Esteban de Inglaterra

Esteban de Inglaterra

Esteban (en francés moderno, Étienne; en inglés moderno, Stephen; c. 1092/1096-25 de octubre de 1154), también conocido como Esteban de Blois (Étienne de Blois o Stephen of Blois), fue rey de Inglaterra desde 1135 hasta su muerte, así como conde de Boulogne desde 1125 hasta 1147 y duque de Normandía desde 1135 hasta 1144. Su reinado estuvo marcado por la Anarquía, una guerra civil con su prima y rival, Matilde. Fue sucedido por su sobrino, Enrique II, el primero de los reyes angevinos.

Nació en el condado de Blois en el centro de Francia; su padre, el conde Esteban II Enrique, murió mientras él todavía era joven, por lo que fue criado por su madre, Adela, hija de Guillermo I «el Conquistador». Integrado en la corte de su tío, Enrique I de Inglaterra, empezó a ganar adeptos y se le concedió tierras extensas. Se casó con Matilde de Boulogne y heredó fincas adicionales en Kent y Boulogne, que hicieron de la pareja una de las más ricas de Inglaterra. Esteban se salvó por poco del morir ahogado con su primo Guillermo Adelin, en el hundimiento del Barco Blanco en 1120; la muerte de Guillermo dejó la sucesión del trono inglés en incertidumbre. Cuando Enrique I murió en 1135, Esteban cruzó rápidamente el canal de la Mancha y, con la ayuda de su hermano Enrique de Blois, poderoso eclesiástico, ascendió al trono, con la promesa de que preservar el orden en el reino tenía prioridad sobre sus juramentos anteriores de apoyar al reclamo de la hija de Enrique I, Matilde.

Los primeros años de su reinado fueron en gran parte exitosos, a pesar de una serie de ataques a sus posesiones en Inglaterra y Normandía por parte de David I de Escocia, rebeldes galeses y el marido de la Matilde, Godofredo V de Anjou. En 1138, el hermanastro de Matilde, Roberto de Gloucester, se rebeló contra el rey inglés y amenazó con una guerra civil. Junto con su asesor cercano, Galerano de Beaumont, Esteban tomó medidas firmes para defender su gobierno, como la detención de una poderosa familia de obispos. Sin embargo, cuando Matilde y Roberto invadieron en 1139, Esteban no pudo detener la revuelta rápidamente y sus parientes se apoderaron del sudoeste de Inglaterra. Capturado en la batalla de Lincoln en 1141, Esteban fue abandonado por muchos de sus seguidores y perdió el control de Normandía. Fue liberado solo después de que su esposa y Guillermo de Ypres, uno de sus comandantes militares, capturaron a Roberto en el tumulto de Winchester, pero la guerra se prolongó durante años sin que ninguno de los bandos pudiera obtener una ventaja.

A Esteban le preocupaba cada vez más asegurarse de que su hijo Eustaquio heredara el trono. Trató de convencer a la Iglesia para que aceptara coronar a Eustaquio y así reforzar su reclamo; el papa Eugenio III rehusó hacerlo y Esteban se enredó en una serie de disputas cada vez más amargas con el alto clero. En 1153, el hijo de Matilde, Enrique FitzEmpress, invadió Inglaterra y forjó una alianza de poderosos barones regionales para respaldar su reclamo del trono. Los dos ejércitos se encontraron en Wallingford, pero ninguno de los barones de cada bando estaba ansioso de pelear otra batalla campal. Esteban examinó la idea de una paz negociada, proceso acelerado por la muerte repentina de Eustaquio. Más tarde, en ese mismo año, Esteban y Enrique firmaron el Tratado de Winchester, en el cual Esteban reconoció a Enrique como su heredero a cambio de la paz y pasó por alto a Guillermo, su segundo hijo varón. Esteban murió el año siguiente. Los historiadores modernos han debatido extensamente hasta qué punto la personalidad de Esteban, los eventos externos o las debilidades en el Estado normando contribuyeron a este prolongado período de guerra civil.

