Los Padres C.PP.S. en Chile dieron la bienvenida a un huésped muy especial en la mitad de diciembre pasado. Su visitante, un antiguo amigo y patrocinador de las misiones chilenas, era el Reverendísimo Joseph M. Marling, C.PP.S., obispo de Jefferson City, Missouri.
A medida que Su Excelencia visitaba cada uno de los puestos de misión, sin duda recordó muchas cosas de los ‘comienzos’ hechos por los Padres de la Preciosa Sangre en los primeros años de vida de la misión en Chile. Porque fue bajo la guía del Obispo Marling, entonces provincial norteamericano, que la Sociedad de la Preciosa Sangre hizo su entrada inicial a los campos de misión de Chile a fines de 1947.
Mientas pasaba el día de Navidad, de 1960, con la gente de la casa de la parroquia de San José en Santiago, el Obispo graciosamente acompañó a los Padres para hacer otro comienzo – la partida de un nuevo edificio escolar para la misión de Nuestra Señora de la Preciosa Sangre.
El Padre Leo Herber, que atiende este centro de misión desde su puesto de vicario en San José de Plaza Garín, envió la siguiente cuenta del memorable día ceremonial de la bendición y colocación de la primera piedra del nuevo colegio.
La Población Roosevelt, un sector de misión o ‘hija parroquial’ de la Iglesia de San José en Santiago – gozó de un extraordinario y especial Día de Navidad, 1960. En esa tarde, mientras los rayos de sol brillaban cansados sobre los majestuosos Andes, un grupo de unas 200 personas se reunió en el patio del colegio de la parroquia de la Población para presenciar la bendición de la primera piedra de su nueva escuela parroquial. Presidió la ceremonia el Reverendísimo Joseph Marling, C.PP.S., Obispo de Jefferson City, Missouri, EE.UU.
Las incongruencias de la ambientación podrían haber hecho sonreír, si no, incluso reír, a los que no sabían y pasaban por ahí, por la solemnidad que se pretendía mostrar. La alta muralla de ladrillos que rodea la propiedad y hecha para mantener fuera a la gente, estaba cubierta de niños que se habían presentado para el espectáculo con todo tipo de ropa y que evidenciaban la limpieza o la falta de ella. Los más limpios estaban felices sentados en la tierra.
Un altoparlante se equilibraba precariamente de un gancho en las ramas de un joven vástago; y el micrófono conectado a la última moda del ‘hágalo usted mismo’ a un equipo de música descompuesto, no servía exactamente para destacar la presencia de los oradores en el escenario. Una pintura de un talento local sobre una escena de la Navidad, de no muy buen gusto, y no de mucho éxito, escondía una indecorosa letrina que estaba a cuatro metros del sitio de la ceremonia.
Pero el grupo presente no encontraba nada de qué reírse. Porque esta ceremonia de la bendición de la primera piedra de su colegio era un gran paso de progreso. Desde marzo pasado, peso a peso habían reunido laboriosamente US$ 1000 para este momento. Era una cantidad infinitamente pequeña comparada con el costo total. A ese ritmo tomaría unos 50 años terminar el colegio, sin mencionar las otras partes de la planta parroquial.
Lento pero Seguro
Pero algo se había hecho; algo más se estaba haciendo ahora. Para hombres que tienen que mantener a sus familias con sueldos de 80 centavos a US$1.50 al día, seguir con el sacrificio sería tremendo. Pero parecía que todos estaban de acuerdo en hacerlo y estaban dispuestos a tratar de hacerlo.
Actualmente – un mes después de la bendición de la primera piedra – la primera parte del nuevo colegio está lista para ponerle el techo. Por lo menos es seguro que una sala de clases, una oficina y un baño estarán terminados en marzo. También hay esperanzas, que si los costos del techo se mantienen bajos se podría pronto comenzar una segunda sala.
Cada año esperamos añadir dos nuevas salas hasta que todo el proyecto esté terminado.
Como el trabajo ya empezó y el edificio está tomando forma, el empuje para conseguir fondos ha aumentado considerablemente. No podemos engañar a nadie, ni menos a nosotros mismos, en pensar que estos empujes van a “pagar” toda la construcción. La pobreza abyecta de la gente impide pensar así. La mayor parte de la ayuda debe venir de ‘nuestros amigos de las misiones’. Sin embargo, cuando se encuentra que la voluntad de hacer sacrificios está realmente presente, uno está dispuesto a sacrificarse aún más.
