1:21

"Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente

que se mueve, que las aguas produjeron según su género,

y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno."

ויברא אלהים את־התנינם הגדלים

ואת כל־נפש החיה הרמשת אשר שרצו

המים למינהם ואת כל־עוף כנף למינהו

וירא אלהים כי־טוב

וַיִּבְרָא אֱלֹהִים, אֶת-הַתַּנִּינִם הַגְּדֹלִים; וְאֵת כָּל-נֶפֶשׁ הַחַיָּה הָרֹמֶשֶׂת אֲשֶׁר שָׁרְצוּ הַמַּיִם לְמִינֵהֶם, וְאֵת כָּל-עוֹף כָּנָף לְמִינֵהוּ, וַיַּרְא אֱלֹהִים, כִּי-טוֹב

LXX:

και εποιησεν ο θεος τα κητη τα μεγαλα και πασαν ψυχην ζωων

ερπετων α εξηγαγεν τα υδατα κατα γενη αυτων και παν

πετεινον πτερωτον κατα γενος και ειδεν ο θεος οτι καλα

Vulgata:

creavitque Deus cete grandia et omnem animam viventem atque

motabilem quam produxerant aquae in species suas et omne

volatile secundum genus suum et vidit Deus quod esset bonum

Creó Dios los grandes monstruos marinos.

La palabra "creó", bara', se usa por segunda vez en este capítulo para indicar la introducción de algo completamente nuevo: la creación de seres vivientes. Al ejecutar lo que había ordenado, Dios creó los grandes animales marinos, tanninim. La traducción "grandes ballenas" de la versión de Valera de 1909 es demasiado limitada en sus alcances. La palabra tiene diversos significados, tales como "culebra" (Éxodo 7: 9, 10, 12) y "dragón" (Isaías 51: 9; Ezequiel 29: 3), pero debe significar "monstruo marino" en este pasaje y en Salmo 148: 7.

Y todo ser viviente que se mueve.

El verbo "mover", ramas´, es especialmente aplicable a los animales que se arrastran (Génesis 9: 2), ya sea sobre la tierra (Génesis 7: 14) o en el agua (Salmo 69: 34), aunque aquí signifique claramente seres acuáticos.

Según su género.

Como en el caso de las plantas creadas en el tercer día, se declara que tanto los peces como las aves fueron creados "según su género". Esto explícitamente indica que las distintas clases de animales que vemos comenzaron en la creación y no a través de un proceso de evolución como lo sostienen los evolucionistas. (ver com. de vers. 12).

Por qué las aves y los peces fueron creados en el mismo día, no se explica por ninguna supuesta similitud entre el aire y el agua como pensaron Lutero, Calvino y otros. Además no se declara que sólo fue creada una pareja de cada género. Por el contrario, las palabras: "Produzcan las aguas seres vivientes" parecen indicar que los animales fueron creados no sólo con una rica variedadde géneros, sino con un gran número de individuos. El hecho de que sólo fuera creado un ser humano al principio, de ninguna manera da pie a la conclusión de que los animales también fueron creados uno a uno.

Y vio Dios que era bueno.

La tierra debe haberle parecido deleitable en sumo grado al Creador cuando la contempló al final del quinto día. No sólo había verdeantes colinas, resplandecientes corrientes de agua y lagos azules, sino también seres vivientes que se movían, nadaban y volaban dando a este mundo, por primera vez, la calidad de vida que no había poseído antes. He aquí criaturas que hasta podían cantar alabanzas a su Creador, que revelaban cierta medida de entendimiento al buscar el debido alimento (Mateo 6: 26) y al construir nidos para protegerse (Mateo 8: 20).

Las grandiosas obras de Dios realizadas en los días previos fueron ciertamente admirables, pero la naturaleza recibió su ornamento en el día quinto. Sin la vegetación creada en el tercer día, el mundo habría ofrecido una apariencia muy poco atrayente. Mucho mayor habría sido la falta de atracción y alegría si hubiesen estado ausentes las miríadas de seres vivientes que pueblan la tierra.

Cada uno de esos seres, pequeños o grandes, debiera enseñarnos una lección acerca de la maravillosa maestría del gran Dios, a quien debemos adoración como al autor y preservador de toda forma de vida. Esos seres debieran darnos un saludable respeto por la vida, que no podemos impartir sino que debiéramos proteger cuidadosamente y no destruir.

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