Familia

Información personal

Rey de Inglaterra

(disputado con Matilde I hasta 1148)

Sello ecuestre de Esteban.

Esteban de Inglaterra

Descendencia

Consorte

Madre

Padre

Dinastía

Religión

Entierro

Fallecimiento

Nacimiento

Coronación

Sucesor

Predecesor

Sucesor

Predecesor

Primeros años

Infancia

Nació en el condado de Blois en Francia, entre 1092 y 1096.​ Su padre era Esteban II Enrique, conde de Blois y Chartres, un noble francés importante y cruzado activo, que solo estuvo presente en una breve parte de la vida temprana de Esteban.​ Durante la primera cruzada, Esteban II Enrique había adquirido la fama de cobarde, por lo que regresó al Levante en 1101 para reconstruir su reputación; allí fue asesinado en la batalla de Ramla al año siguiente.3​ La madre de Esteban, Adela, era hija de Guillermo I «el Conquistador» y Matilde de Flandes, famosa entre sus contemporáneos por su piedad, riqueza y talento político. Tuvo una fuerte influencia matriarcal sobre su hijo durante sus primeros años.

En el siglo xii, Francia era un grupo de condados y entidades políticas más pequeñas bajo escaso control del rey. El poder del monarca estaba vinculado a su control de la rica provincia de Isla de Francia, justo al este de Blois, condado natal de Esteban.​ En el oeste se extendían los tres condados de Maine, Anjou y Turena y al norte de Blois estaba el Ducado de Normandía, del cual Guillermo I «el Conquistador» había invadido Inglaterra en 1066. Los hijos de Guillermo seguían luchando por la herencia anglonormanda colectiva.​ Los gobernantes de esta región hablaban un idioma similar aunque con dialectos regionales, seguían la misma religión y estaban estrechamente interrelacionados; también eran altamente competitivos y con frecuencia entraban en conflicto entre ellos por un territorio valioso y los castillos que los controlaban.

Esteban tenía al menos cuatro hermanos y una hermana, junto con dos hermanastras probables.​ Su hermano mayor fue Guillermo, quien bajo circunstancias normales habría gobernado el condado.​ Guillermo probablemente tenía una discapacidad intelectual, por lo que Adela entregó el título a su segundo hijo, Teobaldo, quien más tarde adquirió el condado de Champaña, así como Blois y Chartres.​ El segundo hermano mayor de Esteban, Odón, murió joven, probablemente en su adolescencia temprana.​ Su hermano menor, Enrique de Blois, probablemente nació cuatro años después de él.​ Los hermanos formaron un grupo familiar muy unido y Adela alentó a Esteban a asumir el rol de caballero feudal, mientras guiaba a Enrique hacia una carrera en la iglesia, posiblemente para que sus intereses personales no interfirieran. Inusualmente, Esteban creció en la casa de su madre en lugar de ser enviado a un pariente cercano; le enseñaron latín, montar a caballo y fue educado en historia reciente y relatos bíblicos por su tutor, Guillermo «el Normando».

Relaciones con Enrique I

La vida de Esteban estuvo fuertemente influenciada por su relación con su tío Enrique I, quien tomó el poder en Inglaterra después de la muerte de su hermano mayor Guillermo II. En 1106, el rey inglés invadió y capturó el Ducado de Normandía, controlado por su hermano mayor, Roberto II, que fue derrotado al ejército en la batalla de Tinchebray.​ Enrique I entró en disputa con Luis VI de Francia, quien aprovechó la oportunidad para declarar al hijo de Roberto II, Guillermo Clito, duque de Normandía.​ Enrique I respondió formando una red de alianzas con los condados occidentales de Francia en contra del rey francés, lo que resultó en un conflicto regional que duraría toda la vida de Esteban.​ Adela y Teobaldo se aliaron con Enrique I y la madre de Esteban decidió introducirlo en la corte del rey inglés.​ Enrique I combatió en la siguiente campaña militar en Normandía, desde 1111 en adelante, donde los rebeldes liderados por Robert de Bellême se oponían a su gobierno. Esteban probablemente estuvo con Enrique I durante la campaña militar de 1112, cuando fue nombrado caballero, y estuvo presente definitivamente en la corte durante la visita del rey inglés a la abadía de Saint-Évroult en 1113.​ Probablemente, Esteban visitó Inglaterra por primera vez en 1113 o 1115, casi con seguridad como parte de la corte del rey inglés.​

