La Papaya deshidratada se caracteriza por su elevada cantidad de vitaminas de los grupos A, B y C, minerales como el calcio, el potasio o el magnesio y fibra dietética. Estos minerales controlan la presión arterial y el funcionamiento del corazón, previenen los calambres, activan el cerebro y el sistema nervioso, combaten el estrés y ayudan a la eliminación de líquidos.
Es una fruta rica en antioxidante y que favorece a la digestión. Combate el estreñimiento ya que actúa como un laxante suave.
Las frutas deshidratadas, cada vez están más de moda, son frutas a las que se le han sometido a un proceso de secado para eliminar su contenido en agua. Es una técnica que se utilizaba antiguamente para evitar que la fruta se estropease y así poder obtener fruta durante todo el año.
La tarea de deshidratación es sencilla, ponemos el horno a no más de 55ºC. Colocamos la fruta y la verdura en una rejilla y le vamos dando vueltas cada 20- 30 minutos hasta que veamos que ya están secas, el proceso dependiendo del alimento dura en torno a las 2-4 horas.
La papaya solamente tiene 42,8 kcal por cada 100 gramos. Es una fruta especialmente rica en carotenoides, un buen diurético. Entre sus nutrientes puedes encontrar más de 30 vitaminas y minerales esenciales, incluyendo la vitamina A, B y C, minerales como el potasio, hierro, calcio y fósforo, flavonoides o licopeno.
Gracias a su contenido en calcio y vitamina K, la fruta seca refuerza los huesos y previene el desarrollo de enfermedades óseas. Efecto laxante. Si se consume habitualmente, la fruta deshidratada es un buen laxante debido a su alto valor en fibra. Gran fuente de antioxidantes.