02. Llegada a Chile

NUESTRAS MISIONES EN  SUDAMERICA

 

        

Desde la llegada a Santiago, el 16 de septiembre, los Padres Kostik y Wilson se han mantenido en un estrecho contacto con el Seminario y con el Padre Norbert Sweeterman, el Procurador de la Misión. Camino a Chile, se detuvieron en Lima, Perú, el 13, 14 y 15 de septiembre, donde visitaron los famosos santuarios de Santa Rosa y Beato Martín de Porres, aristócrata y mendigo, que están enterrados bajo el mismo altar. “Vimos la madera de la cama del Beato Martín”, escribe el Padre Kostik, “ y el canasto en el que recolectaba las limosnas para los pobres…Llena de historia, esta ciudad está en la costa del Pacífico, sus cielos están casi siempre limpios, su gente extrañamente quieta, sin duda refleja el carácter de sus antepasados indios.”  

___________________________________

 

Al día siguiente los dos Padres llegaron a Santiago de Chile. Inmediatamente visitaron al Cardenal que está haciendo planes con el Padre Wilson para determinar qué sectores de su diócesis estarán bajo nuestro cuidado. De nuevo cito sus cartas: “ Santiago es una ciudad hermosa, soleada, limpia. Y si uno se cansa de mirar las calles, siempre puede alzar la vista y solazarse con el espectáculo de las montañas nevadas que están en el este, recibiendo el sol. Los cerros comienzan  a sólo siete kilómetros de la ciudad, pero me han contado que las cimas están a alrededor de sesenta kilómetros. La actividad protestante está gradualmente ganando terreno con esta gente inocente y debe ser detenida… No podemos todavía darles las causas de la falta de vocaciones en estas tierras, pero sí sabemos que el trabajo que nos espera es un trabajo de misiones en todo el sentido de la palabra. El Beato Gaspar habría estado encantado de trabajar aquí.”

 

         El Padre Kostik escribe sobre sus primeras experiencias en Chile. “Por el momento nos estamos encargando de la parroquia cercana. Una mañana el Padre Wilson fue llamado a llevar la Comunión a una señora enferma. Se puso su abrigo sobre su sobrepelliz y partió, con sus dos pequeños ayudantes, Evi y Alejandro, indicándole el camino. Muy pronto se les unieron numerosos perros de los que vagan por las calles de Santiago. El Padre Wilson dijo que de los tres compañeros, el perro era lejos el más respetable. Me he estado encargando de una pequeña misión, y la primera tarde, allí tuve un bautismo. El padre, la madre y los padrinos iban a ser testigos del bautismo de Carmen. Era la guagua más dulce, morena y con harto pelo, que alguna vez haya bautizado. Esperemos que ella algún día reciba instrucción de uno de nuestros Padres. Mucha, mucha de esta gente está bautizada, pero hasta ahí llega su religión. Hay cerca de 4.000 personas en esta misión; 2.000 en la siguiente misión y 5.000 en otra, sin embargo, no hay sacerdote residente. Y mientras nosotros esperamos allí, hay grupos protestantes empezando por todas partes. He visto uno de estos grupos en acción en las calles de esta pequeña ciudad. Me duele en el corazón ver la indiferencia de los católicos de los Estados Unidos, mientras los propagadores de la falsa religión no escatiman ni dinero ni trabajo para llegar a esta gente ignorante y pobre.”

 

         La última  comunicación del Padre Kostik está fechada el 11 de octubre. “Saludos desde este colegio de varones, que está alrededor de cinco horas y media de distancia de Santiago. Después de hacer nuestra propuesta al Cardenal en cuanto a tomar parroquias en la Arquidiócesis de Santiago, el Padre Wilson y yo nos trasladamos para acá para relajarnos y ver qué hay en el sur. Muchos obispos de este distrito están buscando nuestra ayuda. Hasta ahora no estamos muy afectados por la “huelga” de las minas de carbón. Muchos trenes fueron sacados de circulación, la electricidad en las ciudades ha sido racionada, al igual que el gas, lo que significa que a ciertas horas simplemente no cuentan con estos suministros. Hay evidencias que el país se está preparando para una emergencia, ya que los reservistas del ejército han sido llamados, pero nadie parece preocuparse mucho por una posible revolución. Tampoco nosotros. A propósito, los Maryknoll nos han dado una bienvenida de reyes cada vez que llegamos. Nuestros pastores en Estados Unidos, espero, devolverán los favores cada vez que un M.M. (Maryknoll) vaya por una colecta.

 

         “Ahora en cuanto a otras necesidades. Por favor, Padre no se desanime. Éste es sólo el comienzo   de los pesares. El Padre Wilson me pidió que le escribiera, por si todavía es posible,  que ponga alrededor de un kilo y medio de ‘Union Leader’ en una de las cajas de la misión, ya que el tabaco chileno no se aviene con él. Yo dejé de  lado la hierba. Es mucho más helado aquí, que en Santiago, pero todavía todo está vestido de primavera. Hay kilómetros y kilómetros de hermosas viñas en este valle, que está entre dos cadenas de cerros, unos por el oeste y las Cordilleras por el este... Estamos adquiriendo el lenguaje por etapas, especialmente por los niños de aquí (en el colegio) que van desde diez años de edad hasta los quince; son profesores bien dispuestos. A decir verdad, para mí el campo es mucho más atractivo para vivir, que la ciudad, en donde miles, (quiero decir en una parroquia de 45.000) están sin el adecuado servicio, sólo porque son pobres. Visitamos un barrio pobre a la orilla del río, donde viven al menos 6.000 personas, de las más pobres, en chozas. Fuimos muy cordialmente recibidos por todos los que nos vieron. Con nuestro español insuficiente, perdóneme, Castilliano (Castellano), nos entendimos de alguna manera. Quiera Dios que muchos de nuestros sacerdotes vengan pronto a esta parte de la viña. Hay necesidades y necesitados en los Estados Unidos, pero no como aquí. Por éstos también, la Preciosa Sangre fue derramada. Sería una vergüenza si rehusáramos ayudar las almas por las cuales el Salvador derramó su Preciosa Sangre.”

 

A lo que el Padre Wilson añade: “Estaremos en Valparaíso para recibir a los muchachos. Manténganlos rezando. La cosecha es mucha, los cosechadores pocos. Necesitamos muchos sacerdotes norteamericanos de sangre-roja.” (THE GASPARIAN, octubre 29, 1947, Vol.X, Nº9, pág. 5).