente sábado en el Parque Nacional de Chicago, estaré esperando por ti, cerca del lago, he planeado un picnic, necesito verte, te extraño
Con Amor
Albert
Candy no lo podía creer Albert iría a verla, claro que estaría ahí ella también lo extrañaba, tendría que pedirles ayuda a sus primos pero sabía que ellos no se negarían, una vez que supieran que se trataba de Albert la ayudarían con mucho gusto, por lo que esa misma tarde les pediría ayuda, al término de la comida todos salieron al jardín donde el día a pesar de encontrase casi en primavera aún era un poco fresco, todas las flores empezaban a brotar en bellos capullos listos para abrirse con la dulce llegada de la primavera, Candy al ver el jardín lleno de color no pudo evitar pensar en ese jardín que tanto quería el jardín de Anthony con todas esas rosas de colores listas por florecer, inundando de suave aroma todos los rincones de la mansión, Candy sintió la fragancia de las flores y un recuerdo llego a su mente como un suspiro, el recuerdo de ese chico que había conocido hacia tanto tiempo atrás, que será del Príncipe, nunca lo volví a ver, al mismo tiempo otra imagen inundo sus pupilas, era la imagen de un joven alto, rubio, con gafas, chaqueta café, pantalones color azul, y una barba que ocultaba esa bella sonrisa, era la imagen de Albert cuando lo conoció, un suspiro escapo de sus labios, te extraño, te veré pronto…Albert
Los primos Cornwell una vez que se enteraron que Albert vendría a la ciudad estuvieron de acuerdo en ayudarla para que pasara un tiempo con su novio, acordaron que el sábado saldrían todos juntos Stear, Archie, Annie, Paty y Candy con rumbo a las afueras de Chicago para hacer un día de campo, ellos llevarían una cesta llena de comida, a Candy la dejarían en las afueras de Parque en compañía de Albert y por la tarde pasarían a recogerla para que la abuela no sospechara nada y así llegaran todos juntos nuevamente a la mansión
Llegado el momento todos partieron deseosos de pasar un día en compañía de sus respectivas parejas, Stear condujo hasta el Parque, Archie deseaba cerciorarse de que ya estuviera Albert para no dejarla sola mientras este llegaba, por lo que bajo con ella para encaminarse los dos hacia el lago, Archie al ver que Albert la estaba esperando se despidió de ella prometiéndole regresar por la tarde, alzo una mano en señal de saludo para Albert dio media vuelta y regreso al auto con los demás
Candy una vez que hubo partido Archie corrió a los brazos abiertos de Albert que ya la esperaban después de varios meses sin verse, Albert la tomo por la cintura y haciéndola girar en el aire le dedicaba su mejor sonrisa, al depositarla lentamente en la suelo la atrajo hacia si besando con delicadeza sus labios perdiéndose en es caricia que tanto anhelaba, una vez pasado el momento Candy oculto su rostro en el pecho del rubio, sus ojos estaban cristalizados de la emoción, Albert le acariciaba la espalda lentamente transmitiéndole en esa caricia todo el amor que sentía por ella, era un momento mágico esperado por ambos, Candy levanto su rostro para encontrase reflejada en unas pupilas azules como la mañana, que la miraban llenas de amor, en ese momento el tiempo se detuvo solo existían ellos dos
Capítulo 9
El tiempo paso volando para Candy quien no podía creer que estuviera en brazos de Albert, platicaron, remaron, comieron, se sentaron a la orilla del lago, Albert se veía nervioso, Candy pensó que había algo que lo inquietaba pero no sabía que era por lo que de pronto le pregunto
---Albert que sucede te noto nervioso, paso algo con mis madres o con Tom?
---No Candy todo está bien es solo que he pensado que ya no quiero separarme de ti
---Pero estamos juntos, sabes que te quiero mucho
---Lo sé princesa, pero no me gusta verte a escondidas, tú no te lo mereces
---Albert yo soy muy feliz cuando estoy contigo, a mí no me importa…mientras estemos juntos
---Princesa, tu eres muy especial, te mereces lo mejor, pero tenía muchas ganas de verte
---Y yo a ti, disfrutémoslo quieres?
---Claro que si princesa, no me hagas caso, te gustaría dar otra vuelta en el bote?
---Si me gustaría mucho
Al caer la tarde los chicos pasaron por Candy, ella se despidió de Albert quien le dijo que la próxima vez que se vieran le tendría una gran sorpresa, ella se paró sobre sus puntas para alcanzar a Albert y depositar un beso en su mejilla, el acaricio su mejilla, tomándola de las manos deposito un beso en sus nudillos
La tía Elroy seguía con los preparativos para la fiesta de cumpleaños de William, todos en la mansión estaban muy emocionados ya que les habían anunciado que el patriarca se presentaría ante todos para dar una gran noticia, Candy, Archie y Stear fantaseaban con cuál sería la noticia que daría el Tío William por lo que cada que llegaba George a la mansión inevitablemente era cuestionado por los chicos sobre los planes del tío abuelo, George solo les decía que no se preocuparan y que sería una gran noticia
Cuando la abuela de Paty anuncio que se irían a su propiedad en Miami, Candy se puso muy triste ya que se iría su amiga, el día de su partida Paty se despidió de todos en la mansión Stear y Candy eran los más tristes con esa partida pero era inevitable, Stear le había regalado a Paty unos títeres los cuales eran igualitos a ellos, ella se emocionó mucho con dicho regalo y lo acerco a su pecho, les prometió escribirles pronto y partieron rumbo a la estación, una vez que se fueron Candy se sentía muy sola ya que no tenía con quien platicar o pasear por el jardín, Annie quien últimamente pasaba más tiempo con Archie trato de animarla al igual que Stear que inventaba cosas solo para divertirla
Albert había dejado el rancho Stevens para pasar más tiempo con George poniéndose al corriente con todo lo relacionado a las empresas, a pesar de que hacía tiempo conocía a algunos clientes y se hacía cargo de algunos contratos era mucho el trabajo que tenía por delante para asumir la presidencia de las mismas pero sabía que podía contar con su fiel amigo, por las noches pensaba en Candy y en cómo le diría la verdad, como lo tomaría ella, le había dicho más de una vez que lo amaba aunque confiaba en que no lo rechazaría aun así le inquietaba su reacción. Albert le había dicho que la próxima vez que la viera le daría una gran sorpresa, pero aun no sabía dónde era mejor hacerlo si en la cascada o en la mansión de Lakewood, o tal vez en la cabaña del bosque donde habían pasado alguna vez la noche juntos, después de pensarlo mucho se decidió, por lo que le pediría a George que la llevara a ese lugar tan especial para los dos
George al saber los planes de William no lo podía creer, pero sabiendo lo mucho que ellos se amaban, decidió apoyarlo, a mediados de marzo llego a la mansión de Chicago para informarle que por órdenes del tío abuelo William, los chicos debían partir a la mansión de las Rosas para que ella pudiera seguir con los preparativos sin mayores distracciones o interrupciones por parte de ellos, la tía abuela estaba algo sorprendida por esa disposición, puso algunas objeciones como las visitas a la modista para Candy, las compras que todavía debían hacer los chicos para tener listo todo para el gran evento, pero al final accedió a que partieran, George salió con ellos a la mañana siguiente con rumbo a Lakewood
Candy se levantó al día siguiente muy temprano para ir a dar una vuelta por el jardín antes de desayunar en compañía de Stear y Archie, pero al llegar al pasillo se encontró con Archie el cual iba de salida también, al saber que ella deseaba ir al jardín tomo su mano y la apoyo sobre su brazo y ambos salieron rumbo al jardín, las rosas de Anthony estaban en flor, Archie al ver todas esa rosas le llego el recuerdo de su primo y una lagrima asomo a sus bellos ojos, desvió la mirada para que Candy no se diera cuenta
---Archie recuerdas como nos divertíamos
---Si Candy, fueron buenos tiempo no?
