9:27

"Engrandezca Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán su siervo."

LXX:

πλατυναι ο θεος τω ιαφεθ και κατοικησατω εν τοις οικοις του σημ και γενηθητω χανααν παις αυτων

Vulgata:

dilatet Deus Iafeth et habitet in tabernaculis Sem sitque Chanaan servus eius

Engrandezca Dios a Jafet.

Mediante un juego de palabras con el nombre de Jafet, Noé resume su bendición para este hijo en la palabra "engrandezca", patáj. Así indicó Noé la notable expansión y prosperidad de las naciones jaféticas.

Habite en las tiendas de Sem.

La inflexión verbal "habite" se refiere a Jafet y no a Dios, aunque algunos comentadores antiguos y modernos de la Biblia han entendido esto así. El significado de la frase puede haber sido doble, puesto que los descendientes de Jafet con el correr del tiempo se posesionaron de muchas tierras de los semitas, y moraron en ellas, y porque los jafetitas habían de participar de las bendiciones salvadores de los semitas. Cuando el Evangelio fue predicado en griego -idioma jafetita-, Israel que era descendiente de Sem, aunque fue sometido por Roma, habitada por jafetitas, llegó a ser el conquistador espiritual de los jafetitas y así, figuradamente, los recibió dentro de sus tiendas.

Todos los que son salvados son una parte del Israel espiritual y entran en la santa ciudad a través de puertas que llevan los nombres de las doce tribus de Israel (Gál. 3: 29; Apoc. 21: 12).

Las profecías semejantes a ésta no determinan la suerte de los individuos que están dentro del grupo de que se trata, ya sea para salvación o para condenación.

Rahab la cananea y Arauna jebuseo fueron recibidos en la comunión del pueblo elegido de Dios, y la mujer cananea fue ayudada por el Señor debido a su fe (Mat. 1: 5; 2 Sam. 24: 18; Mat. 15: 22-28).

Pero se pronunciaron ayes sobre los endurecidos fariseos y escribas, e Israel fue rechazado debido a su incredulidad (Mat. 23: 13; Rom. 11: 17-20).

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