David

Heb. דוד dwd [Dâwîd], generalmente interpretado como [bien] "amado [querido]".

Gr. δαυιδ [Dauid] o δαβιδ [Dabid].

El significado compite con otras propuestas. Se ha sugerido que el dwdh de la Piedra Moabita y el dawidum de los textos de Mari significan "jefe" o "comandante", y que éste sería el verdadero significado; sin embargo, esta interpretación es cuestionable. El nombre David también aparece en los textos de Ebla de tiempos pre patriarcales.

Hijo menor de Isaí. Fue el segundo rey de Israel. Reinó desde cerca de 1011 hasta el 971 a.C.

El joven David

David es pintado como un muchacho rubio, de buena presencia y con ojos hermosos

1 Samuel 16:10-13

"E hizo pasar Isaí siete hijos suyos delante de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos. Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí. Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es.

Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá."

1 Samuel 17:12-14

"Y David era hijo de aquel hombre efrateo de Belén de Judá, cuyo nombre era Isaí, el cual tenía ocho hijos; y en el tiempo de Saúl este hombre era viejo y de gran edad entre los hombres. Y los tres hijos mayores de Isaí habían ido para seguir a Saúl a la guerra. Y los nombres de sus tres hijos que habían ido a la guerra eran: Eliab el primogénito, el segundo Abinadab, y el tercero Sama; y David era el menor. Siguieron, pues, los tres mayores a Saúl."

Como muchos otros muchachos palestinos, siendo joven fue puesto a cuidar las pocas ovejas de la familia:

1 Samuel 17:28

"Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido."

Como pastor mostró un valor poco usual al matar él solo a un oso y a un león:

1 Samuel 17: 34-36

"David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente."

Después que Saúl fue rechazado como rey, Dios dirigió a Samuel para que lo ungiera como rey. Esta ceremonia se realizó en secreto (16:1-13), y su verdadero significado no habría sido comprendido ni siquiera por los miembros de la familia de David. Cualquiera sea el caso, Saúl no supo nada de ello al

principio:

1 Samuel 16:1-3

"Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey. Y dijo Samuel: ¿Cómo iré? Si Saúl lo supiera, me mataría. Jehová respondió: Toma contigo una becerra de la vacada, y di: A ofrecer sacrificio a Jehová he venido. Y llama a Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré lo que has de hacer; y me ungirás al que yo te dijere."

Desde el día de su ungimiento, el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre David:

1 Samuel 16:13

"Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá."

David, miembro de la corte de Saúl

Saúl, atacado por accesos de melancolía después que el Espíritu de Dios se alejó de él, recibió el consejo de buscar relajamiento en la música. David, un hábil ejecutante de la lira, fue escogido para calmar la angustiada mente de Saúl. Al rey le gustó el muchacho, y lo hizo su escudero y lo retuvo en el palacio mucho tiempo, aunque no continuamente.

1 Samuel 16:14-23; 17:15

"El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová. Y los criados de Saúl le dijeron: He aquí ahora, un espíritu malo de parte de Dios te atormenta. Diga, pues, nuestro señor a tus siervos que están delante de ti, que busquen a alguno que sepa tocar el arpa, para que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él toque con su mano, y tengas alivio. Y Saúl respondió a sus criados: Buscadme, pues, ahora alguno que toque bien, y traédmelo. Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está con él. Y Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo: Envíame a David tu hijo, el que está con las ovejas. Y tomó Isaí un asno cargado de pan, una vasija de vino y un cabrito, y lo envió a Saúl por medio de David su hijo. Y viniendo David a Saúl, estuvo delante de él; y él le amó mucho, y le hizo su paje de armas. Y Saúl envió a decir a Isaí: Yo te ruego que esté David conmigo, pues ha hallado gracia en mis ojos. Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él."

1 Samuel 17:15

"Pero David había ido y vuelto, dejando a Saúl, para apacentar las ovejas de su padre en Belén."

Esto habrá sido de gran valor educativo para el pastor que estaba destinado a llegar a ser el futuro rey de Israel.