---Sí, cuando él partió…pensé que no volvería a sonreír
---Candy…
---Me dolió mucho su perdida, mira ahí está la dulce Candy
---Si es hermosa, la creo solo para ti.., él te quiera mucho
---Lo sé
Después guardaron silencio, cada uno sumido en sus pensamientos, para Archie también había sido muy doloroso despedirse así de su primo, ya habían pasado más de dos años y aún le dolía recordarlo, Candy se sumió en sus pensamientos era verdad que lo había querido mucho pero ahora su corazón le pertenecía a Albert Anthony si lo conocieras seguro que te agradaría, a Stear y Archie les agrada, es muy bueno, tan amable, tan caballeroso pero sobre todo me ama y yo a él, soy tan feliz Anthony
Candy tomo algunas de las rosas dulce Candy con ayuda del jardinero y se las llevó a su habitación, las coloco al lado de sus rosas rosas, las cuales no recordaba haberlas visto cuando despertó por la mañana, detalle que intrigo a Candy al pensar que posiblemente Albert las hubiera mandado pero eso era imposible ya que no había tenido tiempo de avisarle que viajaría a Lakewood, por lo que pensó que posiblemente era una coincidencia que alguien hubiera puesto esas rosas en su cuarto, aun así se alegró ya que le recordaban a su amado
Por la tarde Archie había decidido pasar un rato en el lago mientras su hermano se entretenía en su laboratorio con algún invento nuevo que Archie estaba seguro que fallaría, Candy se entretuvo leyendo un libro de los muchos que había en la biblioteca, se sentó en un sillón cómodamente a pasar el rato, estaba tan entretenida que no oyó los pasos que se acercaban, ni la voz que le hablaba
---Señorita Candy – le dijo el sirviente
---Perdón, no lo escuche, me decía
---Señorita Candy llego esto para usted – le dijo entregándole una nota
Candy la tomo y una vez que se marchó el sirviente la abrió sorprendida nadie sabía que estaba ahí, bueno tal vez Annie ya se hubiera enterado, pero aun así, si, ella hubiera mandado algo seria para Archie no para ella, al ver la caligrafía supo enseguida de quien era, lo cual la sorprendió aún, más como había averiguado su paradero tan rápido
Princesa
Te espero mañana en la cabaña del bosque, tengo una sorpresa para ti
Con amor
Albert
P.D. Te extraño
Era una nota tan corta, pero la ilusiono saber que Albert sabía que estaba ahí, pero porque la citaría en la cabaña del bosque que sería lo que quería mostrarle o cual era la sorpresa, Candy continua con su lectura la cual solo dejo al llegar la hora de la cena subió a su habitación para arreglarse y poder bajar a cenar con Stear, Archie y George, sus primos se sorprendieron al igual que ella de saber que Albert la había invitado a la cabaña cuando apenas tenían un día de haber llegado, George no no hizo comentario alguno, al concluir la cena ambos hermanos la escoltaron a su habitación deseándole buenas noches
Candy no podía dormir pensando en Albert y su sorpresa, a la mañana siguiente después de desayunar se encamino al bosque por donde llegaría a la cabaña, no era muy lejos pero le tomo un poco de tiempo, lo primero que vio al llegar fue un caballo blanco muy hermoso pastando cerca de la cabaña, pensó que tal vez Albert se lo había pedido prestado a Tom para ir a verla, por lo que empezó a llamarlo y buscarlo por los alrededores, pero él no estaba, entro en la cabaña la cual se encontraba sorprendentemente remodelada, tenía candelabros nuevos, muebles nuevos, de la cocina salía un delicioso aroma a té y panecillos recién hechos, sorprendida avanzo por la sala llamado a Albert el cual salió de una de las recamaras
---Candy que bueno que llegaste te estaba esperando
Candy se sorprendió al verlo con un atuendo de montar muy elegante, era la primera vez que lucía así
---Albert que guapo te vez, nunca te había visto vestido así
---jaja, pequeña, te extrañe mucho
---Yo también Albert
Le dijo Candy sonrojándose un poco, avanzo hacia él, quien la recibió en su regazo como siempre lo había hecho, le tomo de la barbilla y beso sus labios de manera suave disfrutando de la caricia, Candy entreabrió sus labios dejando que Albert profundizara el beso
Candy se separó un poco de él para mirarlo a los ojos y perderse en sus pupilas, Albert la tomo de la mano y la condujo al comedor donde dispuso de todo para tomar un refrigerio, Candy no dejaba de ver la remodelación de la cabaña pero ante todo no dejaba de verlo a él, con su cabello rubio perfectamente cortado y peinado y ese traje de montar tan elegante y nuevo, realmente se veía muy gallardo y elegante
---Candy pasa algo?
---Albert tú hiciste todo esto, --dijo indicando con la mano la cabaña
---Si Candy yo lo hice, lo mande hacer – le dijo mirándola a los ojos
---Pero Albert…esta cabaña pertenece a los Andrew, como lo hiciste, si alguien lo sabe podrían correrte como la última vez, recuerdas
---Nadie me correrá Candy, mejor dicho nadie nos correrá
---Pero Albert, el guardabosque podría encontrarte…no me gustaría que te hicieran daño
---Pequeña nadie me hará daño…estoy…estoy en mi propiedad
---Albert como dices…tu propiedad
---Si princesa mi propiedad…yo soy…William Albert Andrew…pequeña
Candy al oír aquello se llevó las manos a la boca reprimiendo un grito de sorpresa, Albert se levantó y arrodillándose ante ella le explico la verdad, Candy solo atinaba a verlo a los ojos sin decir nada, se sentía tan sorprendida de repente frente a él, no sabía cómo decirle lo agradecida que estaba por pertenecer a la familia Andrew, pero a la vez preocupada de ser la novia de su tutor, Candy, empezó a llorar no era posible que aquello fuera verdad, se había enamorado de su tutor sin saberlo, Albert al verla tan agobiada la tomo en sus brazos y la llevo hasta la sala donde se sentó con ella en su regazo
---Candy porque lloras pequeña?, nada ha cambiado
---Albert…tío William…como debo llamarte ahora?
---Candy para ti soy Albert…siempre lo seré
---Pero…pero…pero no podemos estar juntos…yo te amo…pero tú eres…
---La persona que más te ama Candy, la persona que es feliz…gracias a ti
---Pero Albert…cuando se entere la tía abuela se enojara mucho, tú y yo no podemos estar juntos
---Candy escúchame bien, claro que podemos estar juntos, te amo princesa
---Pero…pero Albert tu eres…
---Que pasa Candy, soy Albert
---Pero eres el tío abuelo William y yo soy tu pupila
---mmm…soy el tío abuelo William Candy, pero solo soy tu tutor solamente eso, claro que podemos estar juntos, no hay nada de malo en eso
---Ohhhh….Albert
---Solo tengo una duda Candy, tú dejarías de ser mi novia ahora que sabes la verdad…ahora que sabes quién soy?
