TRIBUTO A LA HERMANA DOROTHY
Por Ambrose Lengerich
La Hermana (Sister) Dorothy Schmitmeyer, CPPS después de catorce años de dedicado servicio a los niños del Saint Gaspar College, en Santiago de Chile, ha sido elegida vicepresidenta de las Hermanas de la Preciosa Sangre de Dayton y debe retornar a los EE.UU.
En 1967, cuando llegó al St. Gaspar, fue directora de la enseñanza básica y profesora jefe de los niños de octavo básico. Después de uno o dos meses, todo el mundo se fijó en esta nueva directora. Los niños decían: Es “re’guapa” y “exige mucho”, pero es “dije”. Los padres decían: Es “simpática” y muy “preparada”. Los profesores comentaban: “Es otro boletín”, “nada se le escapa”, “es hora de hacer clases”.
Convencida que su apostolado es llevar la Buena Nueva a los pobres e ignorantes, ha sido bendecida con excelentes resultados. Sin mucha ayuda técnica o de personal, trabajó en los difíciles años 1967 a 1970, cuando la gente se estaba cuestionando, si enseñar a los niños para que llevaran la religión a casa, o enseñar a los padres a preservar la religión del niño. No existían programas sistemáticos para profesores de religión – sólo cursos de algún profesor aislado que supuestamente encontró un método que servía a su propósito en ese año en particular.
Con una aguda visión pedagógica, la Hermana Dorothy decidió no sólo comenzar un programa religioso para adultos sino intensificar la enseñanza religiosa a los niños. En vez de un profesor para cuarenta alumnos, dijo: “Dividamos la clase en tres grupos, con un profesor por cada grupo, y que la profesora jefe enseñe religión.”
A través de los años siguientes hasta 1975, su trabajo continuo con los padres y profesores, le permitió multiplicar sus esfuerzos, organizando el departamento pastoral, compuesto de padres, profesores y alumnos, todos activos líderes en el apostolado.
En 1975, renunció como directora y profesora jefe, dedicando todo su tiempo a la actividad pastoral en el colegio. Actualmente el departamento pastoral actúa como levadura que da el fermento cristiano a todas las actividades del colegio.
Los padres, los profesores y los alumnos no quieren que se vaya Sister Dorothy. Para muchos es una despedida triste, a pesar que la Hermana ha prometido, especialmente, que si no es reelegida, volverá al cabo de cuatro años.
Nosotros en el Vicariato Chileno tenemos una gran deuda de gratitud con ella por hacer del Saint Gaspar College, el colegio renovado, que es ahora. Le deseamos el mismo éxito en su nuevo trabajo con su Comunidad. (Cincinnati CPPS Newsletter, Nº 113, junio 30, 1980, pág.850)
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