Por Robert Conway
La meta era suficientemente clara: construir un colegio cerca de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, para recibir a niños de la clase media. Ahora, con el colegio ya caminando, para un grupo de alumnos de primero básico y habiendo contratado carpinteros y pintores que prepararon las salas de clases en el hall parroquial, y con la Primera Dama ayudando a comprar el terreno. El Padre Provincial Seraphin Oberhauser, informó a su Director del Vicariato que todo el proyecto estaba cancelado. Al escribir el 18 de abril de 1954, el Provincial explicaba que su consejo estaba tratando de implementar una decisión de la provincia norteamericana para bajar el perfil a los compromisos educacionales:
“En otras palabras el trabajo educacional no es el principal propósito de nuestra Congregación, y al entrar en ello más extensamente de lo que lo hemos hecho hasta ahora, iría realmente en contra de nuestras Constituciones. También fue considerado el punto de vista financiero, y la inusual cantidad de pesares conectados con la dirección de una institución educacional.”
El Consejo provincial tenía otra razón para su decisión: la aparente imposibilidad de operar dos grandes proyectos al mismo tiempo, esto es un colegio para varones y un seminario. “Nos pareció más lógico, comenzar con un Seminario Menor y de ese modo tener una casa central, y también un lugar para posibles vocaciones.”
Pero al Padre Leonard Fullenkamp no se le decía que no. No habían pasado muchos días, antes que recibiera una carta del Provincial, informándole que debía representar al Vicariato chileno en la próxima canonización de Gaspar del Búfalo, fundador de la Congregación de la Preciosa Sangre. Quizás fue la euforia creada por la canonización o quizás sólo fue la persuasiva llamada del Padre Leonard, pero trajo de Roma un documento (fechado el 26 de junio de 1954) autorizando la construcción de su colegio. De alguna manera se las arregló para dejar de lado los argumentos previos para que la Congregación no se involucrara más en educación y que dirigir un colegio significaba una gran cantidad de pesares.
El Padre Fullenkamp ahora tenía permiso para comprar la propiedad y construir su colegio. A medida que pasaron los meses, las cartas del Provincial y las minutas del consejo, muestran una interminable tramitación. El 7 de febrero de 1955 el Padre Oberhauser observó:
“Por su carta concluí que todavía no ha tenido éxito en obtener la propiedad para el colegio en Santiago. Parece confirmar mi opinión personal que la oposición a lo que es católico es bastante violenta allí...
Durante meses las minutas del consejo hicieron referencia a esperanzas que no se realizaron. Así, “El 25 de marzo, los papeles finales para la compra de la propiedad del Saint Gaspar College fueron firmados.” Sin embargo, el 13 de agosto las minutas dicen: “La ocupación de la propiedad del Saint Gaspar College está detenida temporalmente por un proceso en la Corte que el Seguro Social ha entablado en contra de falsos reclamantes.” Hubieran sabido los sacerdotes que tendrían que soportar dos años más de esto, habrían buscado un terreno en otra parte.
El 1º de febrero de 1957, el Padre Paul Buehler se convirtió en el nuevo Director del Vicariato. Sabía que uno de los programas de largo alcance de sus sacerdotes era fortalecer la fe católica por medio de un colegio de educación media completa para niños de clase media. Finalmente, el 27 de junio, se terminaron años de demora y de tramitaciones al comprar el terreno para el proyectado Saint Gaspar College. Con el litigio resuelto y algunos ajustes hechos en los límites del terreno, el departamento del Seguro Social chileno vendió al vicariato, 15.000 metros cuadrados de terreno por un poco menos de US$ 14,000.-
Un año más tarde, el Padre Fullenkamp, párroco de Santo Domingo y primer motor de la empresa del colegio, presentó para la aprobación del Vicariato y del Provincial, los planos para construir seis salas de clases por unos estimados US$ 35,000. Como tenía alrededor de $10,000 en la mano, pidió al Vicariato los US$25,000 adicionales. La aprobación final llegó del Provincial quien dijo: ”Después de todo, ustedes los sacerdotes allá, en la escena, conocen todas las circunstancias y debieran tener las manos libres para construir DESPUES de todas las consideraciones que el Consejo del Vicariato ha dado al programa”. Sin duda la actitud más liberal por parte del Padre Oberhauser al autorizar los gastos fue el resultado de numerosas quejas durante varias visitas oficiales.
El domingo 24 de agosto de 1958, el Cardenal Caro de noventa y dos años, bendijo la primera piedra del futuro nuevo edificio del Saint Gaspar College. Otros dignatarios presentes incluían a la señora del presidente chileno, Graciela Letelier, el Ministro de Educación y el Embajador Norteamericano y su esposa. Así, el único colegio pagado del Vicariato finalmente salió del borrador.
*Extractado de “Historia del Vicariato Chileno de los Padres de la Preciosa Sangre. 1947-1972”, por Robert L. Conway, CPPS. (Cincinnati CPPS Newsletter, Nº 195, diciembre 19, 1984, págs. 1540-1541)