El cordero se considera carne blanca cuando es un animal joven (cordero lechal o ternasco) y es un tipo de carne roja, proveniente de ovejas jóvenes.
Estos son algunos de sus beneficios: ayuda a prevenir la anemia, aumenta la densidad ósea, favorece la pérdida de peso, aliado de la lucha contra el cáncer, beneficia a nuestra piel, favorece a la inmunidad de nuestro sistema nervioso y repara y aumenta la masa muscular. Por 100 gr de carne de cordero nuestro organismo estará recibiendo aproximadamente 200 kcal.
La carne de cordero es un alimento saludable. Su alto contenido en proteínas y en vitaminas del grupo B la hacen una carne muy nutritiva. Además, su bajo contenido en grasa saturada la convierte en una carne recomendada para mantener una dieta equilibrada.
Contiene altos niveles de selenio, un mineral que ayuda a combatir ataques de asma. Contiene altos niveles de hierro. Es una buena fuente de vitamina B12, que promueve la salud del sistema nervioso y es uno de los alimentos que no debemos de olvidar incluir en nuestra dieta. No es necesaria consumirla todos los días, pero sí incluirla una vez a la semana.