El repollo es una hortaliza compuesta mayoritariamente de agua muy ricas en minerales y vitaminas. Al tener tanto componente líquido, es ideal para las dietas de bajas calorías y para depurar el cuerpo.
El repollo y la col podrían confundirse, pero te contamos cómo diferenciarlos: mientras que en las hojas de la col sus venas están muy marcadas, en las hojas del repollo lo están mucho menos, por lo que son más lisas. Además, forman un cogollo más pequeño y compacto que en la col de toda la vida.
Son fuente de vitamina A, C y folatos, que intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos. El consumo de repollo se recomienda especialmente a quienes padecen molestias estomacales, para quienes tienen problemas cardíacos y para quienes tienen problemas intestinales.
Al ser tan rico en agua, el repollo tiene muy bajo valor calórico. 100 gramos de repollo crudo contienen 25 kcal. Son ricos en potasio, calcio, magnesio cuidando el sistema nervioso y óseo, además colabora en mantener el equilibrio del agua dentro y fuera de la célula.
Es fuente de fibra dietética, que ayuda a mantener la regularidad intestinal y a prevenir el estreñimiento. Además, ciertos compuestos que tienen el repollo, como los glucosinolatos, fueron relacionados con la reducción del riesgo de cáncer de colon y otros tipos de enfermedades muy presentes en el día a día.