Enrique I se volvió un poderoso patrocinador de Esteban; probablemente le eligió porque Esteban era parte de su familia extendida y un aliado regional, pero no lo suficientemente rico o poderoso por propio derecho para representar una amenaza para el rey inglés o su heredero, Guillermo Adelin.​ Como tercer hijo superviviente, incluso de una influyente familia regional, Esteban necesitaba el apoyo de un poderoso patrocinador como el rey de Inglaterra para progresar en la vida.​ Con el apoyo de Enrique I, comenzó rápidamente a acumular tierras y posesiones. Después de la batalla de Tinchebray en 1106, Enrique I confiscó el condado de Mortain de Guillermo de Mortain y el señorío de Eye, un gran territorio previamente propiedad de Robert Malet.​ En 1113, Esteban recibió el título de conde como el de señor, aunque sin las tierras previamente ocupadas por Guillermo en Inglaterra.​ El obsequio del señorío de Lancaster también siguió después de que fue confiscado por el rey inglés a Roger Poitevin.​ También le dieron tierras en Alenzón en el sur de Normandía, pero los normandos locales se rebelaron y buscando ayuda de Fulco IV, conde de Anjou.​ Esteban y su hermano mayor Teobaldo fueron derrotados en la campaña posterior, que culminó en la batalla de Alenzón, por lo que los territorios no fueron recuperados.

Finalmente, en 1125, el rey inglés arregló que Esteban se casara con Matilde, hija y única heredera del conde de Boulogne, quien además era propietario tanto del importante puerto continental de Boulogne como de vastas haciendas en el noroeste y sudeste de Inglaterra.​ En 1127, Guillermo Clito, posible reclamante del trono inglés, parecía convertirse en el conde de Flandes; Esteban fue enviado por el rey inglés en una misión para evitar esto y, tras su exitosa elección, Guillermo Clito atacó las tierras de Esteban en la vecina Boulogne en represalia.​ Finalmente, se declaró una tregua y Guillermo Clito murió el año siguiente.​

El Barco Blanco y la sucesión

En 1120, el panorama político inglés cambió drásticamente. Trescientos pasajeros se embarcaron en el Barco Blanco para viajar desde Barfleur en Normandía hasta Inglaterra, entre ellos el heredero del trono, Guillermo Adelin, y muchos otros nobles de alto rango.​ Esteban tenía la intención de navegar en el mismo barco, pero cambió de opinión en el último momento y se bajó a esperar a otro navío, ya sea por preocupación por el hacinamiento a bordo del barco o porque tenía diarrea.​ El barco se hundió en el camino y todos menos dos de los pasajeros murieron, entre ellos Guillermo Adelin.​

Con Adelin muerto, la herencia del trono inglés quedó en entredicho. Las reglas de sucesión en Europa occidental en ese momento eran inciertas; en algunas partes de Francia, la primogenitura masculina —en la cual el hijo mayor heredaría el título— se estaba volviendo más popular.​ También era tradicional que el rey de Francia coronara a su sucesor mientras todavía estaba vivo, lo que hacía que la línea de sucesión prevista fuera relativamente clara, pero este no era el caso de Inglaterra. En otras partes de Europa, como Normandía e Inglaterra, la tradición era dividir las tierras, el hijo mayor tomando las tierras patrimoniales —generalmente consideradas como las más valiosas— y los hijos menores con particiones o fincas más pequeñas o recientemente adquiridas.​ El problema se complicó aún más por la secuencia de sucesiones anglonormandas inestables durante los sesenta años anteriores: después que Guillermo I «el Conquistador» invadió Inglaterra, sus hijos Guillermo Rufo y Roberto Curthose libraron una guerra entre ellos para quedarse con su herencia; Enrique I también había adquirido el control de Normandía por la fuerza. No habían sucesiones pacíficas sin oposición.

