Mateo 1:23

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He aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo

ιδου η παρθενος εν γαστρι εξει και τεξεται υιον

idou hê parthenos en gastri hexei kai texetai huion

¡oh! la virgen en (el) vientre tendrá y dará a luz (un) hijo

Y llamarás su nombre Emanuel

και καλεσουσιν το ονομα αυτου εμμανουηλ

kai kalesousin to onoma autou emmanouêl

y llamarán el nombre de él Emanuel

que traducido es: Dios con nosotros

ο εστιν μεθερμηνευομενον μεθ ημων ο θεος

ho estin methermêneuomenon meth hêmôn ho theos

el cual es traducido con nosotros - Dios

Textus Receptus Stephanus 1550

ιδου η παρθενος εν γαστρι εξει και τεξεται υιον και καλεσουσιν το ονομα αυτου εμμανουηλ ο εστιν μεθερμηνευομενον μεθ ημων ο θεος

Vulgata

ecce virgo in utero habebit et pariet filium et vocabunt nomen eius Emmanuhel quod est interpretatum Nobiscum Deus

Almeida Revista e Atualizada

Eis que a virgem conceberá e dará à luz um filho, e ele será chamado pelo nome de Emanuel (que quer dizer: Deus conosco).

La Nuova Diodati

Ecco, la vergine sarà incinta e partorirà un figlio, il quale sarà chiamato Emmanuele che, interpretato, vuol dire: "Dio con noi".

Luther Bibel 1545

Siehe, eine Jungfrau wird schwanger sein und einen Sohn gebären, und sie werden seinen Namen Immanuel heißen", das ist verdolmetscht: Gott mit uns.

He aquí

ιδου [idou] 2ºAoristo Imperativo Activo, 2º sing. de ειδον [eidon]; usado como partícula demostrativa para indicar una acción inesperada, sorprendente. Puede ser traducido de diferentes maneras: ¡oh!, "¡mira!, ¡ve!, ¡he aquí!, ¡aquí!, o puede ser dejado sin traducir.

una virgen

Literalmente, "la virgen".

η παρθενος

η [hê] Nom. sing. fem. de ο [ho]

Artículo definido.

παρθενος [parthenos], "virgen", una persona que nunca ha tenido relaciones sexuales.

En forma directa e indirecta Mateo y Lucas

proporcionan la evidencia que confirma la verdad del nacimiento virginal.

(1) Ambos afirman que Jesús nació del Espíritu Santo (Mateo 1:18, 20; Luc. 1: 35).

(2) Declaran que María había de dar a luz un hijo que no sería el hijo de José (ver com. Mateo 1:21), sino el Hijo de Dios (Luc. 1: 35).

(3) María permaneció virgen "hasta que dio a luz" a Jesús (Mat. 1:25).

(4) María le afirmó al ángel que era virgen (Luc. 1:34).

Por todo esto se da testimonio pleno del

nacimiento virginal de Jesús.

Aun sin que se tome en cuenta la palabra "virgen", podría probarse la virginidad de María aunque Mateo nunca hubiera empleado esa palabra en este contexto.

Mateo y Lucas, escribiendo bajo la dirección divina, no hubieran narrado el relato del nacimiento virginal si no hubiera sido verídico. Bien sabían cómo los dirigentes judíos se habían burlado de Jesús por causa de las misteriosas circunstancias que rodeaban su nacimiento, y comprendían que al repetir el relato estaban proporcionando a sus críticos más oportunidad de ridiculizar la narración.

No hay duda de que aquí Mateo emplea la palabra "virgen" en el sentido estricto del término, para referirse a María como una joven casta y soltera.

Bajo la conducción del Espíritu Santo, Mateo aplica la predicción de Isaías 7:14* a Cristo, y al hacerlo emplea la palabra παρθενος [parthenos], que significa estrictamente "virgen" y ninguna otra cosa.

Puesto que rechazan todos los milagros, los modernos críticos de la Biblia suelen desechar la idea de que pudo haber sido un nacimiento virginal, por considerarla indigna de una mente esclarecida. Dirigen la atención al hecho de que, de todos los autores del NT, sólo Mateo y Lucas mencionan la forma de la concepción. Hacen notar que ni Marcos, quizá el primero de los evangelistas, ni Juan, quien escribió para confirmar la divinidad de Jesús, ni Pablo, el gran teólogo del NT, hacen alusión al asunto. Los críticos llegan a la conclusión de que Marcos nada sabía de la virginidad de María y que Juan y Pablo consideraron que era una idea tan fantástica que no valía la pena mencionarla.