Candy se quedó callada, por su mente pasaban infinidad de ideas e imágenes de la tía abuela y Elisa, montando un escándalo en cuanto supieran la verdad, como era posible que Albert no se diera cuenta, lo miro a los ojos un instante, solo para darse cuenta que esas pupilas solo reflejaban igual que siempre amor y ternura, como podía renunciar a eso, si era lo que más quería en este mundo
---Candy por favor contéstame princesa, me dejarías? Te separarías de mí? Me apartarías de tu lado? A un sabiendo lo mucho que te amo?
Candy levanto la mano, para acariciarle el cabello, Albert al sentir la caricia, cerro sus ojos listo para afrontar lo que ella le dijera, al abrirlos se encontró reflejado en esas esmeraldas que le decían cuanto lo amaban, Albert la tomo por la cintura para acercarla a él, Candy no opuso resistencia y ambos buscaron sus labios besándose como la primera vez, saboreándose mutuamente y perdiéndose en esa caricia
Candy ya más recuperada de la impresión, se acurruco en su pecho, dejándose embriagar por su aroma, cerro sus ojos, Albert la envolvió con sus brazos, maravillado de saber que no lo había rechazado, por su mente pasaron todas esas imágenes, de los momentos que habían compartido juntos, pero sobre todo recordó el momento en que la conoció cuando aún era una niña, debía decírselo en ese momento, no espera un poco más se dijo así mismo debes llevarla al mismo lugar, debe ser especial al sentir que ella se acomodaba en su regazo, le dio un beso en la frente, Candy sentía latir el corazón de Albert y al mismo tiempo sentía el suyo acelerado
---Albert te amo --- le dijo casi en un susurro, Albert sonrió
---Yo también te amo princesa
Capítulo 10
Albert había decidido decirles la verdad a sus sobrinos por lo que le comento a Candy que quería ver a los chicos, ella le dijo que la forma más fácil sería en la mansión pero él no quería aun hacerse notar antes todos por lo que decidieron que era mejor hacerlo en la propia cabaña una vez que estuvieron de acuerdo, Candy se encargaría de llevarlos a la mañana siguiente, posteriormente se despidieron y el la llevo en su caballo hasta la entrada del portal de las rosas sin que nadie los viera
Candy no podía dormir de la impresión aun recordaba el momento en que él le había confesado la verdad, sus emociones esa noche eran muchas, sorpresa, alegría, emoción, confianza, amor, pero sobre todo se sentía inquieta por lo que diría la tía abuela, eso era algo que si la perturbaba, como reaccionaria la matriarca de la familia, si antes no la quería ahora seguro la querría menos, pensando en eso, no podía dormir solo de pensar en todo lo que le diría en cuanto lo supiera, lo único que le alegraba era saber que Albert estaría a su lado porque de algo si estaba segura no renunciaría a él a menos que él se lo pidiera, aunque pensándolo bien él no le había pedido ser su esposa solo confirmo que eran novios, acaso él no pensaba casarse con ella, Candy se sobresaltó con ese pensamiento, al final se quedó profundamente dormida, a la mañana siguiente después del desayuno invito a sus primos a dar un paseo, todos iban a caballo disfrutando del paisaje y el entorno al ver a donde se dirigían le preguntaron a Candy porque se dirigían hacia esa cabaña a la cual no habían ido en mucho tiempo, ella les contesto que era porque ahí se verían con Albert y les tenía una sorpresa ellos se alegraron hacía meses que no lo veían
Al llegar notaron que la cabaña se veía distinta estaba arreglada, lucia como una casa habitable algo extraño ya que nadie vivía ahí, al entrar fueron recibidos por su anfitrión el cual lucia impecablemente vestido con un traje de tela ligera y perfectamente peinado
Stear y Archie se sorprendieron al verlo
---Albert…Albert musito Stear
---Sí, soy Albert Stear
---Pero…pero porque estas vestido de esa manera…digo luces bien pero… dijo Sorprendido Archie
---Te sorprende, Archie?, Le dijo Albert quien ya se acercaba a recibir a Candy con un beso en los labios, los chicos no entendían nada porque Albert vestía así y sobre todo porque Candy no se sorprendía de verlo así, Albert condujo a Candy a la sala y les hizo a ellos una ademan para que lo imitaran una vez que estaban todos cómodamente sentados y Candy a su lado él se presentó, los ojos de los primos se abrieron con un sobresalto
---Que dices, tú no puedes ser el tío William…él está muy viejo, -dijo Stear
---Albert estas bien o has perdido la cordura, - le dijo Archie
---Chicos sé que es difícil de asimilar lo que les estoy diciendo pero es la verdad, yo soy William Albert Andrew, cuando mis padres murieron yo era un chico aun, yo era el nuevo cabeza de familia, pero por mi corta edad aun no podía tomar las riendas de la misma por lo que la tía Elroy se hizo cargo de todo, me oculto en la mansión de las Rosas, pero al nacer mi sobrino Anthony y la posterior muerte de mi querida hermana Rosemary, ella se trasladó aquí por lo que fui confinado en esta cabaña para protegerme de algún atentado ya que si se sabía que yo era el jefe del Clan mi vida corría peligro, mi único vínculo con mi familia era a través de George el cual siempre estaba a mi lado para cuidarme, protegerme y velar por mi bienestar
---No puedo creerlo Albert, en todos estos años viviste aquí? ---Pregunto Stear
--- Stear cuando tuve edad suficiente fui trasladado a un internado en Europa, de hecho el mismo donde ustedes estudiaban, por lo que esta cabaña quedo abandonada pues ya nadie vivía en ella, a mi regreso volvía a vivir aquí pero me costó un poco hacerla nuevamente habitable, ---sonrió
---Porque nunca antes te habías presentado ante nosotros y cuál es la razón que lo hagas ahora? – le cuestiono Archie
Albert lo pensó antes de responder, volteo a ver a Candy en ese momento y sintiendo su apoyo contesto
---Archie la razón es Candy, ---los Cornwell voltearon a verla hasta ese momento habían olvidado que ella era la novia de Albert, que pasaría con ellos, la pregunta se dibujó en sus rostros inmediatamente, ambos abrieron la boca para hablar pero con un gesto de la mano Albert los hizo callar, tomándola de la mano volvió a hablar
---Chicos, ella ya lo sabe, ayer le dije la verdad, cuando me refiero a que la razón es Candy, es porque pienso casarme con ella, todos se miraron unos a otros, Albert continuo, ---por lo tanto debían saber la verdad de quién soy yo realmente, no podía seguir oculto, además de que anunciare el compromiso el día de mi cumpleaños
Candy se mostraba tan sorprendida como los chicos, Albert quería casarse con ella, pero aún no habían hablado, como era eso posible, sería que al saber que no lo rechazaba era una forma de compromiso entre ellos, la rubia solo se quedó callada, sintiendo la presión sobre su mano, volteo la mirada hacia Albert y al ver su sonrisa y confianza reflejada en su mirada supo que era real, él quería casarse con ella
---Como dices, Albert la tía abuela ya lo sabe? – le pregunto la rubia
---No princesa aun no lo sabe, solo le dije que ese día haría el anuncio de mi compromiso pero aun no le he dicho la verdad
---Albert, la tía abuela se molestara, no sé si sepas que no aceptaba a Candy al principio, no aceptara tu decisión, --dijo Stear algo preocupado
---Stear tiene razón Albert, la tía abuela no acepta del todo a aCandy en la familia, de hecho hasta quería casarla con un hijo de una familia de Chicago, como crees que reaccione al saber que ustedes se quieren –le cuestiono Archie
