Seminaristas y formadores Barry Fischer y John Falter, 1983
(Humberto Jaña, Antonio Baus, Candelario Yocuté, Gerardo Lemus,
Rafael Fuentes, Daniel Martínez y Luis Osegueda)
Por Barry Fischer
Los pocos meses recién pasados han sido ciertamente dramáticos para Chile. Hemos tenido cinco días de protestas nacionales en contra del régimen militar de Augusto Pinochet, que recientemente celebró su décimo aniversario de una dura dictadura. Las protestas, que cada mes han crecido en intensidad y en violencia, han sido duramente reprimidas por los militares y la policía, dejando al menos cuarenta o más muertos. La Iglesia está tratando frenéticamente de facilitar el diálogo entre el gobierno y la oposición para poder evitar más drásticas consecuencias para la gente.
En medio de toda esta tensión de estas semanas, nuestro Vicariato Chileno ha tenido tres importantes celebraciones, concernientes a nuestros postulantes al sacerdocio. La primera de éstas, a continuación de mis reuniones del mes de julio del Vicariato, tuvo lugar en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, la noche del 30 de julio. Luis Briones, que está terminando sus estudios teológicos en la Universidad Católica, fue ordenado diácono por el Obispo de su ciudad natal (Los Ángeles, Chile) Monseñor Orozimbo Fuenzalida. Lucho tiene 32 años de edad y está con nosotros desde 1976. Recibió su título de Ingeniero Eléctrico, previo a sus estudios para el sacerdocio en la Congregación.
La segunda celebración tuvo como escenario a nuestra parroquia de San José. La noche del 15 de agosto, Candelario Yocuté Chacón, de 31 años de edad, hizo su Incorporación Temporal a nuestra Congregación. El Padre Larry Eiting, Director del Vicariato, presidió la ceremonia, con la participación de nuestra comunidad de Santiago y miembros de la parroquia, en donde Candelario está trabajando en el apostolado. Nuestro miembro recién incorporado es guatemalteco y llegó a Chile en 1980 para comenzar sus estudios de filosofía junto con nuestros seminaristas chilenos. Actualmente está en el segundo semestre de su primer año de teología en la Universidad Católica de Santiago.
Nuestros Padres en el sur no estuvieron al margen de las celebraciones. Se reunieron en Río Negro el 22 de agosto para presenciar la Incorporación temporal del Padre Juan González. Juan es originario de Puerto Rico, donde fue ordenado para la diócesis de San Juan. Después de varios años se puso en contacto con la Congregación en Chile, y hace dos años, comenzó su formación especial. La celebración en Río Negro, fue una combinación de hechos: aparte de la Incorporación, Juan fue instalado como el nuevo Párroco de la parroquia, ya que su cargo fue dejado vacante por el Padre Leo Herber que regresó a los EE.UU.
Como pueden ver, nuestro Vicariato Chileno está realmente ¡VIVO! La incorporación de nuevos miembros y la ordenación al Diaconado de Lucho, nos da grandes esperanzas para el futuro. Estamos esperando ansiosos la llegada de más seminaristas para 1984. Tres estudiantes (uno de Perú, y dos del grupo de Paul Aumen en Guatemala) se unirán a los estudiantes de teología en la Casa Central en Santiago. Con otro chileno que termina sus estudios filosóficos este año, en el sur, 1984 debiera ver una Casa Central llena, a plena capacidad, con nueve estudiantes.
Este verano pasado (junio) tuve el privilegio de participar tanto en las ceremonias de Profesión como Ordenación de nuestra Congregación en Cartagena, Ohio. Todavía puedo escuchar el inspirador sermón del Padre John Kalicky ¡sobre el sueño de Gaspar! Con alegría, en Latinoamérica, podemos decir que más y más jóvenes se están levantando para contestar su llamado, para aplicar a todos los hombres el poder de la Sangre de Cristo. ¡Cómo necesitamos en Latinoamérica el mensaje de Liberación, Paz, Reconciliación y Esperanza! Poco a poco nos estamos aproximando al deseo de Gaspar de tener “mil lenguas” para repartir la Buena Nueva del amor redentor de Dios a todos los hombres. Estas celebraciones de la comunidad son para mí una oportunidad y una invitación para renovar mi fe en la Congregación. Sí, TENEMOS UN SUEÑO...¡ y estoy feliz y orgulloso de ser parte de él! (Cincinnati CPPS Newsletter, Nº172, octubre 1983, págs.1343-1344-1345-1346).