141. RECICLANDO AL ESTILO VALDIVIANO

Padre Daniel Mangen en 1993.

El reciclamiento se ha hecho popular e incluso obligatorio en muchas partes de los Estados Unidos, pero para la mayoría implica los tarros, las botellas y los plásticos. En Chile, el Padre Daniel Mangen ha comenzado a reciclar la basura juntándola en un lugar en donde todos cooperan, lo que se usa para promover el cultivo orgánico en su parroquia de Valdivia, Chile. Comenzó con un terreno grande que hay detrás de la parroquia, pero el grupo está en proceso de la compra de un terreno de cinco hectáreas para expandir el programa.

Hubo dos razones que impulsaron al Padre Daniel a meterse en el asunto de la basura. Primero, Chile, que es un poco más grande que el estado de Texas, tiene sólo un 7% de tierras cultivables, casi insuficiente para alimentar a su población en aumento. En segundo lugar, no podía dejar de darse cuenta de la enorme cantidad de basura orgánica que esperaba ser usada. Por ejemplo, el uso muy corriente de caballos en el campo tiene como resultado grandes cantidades de excrementos; la industria de la madera produce cantidades de aserrín; los mercados al aire libre contribuyen diariamente con las verduras en descomposición que no se vendieron; y la industria del pescado proporciona un gran volumen de productos de desecho pesqueros. La mayor parte de estos residuos orgánicos iban a parar al campo de la localidad, ahora, enriquece el terreno para los huertos.

Aunque el resultado no resolverá la escasez de alimentos para todo Chile, está marcando una diferencia en la parroquia del Padre Mangen. El producto de la huerta es “comprado” por los feligreses a través de su contribución en el trabajo de la huerta, y el excedente, se vende a otros, para ayudar a financiar el proyecto.

Recientemente este modesto esfuerzo agrícola en Chile recibió publicidad en Ohio y Kentucky. En Versailles, Ohio, la ciudad natal del Padre Daniel, se hizo un desayuno con panqueques y salchichas, patrocinado por los Knights of Columbus, Squires, 4-H y la Comisión de Misión de St. Denis. Las ganancias fueron para  desarrollar el proyecto del abono orgánico.

La Western Kentucky Catholic, de la diócesis de Owensboro,  publicó un artículo en la edición de marzo de 1993. El Padre Daniel pasó seis meses de su año de diaconado en Paducah, Kentucky y desarrolló una estrecha amistad con David y Edie Keeney, que lo visitaron en su viaje a Chile en 1991. Desde entonces, la pareja financió y envió por barco un cultivador de tierra para la Cooperativa de Valdivia.

Nadie se hace la ilusión que el cultivo orgánico resolverá el problema del hambre en Chile, pero como dice el refrán: “El viaje de miles de kilómetros comienza con el primer paso”.

Mientras tanto el Padre Daniel da que hablar a sus hermanos de Congregación, al sugerir que el aroma que sale de su parroquia no es el “olor de la santidad” precisamente. (Cincinnati CPPS Newsletter, Nº347, junio 1, 1993, págs. 29 y 39).