De esta manera, Enrique I solo tenía una hija legítima, Matilde, pero como su condición de mujer le daba una desventaja política sustancial.​ A pesar de que Enrique I tomó una segunda esposa, Adela de Lovaina, era cada vez más improbable que tuviera otro hijo legítimo y, en cambio, miró a Matilde como su pretendida heredera.​ Matilde obtuvo el título de emperatriz del Sacro Imperio a través de su matrimonio con el emperador teutón Enrique V, pero su marido murió en 1125 y ella se volvió a casar en 1128 con Godofredo V, conde de Anjou, cuyas tierras limitaban con el Ducado de Normandía.​ Godofredo V era impopular entre la élite anglonormanda: como gobernante angevino, era enemigo tradicional de los normandos.​ Al mismo tiempo, las tensiones continuaron creciendo como resultado de las políticas internas de Enrique I, en particular el alto nivel de ganancias que recaudaba para pagar sus guerras.​ Sin embargo, el poder y la reputación del rey inglés restringieron el conflicto.​

Enrique I intentó establecer una base de apoyo político para Matilde tanto en Inglaterra como en Normandía y exigió que su corte tomara juramento, primero en 1127 y luego nuevamente en 1128 y 1131, para reconocer a Matilde como su sucesora inmediata y reconocer a sus descendientes como legítimos gobernantes después de ella.​ Esteban fue uno de los que tomaron este juramento en 1127.​ No obstante, las relaciones entre Enrique I, Matilde y Godofredo V se tornaron cada vez más tensas hacia el final de la vida del rey inglés. Matilde y Godofredo V sospecharon que carecían de apoyo genuino en Inglaterra y propusieron a Enrique I en 1135 que debía entregar los castillos reales en Normandía a Matilde mientras aún vivía e insistir en que la nobleza normanda jurara fidelidad inmediata a ella. Esto habría dado a la pareja una posición mucho más poderosa después de la muerte de Enrique I,​ pero el rey inglés rechazó la idea enfurecido, probablemente por la preocupación de que Godofredo V intentaría tomar el poder en Normandía antes de lo previsto.​ Una nueva rebelión estalló en el sur de Normandía y Godofredo V y Matilde intervinieron militarmente en nombre de los rebeldes.​ En medio de esta confrontación, Enrique I enfermó inesperadamente y murió cerca de Lyons-la-Forêt.

Sucesión

Esteban era una figura bien establecida en la sociedad anglonormanda en 1135. Era extremadamente rico, bien educado y querido por sus pares; también se le consideraba un hombre capaz de una acción firme.​ Los cronistas registraron que a pesar de su riqueza y poder era un líder modesto y tranquilo, feliz de sentarse con sus hombres y sirvientes, casualmente riendo y comiendo con ellos.​ Era muy piadoso, tanto en términos de su observancia de los rituales religiosos como de su generosidad personal hacia la Iglesia católica.​ Esteban también tenía un confesor agustiniano personal nombrado por el arzobispo de Canterbury, que le implementó un régimen penitencial; asimismo, alentó a la nueva Orden del Císter a establecer abadías en sus propiedades, por lo que ganó aliados adicionales dentro de la iglesia.​

No obstante, los rumores sobre la cobardía de su padre durante la primera cruzada continuaron circulando y el deseo de evitar la misma reputación pudo haber influido en algunas de sus acciones militares.​ Su esposa Matilde jugó un rol importante en la gestión de sus vastas propiedades inglesas, lo que contribuyó a que la pareja fuera la segunda casa laica más rica del país después del rey inglés.​ El noble flamenco desterrado Guillermo de Ypres se había unido a la casa de Esteban en 1133.​

