No es una legumbre, no es un cereal, es una semilla. Es nativa de México y Guatemala - dicen que el indio nativo norteamericano del sudoeste comía chía combinada con maíz para aguantar travesías prolongadas y era el principal alimento para los guerreros -.
Salvia hispanica, de nombre común chía, es una planta herbácea de la familia de las lamiáceas; es nativa del centro y sur de México, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y Paraguay.
La Chía es un aliemento saludable rico en antioxidantes,ácidos grasos esenciales, antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra soluble.
Esta semilla es una planta oleaginosa, constituida por 40% de aceites, 20% de proteínas, no posee colesterol y cuenta con minerales como calcio, hierro, magnesio, fósforo y zinc, contiene fibra dietética, aminoácidos, antioxidantes y vitaminas; la cantidad de ácidos grasos saturados.
100 g de semillas de chía contienen 5 g de carbohidratos, 21 g de proteínas y 24 g de ácidos grasos insaturados. Gracias a esta distribución, las semillas de chía tienen un efecto positivo a la hora de aumentar masa muscular y proporcionan una sensación de saciedad duradera. Tiene 486 Kcal. por cada 100 gramos.
Para incorporar efectivamente las semillas de chía en la dieta diaria, se sugiere un consumo de entre 10 y 25 gramos al día. Pueden mezclarse con líquidos como agua o jugo, agregarse a alimentos como leche, yogur, ensaladas, panes o repostería. Este enfoque permite aprovechar al máximo sus propiedades beneficiosas.
Las semillas de chía las consumimos principalmente mezclando las semillas con agua o con cualquier otro líquido como zumo, infusiones o caldos. También podemos añadirlas a yogures, batidos o las podemos espolvorear en ensaladas u otro tipo de alimento.