Todos estos argumentos basados en el silencio, nada prueban. Mateo y Lucas se refieren a la virginidad de María como a un detalle del relato del nacimiento, y puesto que ni Marcos ni Juan registran esa narración, no tienen por qué referirse a este detalle específico.

Lo mismo ocurre con Pablo, quien hace resaltar la encarnación, la unión de lo divino con lo humano, como el gran hecho céntrico implícito en el nacimiento de Jesús. En cierto sentido, el nacimiento virginal es sólo incidental frente a la verdad mayor, pues fue el medio por el cual se realizó la encarnación. El concepto paulino de la deidad de Jesucristo armoniza perfectamente con el nacimiento virginal (Fil. 2: 6-8; Col. 1: 16; Heb. 1: 1-9; etc.).

Fuera de la encarnación, la crucifixión y la resurrección, Pablo no dice casi nada acerca de detalles de la vida de nuestro Señor. Trata esos tres acontecimientos sencillamente como hechos históricos.

Los críticos destacan que los paganos atribuían la grandeza de hombres como Alejandro, Pitágoras, Platón y Augusto César al supuesto hecho de que descendían de los dioses y a un supuesto nacimiento virginal.

Pero este argumento no tiene mayor valor que si se dijera que la existencia de monedas falsas y las falsificaciones de las grandes obras maestras del arte pictórico, prueban que no hay monedas ni cuadros genuinos.

Si las afirmaciones de Mateo y de Lucas en cuanto al nacimiento virginal han de desecharse como inverosímiles, porque la verdad allí expresada trasciende el conocimiento y la experiencia del hombre, muchos otros pasajes de los Evangelios deben descartarse sobre la misma base.

Si se coloca la mente humana como norma para determinar la veracidad de las Escrituras, la Biblia deja de ser la Palabra de Dios para el hombre y se transforma en un documento meramente humano.

No debería olvidarse que todo el

plan de salvación es un milagro,

un "misterio".

Romanos 16:25

"Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos"

Efesios 1:9

"dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo"

Efesios 3:9

"y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas"

Colosenses 1:27

"a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria"

Colosenses 2:2

"para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo"

Apocalipsis 10:7

"sino que en los días de la voz del

séptimo ángel, cuando él comience a

tocar la trompeta, el misterio de Dios

se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas"

En primer lugar, es un misterio que Dios pueda amar a los pecadores

Juan 3:16

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna"

Romanos 5:8

"Mas Dios muestra su amor para

con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros"

Westcott-Hort 1881

ιδου η παρθενος εν γαστρι εξει και τεξεται υιον και καλεσουσιν το ονομα αυτου εμμανουηλ ο εστιν μεθερμηνευομενον μεθ ημων ο θεος

Reina-Valera 1960

He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.

King James Version

Behold, a virgin shall be with child, and shall bring forth a son, and they shall call his name Emmanuel, which being interpreted is, God with us.

La Bible du Semeur

Voici, la jeune fille vierge sera enceinte.

Et elle enfantera un fils que l'on appellera Emmanuel, ce qui veut dire: Dieu est avec nous.

Russian Synodal Version

се, Дева во чреве приимет и родит Сына, и нарекут имя Ему Еммануил, что значит: с нами Бог.

Así también es un misterio que la sabiduría infinita pudiera formular un plan por el cual la misericordia pudiera combinarse con la justicia (Sal. 85:10) a fin de poder responder a las justas exigencias de la santa ley de Dios y al mismo tiempo salvar al pecador del castigo que merece por haber quebrantado esa ley (Juan 3:16; Rom. 6:23).

Es un milagro que el hombre, que por naturaleza está enemistado con Dios (Rom. 8: 7), pueda llegar a vivir en paz con el Señor (Rom. 5: 1).

Es un milagro que Cristo pueda librar del reinado del pecado y de la muerte a una persona inclinada a hacer lo malo (Rom. 7: 24; 8: 1-2), y la capacite para vivir una vida perfecta en armonía con el carácter divino (Rom. 8: 3-4).

