Se considera refresco a las bebidas refrescantes de extractos, y son aquellas, carbónicas o no, elaboradas con extractos de frutas o de partes de plantas comestibles, agua potable, edulcorantes naturales y otros alimentos autorizados. Las hay de diferentes sabores: cola, naranja, limón...
Un 85-95% de su composición es agua, y pueden llevar añadidos extractos de frutas o partes de plantas comestibles, azúcares o edulcorantes y otros ingredientes autorizados. También pueden llevar aditivos como cloruro sódico (sal), ácido fosfórico o cítrico, cafeína, aromas y colorantes.
El refresco sólo aporta energía, y ningún nutriente, vitamina ni mineral, mientras que un vaso de leche desnatada aporta menos calorías, y mayor cantidad de nutrientes, minerales y vitaminas.
¿Qué desventajas tiene el refresco?. Sobre los daños a la salud, se ha demostrado que un alto consumo de azúcares produce enfermedades como obesidad, trastornos metabólicos y caries. A su vez, la obesidad se relaciona con diabetes tipo II, hipertensión, dislipidemias, algunos tipos de cáncer y con una inflamación crónica que debilita la respuesta inmune.
La gaseosa es una de las bebidas refrescantes con más calorías: 53 kcal por cada 100 ml. La versión en limón de la Fanta tiene 46 kcal por cada 100 ml, por lo que una lata equivale a 163,3 kcal. El 7up, de sabor lima-limón, contiene 44 kcal por cada 100 mililitros. La Pepsi tiene 44 kcal por cada 100 mililitros.