La pera (Pyrus communis) es una fruta en forma de bombilla; su cáscara es lisa, la cual puede ser de color verde, amarillo, café o rojizo, integrado por árboles caducifolios conocidos comúnmente como perales. La pulpa es blanca y jugosa, ligeramente “harinosa” al paladar, tiene un sabor dulce y es refrescante gracias a su alto contenido de agua.
Protege el sistema cardiovascular y previene enfermedades cardíacas debido a su alto contenido de vitaminas B, como la tiamina, riboflavina, niacina y ácido fólico. Además, regula la tensión arterial y es buena para quienes tienen hipertensión, debido a su alto contenido de potasio. Contienen altos niveles de agua, lo que puede ayudar a facilitar la digestión y prevenir la constipación. Para obtener el mayor beneficio de las manzanas y las peras, cómelas crudas y enteras, sin quitarles la piel.
Posee vitaminas A, B, C y K, minerales como cobre, hierro, potasio y magnesio, además de ácidos saludables, su cáscara contiene fitonutrientes y vitaminas que protegen al cuerpo de los radicales libres dañinos. Contiene unas 50 calorías por cada 100 gramos. El 10,6% del contenido de estas frutas son hidratos de carbono y, el 86,7%, de agua. La cantidad de fibra es superior al 2 %.