8:1

"Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas."

LXX:

και εμνησθη ο θεος του νωε και παντων των θηριων και παντων των κτηνων και παντων των πετεινων και παντων των ερπετων οσα ην μετ' αυτου εν τη κιβωτω και επηγαγεν ο θεος πνευμα επι την γην και εκοπασεν το υδωρ

Vulgata:

recordatus autem Deus Noe cunctarumque animantium et omnium iumentorum quae erant cum eo in arca adduxit spiritum super terram et inminutae sunt aquae

Se acordó Dios de Noé.

Este versículo no implica que Dios se hubiera olvidado de Noé durante un tiempo. Es una expresión que indica la solicitud y la gracia divinas. Una conmovedora indicación de la ternura de Dios hacia sus criaturas se halla en la declaración de que Dios también se acordó, junto con Noé, de los demás seres vivientes.

"¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos." (Lucas 12: 6, 7; cf. Mateo 10: 29-31).

Aquel que proclamó que aunque cinco pajarillos "se venden" "por dos cuartos", "con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios" recordará a sus hijos fieles que valen más "que muchos pajarillos".

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