45. EL SEMINARIO MENOR PARA 1958

 “Durante  el retiro, el Padre Seraphin Oberhauser anunció que podría comenzar un Seminario Menor tan pronto como estemos listos para ello. Como el año escolar comienza en marzo, es imposible comenzar un seminario este año, pero esperamos definitivamente que esté operando en marzo de 1958. Además,  en esa fecha se cumplirá   el décimo aniversario desde que nos hicimos cargo de las primeras parroquias que se nos confiaron en Chile.       “Hemos decidido partir con el proyecto a una escala humilde y experimental. La “Quinta” en San Bernardo, que compramos hace cinco años, servirá para nuestro primer seminario en Chile. Con un mínimo de gastos podremos hacer que el actual edificio sirva para albergar a diez o quince, incluso hasta veinte estudiantes. Vivirán en la “Quinta”, tendrán su Misa comunitaria y ejercicios espirituales en su propia capilla, tendrán clases especiales  sobre la Regla Religiosa, y quizás de latín, pero asistirán a clases generales en el colegio que los Padres Holandeses tienen en San Bernardo. De ese modo no necesitaremos tener todo un equipo de profesores nuestros. 

      “También hemos decidido aceptar sólo niños que hayan completado, al menos, el primer año de “Humanidades. El Padre Walter Junk ya ha sido designado como Procurador del Seminario. Él y el Padre Ambrose  Lengerich, que será designado como rector del Seminario, están ahora ocupados diseñando los planos para remodelar la planta, como también los patios de juegos, los jardines, etc. El Padre Junk todavía residirá en la parroquia de Santo Domingo hasta que su residencia permanente en la “Quinta” sea necesaria, mientras que el Padre Ambrose todavía está ayudando en la parroquia de San José. 

      “Pretendemos cobrar una suma moderada por alojamiento y comida y colegiatura, a todo niño que lo pueda pagar, pero me temo que tendré que confiar de nuevo en nuestros amigos ‘de casa’  para gran parte de los fondos necesarios para remodelar, y después, para la manutención y educación de los seminaristas. Todo lo que necesitamos ahora son vocaciones, y para ello, rogamos a nuestros amigos que recen. 

      “Pero estamos optimistas en ese sentido. Parece que nuestra insistencia en las escuelas parroquiales puede tener resultados en ese sentido. Durante el año pasado, tres niñas de la parroquia de San José entraron a los conventos y un niño entró al Seminario de los Asuncionistas. En marzo estamos mandando tres niñas más y tres niños a distintos conventos y seminarios. Los Padres John Wilson y John Kostik, ya tienen niños a quienes les están pagando su manutención en los seminarios diocesanos, con la idea que estos niños sean transferidos a nuestro propio seminario, una vez que esté establecido. El Padre Emil Dinkel también tiene una muy buena perspectiva, como se mencionó previamente en otras cartas del MESSENGER. 

      “Probablemente tendremos muchos dolores de cabeza y del corazón al comenzar, pero con San Gaspar y la Divina Providencia de nuestro lado, esperamos el futuro muy confiados. Por favor pídanles a nuestros lectores que digan una oración especial para solicitar las bendiciones de Dios para nuestros nuevos proyectos. Estamos agradecidos de la buena gente que se ha comprometido a pagar los gastos del seminario para Arturo Andrade, pero ahora rogamos a otros,  que ‘adopten’ otros postulantes necesitados al sacerdocio, ofreciendo pagar parte o toda su colegiatura. 

      “¡Que Dios les recompense todos sus sacrificios!”  

      La “Quinta” sobre la cual escribe el Padre Paul Buehler, fue una vez la residencia de verano de un rico abogado santiaguino. 

      Esta propiedad es típica de las residencias veraniegas de chilenos acomodados. Los edificios consisten en una gran casa para el dueño, con varias habitaciones de alojados, varias casas más pequeñas para los sirvientes y un pequeño corral para las vacas, caballos y distintas aves. Las tres hectáreas de tierra están plantadas con toda clase de árboles frutales y de nogales, que crecen en esa parte de Chile – un paraíso para el amante de la fruta y de las nueces. 

      Situada en las afueras de la ciudad de San Bernardo, que está a sólo veinticinco kilómetros al sur de Santiago, cerca de la línea férrea y de la Carretera Panamericana, la propiedad del nuevo Seminario parece estar ubicada idealmente. Una alta muralla de adobe rodea toda la propiedad, como es costumbre en Chile, y asegura a los seminaristas completa privacidad. Electricidad confiable, abundante agua para la casa y más en los canales de regadío para los jardines, aseguran a los Padres las cosas necesarias para una residencia cómoda para el estudio y la preparación del seminario (Precious Blood Messenger, abril, 1957, págs.109-110-111, Vol. I).