NO ES FACIL DE OLVIDAR....
Recordando al Padre Leonard Burghart
Una señora de Río Negro estaba hablando con el Padre Patricio Patterson por teléfono: “Tengo aquí una foto suya, aquí en nuestra repisa de la chimenea”, dijo. “Me gustaría mostrársela, pero no quiero deshacerme de ella.” Otra lloró abiertamente cuando supo del ataque al corazón fatal del Padre Leonardo Burghart, ex párroco de la parroquia Sagrada Familia de Río Negro.
Reflexiones como éstas, de alabanza, pena, de tristeza, circularon por la iglesia después que se avisó en la Misa del domingo. Han pasado catorce años desde que el Padre Leonardo dejó la parroquia para no regresar más. La vida nos ha vuelto a recordar que no hay ninguna diferencia por donde se camina en el mundo, si uno camina con bondad, el tiempo no puede borrarnos de la memoria de los demás.
La bondad no fue el único recuerdo que dejó el Padre Leonard para aquellos que lo recuerdan aquí en Chile. Fue uno de los primeros misioneros pioneros en mostrar preocupación por la seguridad de la comunidad en las misiones. Por la situación de la gente en Chile, él proyectó un interés en su bienestar que esta generación, no olvidará.
Esta preocupación era genuina. En el Astrodome, en el Día de Acción de Gracias pasado, cuando los Oilers luchaban contra San Diego, nos sorprendió saber que la mente del Padre Leonardo no estaba en el juego. Se inclinó y me dijo: “Te cuento que al fin obtuve el permiso del obispo. En dos años más, volveré al trabajo por el resto de mi vida en Chile.”
Padre Paul Aumen
Nota: El Padre Leonard Burghart sufrió un mortal ataque al corazón a mediados de agosto. Fue ordenado en 1949, trabajó en el Vicariato Chileno desde 1950 hasta 1956. Después de regresar a los Estados Unidos, se unió a la diócesis de Dodge City, y sirvió como párroco de la parroquia de St. Boniface en Sharon, Kansas, hasta el momento de su muerte. (The Gasparian, septiembre 19, 1970, Vol.33, Nº4, pág. 53 y 54 y 63)