134. Comunidades de jovenes de la Preciosa Sangre

Por Humberto Jaña

El que escribe este artículo desea presentar al lector el proyecto de la formación de comunidades de jóvenes de la Preciosa  Sangre en el Saint Gaspar College, en Santiago de Chile. Con gran esperanza y entusiasmo somos testigos que está naciendo entre la juventud una experiencia de vivir y compartir. Nos sentimos bastante motivados ahora que empezamos a ver los resultados, el fruto de los esfuerzos y búsqueda durante varios años, sobre cómo extender nuestra espiritualidad y la vida y obra de San Gaspar.

Por más de un año, hemos estado trabajando con una pequeña comunidad de pre-adolescentes, quienes como grupo están creciendo con entusiasmo en su búsqueda de vivir más auténticamente su llamado bautismal. En su plan de formación, están cumpliendo las diferentes etapas que se les propone. El Señor nos acompaña en este trabajo, y ha sido una ayuda para nosotros como Congregación, continuar con la búsqueda y renovar nuestra propia manera de vivir la Espiritualidad de la Preciosa Sangre.

El objetivo propuesto es la formación de “comunidades de vida” de la Preciosa Sangre en el Saint Gaspar College. Así, a través de un proceso gradual durante y después de la preparación en el colegio, los jóvenes pueden crecer y vivir su llamado bautismal en comunidad. La formación impartida a los jóvenes se esfuerza por integrar toda la realidad del joven: afectiva, social, religiosa, cultural, etc. De este modo se formarán con un sentido crítico de su propia realidad. A través de este proceso de formación, los jóvenes pasarán del individualismo a una solidaridad fraternal.

Estas “comunidades de vida” serán el medio que permitirá al joven crecer en un estilo de vida en conformidad con las Bienaventuranzas  (Mateo 5, 1-12). La participación activa en las comunidades debería llevarles a consagrar sus vidas, como bautizados al servicio de los necesitados, compartiendo con ellos sus talentos y capacidades ganadas a través del tiempo. Así serán signos proféticos y promotores de la liberación del ser humano, compartiendo con otros, sus hermanos en Cristo, la experiencia de haber sido redimidos.

La inserción de un joven en la sociedad contemporánea, en la que abundan los signos de vida y de muerte, demandará de la comunidad momentos de discernimiento profético, enfrentando los peligros que minimizarán el desarrollo y la liberación del joven.

La experiencia de Cristo debería ayudar a guiarlos hacia una experiencia de un auténtico amor humano, a una madurez equilibrada, y a una verdadera amistad que permita comunicación y relación. El modelo será el amor de Cristo, el amor consagrado en forma activa en la cruz, entregándose a Sí mismo, incluso dando Su Sangre por nosotros. 

Estas comunidades de vida debieran formar hombres de Iglesia que la amen y La respeten, reconociendo en Ella la presencia del Espíritu. Una vez alcanzada la madurez personal y de comunidad,  vendrá el momento de consagrar parte de su tiempo disponible al servicio y a la construcción del reino de Dios. La norma y la orientación guía de su amor serán los Estatutos de la Unión de la Sangre de Cristo.

En cuanto a la espiritualidad de la Preciosa Sangre, pretendemos que la persona joven madure en ella y la haga parte de su vida, como para poder identificarse a sí mismo con un modo de vida, con el dinamismo de la historia e insertados como agentes y protagonistas de un nuevo orden de cosas.

La espiritualidad de la Preciosa Sangre tendrá como su último fin dotar al joven con el valor y la fortaleza para enfrentar los deberes y los conflictos inherentes de su compromiso contemporáneo en el mundo.

Este es en líneas generales nuestro proyecto. Estamos conscientes que tenemos un largo camino por delante, y nos damos cuenta que tendremos que encontrar muchas dificultades y conflictos durante nuestra búsqueda. Pero estamos animados por el entusiasmo de los jóvenes y de poder darles la oportunidad de participar ahora en la construcción del reino y de nuestra sociedad contemporánea bajo una forma de vida que ellos mismos están construyendo. 

(Cincinnati CPPS Newsletter, Nº 214, septiembre 25, 1985, págs. 1697- 1698- 1699-1700)