El haba es altamente nutritiva, contiene proteínas, vitaminas, minerales y otros antioxidantes. El haba contiene L-dopa, precursor de la dopamina que ayuda a las personas con la enfermedad de Parkinson.
Planta herbácea, anual, de la familia de las papilionáceas, con tallo ramoso de un metro aproximadamente, con hojas compuestas de hojuelas elípticas de color verde azulado, flores blancas o rosáceas, y fruto en vaina de unos doce centímetros de largo, que contiene cinco o seis semillas oblongas y aplastadas.
Las habas están consideradas como una legumbre más que una verdura. A pesar de desarrollarse de una planta verde, lo que la emparentaría con las judías verdes, al formarse dentro de la vaina y ser semillas que sirven como alimento, las habas son legumbres.
Es rica en vitamina A, excelente para la piel, en vitamina B1, buena para el sistema nervioso y en ácido fólico, que ayuda al organismo a crear células nuevas. Las habas aportan minerales el potasio y el magnesio, que disminuyen la fatiga y mejoran el tono muscular. Tiene 88 calorías por cada 100 gramos.
Las habas se recomiendan en caso de anemia hipocroma o ferropénica (por la falta de hierro), así como el embarazo, en la adolescencia, en los deportistas, y en la convalecencia de enfermedades infecciosas o de intervenciones quirúrgicas.
Las habas con vaina bien tiernas se pueden consumir como si fueran judías verdes. Desgranadas son ideales para comerlas crudas en tortilla, rehogadas, cocidas al vapor, salteadas, en menestra, etc.