Candy al oír todo eso entro en pánico era verdad lo que los chicos le decían a Albert ella nunca la aceptaría y menos sabiendo que Albert quería casarse con ella, Candy palideció, su mano se zafó de la de Albert, se levantó del sofá y camino a la ventana, sin saber que decir o cómo reaccionar, los tres Andrew la vieron tensa, Albert se encamino hasta ella, la tomo por los hombros y la hizo girar para quedar de frente
---Princesa, escúchame por favor, sé que esto es difícil para ti, sé que no te lo pregunte que este no es el mejor momento para hacerlo, pero dime por favor, aceptarías casarte conmigo? –al decirlo sus ojos se cristalizaron, al mismo tiempo sacaba de su bolsillo una caja de terciopelo, la cual contenía un hermoso anillo de oro blanco, con diseño de hilos cruzados formando pequeños rombos los cuales terminaban en una rosa fiuscia la cual estaba formada de diamantes junto con pétalos verdes
Los chicos Cornwell aguardaron impacientes la respuesta de Candy al igual que Albert, ella pensaba en todos esos momentos vividos en todo ese amor que sentía por él, en los detalles, en el amor que el sentía por ella pero no podía dejar de pensar en la abuela Elroy, en lo que diría ella, por su mente pasaron todos los momentos en que la abuela le había reprochado a ella él hecho de pertenecer a la familia a esa familia que para ella era su orgullo, como lo tomaría la abuela cuando lo supiera, por más que trataba de no pensar en eso, no podía evitarlo, Albert al ver que ella dudaba cerró los ojos sintiendo que la felicidad se le escapaba de las manos, no la presionaría jamás haría algo así pero tenía que demostrarle que él hablaba en serio que sus sentimientos eran reales y sinceros, pero no la presionaría, los chicos Cornwell contenían la respiración veían a uno y a otro sin saber que contestaría la rubia, Albert lentamente dejo caer al mano de Candy, le dio un beso en la frente y salió de la habitación sin decir nada
Stear y Archie salieron detrás de él sentían que debían estar con él después de todo lo que les acababa de revelar, sentían la necesidad de estar con él, además de dejar a solas un momento a Candy con sus propios sentimientos, ellos sabían cuánto amaba a Albert pero el shock que resultaba de enfrentarse a la abuela era mucho aun para ella, Candy al verse sola solo atino a dejarse caer de rodillas, Que has hecho Candy, es el amor de tu vida, porque lo dejas irse sin detenerlo, es que no lo amas, pensaba, Candy escucho como palpitaba su propio corazón, y sin saber cómo se vio corriendo tras de él llamándolo, Albert giro para encontrarse con él amor de su vida, Candy se abrazó a él
---Albert te amo, te amo…sí. Sí, quiero casarme contigo, sé que enfrentaremos a la abuela juntos
Albert no podía creer que su princesa lo había aceptado, le había devuelto la vida con ese sencillo detalle, la tomo por la cintura y le dio giros en el aire, ambos estaban tan felices que se olvidaron de los sobrinos de Albert, quienes se sentían dichosos de ver la felicidad reflejada en esos rostros de las personas que más quieran porque admiraban y sentían un gran respeto por Albert y ahora ese respeto era mayor al saber que era su tío
---Princesa te amo, te amo y soy el hombre más feliz al saber que me aceptas como esposo, ---diciendo esto deslizo el anillo en su dedo, Candy quedo maravillada al ver el anillo
Todos volvieron a la cabaña ahora con rostros más felices y relajados, después del momento de tensión vivido, todos hacían planes y hablaban al mismo tiempo, contando las anécdotas que Albert no conocía, y las que no conocían sus sobrinos, todos tenían algo que decir hasta que llegó el momento de despedirse, entonces Albert les pidió a sus sobrinos y su prometida, que debían guardar el secreto, faltaban tres meses para la presentación de Albert y su prometida, ellos debían regresar a la mansión de Chicago y continuar su vida como siempre, le indico a Candy que nuevamente se verían para su cumpleaños que mandaría a George por ellos nuevamente para que pudiera estar con sus madres
Los chicos estuvieron de acuerdo y salieron de la cabaña dejando que ellos se despidieran en la intimidad de la misma
---Candy, Princesa, te amo nunca lo olvides
---Albert, por un momento tuve mucho miedo, pero ya no, sé que tú estarás a mi lado siempre, como hasta ahora
---Así es princesa, no te dejare nunca, solo que tú me lo pidas, y aun así velaría por ti
---Lo sé, lo has hecho hasta ahora, cuando le dirás a la tía Elroy lo nuestro
--- Después de tu cumpleaños, Princesa
Albert la tomo por la cintura acercándola un poco más a él besando sus labios por primera vez como su prometida, Candy sintió la presión de los labios de Albert y suavemente los acaricio con su lengua, Albert se tensó al sentir la caricia, pero su corazón se aceleró por lo atrevida que había sido ella por primera vez, Candy dejo que Albert profundizara el beso sintiendo como un torrente de calor atravesaba su cuerpo, Albert podía sentir el calor que emanaba del cuerpo de Candy, por lo que aun en contra suya finalizo el beso dejando que las sensaciones se calmaran, Candy estaba ruborizada y escondió el rostro en su pecho, Albert le acariciaba su cabello con delicadeza, al final los dos salieron al portal para reunirse con sus sobrinos, Albert se despidió de ella y partieron hacia la mansión
El regreso a la mansión de Chicago fue casi una tortura para Candy por verse separada de Albert, pero la tortura empezaría una vez que llegaran a la mansión donde debían evitar hablar de Albert y sobre todo no emitir ningún comentario respecto al tío abuelo William, los chicos estaban muy contentos de haber conocido por fin al tío abuelo, le habían prometido que lo apoyarían en todo así que al llegar a la mansión se comportaron como siempre, cada uno se fue a su habitación para continuar su vida donde la habían dejado, Candy se quitó el anillo de compromiso que le había dado Albert y lo puso en el joyero que le había regalado el mismo tiempo atrás, un obsequio que había recibido de parte de tío abuelo William
Los días fueron pasando con absoluta calma y rapidez, las rosas de Candy seguían llegando así como algunas notas entregadas por George en persona, la tía Elroy ya no le extrañaban esos ramos de rosas, solo atinaba a poner cara de disgusto cada que las veía pero no emitía ningún comentario, no tenía tiempo para eso, se decía, cuando todo lo relacionado a William terminara, entonces si hablaría con él y de una vez por todas aclararía eso del pretendiente de Candy ya que no estaba bien que ella fuera cortejada por alguien que no conocía
El cumpleaños de Candy se acercaba así como el viaje que Albert le había prometido hacer al hogar de Pony por lo que espero paciente a la llegada de George y las “ordenes” del tío abuelo, más George no llegaba, Stear y Archie también estaban ansiosos de saber que había pasado por que George no había ido por ellos, dos días antes del cumpleaños de Candy lo oyó llegar y dirigirse inmediatamente a la biblioteca donde ya lo esperaba la señora Elroy, sin hacer ruido Candy atravesó el pasillo y se acercó a la puerta donde alcanzo a oír la voz disgustada de la tía Elroy
---Esto es el colmo con William, como es posible que se la pase de un lado para otro a tampoco tiempo de su presentación George
---Madame él no quiere estar presente en la mansión sino hasta dentro de tres semanas
--- Pero eso significa que solo tendremos un mes para mandar hacer su atuendo, además de que debe estar al corriente de todo en las empresas George
---Madame él lo entiende pero para él es preciso tomarse más tiempo, recuerde que el ya acepto ser presentado ante todos, no creo que sea prudente presionarlo
---Como siempre estás de su lado
