Edamame es el nombre japonés de las vainas de soja inmaduras, que crecen en el este de Asia, como Japón, Taiwán, Corea o China. En Occidente, este plato se encuentra en restaurantes japoneses.
El edamame es el nombre que se le otorga a las semillas de soja tiernas que todavía están dentro de su vaina, siendo su nombre original “alubia o frijol de rama”. Son unas legumbres sabrosas y tiernas, pues estas vainas no han llegado a madurar por completo y aportan una gran cantidad de beneficios.
Unos 100 gramos de habas de soja cocidas aportan 127 kilocalorías, 11,12 gramos de proteínas, 5,67 de grasa, 9,95 de hidratos de carbono y 3,8 gramos de fibra.
Contiene isoflavona, que contribuye en los niveles adecuados hormonales. Sin embargo, no se recomienda su consumo para aquellas personas con problemas de tiroides. Es una fuente importante de proteína vegetal, brindándole energía a nuestro organismo.
El edamame es interesante desde el punto de vista nutricional porque es una buena fuente de proteína vegetal (11%) y de fibra (5%). Además, también contiene otros nutrientes como hierro, fósforo o calcio, y es un plato bastante saciante.
Reduce el nivel de colesterol malo, regulando a su vez la presión sanguínea. Impide el crecimiento de células cancerígenas (mama, próstata) al poseer gran cantidad de un tipo de isaflavonas, llamada “genisteína”, que contiene antioxidantes que reducen el desarrollo del cancer.