ABSTRACT
La ontología formal como rama principal de la metafísica investiga las categorías del ser. En el enfoque ontológico formal de la Metafísica, estas categorías ontológicas son analizadas mediante formas ontológicas. Este análisis, que el Elemento ilustra mediante algunos sistemas de categorías, proporciona una herramienta para evaluar la claridad, exactitud e inteligibilidad de diferentes sistemas de categorías u ontologías formales. Se analizan interpretaciones críticamente diferentes de la forma ontológica en la literatura. El Elemento propone una explicación relacional neutral de la forma ontológica. En esta metateoría, las formas ontológicas de las entidades son sus posiciones en las relaciones internas cuya tenencia es neutral en cuanto al carácter de sus relata. Estas relaciones son "relaciones ontológicas formales". El Elemento concluye mostrando que esta metateoría es útil para comprender la fundamentalidad/no fundamentalidad categorial, diferentes ontologías formales y para unificar cuestiones metafísicas.
1 INTRODUCCIÓN: CONTRA LA "FANTOLOGÍA"
Consideremos dos visiones del mundo en competencia a grandes rasgos:
Según el primero, todo lo que existe consiste en una pluralidad de procesos en constante evolución en los que nada permanece igual. Un ejemplo paradigmático de tal entidad es un río que está en constante flujo.
El segundo presenta una visión completamente diferente de la naturaleza fundamental del ser: está constituido por sustancias, es decir, portadores de propiedades contables, independientes y persistentes, como cuerpos inanimados.
Estas visiones del mundo dan diferentes respuestas a la pregunta sobre las categorías del ser. Las preguntas metafísicas fundamentales son entonces ¿cuáles son las categorías del ser (categorías ontológicas, en adelante “categorías”, para abreviar) y cuáles son sus relaciones?
La ontología formal es inicialmente la rama de la metafísica, un campo de estudio para abordar estas preguntas clásicas. Por tanto, una respuesta a ellas es una ontología formal: una teoría de categorías. La ontología formal es también un enfoque de la metafísica que proporciona herramientas teóricas para discutir la igualmente perenne pregunta metodológica de seguimiento: ¿cómo se supone que debemos resolver el problema antes mencionado sobre las categorías, incluidas las posibles categorías fundamentales?
La “ontología formal” es entonces una expresión que necesita ser desambiguada. Tiene tres significados diferentes conectados:
(1) una rama de la metafísica;
(2) una teoría de categorías; y
(3) una aproximación a la metafísica.
Este es principalmente un elemento sobre la ontología formal como enfoque, aunque también analizamos algunas ontologías formales contemporáneas como teorías de categorías. De hecho, es la primera visión sistemática, detallada e históricamente informada de la ontología formal. Introduciremos y defenderemos una metateoría del enfoque ontológico formal en lugar de cualquier teoría de categorías o una visión exhaustiva de las ontologías formales contemporáneas. Esta metateoría implica una explicación de la ontología formal como una rama principal de la metafísica y una visión nominalista de segundo orden en la que las categorías –cualesquiera que sean– no son entidades numéricamente distintas de sus miembros. El presente Elemento es entonces principalmente un ejercicio de metametafísica, es decir, el campo de la filosofía que estudia la naturaleza de la metafísica: su materia, ramas, método, conceptos, epistemología y semántica.
En el enfoque ontológico formal, las categorías se analizan por las formas en que las entidades son, es decir, por formas de ser o formas ontológicas, como el ser de forma independiente. Por tanto, las formas ontológicas determinan la pertenencia a categorías. Por ejemplo, si una entidad existe de forma ontológicamente independiente, numéricamente idéntica, persistente y portadora de propiedades, algunas ontologías formales, como teorías de categorías, la considerarán miembro de la categoría de sustancias. En consecuencia, una metateoría sostenible de la ontología formal necesita una explicación satisfactoria de la forma ontológica y su diferencia con el ser o la existencia. Propondremos tal relato más adelante.
Los ontólogos formales entonces no dejan las categorías implícitas o intuitivas, ni las consideran simplemente parte de la “ideología” (Quine 1953: cap. VII),1 ni leen las categorías a partir de la supuesta forma lógica de las proposiciones. Por el contrario, en la metafísica analítica actual, un enfoque general directamente inspirado en la sintaxis de la lógica de predicados ha asumido un papel dominante en la formulación del problema sobre las categorías reales y sus relaciones, otras cuestiones metafísicas y sus respuestas competitivas.