Es un milagro que una persona pueda nacer de nuevo (Juan 3: 3-9), que un hombre imperfecto (Rom. 3: 23) pueda ser transformado (Rom. 12: 2) por la gracia de Cristo en tan hombre perfecto (Mat. 5: 48) y se convierta en hijo de Dios (1 Juan 3: 1-3).

El nacimiento virginal, la vida perfecta, la muerte vicaria y la gloriosa resurrección de Jesús son misterios para la mente humana.

La religión cristiana no pide disculpas por los grandes misterios del plan de la salvación, porque el amor redentor de Dios es en sí mismo el mayor de todos los misterios.

La encarnación del Hijo de Dios es

el hecho culminante de todos los tiempos, la piedra angular de la fe cristiana.

Pero sin el nacimiento virginal no podría haber verdadera encarnación, y sin la encarnación y el nacimiento virginal la Biblia se convertiría en mera fábula y leyenda, el cristianismo no sería más que un engaño piadoso, y la salvación sería un espejismo decepcionante.

Concebirá

εν γαστρι εξει

εν [en] Preposición con dativo: "en".

γαστρι [gastri] Sust. Fem. Dat. sing.

de γαστηρ [gastêr]"vientre",

"matriz [útero]", "estómago".

εξει [hexei] Futuro Indicativo Activo, 3ª sing. del verbo εχω [echô] "tener", "mantener".

Lit: "En el vientre tendrá"

Por acción del Espíritu Santo, como también lo dice Lucas (cap. 1:35).

"Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo" (Gál. 4: 4), después de haberle preparado un cuerpo (Heb. 10: 5).

dará a luz

τεξεται [texetai] Futuro Indicativo Medio (deponente), 3ª sing. de τικτω [tiktô] "dar a luz".

un hijo

υιον [huion] Acus. sing. de

υιος [huios] Sust. masc.

Ver com. Mateo 1:1.

llamarás

καλεσουσιν [kalesousin] Futuro Indicativo Activo, 3ª pl. de

καλεω [kaleô] "llamar", "dar un nombre [nombrar]". "llamarán".

su nombre

το ονομα αυτου

το [to] Artículo.

Acus. sing. neut.

ονομα [onoma]

Sust. neut., acus. sing.

αυτου [autou]

Pronombre personal, gen. sing. masc.

Emanuel

La transliteración griega del

Heb. עמנו אל ['Immanu 'el] quiere decir "con nosotros Dios". El Hijo de Dios no sólo vino a vivir entre nosotros, sino a identificarse con la familia humana (Juan 1: 1-3, 14; Rom. 8: 1-4; Fil. 2: 6-8; Heb. 2: 16-17; "Emanuel" no era tanto un nombre personal sino un título empleado para describir la misión de Cristo (cf. Isa. 9: 6-7; 1 Cor. 10: 4).

que traducido es

ο εστιν μεθερμηνευομενον

ο [ho] (Pronombre relativo) nom. sing. neut. "lo que", "lo cual" de ος [hos] "que", "quien", "cual". Se refiere a "nombre", que es una palabra neutra en griego.

εστιν [estin] Presente Indicativo Activo, 3ª sing. de ειμι [eimi], "ser", "estar", "existir", "suceder", "vivir", "estar presente", "permanecer".

μεθερμηνευομενον [methermêneuomenon] Presente Ptcp. Pas. nom. sing. neut. de μεθερμηνευω [methermêneuô], "interpretar", "traducir".

"el cual [nombre] es traducido".

Dios con nosotros

μεθ ημων ο θεος

μεθ [meth] Preposición.

Con genitivo: "con"

ημων [hêmôn] Pronombre Personal, 1ª pers. Gen. pl. "de nosotros", "nuestro".

μεθ ημων "con nosotros"

ο [ho] Artículo, nom. sing. masc. "el".

θεος [theos] Sustantivo, nom. sing. masc.

"Dios".

Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros. (BJ)

HE AQUI, LA VIRGEN CONCEBIRA Y DARA A LUZ UN HIJO, Y LE PONDRAN POR NOMBRE EMMANUEL, que traducido significa: DIOS CON NOSOTROS. (LBLA)

* Isaías 7:14

לכן יתן אדני הוא לכם אות הנה העלמה

h-`lmh hnh 'wth l-km hw' 'dny ythn lkn

הרה וילדת בן וקראת שמו עמנו - אל

'l - `mnw shm-w w-qr'th bn w-yldth hrh

LXX

δια τουτο δωσει κυριος αυτος υμιν σημειον

ιδου η παρθενος εν γαστρι εξει και τεξεται υιον

και καλεσεις το ονομα αυτου εμμανουηλ

Reina-Valera 1960

Por tanto, el Señor mismo os dará señal:

He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo,

y llamará su nombre Emanuel.

Vulgata

propter hoc dabit Dominus ipse vobis signum

ecce virgo concipiet et pariet filium

et vocabitis nomen eius Emmanuhel

King James Version

Therefore the Lord himself shall give you a sign;

Behold, a virgin shall conceive, and bear a son,

and shall call his name Immanuel.

Almeida Revista e Atualizada

Portanto, o Senhor mesmo vos dará um sinal:

eis que a virgem conceberá e dará à luz um filho

e lhe chamará Emanuel.

Señal

Heb. אות ['oth], "señal", "prenda", "marca", "recordativo".

En el AT un אות ['oth] no corresponde necesariamente a un milagro. En esencia, como en los casos del arco iris del pacto (Gén. 9: 12), del Sábado (Exo. 31: 13; Eze. 20: 12, 20), de la sangre del cordero pascual en los postes de la puerta (Exo. 12: 13) y de los incensarios de Coré, Datán y Abiram (Núm. 16: 38), אות ['oth] era el recordativo visible de una importante verdad espiritual.

Las "señales" de Egipto (Exo. 4:8; 7: 3; Deut. 4: 34; etc.) y las que le fueron dadas a Gedeón Juec. 6: 17), a Ezequías (2 Rey. 20: 8-9; Isa. 38: 1-8) fueron señales milagrosas, cuyo propósito era lograr cooperación e inspirar fe. Sin excepción, la "señal" consistía en un objeto o un acto cuyo propósito era confirmar o recordar la verdad espiritual o el mensaje profético ligado a él por la Inspiración. El aspecto milagroso podría estar presente o no.

Una de las características esenciales de la "señal" era que fuera literalmente visible para la persona o personas a quienes era dada, para que a su vez los ojos de la fe pudieran percibir la voluntad de Dios y se aferraran a sus promesas. Cuando alguien exigía una "señal", como la que Dios aquí invitaba a Acaz que le pidiera (Isa. 7: 11), o cuando Dios mismo escogía la "señal", era, sin excepción, literalmente visible para aquellos a quienes iba dirigida.

En relación con esto es importante notar la declaración de Isaías: "He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová somos por señales y presagios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos" (Isa. 8: 18), afirmación cuyo significado es aclarado por el hecho de que aparece en la misma secuencia profética con la "señal" prometida en el cap. 7:14.

Los nombres: Isaías ישעיה [Yĕsha`yah], que significa "Jehová salvará"; שאר ישוב [Shear-jasub] que quiere decir "Un remanente volverá" (Isa. 7:3), y מהר שלל חש בז [Maher-shalal-hasbaz] (Isa. 8:1), que significa "El despojo se apresura, la presa se precipita", hablaban con elocuencia de acontecimientos futuros relacionados con las inminentes y repetidas invasiones asirias de Judá.

Isaías y sus hijos eran "señales" designadas por Dios para obtener, de ser posible, la cooperación de Acaz y Judá durante los años de crisis que acompañarían al colapso y cautiverio del reino del norte, o sea de Israel.

La virgen.

Heb. עלמה ['almah].

Este vocablo, tanto en singular como en plural, sólo aparece nueve veces en el AT.

Nunca se encuentra en un contexto que permita determinar con precisión su significado. Esta inseguridad ha suscitado diferencias de opinión en cuanto a si debería traducirse como "virgen" o "mujer joven". Se han hecho esfuerzos complicados por probar que significa exclusivamente una cosa o la otra; pero hasta el momento la evidencia presentada en favor de cualquiera de las dos posiciones no ha sido suficiente como para convencer a todos los eruditos hebraístas.