---Madame, hay otra cosa que tengo que comunicarle, el señor William recibió una carta de la señorita Candy pidiéndole permiso para ausentarse por una semana para pasar su cumpleaños en el hogar de Pony junto con sus primos
---Lo que me faltaba, y…
---Él le concedió ese permiso a los tres, mañana mismo los escoltare a Lakewood, por lo que regresare en una semana
---Pero es que William se ha vuelto loco es imprescindible tu presencia aquí, como es posible que William no lo vea así, pero claro todo por esa chiquilla a la que ni siquiera conoce, es el colmo
George solo atino a bajar la mirada, después de todo él sabía la verdad y la razón por la que William deseaba ver a Candy antes de su compromiso, así que guardando silencio solo espero a que la señora Elroy le indicara que había terminado la conversación, Elroy al ver que ya no había nada más que saber respecto a las decisiones de William despidió a George que salió de prisa de la biblioteca, Candy sin poder esconderse se topó con George a la salida, la tomo del brazo y la condujo por el pasillo hasta el salón, sin que esta opusiera ninguna resistencia
---Señorita Candy como ya habrá escuchado mañana partimos
---Lo siento George, ha sido una falta muy grande de mi parte
---No se preocupe señorita, todo está resulto, mañana partimos
---Gracias George
Capítulo 11
Candy, Stear, Archie y Annie, quien también fue invitada por el patriarca, llegan a la mansión de las Rosas, muy felices por volver a ver a Albert, Annie se siente sorprendida del entusiasmo de Archie por ver a Albert pero no dice nada al respecto, George guiñándole un ojo a Candy, les informa que no lo verán hasta el día siguiente en el hogar de Pony donde Albert ha organizado una fiesta para celebrar el cumpleaños de Candy, a Annie le llama la atención que George sepa del paradero de Albert pero nuevamente se queda callada pensando en que tal vez él le envía las cartas a George para evitar contratiempos en la mansión de Chicago con la tía Elroy
Archie conduce a Annie a su habitación que tiene designada para que descanse del largo viaje, pasan el resto del día juntos en la mansión, leyendo o platicando pensando en todas las sorpresas que tendrá Albert para ella
Candy portaba el anillo de compromiso, lo había sacado del joyero, quería que Albert la viera usándolo, el día de su cumpleaños cuando se vieran nuevamente, Annie no lo había visto nunca por lo que al verlo en su mano, se sorprendió mucho, ya que se veía muy fino, por lo que decidió averiguar quién se lo había regalado
---Sabes Candy es muy emocionante que Albert te haya preparado una fiesta en el hogar de Pony se ve que le gusta ese lugar – le dijo Annie
---Si es verdad, es muy atento y cariñoso conmigo
---Pero dime porque no me habías dicho nada, eh
---A que te refieres Annie
---Candy ese anillo que llevas es muy hermoso, dime te lo dio Albert o es un regalo del tío abuelo William por tu cumpleaños
Candy y los chicos se quedaron callados sin saber que contestar hasta que la rubia recuperando el aliento dijo
---Me lo dio el tío abuelo porque me quiere mucho, es muy importante para él y para mí también
---Pues es muy bonito y muy fino Candy, no deberías llevarlo al hogar de Pony, podrías perderlo y …
---Claro que no Annie, además quiero que Albert lo vea – le dijo Candy sin dejarla terminar la frase
---Está bien Candy como gustes, --dijo algo molesta por la interrupción de la rubia
Archie, tomo de la mano a Annie para llevarla a recorrer el jardín, antes de que siguiera hablando sobre el anillo y Albert, Candy se quedó con Stear en el salón degustando unos pastelillos y tomando el té, Candy le pregunto si la le había escrito a Paty para invitarla a la fiesta de cumpleaños de Albert, Stear le respondió que sí, que ya le había escrito que solo estaba esperando la respuesta
Al día siguiente, todos fueron al hogar de Pony donde ya estaba todo puesto para la fiesta, la hermana María y la señorita Pony los recibieron con mucho entusiasmo y contentas de tenerlas de nuevo en el hogar, la señorita Pony le dio a Candy una nota que le había dejado Albert para ella, Candy se sintió triste al saber que él no se encontraba ahí para recibirla, por lo que abrió la nota y al leerla se sorprendió, ya que le decía que la esperaba en la colina donde le entregaría su regalo, dejando a sus primos junto con Annie cuidando a los chicos del hogar subió a la colina donde empezó a llamar a Albert pero no lo encontró, se sentó al pie de un árbol pensando en que podía retrasar a Albert cuando a lo lejos se empezó a escuchar una tonada conocida por ella, pero hacía mucho tiempo que no la había escuchado, la notas de la melodía cada vez se escuchaban más cercanas, Candy giro la cabeza hacia un lado para encontrarse con Albert vestido con el traje típico Escocés y tocando la Gaita
En cámara lenta le llego a Candy el momento que conoció a su Príncipe y supo en ese momento que el Príncipe y Albert eran la misma persona, se paró con los ojos cristalizados sin saber muy bien qué hacer, Albert solo le dijo “Eres más bonita cuando ríes que cuando lloras”, Candy al escucharlo corrió a sus brazos los cuales ya estaban listos para recibirla, Albert la acurruco en su pecho mientras ella lloraba de alegría
Al separarse, Candy se sentía muy bien por fin había encontrado a su príncipe pero sobre todo resulto ser la persona de la que se había enamorado sin saber su verdadera identidad, Albert la tomo por la cintura y levantándole la barbilla con la otra, la miro a los ojos diciéndole
---Candy la luz de tú mirada, me ha acompañado todos estos años, te amo princesa
---Albert la luz de tú mirada, llena mi vida de alegría, te amo
Albert la beso de manera tierna, Candy se sentía flotar la persona que amaba era a la vez su tutor, su príncipe y su mejor amigo, tomados de la mano regresaron a hogar de Pony donde todos ya estaban listos para dar comienzo al festejo, una vez que tomaron su lugar Albert se percató que ella portaba el anillo de compromiso que le había dado, le tomo la mano y dándole un beso le dijo al oído, soy el hombre más feliz al saber que la mujer que amo me ha aceptado sin reservas, Candy se ruborizo al oírlo y le dedico la mejor de sus sonrisas
Una vez terminada la fiesta todos decidieron quedarse a dormir y pasar unos días con los chicos del hogar de Pony antes de regresar a Chicago, como había anunciado Albert llego a Chicago hasta finales de mayo, la llegada del patriarca dio lugar a un revuelo en la mansión, la tía abuela les indico a Stear, Archie y Candy que conocerían por fin a el tío abuelo William, a la hora señalada un automóvil se estaciono en el la entrada de la mansión del cual bajo primeramente George y posteriormente William, Candy al verlo tuvo que reprimir el impulso de correr hacia él, la matriarca se adelantó para saludarlo, él la beso en la frente de manera cariñosa, para posteriormente saludar a sus sobrinos y al final a Candy a quien le beso los nudillos
Una vez que se encontraban todos en el salón Albert se dirigió de manera relajada a Stear preguntándole por sus estudios y sus experimentos, este le contesto que seguían estudiando gracias a sus tutores y sus experimentos algún día darían resultado, al escuchar aquello todos se rieron de él, Archie le contó que cuando terminara su preparación tenía pensado entrar a la Universidad de Massachusetts para estudiar abogacía, Candy estaba tensa, no lograba quitarle la mirada a Albert, el cual solo la veía de reojo, la tía abuela al ver que William se dirigía con mucha familiaridad con sus sobrinos le dijo
---William pareciera que los conoces y es la primera vez que los ves
---Así es tía, los conozco gracias a Candy
---Como dices William?
