El queso mozzarella es un queso de pasta blanda, graso, con denominación de origen protegida y que se caracteriza por su versatilidad en la cocina. Es un queso semisuave del sur de Italia, elaborado tradicionalmente con leche de búfala, aunque también se puede elaborar con leche de vaca o una combinación de otras leches, como leche de vaca y leche de cabra.
El queso mozzarella puede estar presente en toda dieta balanceada, ya que cuenta con excelentes cualidades nutritivas: contiene poca grasa, es rico en proteínas y calcio. Constituye una fuente confiable de minerales como el zinc y el fósforo. Aporta múltiples vitaminas del complejo B (B1, B2, B6) además de niacina.
Diferencias entre la mozzarella y el queso fresco: A nivel nutricional son diferentes, la mozarella tiene menos grasa que el queso fresco y también de sabor y textura son diferentes. La mozzarella italiana es más densa que el queso fresco y tarda un poco más en echarse a perder.
Unos 30 gr. de mozzarella entera tiene 22 mg de colesterol. En comparación, el queso mozzarella semidescremado tiene solo 15 mg de colesterol. Por lo tanto, los quesos semiduros bajos en grasa tienen los niveles de colesterol más bajos.
El queso mozzarella puede estar presente en toda dieta balanceada, ya que cuenta con excelentes cualidades nutritivas: Contiene poca grasa, es rico en proteínas y calcio. Constituye una fuente confiable de minerales como el zinc y el fósforo. Aporta múltiples vitaminas del complejo B (B1, B2, B6) además de niacina.
100 g. de queso mozzarella tienen: Calorías: 233. Grasa saturada: 9,92 g. Grasa monoinsaturada: 4,56 g. (el queso fresco tiene 294).