139. COMPRENDIENDO EL SACERDOCIO

Padre Humberto Jaña

Purranque, 1994

El Vicariato Chileno recibió a un nuevo sacerdote cuando Humberto Jaña fue ordenado el 1° de abril pasado por el Obispo Alejandro Jiménez de Valdivia, en cuya diócesis Humberto estuvo como diácono con el Padre Donald Thieman, en la parroquia de Cristo Rey, en esa ciudad al sur de Chile.

Humberto fue ordenado en la Parroquia de Nuestra Señora de la Preciosa Sangre en Santiago, en el barrio “Roosevelt”. El Padre Thieman fue el primer párroco allí y guió los primeros pasos de Humberto en la Congregación.

En su homilía de ordenación, el Obispo Jiménez transmitió los cálidos saludos de Valdivia, la tierra de los “copihues” y que adornaban el altar.

Comprendemos el sacerdocio sólo en relación a la gloria de Dios, dijo. Pero la gloria de Dios, como insiste San Isidoro de León, es la persona misma. La gloria de Dios no consiste en grandes iglesias, aunque sean necesarias. Tampoco consiste la gloria de Dios en una iglesia poderosa, aunque es importante que la Iglesia haga escuchar su voz. La gloria de Dios no se muestra a través de largas procesiones ni tampoco en hermosas ceremonias fundamentalmente.

La gloria de Dios está en hacer de nuestra vida un trabajo de fe para que las personas puedan actuar rectamente, para que sean más humanas y más libres, para que tengan trabajo y sepan que son hijos (as) de Dios y hermanos (as) entre sí.

El Obispo terminó diciendo a Humberto que debería aceptar su sacerdocio con absoluta confianza, porque se está entregando a un Maestro que es más fiel que nosotros mismos y porque el Señor lo ha llamado a él y lo quiere tal como es. Y le aseguró a Humberto que sus hermanos sacerdotes Misioneros de la Preciosa Sangre caminarán junto a él, construyendo con él el Reino de Dios.

Humberto, junto con el Padre Antonio Baus, ahora está a cargo de la parroquia de San Sebastián de Purranque. (Cincinnati CPPS Newsletter, Nº288, octubre 23, 1989, pág. 2454)