El Padre Bernard Mores, vicario de la Parroquia San José en Quinta Normal, Santiago, nos da una estupenda idea acerca de la cantidad de trabajo que se puede hacer en solo un año de dura labor en Chile. "Así como cada uno hace su trabajo día a día, así también nuestro trabajo no tiene nada de heroico. No somos 'mártires que se están muriendo', como aquellos en la China. Pero al analizar las estadísticas parroquiales anuales, podemos ver que ha sido un año bastante ocupado. Durante el año pasado en la parroquia ha habido 1.046 bautismos y 287 matrimonios. Esto quiere decir que hemos tenido un promedio de 20 bautismos por semana. Algunos días hemos tenido hasta sesenta. Muchas de las parroquias en los Estados Unidos ni siquiera tienen mil en diez años. Nosotros tenemos un promedio de seis matrimonios por semana. Nuestro récord fue de dieciocho matrimonios en un solo día.
Las estadísticas se ven un poco frías, pero hay bastante de tragedia, comedia y drama en casi todo el trabajo que hacemos. Déjenme solo mencionar tres bautismos que tuve sucesivamente en una tarde.
En el primero de ellos, el padre de la criatura quería ponerle a su hijo 'Lenin'. Por supuesto le pregunté la razón de esto. ¿Acaso era él comunista, para darle un nombre como éste a su hijo? Él nos replicó que verdaderamente era comunista, pero que también era católico. Después que nos aseguramos que la madre era católica y que ellos querían educar a sus hijos en la religión católica, lo bautizamos. Cuando se iban, me di cuenta que tenían otro hijo de diez años, y les pregunté: ¿Cuál es su nombre?' 'Timoshenko' (general, héroe soviético de la Segunda Guerra Mundial), me dijeron, y agregaron que 'Timoshenko' haría su Primera Comunión el próximo año.
Poco después llegó otra pareja para bautizar a su bebé. Ellos llegaron tambaleando a la casa, ya que estaban bajo la influencia del alcohol. Naturalmente estaban muy alegres y hacían ruido, y la mujer continuó alardeando acerca de sus seis hijos. Traté de calmarlos un poco y los reprendí, pero creo que logré muy poco. Cerca de la mitad de las parejas que vienen a pedir el bautismo está bajo la misma influencia. Pero el tercer bautismo compensó por los otros dos. El pequeño bebé estaba acompañado por veintisiete personas, diez de los cuales eran hijos de los padrinos. Ciertamente una maravillosa familia de niños estupendos". (The Precious Blood Messenger, abril de 1951, pp. 112 - 113).