9:17

"Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra."

LXX:

και ειπεν ο θεος τω νωε τουτο το σημειον της διαθηκης ης διεθεμην ανα μεσον εμου και ανα μεσον πασης σαρκος η εστιν επι της γης

Vulgata:

dixitque Deus Noe hoc erit signum foederis quod constitui inter me et inter omnem carnem super terram

Esta es la señal.

Este pacto entre Dios y Noé puso punto final a los acontecimientos relacionados con la catástrofe mayor que esta tierra jamás haya experimentado. La tierra, que una vez fue bella y perfecta, presentaba un cuadro de completa desolación.

El hombre había recibido una lección acerca de los terribles resultados del pecado.

El Universo había visto el fin espantoso que aguarda al hombre cuando éste obedece a Satanás.

Debía realizarse un nuevo comienzo. Puesto que habían sobrevivido al diluvio sólo miembros fieles y obedientes de la familia humana antediluviana, había razón para esperar que el futuro presentaría un cuadro más feliz que el pasado.

Después de haber sido salvados por la gracia de Dios del máximo cataclismo imaginable, podría esperarse que los descendientes de Noé se beneficiaran en todos los siglos futuros con las lecciones aprendidas del diluvio.

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