Por ese tiempo, en una guerra contra los filisteos, los 3 hijos mayores de Isaí respondieron al llamado de soldados que hizo Saúl y salieron para el campo de batalla, a unos 24 km al oeste de Belén. Aquí Goliat, el paladín filisteo, desafió a los hebreos a que nombraran un contrincante; pero el desafío no tuvo respuesta, y por unas 6 semanas los dos ejércitos quedaron frente a frente sin combatir (1 Samuel 17:1-16). Al fin de ese período, David, que estaba en casa, fue enviado para llevar algunas provisiones a sus hermanos. El resto de la historia es muy conocida (1 Samuel 17:17-53): David mató a Goliat, se guardó la armadura del gigante como recuerdo, y más tarde puso la espada en el tabernáculo (1 Sam. 17: 54; 21:9). Que Saúl preguntara a Abner de quién era hijo David no significa que no lo conociera, sino que tal vez se olvidara del nombre del padre (17:55-58). Parece que estaba interesado en si el muchacho procedía de una familia de héroes y guerreros. Cuando le preguntaron a David, el humilde jovencito contestó simplemente que era el hijo de Isaí de Belén, y no señaló ningún antepasado notable. Se mostró modesto y no pidió que el rey cumpliera su promesa de enriquecer al hombre que venciera a Goliat, ni de hacerlo su yerno, ni lo eximiera de impuestos (vers. 25). La conducta de David -su llaneza, modestia, valor y piedad- le ganó la admiración de Jonatán, el príncipe heredero, y ambos llegaron a ser muy amigos (1 Samuel 18:1, 3). Esta amistad sobrevivió a grandes dificultades, y nunca murió. Su devoción y lealtad mutuas ha sido pocas veces repetida y probablemente nunca fue sobrepasada.

Saúl ya no permitió que David lo abandonara (1 Samuel 18:2), pero su relación con el joven se transformó en celos y odio cuando vio que el joven era aclamado como un héroe mayor que él. Entonces, molesto por presentimientos de que David llegara a ser el rey (vers. 6-9), hizo planes para asesinarle. En un arranque de ira intentó matarlo mientras tocaba la lira (vers. 10, 11). Más tarde lo despidió (vers. 13), y dio la hija prometida a David a otro hombre (verss 17-19). Al notar más tarde que su hija menor amaba a David, se la ofreció en matrimonio a cambio de que matara a 100 filisteos como dote matrimonial, esperando que éstos acabaran con él (vers. 20-27). David, sin embargo, alcanzó la victoria en todos los enfrentamientos con los filisteos, y llegó a ser cada vez más amado y honrado por el pueblo. Esto sólo hizo aumentar el temor y odio mortal de Saúl hacia él (vers. 28-30). Llegó el momento en que pidió a los miembros de su corte, entre quienes había enemigos de David (24:9), que lo asesinaran (19:1). La intervención de Jonatán produjo un breve respiro (vers. 2-7), pero el resentimiento de Saúl revivió muy pronto, e hizo otro intento de matarlo con su lanza (vers. 9, 10). Más tarde trató de arrestarlo, pero David, con la ayuda de su esposa, escapó hasta donde estaba Samuel (vers. 11-19). Después de otro intento de Jonatán de reconciliar a su padre con David, aquél llegó a convencerse de que ya no era seguro para su amigo permanecer en la corte. Los dos se separaron, asegurándose mutuamente su devoción (cap. 20). Parece que después de esto sólo se encontraron una vez más (1 Samuel 23:16-18).

David, el fugitivo

Con unos pocos seguidores fieles, David abandonó la capital, y por engaño obtuvo algunas provisiones y la espada de Goliat del sumo sacerdote en Nob (1 Samuel 21:1-9). Como consecuencia indirecta de este subterfugio, todos los sacerdotes de Nob, con excepción de uno, fueron asesinados (22:6-19). En su desesperación, David buscó refugio entre los enemigos nacionales, los filisteos. Cuando descubrió que corría peligro en Gat, escapó haciéndose el loco (21:10-22:1). Volvió a Judá y permaneció en una cueva en Adulam, en la zona montañosa al sudoeste de Belén, pero llevó a sus padres a Moab por razones de seguridad (22:1-4). Reunió alrededor de sí una banda de hombres descontentos que pronto llegó a las 400 personas (vers. 2), y más tarde a unas 600 (23:13). Entre ellos estaba Abiatar, el único sacerdote que escapó de la masacre de Saúl en Nob; por ello, el grupo de David no estaba privado de conducción espiritual (22:20-23).