Candy solo atinó a bajar la mirada al escuchar el tono de voz de la tía abuela, había llegado el momento de enfrentarse a ella, William levantándose del sillón se dirigió a su tía
---Tía podemos hablar un momento en la biblioteca?
---Pero William de que se trata todo esto?
---Vamos a la biblioteca tía ahí le explicare todo
La matriarca abandono el salón seguida por Albert quien le mando con un además un beso a Candy, mientras a los chicos les indico con un ademán que se quedaran con ella, una vez en la biblioteca se sentó detrás del escritorio indicándole que se sentara frente a este
---Tía conocí a los chicos en Londres gracias a Candy, además he convivir con ellos estos dos años
---Y como conociste a Candy, pero sobretodo donde la conociste?
---A Candy la conocí desde que era niña, la primera vez que la vi fue en la colina que está más allá de la cascada, un día que había salido sin permiso, específicamente el día que Usted dio indicaciones de que estuviera encerrado por la fiesta que llevaba a cabo en la Mansión de Lakewood
---Pero eso fue hace muchos años William
---Es verdad, tiempo después la volvía a ver en la cascada cuando el bote donde iba cayo, yo la rescate y la lleve a la cabaña donde me alojaba en ese tiempo
Albert siguió contándole todos los momentos en que se habían visto desde entonces y cómo fue que había decidido adoptarla, como fue que después de la muerte de Anthony había mandado a todos a Londres y él se había trasladado para allá para estar más cerca de ella y sus sobrinos, también le contó de las vacaciones en Escocia y las de navidad al lado de ellos, la tía abuela se sorprendió de todo aquello pero se mostró calmada hasta que escucho que William era el pretendiente y futuro esposo de Candy y estallo
---William te has vuelto loco?, como puedes decir que la amas, si es una jovencita y tu un hombre, además que eres su tutor
---Es verdad tía la amo y ella a mí, estamos comprometidos y me casare con ella, lo acepte Usted o no, además eso de ser más grande no le veo mayor problema, y como bien dice soy su tutor más no su padre, entre y yo no hay ningún parentesco tía
Elroy se quedó callada, en el fondo sabía que Albert tenía razón no era su padre, pero que esa chiquilla fuera la esposa del patriarca era algo que ella no esperaba, miro directamente a William a los ojos y lo que vio solo le indico que era inútil oponerse si es que quería seguir al lado de su sobrino favorito, por lo que recuperando el habla le dijo
---Es verdad William pero…pero estas seguro de lo que harás, ella no está capacitada para llevar las riendas de una familia como la nuestra, recuerda que es huérfana el escándalo será muy grande para nuestra familia cuando todos se enteren
---Tía sabe muy bien que eso no es cierto, ella cuanta con el respaldo de los Andrew, además ella puede aprender de Usted a llevar las riendas de la familia, claro si está de acuerdo, pero una cosa si le digo tía no renunciare a Candy
La tía Elroy no estaba tan convencida de esa relación pero sabía que si se oponía a Albert abiertamente saldría perdiendo, ya que ante el consejo él era el patriarca de la familia desde hacía años y presidente de las empresas en cuanto cumpliera los 25 años, cosa cada vez más cercana, por lo que con resignación acepto ayudar a Candy para convertirse en la próxima matriarca en cuanto se casara con William
---Está bien William, de cuánto tiempo disponemos para que ella aprenda a llevar a cabo su labor
---Gracias tía, deseo que nos casemos la próxima primavera si ella está de acuerdo, Claro
La matriarca solo asintió con la cabeza, salió de la biblioteca y se dirigió a su habitación para descansar después de esa conversación con William, por primera vez se sintió vieja, había llegado el momento de que pasara las riendas de la familia a la nueva generación y nunca pensó que esa chiquilla adoptada fuera la nueva matriarca, pero si eso era lo que quería William, eso seria
Albert, le comento a Candy todo lo que había hablado con su tía y el acuerdo al que habían llegado por lo que a partir de ese momento ella tenía que aprender a llevar las riendas de la mansión con ayuda de la tía Eloy, Candy se sorprendió que la tía hubiera aceptado tan rápido su compromiso además de ayudarla en lo necesario para llevar a cabo su nuevo papel dentro de la familia y el clan, cuando Albert le comento que la boda seria la próxima primavera ella no podía estar más feliz, ya que un día de primavera había conocido a su príncipe y un día de primavera le había dado su primer beso
El día del compromiso llego, Albert lucia impecable en su traje y Candy en un hermoso vestido Azul, el cual hacia juego con el traje de él, en el salón se encontraban las familias más importantes de Chicago, además de sus amigos, Paty, Annie y Terry el cual había recibido la invitación por parte de Albert gracias a la correspondencia que aun mantenían, ahora Terry era un actor destacado en teatro iba acompañado de su prometida Claire Smith una actriz de teatro muy guapa, Stear y Archie se mostraban muy felices por Candy y Albert al ver cuánto se amaban uno al otro
Capítulo 12
Todos sus amigos se emocionaron al ver la pareja que se encontraba al pie de las escaleras, hacia días que Annie y Paty conocieron la verdad sobre Albert, que él era el patriarca de la familia, Annie no lo podía creer, él el abuelo William eso si era una gran sorpresa y en el fondo le tenía un poco de envidia a Candy, primero la adoptaba una familia con más abolengo que los Britter y terminaba comprometida con el patriarca de dicha familia, eso era tener suerte había pensado la chica
La noticia de que Albert era el patriarca había sorprendido también a Terry, después de haberlo conocido como un tipo sin mayores recursos resultaba que era uno de los hombres más adinerados y heredero de una de las familias más poderosas y de abolengo en América, eso sí era algo difícil de creer, pero no se perdería el asistir a dicho evento y desearles felicidad, a pesar de que nunca pudo expresar su sentir por Candy estaba feliz que la pecosa hubiera encontrado al amor de su vida
La tía Abuela dio inicio a la celebración anunciando la presencia de William Albert Andrew y su prometida la señorita Candice White Andrew, más de un invitado lanzo exclamaciones al ver la juventud del patriarca, las damas presentes no daban crédito al ver que el patriarca además de joven era guapísimo, pero ya se encontraba comprometido anulando cualquier intento de atraparlo, los más sorprendidos con ese anuncio habían sido los hermanos Legan, Elisa había reconocido al novio de Candy, era el mismo con el que la había visto en Londres y resultaba ser el patriarca, vaya suerte que tenía esa huérfana, Neil apuro su copa y salió del salón a uno de los balcones no quería verse inmiscuido en nada que se le ocurriera a su hermana nuevamente