Los lexicógrafos del hebreo concuerdan en que עלמה ['almah] proviene de la raíz עלם ['alam], "tener madurez [en el aspecto sexual]", y que la palabra עלמה ['almah] significa una "mujer joven", capaz de tener hijos. Tanto עלמה ['almah] como עלם ['élem], la forma masculina de la palabra, claramente indican madurez física, pero no hay absoluta evidencia de que impliquen virginidad ni estado matrimonial. Sin embargo, puede señalarse que, en Cant. 6: 8-9, las "doncellas" ( ועלמות [ 'alamoth], plural de עלמה ['almah] ) están clasificadas con las "reinas" y las "concubinas", en contraste con una joven "perfecta".

La construcción hebrea permite que se entienda que la עלמה ['almah] de Isa. 7: 14 pudo haber ya concebido. Si cuando Isaías escribió todavía era virgen, nos encontraríamos con otro nacimiento milagroso similar al de Jesús, lo que crearía un grave problema teológico.

El vocablo hebreo que se emplea específicamente para designar a una virgen es בתולה [bethulah], que significa precisamente "virgen", sin que tenga otro sentido en las 50 veces que aparece en el AT. Según el uso bíblico, la בתולה [bethulah] era una mujer casadera, ya fuera joven o anciana, aunque probablemente joven y que se había mantenido separada de varón. Ni una sola vez se emplea la palabra עלמה ['almah] para referirse a la virginidad, cosa que sí ocurre con בתולה [bethulah] y sus derivados.

Para בתולה [bethulah] no existe ninguna forma masculina equivalente, pero muchas veces la palabra aparece en relación con בחר [bachur], "joven maduro, vigoroso, no casado", o "joven selecto". בחר [bachur] y בתולה [bethulah] indican el más alto ideal hebreo de la juventud, así como 'élem y עלמה ['almah] denotan madurez física. Sin excepción, donde se habla claramente de integridad moral y de virginidad se emplean בחר [bachur] y בתולה [bethulah], y no עלם ['élem] y עלמה ['almah].

Isaías dice que Dios se goza con su pueblo como "el joven - בחר [bachur]- [que] se desposa con la virgen - בתולה [bethulah]" (Isa. 62: 5). Es muy significativo que se emplee el símbolo de Sión, una "virgen pura" (παρθενος [parthenos], 2 Cor. 11: 2), para representar al pueblo de Dios. La palabra que se emplea para describir a esa "virgen" es siempre בתולה [bethulah], nunca עלמה ['almah] (2 Rey. 19: 2 1; Isa. 37: 22; 62: 5; Jer. 14: 17; 31: 4; Lam. 1: 15; etc.).

Nunca se denomina עלמה ['almah] al pueblo de Dios. El Señor no puede aceptar una iglesia que no pueda denominarse בתולה [bethulah]. Dios no se preocupa tanto por la edad como por el carácter. Isaías emplea la palabra בתולה [bethulah] cinco veces (cap. 23: 4, 12; 37: 22; 47: 1; 62: 5). Si hubiera deseado que se entendiera que la "virgen" del cap. 7: 14 era una בתולה [bethulah] en el sentido estricto del término, lógicamente debería haber empleado esa palabra aquí. Sin embargo, al citar este pasaje, Mateo emplea la palabra παρθενος [parthenos], que corresponde con בתולה [bethulah], y claramente indica virginidad. La LXX emplea el término παρθενος [parthenos], "virgen".

El contexto de Isa. 7: 14, confirma que la predicción hecha aquí tenía una aplicación inmediata dentro del marco de las circunstancias históricas presentadas en el capítulo. La interpretación que Mateo le da al pasaje confirma que esta predicción también señala la venida del Mesías. Muchas profecías del AT tienen, como ésta, una doble aplicación: en primer lugar, se aplican al futuro inmediato, y en segundo lugar, al futuro más distante (ver nota 3 en el com. de Mateo 1:22).

En la narración de Isa. 7: 14 no se agrega nada en cuanto a la identidad de la "mujer joven" a la cual alude Isaías. Sin embargo, en hebreo se la llama "la mujer joven", lo cual indica que se trata de una joven específica. Si dicha "joven" estuvo presente en tal ocasión, o si Acaz o aun el mismo Isaías conocían su identidad, es algo incierto. Basados en el silencio que se guarda en cuanto a la "joven" del vers. 14 de este capítulo, algunos han sugerido que dicha predicción se cumplió en la persona de una mujer desconocida para nosotros, pero bien conocida para Acaz e Isaías. Suponiendo que la "señal" debía ser milagrosa y que la palabra עלמה ['almah] significa específicamente "virgen" y no sólo "mujer joven", algunos han sugerido que el cumplimiento literal de la predicción en los días de Isaías requirió que la madre del hijo prometido fuera una virgen como María, en el sentido estricto del término. Seguramente que para Dios hubiera sido enteramente posible hacerlo si así lo hubiese escogido; pero un niño tal representaría, como Cristo, la unión de las naturalezas divina y humana, lo cual privaría a Cristo de si posición exclusiva como el único Hijo de Dios, que fue a la vez divino y humano.