Su hermano menor, Enrique de Blois, también había subido al poder con Enrique I. Se había convertido en monje cluniacense y siguió a Esteban a Inglaterra, donde el rey le nombró abad de Glastonbury, la abadía más rica de Inglaterra.​ Enrique I le nombró obispo de Winchester, uno de los obispados más ricos, y le permitió retener a Glastonbury también.​ Los ingresos combinados de las dos posiciones hicieron de Enrique de Winchester el segundo hombre más rico de Inglaterra después del rey inglés.​ Enrique de Winchester estaba ansioso por revertir lo que él percibía como una intromisión de los reyes normandos en los derechos eclesiásticos.​ Los reyes normandos tradicionalmente habían ejercido una gran cantidad de poder y autonomía sobre la Iglesia dentro de sus territorios. Sin embargo, a partir de los años 1040, los sucesivos papas presentaron un mensaje de reforma que enfatizaba la importancia de que la Iglesia «se gobierne de manera más coherente y jerárquica desde el centro» y establecieron «su propia esfera de autoridad y jurisdicción, separada e independiente de la del gobernante laico», en palabras del historiador Richard Huscroft.​

Cuando las noticias comenzaron a extenderse sobre la muerte de Enrique I, muchos de los posibles reclamantes del trono no estaban en condiciones de responder. Godofredo V y Matilde estaban en Anjou, apoyando torpemente a los rebeldes en su campaña contra el ejército real, que incluía a varios partidarios de Matilde como Roberto de Gloucester.​ Muchos de estos barones habían jurado permanecer en Normandía hasta que el difunto rey fue enterrado adecuadamente, lo que les impidió regresar a Inglaterra.​ El hermano mayor de Esteban, Teobaldo, estaba aún más al sur, en Blois.​ No obstante, Esteban estaba en Boulogne y, cuando le llegaron noticias de la muerte de Enrique I, partió a Inglaterra, acompañado por sus militares. Roberto de Gloucester había guarnecido los puertos de Dover y Canterbury y algunas versiones sugieren que rechazaron el acceso de Esteban cuando llegó por primera vez.​ Sin embargo, Esteban probablemente desembarcó en su propia finca en las afueras de Londres el 8 de diciembre y, durante la semana siguiente, comenzó a tomar el poder en Inglaterra.​

Las multitudes en Londres reclamaron el derecho tradicional de elegir al rey de Inglaterra y proclamaron a Esteban el nuevo monarca, creyendo que otorgaría a la ciudad nuevos derechos y privilegios a cambio.​ Enrique de Blois dio el apoyo en nombre de la Iglesia: Esteban pudo avanzar a Winchester, donde Roger, quien era tanto el obispo de Salisbury como el lord canciller, ordenó que el tesoro real le fuera entregado.​ El 15 de diciembre, Enrique presentó un acuerdo según el cual Esteban otorgaría amplias libertades y derechos a la Iglesia, a cambio de que el arzobispo de Canterbury y el legado papal apoya su sucesión al trono.​ Estaba el pequeño problema del juramento religioso que Esteban había tomado para apoyar a Matilde, pero Enrique argumentó convincentemente que el difunto rey inglés se había equivocado al insistir en que su corte tomara el juramento.​

Además, el difunto rey inglés solo había insistido en ese juramento para proteger la estabilidad del reino y, a la luz del caos que entonces podría sobrevenir, Esteban estaría justificado de ignorarlo.​ Enrique también pudo convencer a Hugo Bigod, mayordomo real del difunto rey, para jurar que Enrique I había cambiado de opinión sobre la sucesión en su lecho de muerte y había nominado a Esteban en su lugar.​ La coronación se celebró una semana después en la abadía de Westminster el 22 de diciembre.

Mientras tanto, la nobleza normanda se reunió en Le Neubourg para discutir la posibilidad de declarar rey a Teobaldo, probablemente después de la noticia de que Esteban estaba reuniendo apoyo en Inglaterra.​ Los normandos argumentaron que el conde, como nieto mayor de Guillermo I «el Conquistador», contaba con más derecho a gobernar el Reino de Inglaterra y el Ducado de Normandía, preferiblemente mejor que Matilde.​ Teobaldo se reunió con los barones normandos y Roberto de Gloucester en Lisieux el 21 de diciembre, pero sus conversaciones se vieron interrumpidas por las repentinas noticias desde Inglaterra de que la coronación de Esteban iba a ocurrir al día siguiente.​ Teobaldo ya había aceptado la propuesta de los normandos de ser rey, solo para descubrir que su apoyo anterior inmediatamente menguó: los barones no estaban preparados para apoyar la división de Inglaterra y Normandía al oponerse a Esteban, quien posteriormente compensó financieramente a Teobaldo y este, a cambio, permaneció en Blois y apoyó la sucesión de su hermano.