El baile dio comienzo y la pareja festejada dio inicio al baile, mostrándose felices de estar juntos por fin delante de toda la gente sin ser juzgados y disfrutando de su amor, para Albert era un sueño hecho realidad después de tanto tiempo de estar siempre a su lado y ahora tenerla entre sus brazos como su prometida era algo que no cambiaría por nada, Candy se sentía dichosa de poder estar al lado de su príncipe como le llamaba a veces cuando estaban solos pero más que nada feliz de poder estar junto a la persona amada
Ambos lucían felices y muy sonrientes, platicaban, bailaban sin separarse para nada, de vez en cuando se acercaban a la mesa de las bebidas solo para refrescarse un poco, Albert le pidió salir al jardín, ella lo siguió, en ese momento las luces del salón quedaron atrás, ellos se adentraron un poco más buscando un poco de intimidad, Albert la quería un momento para él solo después de ese mes tan agitado que habían tenido, pero ahora estaban solo en medio del jardín aspirando el perfume de las flores, Albert se acercó un poco a Candy y la tomo su rostro entre las manos
---Sabes cuánto te amo - dijo con un susurro al oído
---Yo también te amo…Albert - le contesto ella sintiendo que sus piernas le flaqueaban
Albert se dejó arrastrar por sus sentimientos y comenzó a besarla con delicadeza al principio pero poco a poco con más intensidad, Candy sentía que ese beso encendía algo dentro de ella que la impulsaba a corresponderle con más intensidad también, el calor que le atravesaba el cuerpo incrementaba a cada momento, Albert la sentía estremecerse entre sus brazos y algo lo regreso a la realidad si seguían así no sabía si sería capaz de detenerse a tiempo por lo que se separa un poco de ella
---Candy te amo…pero ante todo…te respeto…debemos regresar –le dijo con la voz entrecortada
---Albert…tienes razón…alguien puede vernos
Albert la condujo nuevamente al salón donde volvieron a la pista de baile, Albert platico un momento con Terry, mientras Candy era acaparada por las chicas, poco después la fiesta llegaba a su fin, todos los invitados se retiraron a su habitación
Candy en la soledad de su habitación recordaba lo que había sucedido en el jardín horas antes, aun sentía las caricias de Albert en su cuerpo, el sabor de sus labios que la volvía loca, iba ser muy difícil aguantar casi un año para ser su esposa, pero ante todo sabía que él era un caballero y ella debía comportarse a la altura de las circunstancias, pero sería muy difícil
Albert no la estaba pasando mejor, recordaba el cuerpo de Candy estremecerse bajo sus brazos, la forma en que ella correspondía a sus caricias, su corazón palpitante, pero ante todo recordaba que ella lo amaba por lo que no haría nada para faltarle al respeto o dar pauta para que alguien hablara mal de ella, sería un año difícil pero aguantaría su deseo de hacerla suya hasta que fuera su esposa
A la mañana siguiente empezaría la ardua tarea de Candy para convertirse en su esposa, durante ese largo año tendría que tomar nota de todo lo que la abuela le indicara para poder ser la anfitriona perfecta, la dama que representara a la familia en sociedad, además por sugerencia de Albert y decisión de Candy habían acordado que se presentaría junto con él en las empresas para poder aprender de los negocios para ser el complemento perfecto como futura esposa y matriarca
Terry volvió a Nueva York a sus presentaciones, Los Legan por orden de Albert volverían a su mansión cerca de Lakewood y Paty junto con su abuela regresaban a Miami, todos volverían hasta el día de la boda nuevamente.
Albert se sentía orgulloso de llevarla del brazo por los pasillos de la empresa y las oficinas, presentándola como su futura esposa, que bien se escuchaba eso, además de Candy, Archie también se incorporaría a las empresas ya que era su deseo participar en las mismas, al mismo tiempo que estudiara en la Universidad por lo que Candy tendría un apoyo en él para no sentirse sola en esa nueva tarea que ambos emprendían, cada mañana salían los tres para dirigirse a las empresas donde Candy permanecía al lado de Albert aprendiendo todo lo relacionado con las mismas, asistía a todas las juntas que Albert tuviera programadas mientras Archie trabajaba al lado de George, los tres comían juntos ya sea en la oficina o en algún restaurant a la hora de la cena todos volvían a casa para estar juntos con la tía abuela y Stear quien no había querido incorporarse a la empresa decidiendo solo dedicarse a sus estudios
Algunas veces salían a cenar ellos dos solos, tiempo que aprovechaban para escapar del escrutinio de todos, les gustaba mucho pasar ese tiempo juntos en el parque, en alguna cafetería, un restaurante, además de alguna ocasional cena de caridad
Los meses pasaron con apremiante rapidez, Candy y Albert habían acordado desde el principio de su compromiso que vivirían ambos en la mansión de Chicago pero que la boda se llevaría a cabo en la mansión de las Rosas, en Lakewood, por lo que dos semanas antes del enlace las chicas junto con Candy se trasladaron hacia allá para arreglar todos los detalles de la ceremonia ya que como decía la tía abuela, no siempre se casaba el patriarca del Clan y todo debía estar listo para la celebración del año, además de Annie y Paty quienes se trasladaron con ella, también llegarían los chicos Cornwell una semana antes del enlace
Albert debido a un viaje de negocios que había surgido de último momento en Nueva York viajaría junto con Terry y su ahora esposa Claire días antes del enlace, Albert quien no estaba nada tranquilo, solo esperaba poder resolver el problema para viajar, Terry con quien en ese momento bebía una copa en un bar, veía a su amigo quién no podía ocultar su nerviosismo y se reía de él a sus costillas
---Calma Albert, ella no se casara hasta que tu llegues – le dijo en tono de broma
---Terry no estoy para bromas, no te das cuenta que esto se ha alargado demasiado y no puedo resolverlo – le dijo de manera seria el rubio
---Tranquilízate todo saldrá bien veras que para mañana terminaras y podremos viajar a Lakewood además apenas es domingo tienes todavía dos días para resolver el problema – le dijo el castaño tratando de animarlo
---Si tal vez tengas razón…es solo que extraño estar junto a ella…la amo mucho es tan especial
---Si lo sé Albert, sé cuánto la amas…pero recuerda ella te ama igual
---No sé qué haría sin ella Terry
Terry podía darse una idea de lo que sentía Albert ya que alguna vez pensó estar enamorado de la pecosa, pero al ver que ella no veía a nadie como lo veía a Albert, decidió simplemente hacerse a un lado y dejar que fuera feliz con la persona a quien amaba, claro ella nunca sabría lo que en su momento había sentido por ella, pero eso era pasado ahora su felicidad estaba al lado de su esposa, Claire, quien lo amaba con la misma intensidad que él a ella
---Todo saldría bien – le dijo para darle ánimos
A la mañana siguiente Albert estaba dispuesto a sacar adelante los acuerdos pendientes a como diera lugar, de no ser así dejaría a George en Nueva York y el viajaría con destino a Lakewood en martes, no podía quedarse más tiempo ahí, el problema con los contratos del nuevo cliente se solucionaron hasta muy tarde, pero lo había logrado todo quedo firmado y en regla para poder llevarlo ante los abogados para hacer los trámites pertinentes por fin después de quince días arduos de trabajo podía viajar sin presiones
