Era la primera vez que decidimos internarnos en la Semana de Pasión malagueña. La decisión fue un Lunes Santo, y creo que fue acertado. Primero nos empapamos de todo lo que rodea a una cofradía de barrio, y después nos fuimos a ver una hermandad del mismo centro de la ciudad. Un lunes de fuertes contrastes. Primero subimos a la Cruz Verde...el barrio salió a despedir a sus titulares que bajaban a la catedral para hacer estación de penitencia.
Después bajamos a Centro para ver la salida de la Hermandad de los Estudiantes, allí, abajo, mas turismo que vecinos, así que el ambiente era menos acogedor que el respeto y alegria que habíamos vivido unas horas antes.