Consolidación

Ascenso al trono

El reino anglonormando había sido formado por la conquista normanda de Inglaterra en 1066, seguida de la expansión normanda en el sur de Galesdurante los años siguientes.​ Tanto el reino como el ducado estaban dominados por un pequeño número de barones importantes que poseían tierras en ambos lados del canal de la Mancha, con los barones de menor rango que generalmente tenían propiedades más localizadas.​ La medida en que las tierras y las posiciones debían transmitirse por derecho hereditario o por concesión del rey todavía era incierta y las tensiones con respecto a este tema habían aumentado durante el reinado de Enrique I. Lo cierto es que las tierras en Normandía, entregadas por derecho hereditario, generalmente se consideraban más importantes para los barones más importantes que las de Inglaterra, donde su posesión era menos segura. Enrique I había aumentado la autoridad y las capacidades de la administración real central, con frecuencia trayendo «hombres nuevos» para ocupar puestos clave en lugar de utilizar la nobleza establecida.​ En el proceso, pudo maximizar los ingresos y contener los gastos, lo que resultó en un superávit favorable y un tesoro importante, pero también crecientes tensiones políticas.

Esteban tuvo que intervenir en el norte de Inglaterra inmediatamente después de su coronación.​ David I de Escocia invadió el norte tras la noticia de la muerte de Enrique I, llevándose Carlisle, Newcastle y otras fortalezas clave.​ El norte de Inglaterra era un territorio en disputa en ese momento, con los reyes escoceses reclamando tradicionalmente Cumberland; David I también reclamaba Northumbria en virtud de su matrimonio con la hija del exconde anglosajón Waltheof.​ Esteban marchó rápidamente hacia el norte con un ejército y se encontró con David I en Durham.​ Se llegó a un acuerdo según el cual David I devolvería la mayor parte del territorio que había ocupado, con la excepción de Carlisle. A cambio, Esteban confirmó las posesiones del hijo de David I, el príncipe Enrique, en Inglaterra, como el condado de Huntingdon.

Al regresar al sur, Esteban celebró su primera corte real en la Pascua de 1136.​ Varios nobles se reunieron en Westminster para el evento, entre ellos muchos de los barones anglonormandos y la mayoría de los altos funcionarios de la iglesia.​ Esteban emitió una nueva carta real en la que confirmaba las promesas que había hecho a la iglesia y prometió revertir las políticas de Enrique I sobre los bosques reales y reformar cualquier abuso del sistema legal real.​ Esteban se describió a sí mismo como el sucesor natural de las políticas de Enrique I y reconfirmó los siete condados existentes en el reino en sus poseedores existentes.​ La corte en Pascua fue un evento lujoso y se gastó una gran cantidad de dinero en el evento en sí, ropa y regalos.​ Esteban repartió concesiones de tierras y favores a los presentes y dotó a numerosas fundaciones eclesiásticas de tierras y privilegios.​ Sin embargo, el acceso de Esteban al trono aún tenía que ser ratificado por el papa y Enrique de Blois aparentemente fue el responsable de asegurar que los testimonios de apoyo fuesen enviados tanto por el hermano mayor de Esteban, Teobaldo, como por el rey francés Luis VI, para quien Esteban representaba un balance útil para el poder angevino en el norte de Francia.​ El papa Inocencio II confirmó por carta a Esteban como rey más tarde ese año y los asesores del rey inglés la circularon por Inglaterra para demostrar la legitimidad de Esteban.​

