5:4

"Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas."

ויהיו ימי־אדם אחרי הולידו את־שת

שמנה מאת שנה ויולד בנים ובנות

,וַיִּהְיוּ יְמֵי-אָדָם, אַחֲרֵי הוֹלִידוֹ אֶת-שֵׁת

שְׁמֹנֶה מֵאֹת, שָׁנָה; וַיּוֹלֶד בָּנִים, וּבָנוֹת

LXX:

εγενοντο δε αι ημεραι αδαμ μετα το γεννησαι αυτον τον σηθ επτακοσια ετη και εγεννησεν υιους και θυγατερας

Vulgata:

et facti sunt dies Adam postquam genuit Seth octingenti anni genuitque filios et filias

Ochocientos años

La notable longevidad de la raza antediluviana ha sido el blanco de muchas críticas.

Algunos han declarado que las cifras son el producto de una edad mítica o el resultado de una transmisión defectuosa del texto. Otros han sugerido que no representan individuos sino dinastías, o que no eran años sino períodos más cortos, quizá meses.

Todas estas consideraciones deben ser rechazadas pues hacen violencia a una interpretación literal del texto y a su origen inspirado. Debemos aceptar estas cifras como históricas y exactas.

La longevidad de la raza antediluviana puede atribuirse a las siguientes causas:

(1) la vitalidad original con la que fue dotada la humanidad en la creación,

(2) piedad e inteligencia superiores,

(3) el efecto remanente del fruto del árbol de la vida, en el supuesto de que de él hubieran comido Adán y Eva ("De todo árbol del huerto podrás comer" [cap. 2: 16]),

(4) la calidad superior del alimento disponible y

(5) la gracia divina al posponer la ejecución del castigo del pecado.

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