El queso de cabra (más apropiadamente queso de leche de cabra), también llamado chèvre ('cabra' en francés) es cualquier queso hecho con leche de cabra.
Además de ser una excelente fuente de proteínas y calcio, el queso de cabra tiende a ser más bajo en grasas saturadas y colesterol. Esto lo convierte en una opción atractiva para quienes siguen dietas bajas en grasas o tienen preocupaciones sobre su salud cardiovascular.
La leche de cabra se ha consolidado como un alimento con propiedades probióticas. Esto es debido al tipo de oligosacáridos que presenta en su composición. Por tanto, podemos decir que el queso de cabra es un alimento que nos aporta grandes beneficios.
Es una excelente fuente de nutrientes. Contiene vitamina A, D, K, riboflavina, potasio, fósforo, hierro, niacina y tiamina. El aporte en calcio y proteínas es mayor que en los quesos de vaca y posee bajos niveles de sodio.
En cada 100 gramos podemos encontrar 364 calorías, 22 gramos de proteínas, 30 gramos de grasa y 0'1 gramo de carbohidratos.
Los quesos de cabra pueden tener una textura variada según su tipo y madurez. Algunos son firmes y compactos, mientras que otros son más cremosos y suaves. Sin embargo, en general, los quesos de cabra tienden a tener una textura más suave y delicada en comparación con otros quesos.