ANÉCDOTAS EN PURRANQUE
ESCAPADA
El Padre Thomas Sweeterman y tres niños que iban con él en la camioneta Chevrolet pick-up, escaparon de quedar seriamente heridos cuando chocaron con un tren, cerca de Purranque, en el sur de Chile. El Padre Donald Thieman, vicario, estaba tomando desayuno en la casa parroquial, cuando llegó un hombre con la noticia que el Padre Tom había chocado con un tren. Sin saber cuán serias podrían ser las heridas, el Padre Thieman llevó consigo los Santos Oleos y corrió cerca de un kilómetro hasta la escena del accidente.
Los tres niños fueron llevados al hospital local para su observación y fueron pronto dados de alta. El Padre Sweeterman sufrió severas heridas, pero al parecer no sufrió fracturas. Los últimos informes dicen que el Padre Tom todavía está muy adolorido, pero puede continuar su trabajo en la parroquia.
¿La camioneta? Quedó prácticamente destruida.
DANDO A LUZ
El Padre Donald Thieman, uno de los últimos C.PP.S. en llegar a Chile, añade una historia de su propia cosecha a las noticias anteriores. Un domingo en la mañana, después de ofrecer Misa en una de las estaciones de misión distantes, el Padre Donald estaba sentado en la camioneta, comiendo algo antes de partir a otra comunidad – a una Misa después de almuerzo. Un hombre a caballo llegó corriendo y le gritó agitadamente algo en castellano al Padre. El Padre Thieman captó lo esencial del mensaje – se le necesitaba en una casa arriba en el cerro. El hombre se subió a la camioneta junto al Padre y se fueron por los caminos embarrados con las instrucciones del chileno, que más gesticulaba que hablaba. Alrededor de un kilómetro antes de llegar a la casa, se vieron forzados a abandonar la camioneta y a caminar el resto del camino.
Al entrar a la casa, el Padre Thieman se dio cuenta que se esperaba la visita de la cigüeña, antes que la del ángel de la muerte. Se necesitaba más la camioneta, que al Padre. Con toda prisa se improvisó una camilla y la mujer fue llevada a la camioneta.
Eligiendo el camino cuidadosamente, el Padre mantuvo la esperanza de llegar a tiempo al Hospital de Purranque. La camioneta, ahora con cinco pasajeros, llegó al Hospital a tiempo. El Padre Donald se considera muy afortunado que este viaje significara sólo un viaje adicional – pero no otro trabajo agregado.
Su comentario fue: “Me di cuenta que querían un chofer, no un sacerdote.” Es muy probable que el Padre haya añadido algunas palabras a su vocabulario y que el peligro de una nueva equivocación haya disminuido bastante.
¡AY, DE MÍ!
Cuando Purranque perdió su camioneta, el Jeep ya estaba teniendo sus desgracias y fue llevado a reparaciones. Luego, poco tiempo después de sacar el Jeep del garaje, empezó a perder bencina por la cañería. De vuelta al garaje. Luego, aparentemente alguien usó un soplete para soldar la filtración. Resultado – la bencina explotó. Si ellos sacaron o no la cañería del Jeep, antes de aplicar el soplete, no está claro. Pero, por lo menos, el Padre Thieman mencionó que tuvo que ir a Río Negro a pedir prestado un Jeep, temporalmente, mientras instalan nuevas cañerías.
El precio de la bencina, a propósito, subió cuatro centavos el litro. Eso es casi veinte centavos de dólar el galón, según nuestras medidas. En Chile nada sucede en mitades. O es todo o no es nada (Precious Blood Messenger, abril, 1959, págs.112-113-114-115, Vol.II).