La acelga es una verdura perteneciente a la familia Quenopodiaceae y de la especie Beta vulgaris. Sus hojas son la parte principalmente comestible. Tienen una forma oval, suavemente acorazonadas y con marcados nervios que nacen desde la zona central del tallo.
Son una fuente de fibra, lo que favorece la digestión y el tránsito intestinal. También ayudan a desintoxicar los riñones y prevenirnos de cualquier problema hepático. Además, cuidan nuestra piel y cabello ya que tienen propiedades dermatológicas gracias al cuidado del sistema inmunológico.
Las acelgas son una de las verduras que más se consumen en la dieta mediterránea. A pesar de ser una de las verduras más humildes, está entre las que más minerales y vitaminas aportan.
Sus antioxidantes y fitonutrientes se encargan de regular la presión arterial y por tanto, de prevenir ataques cardiacos, arteriosclerosis, y accidentes cerebrovasculares. Además, el hierro y el cobre también regulan la circulación sanguínea, mientras que la vitamina K favorece la coagulación. Una acelga contiene unas 19 calorías por cada 100 gramos.