Cuando los habitantes de Keila fueron molestados por los ataques de los filisteos, David los libró. Sabiendo dónde estaba David, Saúl salió para atacarlo, pero el perseguido huyó al desierto de Judá, donde Saúl prefirió no seguirlo. Mientras estaba en el desierto de Zif, David fue visitado por Jonatán y fue perseguido otra vez por Saúl, y casi fue capturado. Sin embargo, Saúl abandonó la persecución a causa de la noticia de una invasión filistea (1 Samuel 23:1-28). Luego David se trasladó a la región agreste alrededor de En-gadi, cerca de la orilla occidental del Mar Muerto. Saúl, persiguiéndolo nuevamente, sin darse cuenta entró en una cueva ocupada por David, dándole a éste la oportunidad de vengarse. Sin embargo, desistió de hacerlo; con lo que convenció al rey de su inocencia. En consecuencia, Saúl dejó por un tiempo de molestar al fugitivo (1 Samuel 23:29-24:22).

Mientras estuvo en el sur de Judá, la compañía de David protegió al pueblo de la región de los ladrones. En recompensa, David esperaba que la gente le suministrara las provisiones que necesitaban él y su grupo. Cuando se acercaron a Nabal, un rico ganadero, éste no sólo no les dio las provisiones

pedidas sino que lo insultó. Sólo el ingenio y la sabiduría de Abigail, la esposa de Nabal, lo salvaron de la ira de David; cuando poco después murió Nabal, la tomó por esposa (1 Samuel 25:2-42). Más tarde, los de Zif, que ya lo habían traicionado una vez (23:19), informaron de nuevo a Saúl de la presencia de David cuando entró en su territorio. Habiendo olvidado su promesa de dejarlo en paz, el rey comenzó una nueva campaña contra él, y nuevamente cayó en manos de David. Otra vez éste le perdonó la vida, y nuevamente Saúl prometió la paz a su rival (1 Samuel 26). Sin embargo, no podía confiar en Saúl.

Cansado de ser un fugitivo en su propio país, hizo un segundo intento de encontrar refugio entre los filisteos. Entretanto, éstos se habían convencido de que David, como enemigo de Saúl, era aliado de ellos, y le permitieron vivir en su territorio. Aquis, rey de Gat, le dio Siclag, un pueblo en la frontera

sudorientas del territorio filisteo (27:1-6).

Durante su estadía de un año y 4 meses en Siclag, David realizó correrías contra varias tribus del desierto, pero les dijo a los filisteos que había estado peleando contra Judá (vers. 7-12). Cuando los filisteos se reunieron para atacar a Saúl en el monte Gilboa, David y sus 600 hombres los acompañaron, pero fueron enviados de vuelta por temor a que desertaran en favor de los israelitas. Cuando David y sus seguidores volvieron a Siclag, y descubrieron que el pueblo había sido destruido por los amalecitas y que todas las personas que dependían de ellos habían sido llevadas prisioneras, rápidamente los siguieron y tuvieron éxito en recuperar tanto los bienes como a los prisioneros (28:1, 2; 29:2-30:20). Al escuchar la noticia de la derrota de Israel, y de la muerte de Saúl y de Jonatán, lamentó su muerte con un hermoso poema (2 Samuel 1).

David, rey de Judá

Abner, comandante en jefe de Saúl, puso de inmediato en el trono a Is-boset, en Mahanaim, al este del Jordán, pero la tribu de Judá se separó de Israel y coronó a David como rey en Hebrón (2 Samuel 2:1-10). Esta división produjo batallas constantes entre los 2 grupos durante unos 7 ½ años, hasta que

Abner, y luego Is-boset, fueron asesinados. Con ello, las tribus quedaron sin rey e invitaron a David a asumir el reino sobre toda la nación (2:11; 3:6-5:5). David tenía entonces unos 37 años, y varias esposas e hijos (2 Samuel 5:4, 5; 3:2-5).

David, rey de Israel y Judá

El primer acto de David como rey de las 12 tribus fue conquistar Jerusalén de los jebuseos. Hizo de ella la capital del reino y la llamó la "ciudad de David" (2 Samuel 5:6-10). Como Jerusalén estaba entre Judá y la parte más meridional de las tribus del norte, y no pertenecía a ninguna de ellas, la selección de esta fortaleza como la nueva capital de la nación no despertó celos entre las tribus. En varias batallas contra los filisteos, David logró derrotarlos tan completamente que dejaron de ser una amenaza para Israel (2 Samuel 5:17-25; 8:1; 21:15-22; 1 Cr. 14:8-17; 18:1; 20:4-8).