Territorialmente la Población forma sólo una pequeña parte de la inmensa parroquia de San José. Alrededor de 20.000 almas en total son parte del sector de la Población de la parroquia de San José. Ese número es algo menos que un cuarto de la población total de la parroquia.
Diseño Funcional
La iglesia de la misión de la Población – que durante la semana sirve actualmente de colegio, sirve también de sala de reuniones y oficina parroquial – es una estructura de madera de alrededor de 15 por 8 metros. Sus dos salas, formadas por una pared movible, pueden acomodar confortablemente a 40 niños cada una. El año pasado un total de 337 niños asistieron al colegio en dos turnos – más de 400 tuvieron que ser rechazados a causa de la falta de espacio. Cuando sirve como iglesia, sin la muralla divisoria, proporciona bastante espacio para aproximadamente 200 personas de pie – el uno por ciento de la población total. Cuando el año escolar está en etapa regular – marzo a diciembre – muchos deben asistir a una de las tres Misas a través de las ventanas abiertas. En ocasiones mayores una misa de campaña en el patio del colegio es la única solución.
La sacristía, en el otro lado del pequeño santuario, ofrece una extraña mezcla de diferentes cosas. La sacristía del sacerdote sirve como oficina parroquial, cocina, pieza multiuso, oficina del colegio. En su closet para las vestiduras uno encuentra libros de clases, útiles para el colegio, artículos perdidos y material de primeros auxilios. En el otro lado, en la sacristía de los niños uno encuentra en la sala de la estufa – al menos hay una estufa – algunas escobas, tiza, leche en polvo, harina, pelotas de fútbol, quizás un ratón o dos y algunas hondas confiscadas. La sacristía de los sacristanes también aspira a ser una sala de reuniones y una oficina para dispensar golosinas.
Justo el año pasado en marzo, después de una considerable burocracia, se compró un terreno adicional para dar el espacio necesario para el futuro desarrollo de la planta de la futura parroquia. Entonces se construyó rápidamente un convento para albergar a un grupo de Hermanas de Argentina que venía a enseñar al colegio de la misión. Ahora en marzo tendremos el comienzo del nuevo colegio.
Mirando Hacia el Futuro
No cabe duda que esta misión puede tener un futuro muy brillante. Los Jóvenes Trabajadores (Obreros) Católicos, muchos de ellos ex miembros del Partido Comunista han hecho un gran trabajo en erradicar gran parte del anticlericalismo que hay aquí. Cuando los Padres primero comenzaron a trabajar aquí hace algunos años se enfrentaron a muchos ladrillos – tanto verbales como materiales – de aquellos que protestaban que no querían que ningún cura o padre los molestara. Ese tipo de abuso todavía se ve, por supuesto, pero los Jóvenes Trabajadores (Obreros) Católicos han infiltrado casi todas las organizaciones de la misión, tranquilamente, consistente y pacientemente, apoyando a la Iglesia y sus ideales.
Un grupo de hombres jóvenes recientemente comenzó la Confraternidad de la Doctrina Cristiana e impartieron las instrucciones al aire libre todas las semanas. Quince niñas están formando la versión local de la Cofradía del Rosario, y una joven pareja, familiarizada con la Legión de María en otra parroquia, está esperando el signo “Siga” para comenzar nuestro propio praesidium de la misión de la Legión.
Más de una docena de personas, que por ignorancia y falta de atención se alejaron de la fe, están ahora recibiendo instrucciones. El año que viene el número de alumnos subirá a 460. Ese número ahora aumentará en unos 160 al año hasta que haya suficiente espacio de salas para absorber al menos una cantidad razonable de la escuela de niños. Algún día en el futuro se verá a esta misión como un floreciente centro de vida católica.
Que nuestra Señora de la Preciosa Sangre, patrona de esta misión de la Población, la ayude y la guíe hasta ese día feliz (Precious Blood Messenger, marzo, 1961, págs.90-91-92-93, Vol.II).
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