El kéfir se considera un alimento probiótico, ya que contiene una variedad de microorganismos beneficiosos para la salud intestinal. Se ha sugerido que el consumo regular de kéfir puede tener efectos positivos en la digestión, el sistema inmunológico y la salud en general.
Sus propiedades biológicas sugieren su uso como antioxidante, agente antitumoral, agente antimicrobiano e inmunomodulador, entre otras funciones. Contiene muchos compuestos y nutrientes, como la biotina y el folato, que ayudan a poner en marcha su sistema inmunológico y proteger sus células.
Consiste en una leche fermentada rica en levaduras y bacterias que mejoran el tránsito intestinal y favorecen una buena salud general. La producción de este probiótico se parece mucho a la del yogur natural. No hay un único tipo de kéfir. Existe el kéfir de leche, el de coco y el kéfir de agua.
De preparación fácil, artesanal y de bajo costo, el kéfir es una bebida láctea fermentada que se elabora a partir de la inoculación de los gránulos de kéfir en leche. Estos se dejan fermentar a temperatura ambiente durante 24-48 horas.
Lo mejor es beber kéfir sin parar durante al menos 3 meses para sentir los efectos deseados en tu bienestar. Lo recomendable es entre 200-300 ml de kéfir de leche fresca al día (1 taza).
El contenido nutricional de 100 gramos de kéfir de leche de vaca es aproximadamente: 70 kcal.
Los beneficios del kéfir para la salud y sus propiedades nutricionales; para regenerar la flora intestinal, para tratar la diarrea, gran aporte vitamínico, reducción de la inflamación del organismo y muchos más.