Los problemas continuaron en el reino de Esteban. Después de la victoria galesa en la batalla de Llwchwr en enero de 1136 y la exitosa emboscada de Richard FitzGilbert de Clareen abril, el sur de Gales se alzó en rebelión, comenzando en Glamorgan oriental y extendiéndose rápidamente por el resto del sur de Gales durante 1137.​ Owain Gwynedd y Gruffydd ap Rhys lograron capturar territorios considerables, como el castillo de Carmarthen.​ Esteban respondió enviando a Gales al hermano de Richard, Baldwin, y al marcher lord Robert FitzHarold de Ewyas para pacificar la región. Ninguna de las misiones fue particularmente exitosa y, hacia fines de 1137, el rey inglés parece haber abandonado los intentos de sofocar la rebelión. El historiador David Crouch sugirió que Esteban efectivamente «se retiró de Gales» alrededor de este tiempo para concentrarse en sus otros problemas.​ Mientras tanto, Esteban había sofocado dos revueltas en el sudoeste dirigidas por Balduino de Redvers y Roberto de Bampton; Balduino fue liberado después de su captura y viajó a Normandía, donde se convirtió en ferviente crítico del rey inglés.

La seguridad de Normandía también era una preocupación. Godofredo V de Anjou invadió a principios de 1136 y, después de una tregua temporal, continuó la ocupación nuevamente ese mismo año y atacó y quemó propiedades en lugar de tratar de administrar el territorio.​ Los acontecimientos en Inglaterra impidieron que Esteban pudiera viajar a Normandía, así que Galerano de Beaumont —nombrado por el rey inglés como el teniente de Normandía— y Teobaldo lideraron los esfuerzos para defender el ducado.​ Esteban regresó al ducado en 1137, donde se reunió con Luis VI y Teobaldo para acordar una alianza regional informal, probablemente intermediada por Enrique de Blois, para contrarrestar el creciente poder angevino en la región.​ Como parte de este acuerdo, Luis VI reconoció al hijo de Esteban, Eustaquio, como duque de Normandía a cambio de que Eustaquio jurara lealtad al rey francés.​ Sin embargo, Esteban tuvo poco éxito en la recuperación de la provincia de Argentan a lo largo de la frontera de Normandía y Anjou, que Godofredo V había tomado a fines de 1135.​ Esteban formó un ejército para retomarlo, pero las fricciones entre sus fuerzas mercenarias flamencas dirigidas por Guillermo de Ypres y los barones normandos locales dieron lugar a una batalla entre las dos mitades de su ejército.​ Las fuerzas normandas luego desertaron del rey inglés, lo que obligó a Esteban a renunciar a su campaña.​ Acordó otra tregua con Godofredo V, prometiéndole pagar 2000 marcos anuales a cambio de la paz a lo largo de las fronteras normandas.​

En los años posteriores a su sucesión, la relación de Esteban con la iglesia se volvió gradualmente más compleja. La carta real de 1136 prometió revisar la posesión de las tierras que la Corona había tomado de la iglesia desde 1087, pero estas haciendas ya eran propiedad de nobles.​ Los reclamos de Enrique de Blois, en su rol de dbad de Glastonbury, sobre extensas tierras en Devon dieron lugar a considerables disturbios locales.​ En 1136, el arzobispo de Canterbury Guillermo de Corbeil murió y Esteban inmediatamente se apoderó de su riqueza personal, lo que causó cierto descontento entre los principales clérigos.​ Su hermano, Enrique de Blois, quiso suceder a Guillermo, pero Esteban apoyó a Teobaldo de Bec, quien finalmente fue nombrado, mientras que el papado nombró a Enrique legado papal, posiblemente como consuelo por no haber recibido Canterbury.​

Los primeros años de Esteban como rey pueden interpretarse de diferentes maneras. Desde una perspectiva positiva, estabilizó la frontera norte con Escocia, contuvo los ataques de Godofredo V contra Normandía, estuvo en paz con Luis VI, disfrutó de buenas relaciones con la Iglesia católica y contó con el amplio apoyo de sus barones.​ Sin embargo, hubo importantes problemas sin resolver. El norte de Inglaterra estaba ahora controlado por David I y el príncipe Enrique, Esteban había abandonado Gales, los combates en Normandía habían desestabilizado considerablemente al ducado y un número creciente de barones consideraba que Esteban no les había otorgado las tierras ni los títulos que consideraban merecidos o se les debía.​ Esteban también se estaba quedando rápidamente sin dinero: el considerable tesoro de Enrique I había sido vaciado en 1138 debido a los costos de dirigir la lujosa y generosa corte de Esteban y la necesidad de reclutar y mantener sus ejércitos mercenarios combatiendo en Inglaterra y Normandía.