Terry, Claire, Albert y George dejaron Nueva York el martes a mediodía, ya en camino Albert pudo respirar tranquilo por primera vez en muchos días ya estoy en camino princesa, ya voy nuevamente contigo pensó mientras tomaba un pequeño refrigerio en el comedor del tren llegarían casi a media noche pero eso no importaba, había mandado un telegrama para que estuviera listo un automóvil para recogerlos en la estación y llevarlos a la mansión si todo salía como estaba previsto vería a su prometida el miércoles tal vez antes del desayuno
Después de un viaje de tantas horas por fin habían llegado, el matrimonio Grandchester se dirigió a su habitación designada, pero Albert fue directo a la habitación de Candy aun en contra de los reclamos de la tía Elroy, debía verla era todo lo que deseaba en ese momento toco a la puerta y antes de escuchar el pase abrió solo para encontrase a su novia lista para bajar a desayunar, Dorothy al verlo entrar de esa manera salió sin esperar ninguna indicación por parte de ellos, en dos zancadas Albert llego hasta ella y la tomo en sus brazos para besarla con devoción y anhelo por fin estaba nuevamente en sus brazos
---Te extrañe…moría por estar contigo…gracias a dios ya no nos separaremos más
---Yo también te extrañe…deseaba poder abrazarte
Albert subió una mano hasta su cuello y la deslizo por su nuca para acercarla más a él y con la otra la tomo de la cintura para besarla, Candy se sintió extasiada al sentir la presión en sus labios, al tenerla entre sus brazos Albert no pudo reprimir lo que su propio cuerpo deseaba por lo que ella sintió su palpitante masculinidad en su vientre, sensación que la embriago, deseando poder corresponderla de la misma forma, la corriente que los atravesó a ambos fue tan fuerte que Albert tuvo que recurrir a todo su autocontrol para no hacerla suya en ese preciso momento
---Candy te amo…lo siento…no debí…
---Albert… es mejor que bajemos
CCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCC
Para el viernes las madres de Candy junto con Tom llegaban a la mansión para estar presentes en el enlace de quién consideraban su hija y hermana respectivamente, todos bromeaban entre si esperando el gran momento y este llego, a Candy la arreglo Annie, Dorothy y Paty, la rubia era hermosa pero ese día lucía más aún si eso era posible, llevaba una juego de gargantilla y aretes de diamantes que Albert le había regalado, su cabello lo recogieron en un moño alto dejando caer las puntas de manera desordenada dándole un toque muy sensual a su peinado, su escolta seria Tom, el cual había hecho valer sus derechos sobre Archie y Stear señalando que él y solo él era su hermano, ellos podían ser sus primos, amigos paladines o partir de ese momento sus sobrinos pero él era su hermano por lo cual tenía dicho derecho
Para escoger al padrino de Albert no fue fácil ya que al ver que no podían escoltar a Candy ambos querían ser los padrinos de Albert por lo que este recurrió a la diplomacia y escogió Stear solo por ser el mayor de ellos y no por otros motivos como les había explicado, una vez resultó el problema todos estaban felices del enlace matrimonial de los dos rubios, Archie escoltaría a Aniie y Paty, mientras Terry iba del brazo de su esposa, Elisa iba del brazo de su hermano al no poder encontrar pareja mejor
Una vez finalizada la boda se trasladaron a la mansión donde todo estaba dispuesto para la velada, el matrimonio Andrew les dio la bienvenida a todos sus invitados una vez finalizado el banquete los nuevos esposos iniciaron el baile, el cual duro horas pero Albert y Candy tenían otros planes, ambos se escabulleron en pleno baile para dar comienzo a su luna de miel, Albert le había pedido a George subir las maletas a su auto, una vez en el auto Albert manejo en dirección de la cabaña del Bosque lugar donde pasarían su primera noche de bodas para posteriormente viajar a Miami donde pasarían un mes de luna de miel
Al llegar a la cabaña Albert le abrió la puerta para ayudarla a bajar, la tomo en sus brazos y como dicta la tradición cruzo con ella el umbral de la cabaña, una vez dentro Candy pudo observar que la cabaña estaba llena de velas dándole un toque romántico e íntimo a la vez, Albert la deposito en el suelo con sumo cuidado mientras iba por las maletas a su regreso las subió directamente a la habitación y bajo por ella
Al llegar a ella la abrazo por detrás, percibiendo el perfume que lo embriago, comenzó a besar su cuello despacio mientras sus manos acariciaban sus caderas, la giro despacio para poder besar sus labios, Candy puso sus manos en el ancho pecho de Albert sintiendo una ola de calor que la atravesó provocando humedad en su intimidad, Albert la tomo en sus brazos para llevarla por las escaleras hasta la habitación que estaba decorada con pétalos de rosas rosas las favoritas de ambos, al bajarla la hizo girar para volverle a besar el cuello, sus manos desabotonaban hábilmente cada botón con suavidad para dejar al descubierto parte de su piel que era tan tersa como la porcelana, conforme la piel era expuesta él iba besando cada parte de la espalda con suma delicadeza provocando en Candy un cumulo de emociones
Ella giro al ver caer toda la parte superior de su vestido, Albert lanzo un suspiro al ver los suaves senos de su ahora esposa
---Eres hermosa- le dijo en un susurro
Ella subió las manos para desabrochar su camisa lentamente y al igual que él había hecho antes besar su pecho, Albert la tomo de la barbilla acariciando su rostro, la rubia se abrazó a él por su cuello, buscando sus labios, el resto de la ropa cayo sin darse cuenta, Albert acaricio los hombros y la espalda de Candy con infinita ternura provocando en su amada sensaciones que la embargaban, poco a poco su mano fue trazando una línea desde sus senos bajando por su vientre mientras la besaba suavemente, Albert llevo su mano al centro de su feminidad para acariciarla lentamente provocando que ella arqueara la espalda él con su mano en la espalda la fue dejando caer lentamente en la cama para posarse encima de ella de manera suave , la rubia buscaba sus labios mientras con sus manos acariciaba la piel de ese hombre que tanto amaba
---Albert…te…necesito - dijo con la voz entrecortada
Albert no aguantaría más la urgencia que sentía de poder reclamarla como suya, por lo que levantándole las caderas la penetro de manera suave y despacio para que se acostumbrara a él mientras sus manos masajeaban sus senos, Candy lanzo un grito Albert la beso en los labios tratando de ahogar de esa manera su dolor cuando sintió que ella se movía hacia delante buscándolo, el inicio un movimiento de adentro hacia afuera provocando el éxtasis de la rubia y al mismo tiempo provocando que se derramara dentro de su ella logrando tocar el cielo al mismo tiempo
Candy se sentía dichosa el hombre que había amado por tanto tiempo era ahora su esposo estaba en sus brazos, Albert lanzo un suspiro por fin podía gritar a los cuatro vientos que la mujer que amaba era suya en cuerpo y alma
Fin