15:11

"Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba."

וירד העיט על־הפגרים

וישב אתם אברם

וַיֵּרֶד הָעַיִט, עַל-הַפְּגָרִים; וַיַּשֵּׁב אֹתָם, אַבְרָם

LXX:

κατεβη δε ορνεα επι τα σωματα τα διχοτομηματα αυτων και συνεκαθισεν αυτοις αβραμ

Vulgata:

descenderuntque volucres super cadavera et abigebat eas Abram

Descendían aves de rapiña.

Por supuesto, esto ocurrió y no fue meramente una visión o sueño. La realidad de que Abram cumplió las direcciones divinas queda demostrada por el hecho de que tuvo que ahuyentar las aves de rapiña que trataban de alimentarse de los cadáveres. En las tierras orientales, si no se les impide hacerlo, los buitres y otras aves comienzan a consumir los animales caídos inmediatamente después de su muerte, y por lo general dejan blanqueando sus huesos en cuestión de minutos. Abram caminó reverentemente entre las partes cortadas del sacrificio de acuerdo con la costumbre. Sin embargo, no hubo evidencia visible de que Dios de su parte aceptara las obligaciones del pacto. Esto había de venir más tarde (vers. 17). Pero hasta entonces Abram sintió que era su deber proteger los cadáveres de que fueran desgarrados y devorados

15:10 15:12