8:7

"y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra."

LXX:

και απεστειλεν τον κορακα του ιδειν ει κεκοπακεν το υδωρ και εξελθων ουχ υπεστρεψεν εως του ξηρανθηναι το υδωρ απο της γης

Vulgata:

[dimisit corvum] qui egrediebatur et revertebatur donec siccarentur aquae super terram

Envió un cuervo.

Cuarenta días después de la aparición de las cumbres de las montañas, Noé estuvo ansioso por conocer hasta dónde se habían secado las aguas y si podía abandonar sin peligro el refugio del arca. Como ya se habían retirado las aguas de las partes más altas, el arca estaba a salvo de las tempestades.

Desde una posición tal en la montaña era difícil determinar hasta dónde se habían retirado las aguas en los valles más bajos. Por lo tanto, Noé envió un cuervo para saber, por el comportamiento del ave, cuál era la condición de la tierra. No pudiendo encontrar un lugar donde descansar, el cuervo estuvo volando por encima de las aguas y volviendo de cuando en cuando al arca.

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