1:29

"Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla,

que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto

y que da semilla; os serán para comer."

ויאמר אלהים הנה נתתי לכם

את־כל־עשב זרע זרע אשר על־פני כל־הארץ ואת־כל־העץ אשר־בו

פרי־עץ זרע זרע לכם יהיה לאכלה

וַיֹּאמֶר אֱלֹהִים, הִנֵּה נָתַתִּי לָכֶם

אֶת-כָּל-עֵשֶׂב זֹרֵעַ זֶרַע אֲשֶׁר עַל-פְּנֵי

כָל-הָאָרֶץ, וְאֶת-כָּל-הָעֵץ אֲשֶׁר-בּוֹ

פְרִי-עֵץ, זֹרֵעַ זָרַע: לָכֶם יִהְיֶה, לְאָכְלָה

LXX:

και ειπεν ο θεος ιδου δεδωκα υμιν παν χορτον σποριμον σπειρον

σπερμα ο εστιν επανω πασης της γης και παν ξυλον ο εχει

εν εαυτω καρπον σπερματος σποριμου υμιν εσται εις βρωσιν

Vulgata:

dixitque Deus ecce dedi vobis omnem herbam adferentem

semen super terram et universa ligna quae habent in semet

ipsis sementem generis sui ut sint vobis in escam

Toda planta

Luego se hizo provisión para el sustento del recién nombrado monarca y de sus súbditos. Sabemos por el registro divino que el hombre había de comer tanto de los productos del campo como de los árboles. En otras palabras, cereales, frutas oleaginosas y las otras frutas. Los animales habían de comer "toda planta verde": verduras y pasto.

La redacción de esta orden revela que no era la voluntad de Dios que el hombre matara animales para alimentarse, o que los animales debieran devorarse entre sí (vers. 30). Por lo tanto, la violenta y a veces penosa destrucción de vida hecha por hombres y animales es un resultado de la entrada del pecado en el mundo. Sólo después del diluvio Dios dio permiso al hombre de comer carne de animales (cap. 9: 3). Aun las leyendas paganas hablan de una edad áurea, de inocencia, cuando el hombre se abstenía de matar animales (Ovidio, Metamorfosis, I. 103-106).

La clara enseñanza de las Escrituras de que la muerte entró en el mundo por el pecado muestra palmariamente que el propósito original de Dios era que ni el hombre ni los animales (vers. 30) quitaran la vida para proveerse de alimentos.

Todos los argumentos basados en la premisa de que es necesario matar animales para frenar su aumento excesivo, son de valor dudoso. Es fútil especular con lo que habría sucedido en este mundo si los animales y los seres humanos se hubieran multiplicado sin control, perpetuamente.

Ciertamente, Dios había trazado sus planes para hacer frente a eventualidades cuando se presentaran. Esos planes no nos han sido revelados porque el pecado entró en el mundo antes de que surgiera la necesidad de frenar una reproducción excesiva (vers. 28).

Comer.

אכלה [oklah], "alimento", "alimentación", "lo que se come" (sustantivo femenino).

Aparece 18 veces en el AT:

(2) "Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así." (Génesis 1: 30).

(3) "Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos." (Génesis 6: 21).

(4) "Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo." (Génesis 9: 3).

(5) "Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer." (Éxodo 16: 15).

(6) "Y si algún animal que tuviereis para comer muriere, el que tocare su cadáver será inmundo hasta la noche." (Levítico 11: 39).

(7) "Mas el descanso de la tierra te dará para comer a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu criado, y a tu extranjero que morare contigo;" (Levítico 25: 6).

(8) "¿Es mi heredad para mí como ave de rapiña de muchos colores? ¿No están contra ella aves de rapiña en derredor? Venid, reuníos, vosotras todas las fieras del campo, venid a devorarla." (Jeremías 12: 9).

(9) "He aquí, es puesta en el fuego para ser consumida; sus dos extremos consumió el fuego, y la parte de en medio se quemó; ¿servirá para obra alguna?" (Ezequiel 15: 4).

(10) "Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Como la madera de la vid entre los árboles del bosque, la cual di al fuego para que la consumiese, así haré a los moradores de Jerusalén." (Ezequiel 15:6).

(11) "Serás pasto del fuego, se empapará la tierra de tu sangre; no habrá más memoria de ti, porque yo Jehová he hablado." (Ezequiel 21: 32).

"12) "Porque han adulterado, y hay sangre en sus manos, y han fornicado con sus ídolos; y aun a sus hijos que habían dado a luz para mí, hicieron pasar por el fuego, quemándolos." (Ezequiel 23: 37).

(13) "Y te dejaré en el desierto a ti y a todos los peces de tus ríos; sobre la faz del campo caerás; no serás recogido, ni serás juntado; a las fieras de la tierra y a las aves del cielo te he dado por comida." (Ezequiel 29: 5).

(14) "Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado." (Ezequiel 34: 5).

(15) "Vivo yo, ha dicho Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas;" (Ezequiel 34: 8).

(16) "Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra los pastores; y demandaré mis ovejas de su mano, y les haré dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarán más a sí mismos, pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les serán más por comida." (Ezequiel 34: 10).

(17) "Y sabrás que yo Jehová he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de Israel, diciendo: Destruidos son, nos han sido dados para que los devoremos." (Ezequiel 35: 12).

(18) "Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que fueron contigo; a aves de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo, te he dado por comida." (Ezequiel 39: 4).

Inspiración:

"El hace producir el heno para las bestias, Y la hierba para el servicio del hombre, Sacando el pan de la tierra" (Salmo 104: 14). El Señor ha dado de su vida a los árboles y a las plantas de su creación. Su palabra puede aumentar o disminuir el fruto de la tierra. Si los hombres abrieran su entendimiento para discernir la relación entre la naturaleza y el Dios de la naturaleza, se oirían los fieles reconocimientos del poder del Creador. Sin la vida de Dios, moriría la naturaleza. Sus obras creadas dependen de él. Confiere propiedades vivificantes a todo lo que produce la naturaleza. Hemos de considerar los árboles cargados de fruto como el don de Dios, tanto como si él colocara el fruto en nuestras manos.