La almendra es el fruto del almendro, y tal como otros frutos secos, la semilla es la parte que se consume, la cual está envuelta por una película de color canela, además de una cáscara exterior que no es comestible, que representa un peso importante de la almendra, y una piel verde que se va secando.
Son uno de los frutos secos más nutritivos del planeta, tienen un sabor delicado y dulzón, y contienen infinidad de propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Son ricas en fibras, proteínas, grasas saludables, contienen minerales como calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio, zinc, cobre, manganeso y selenio. También es fuente importante de vitaminas E, A, B1, B2, B3, B5, B6, B9.
Su consumo combate la diabetes al ayudar a controlar el azúcar en la sangre, además de ser un alimento bajo en carbohidratos y alto en grasas saludables, proteína y fibra, lo que las hace un alimento ideal para diabéticos. Además, es fuente de magnesio, un mineral involucrado en la regulación del azúcar en sangre.
Almendras crudas (100 gramos): 579 Kcal, 50 g. de grasa de los cuales 3,8 g. son grasa saturada. Almendras tostadas (100 gramos): 607 Kcal.
Ayuda a disminuir la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas. Disminuye el riesgo de coágulos sanguíneos, que pueden causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. También baja el riesgo de tener presión arterial alta y el de muerte prematura debido a una enfermedad cardíaca.