Como he comentado, es muy enriquecedor ver las tradiciones y las formas de vivir la Semana Santa en otros lugares. Para ello me propuse recorrer en un dia el mayor numero de provincias viendo estaciones de penitencia. Solo pude recorrer tres provincias, y paso a relatarlo.
Comenzamos plantándonos a primera hora de la mañana, aproximadamente las 11, y gracias a la autovía, en Casariche, Sevilla. Primera provincia y primeros pasos.
Segunda estación de penitencia, dentro de la misma provincia, Badolatosa. Aquí, y gracias a una persona de Protección Civil, que nos paso como prensa, pudimos adelantar al paso de la virgen en una calle de extremada estrechez, por lo que comprendimos lo estilizado del palio mariano. Y la prisa era para encontrarse con el paso de su hijo, que discurría por una calle perpendicular a la estrechura calle que habíamos podido salvar.
Después de comer, buscábamos la tercera estación de penitencia, ahora en la provincia de Córdoba. Y las carreteras nos llevaron a Jauja. Otra procesión, otra idiosincrácia, y otra manera de vivir esta Semana de Pasión.
La cuarta estación de penitencia no estaba buscada, pero la tarde se ponía oscura y quisimos aprovechar los pocos rayos de sol que se escapaban de entre las nubes. Paramos de nuevo en Sevilla, concretamente en Estepa. Alli asistimos a una decepción de las que muchas veces habiamos vivido. La lluvia hizo retroceder al paso de misterio que ya se iba calle abajo.
Quinta estación de penitencia, y nos quedaba una provincia más. Málaga, nos venia al dedillo de retirada hacia Granada, y en Mollina una hermandad empezaba su recorrido, y parecía que la lluvia iba a respetar a esta hermandad. Tuvimos suerte y completamos en un día tres provincias.