También hizo guerra contra los moabitas, los arameos de Soba y de Damasco, los amonitas, los

edomitas y los amalecitas (2 Samuel 8:10; 12:26-31). Victorioso en todas las batallas, pudo extender sus territorios a las regiones vecinas, y así aumentó los recursos de la nación y su fama personal.

Y David asumió el liderazgo en materia religiosa. Trajo el arca de Quiriat-jearim a Jerusalén y la puso en una carpa-santuario (2 Samuel 6; 1 Crónicas 13:1-16:6). Hizo planes para un templo permanente, pero por orden divina le fue impedido su construcción. Sin embargo, realizó muchos preparativos para ello (2 Samuel 7; 1 Crónicas 17; 22:7-10), y organizó en forma muy completa el personal eclesiástico: sacerdotes, levitas, músicos y cantores, guardia del templo y otros servidores (1 Crónicas 23:2-26:28).

Pero David no sólo obtuvo triunfos, también experimentó serias dificultades en su reinado. Su notorio adulterio con Betsabé y su artimaña para provocar la muerte de su esposo en batalla resultó, a pesar de su arrepentimiento, en una quiebra de la disciplina en su propia familia y una serie de actos ilegales que finalmente condujeron a una guerra civil (2 Samuel 11:1-12:23). Esta se inició cuando su hijo Absalón se rebeló contra él y lo obligó a huir a Transjordania. En la batalla que siguió, Absalón fue muerto y David recuperó el trono (2 Samuel, caps. 13-19). La segunda revuelta, instigada por Sheba, también fue aplastada (cap. 20). Además de estos problemas, hubo hambre (21:1) y una plaga (ocasionada por su orgullo, que lo llevó a realizar un censo del pueblo; cap. 24). Poco antes de su

muerte, tuvo nuevos problemas cuando su hijo Adonías intentó tomar el trono. Esta vez, los esfuerzos de Natán el profeta controlaron la subversión y consiguieron que se proclamara rey a Salomón (1 Reyes 1). Poco después de esto, murió, no sin antes haber amonestado a Salomón con respecto a su futuro curso de acción. David gobernó un total de 40 años después de la muerte de Saúl: 7 años en Hebrón y 33 en Jerusalén (2 Samuel 2:11; 5:4, 5; 1 Crónicas 29:27).

David, poeta y músico

David debió haber tenido un talento musical notable para ser elegido por Saúl como músico de la corte. Amós (Amós 6:5) le atribuye la invención de varios instrumentos, y Esdras y Nehemías también se refieren a su actividad en relación con los planes para la música del templo (Esdras 3:10; Nehemías 12:24, 36, 45, 46). Sin embargo, la mayor contribución del "dulce cantor de Israel" (2 Samuel 23:1) fue como poeta y compositor de numerosos himnos religiosos. Escribió elegías sobre Saúl, Jonatán y Abner (1:17-27; 3:33, 34), y poemas profundamente espirituales sobre muchas experiencias de su agitada vida: mientras era perseguido y vivía como fugitivo (véanse los títulos de los Sal. 34, 56, 57, 59, 63, 142); su profundo arrepentimiento por su gran pecado (Salmo 51); en la

dedicación de la carpa-santuario (Salmo 30); cuando huyó de Absalón (Salmo 3); en días de liberación y victoria (2 Samuel 22; cf. Salmo 18); etc. Por medio de sus salmos, que han sido leídos y cantados por judíos y cristianos durante siglos, ayudó a moldear los conceptos religiosos de multitudes, y su influencia sobre la iglesia cristiana no puede ser sobreestimada.

David, hombre "según su [de Dios] corazón"

Designación dada por Samuel antes que fuera corrompido por el poder (1 Samuel 13:14). Aunque David no vivió una vida sin manchas (1 Reyes 15:5), y aun cuando cargó su corazón con una pesada culpa, supo aceptar el arrepentimiento (al ser tocado por la palabra de Dios mediante el profeta Natán) y los resultados de sus transgresiones sin rebelarse (2 Samuel 12:1-25; 16:10; Salmo 51). Fue un rey ilustre, fundador de una dinastía hebrea que duró unos años, un gran líder religioso, un verdadero siervo de Dios y un antepasado del Mesías, que a su vez fue hijo de David y de Dios (Lucas 3:32, 38).

Mateo 1:6