Teniendo en cuenta que por este tiempo Acaz era un joven de unos 21 años (2 Rey. 16: 12), otros han sugerido que esta "joven" podría haber sido su propia esposa, o alguna otra joven de la corte real presente en esa ocasión. Otros piensan que Isaías alude a su propia esposa, "la profetisa" del cap. 8: 3, que quizá lo acompañó en esta entrevista con el rey Acaz. El hecho de que el ministerio profético de Isaías continuó durante un medio siglo, o más, después de este suceso ocurrido en la primera parte de su ministerio (cf. cap. 1: 1; 6: 1), confirma que por esa época él mismo era joven, y que su esposa bien podía denominarse "la mujer joven".

Concebirá

En hebreo el verbo aparece en el tiempo perfecto, el cual se emplea comúnmente para indicar una acción terminada, y normalmente debería traducirse como "ha concebido" (BJ). Pero los profetas muchas veces emplearon el tiempo perfecto para indicar una acción futura. Estaban tan confiados de que sus predicciones se cumplirían, que hablaban de acontecimientos futuros como si ya se hubieran realizado. De ser así, la traducción "concebirá" sería totalmente correcta.

No es posible definir cuál traducción refleja con mayor precisión la intención de la Inspiración, pero muchos consideran que la interpretación más natural del hebreo indica que la concepción de ese niño, que habría de ser "señal", ya había ocurrido cuando Isaías pronunció estas palabras. La secuencia de los tiempos verbales en el vers. 14 parece exigirlo. Los que consideran que la "mujer joven" era esposa de Acaz o alguna otra joven de la familia real, sugieren que esta predicción era una "señal" para Acaz pues es de suponer que Isaías no sabría que ella había concebido y que ninguno de ellos podría en el momento saber el sexo del niño aún no nacido. Cabe recordar que la "señal" no necesariamente equivale a "milagro".

Llamará

El texto hebreo más comúnmente aceptado dice "ella llamará", "le pondrá por nombre" (BJ). Sin embargo, varios manuscritos dicen "tú llamarás". Si se entiende de esta forma, el niño no nacido aún sería miembro de la familia real, y su madre, la esposa de Acaz o alguna otra joven a cuyo hijo Acaz tenía el derecho de ponerle nombre. Sin embargo, es más probable que sea correcto leer "ella llamará"; "le llama" (NC).

Emanuel

Heb. עמנו אל ['Immanu 'el], literalmente "con nosotros Dios", entendiéndose por el contexto que Dios nos acompaña para librarnos de nuestros enemigos.

A semejanza del nombre ישעיה (Isaías), que significa "Jehová salvará", שאר ישוב (Shear-jasub), que quiere decir "remanente volverá" , o sea que Judá no caería junto con el reino del norte, y מהר שלל חש בז (Maher-shalal-hasbaz), que significa "el despojo se apresura, la presa se precipita", el nombre Emanuel era un nombre distintivo dado por Dios como señal, para testificar del propósito divino con respecto a Judá en ese tiempo, y para dar a entender la naturaleza de los acontecimientos que pronto habrían de transcurrir.

Ver Isaías 8:1-3, 8, 10.

La señal de "Emanuel" testificaría de la presencia de Dios en medio de su pueblo para guiar, proteger y bendecir. En tanto que otras naciones serían derrotadas, Judá habría de ser sostenida. Si bien Israel perecería, Judá sobreviviría. Cuando Senaquerib atacó a la tierra de Judá para destruirla, Ezequías, hijo de Acaz, sin duda encontró consuelo y estímulo en las palabras de Isaías referentes a Emanuel. En su mensaje de estímulo al pueblo de Jerusalén, Ezequías asegura que "con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas" (2 Crón. 32: 7-8).

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