Siguiendo a los ontólogos formales Barry Smith (2005), E. J. Lowe (2013) e Ingvar Johansson (2016), lo llamamos fantología. Smith caracteriza la fantología como:
[l]a doctrina en el sentido de que uno puede llegar a una ontología correcta prestando atención a ciertas características superficiales (sintácticas) de la lógica de predicados de primer orden... Más específicamente, la fantología es una doctrina en el sentido de que que la clave de la estructura ontológica de la realidad se captura sintácticamente en el 'Fa' (o, en versiones más sofisticadas, en el 'Rab') de la lógica de primer orden, donde 'F' representa lo que es general en la realidad y ' a' para lo que es individual. De ahí la palabra “fantología”. (Smith 2005: 153-4)
En lugar de ver la fantología como una teoría de categorías específica, la consideramos un paradigma para realizar investigaciones metafísicas y el estudio de categorías basadas en un cierto conjunto de supuestos incuestionables. Estos supuestos se pueden dividir en dos subdemandas más amplias. La primera es que existe algo llamado forma lógica de oraciones descriptivas expresadas mediante fórmulas bien formadas de la lógica de predicados. En consecuencia, existe una forma preferida –aunque quizá no única– de formular nuestras descripciones formalizándolas en lógica de predicados. En segundo lugar, esta estructura lógica refleja la estructura categorial del ser. En otras palabras, existe una manera indirecta de dar cuenta de la estructura categorial considerando cómo se clasifican las expresiones de referencia en la lógica de predicados.
Existe una cierta familia de puntos de vista diferentes sobre la estructura categorial que uno puede adoptar en este paradigma. Estos puntos de vista están limitados al tomar la sintaxis lógica como modelo para formar afirmaciones estructuradas lógicamente correctamente sobre la realidad.
De manera similar, diferentes problemas y puntos de vista metafísicos se formulan mediante el lenguaje lógico privilegiado de la lógica de predicados. Finalmente, el núcleo de la concepción fantológica es el siguiente supuesto sobre las distinciones de categorías: los existentes se dividen en particulares (los referentes de los términos singulares), por un lado, y propiedades y relaciones (con cierta adicidad definida, es decir, el número de lugares, los referentes de los términos predicados), por el otro.
Un representante popular de este enfoque es la visión ontológica tradicional russelliana que sostiene que las propiedades y las relaciones son tipos específicos de entidades propias, propiedades o relaciones universales que son directamente poseídas (ejemplificadas) por los particulares. Aquí, las propiedades se consideran un caso especial de relaciones, relaciones de un solo lugar (Russell 1903, 1912, 1918; Armstrong 1978, 1997; Hochberg 2000).2 Los particulares, a su vez, ejemplifican universales con cierta adicidad específica, es decir, el número de lugares'. Así, las formas en que ocurren las propiedades y relaciones como constituyentes de la realidad están limitadas por reglas completamente análogas a las de la sintaxis lógica: al igual que las expresiones de predicados, las propiedades y relaciones son monádicas, diádicas, triádicas, etc., dependiendo del número de particulares que contengan y que deban combinarse con para constituir ejemplificaciones completas de propiedad/relación ('hechos').
Las diferentes ontologías de hechos (por ejemplo, Russell 1918; Armstrong 1978, 1997; Hochberg 2000) desarrollan aún más estas ideas cosificando las ejemplificaciones de propiedades/relaciones como hechos. Independientemente de la voluntad de uno de asumir hechos –o cualquier entidad singular correspondiente a ejemplificaciones de propiedades/relaciones– uno puede asumir que todos los constituyentes básicos de la realidad son posibles referentes de términos singulares o predicados de uno o muchos lugares. En lógica de predicados de primer orden, se puede tomar una fórmula abierta arbitraria 'ϕx' de un lenguaje dado que tenga solo la variable 'x' como libre y considerar 'ϕx' como una expresión de predicado. Según la concepción abundante de propiedades, cualquier predicado de este tipo se refiere a una entidad general, “la propiedad ϕ de x” o “la propiedad de ser ϕ” (la concepción abundante se generaliza fácilmente a predicados de muchos lugares y las relaciones correspondientes). Por ejemplo, ser humano y que 2+2=4 puede considerarse una propiedad de David Armstrong en esta concepción si 2+2=4 es una verdad necesaria. Por lo tanto, se supone que las expresiones de predicados representan propiedades/relaciones abundantes. De manera similar, se supone que todos los términos singulares se refieren a entidades que pertenecen a una sola categoría: particulares.
Es importante reconocer que para dibujar la distinción particular/universal, el defensor del enfoque fantológico debe hacer un uso esencial de la ejemplificación: los universales de propiedad/relación son entidades que pueden ser ejemplificadas por (uno o más) particulares, pero no al revés. Es más, pueden agregar que los universales son referentes potenciales de expresiones de predicados (“propiedades”) y capaces de ubicarse en múltiples ubicaciones (como totalidades, a la vez), mientras que los particulares no lo son.3
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