Defensa del reino[

Esteban fue atacado desde varios frentes durante 1138. Primero, Roberto de Gloucester se rebeló contra el rey inglés y comenzó a descender la situación en una guerra civil en Inglaterra.​ Hijo ilegítimo de Enrique I y hermanastro de Matilde, Roberto era uno de los barones anglonormando más poderosos, que controlaba propiedades en Normandía, así como el condado de Gloucester. Era conocido por sus cualidades de estadista, su experiencia militar y su capacidad de liderazgo.​ Roberto había intentado convencer a Teobaldo de tomar el trono en 1135; no asistió a la primera corte de Esteban en 1136 y tardaron varias citaciones para convencerlo de asistir a la corte en Oxford más tarde ese año.​ En 1138, renunció a su lealtad a Esteban y declaró su apoyo a Matilde, lo que desencadenó una sublevación regional en Kent y el sudoeste de Inglaterra, aunque Roberto permanecía en Normandía. En Francia, Godofredo V de Anjou se aprovechó de la situación al volver a invadir Normandía. David I de Escocia también ocupó el norte de Inglaterra una vez más y anunció que apoyaba el reclamo de su sobrina Matilde al trono inglés, mientras avanzaba al sur hacia Yorkshire.​

La guerra anglonormanda durante el reinado de Esteban se caracterizó por campañas militares de desgaste, en las cuales los comandantes intentaron apoderarse de los castillos enemigos importantes para permitirles la toma del control del territorio de sus adversarios y finalmente obtener una victoria estratégica lenta.​ Los ejércitos de esta época se centraban en cuerpos de caballerosmontados y armados, apoyados por infantería y ballesteros.​ Estas fuerzas se formaban por levas feudales traídas por nobles locales durante un período de servicio limitado en una campaña o mercenarios, flexibles, cada vez más solicitados y con frecuencia más hábiles, aunque caros. Sin embargo, estos ejércitos eran inadecuados para asediar castillos, ya fueran los antiguos diseños de mota castral o los nuevos torreones construidos en piedra. Las máquinas de asedio existentes eran significativamente menos poderosos que los diseños de lanzapiedras posteriores, lo que daba a los defensores una ventaja sustancial sobre los atacantes. Como resultado, los comandantes preferían asedios lentos para matar de hambre a los defensores o las operaciones mineras de socavar los muros, en lugar de ataques directos.​ De vez en cuando se libraban batallas campales entre los ejércitos, pero se consideraban emprendimientos altamente arriesgados y generalmente los comandantes prudentes las evitaban.​ El costo de la guerra había aumentado considerablemente en la primera parte del siglo xii y el suministro adecuado de dinero en efectivo estaba resultando cada vez más importante en el éxito de las campañas.

Las cualidades personales de Esteban como líder militar se enfocaban en su habilidad en combate personal, sus capacidades en guerra de asedio y una notable capacidad para movilizar rápidamente fuerzas militares a distancias relativamente largas.​ En respuesta a las revueltas y las invasiones, Esteban emprendió rápidamente varias campañas militares y se centró principalmente en Inglaterra en lugar de Normandía. Su esposa Matilde fue enviada a Kent con barcos y recursos de Boulogne, con la tarea de retomar el puerto clave de Dover, bajo el control de Roberto.104​ Un pequeño número de los caballeros domésticos de Esteban se enviaron al norte para ayudar en la lucha contra los escoceses, donde las fuerzas de David I fueron derrotadas más tarde ese año en la batalla del Estandarte en agosto por las fuerzas de Thurstan, arzobispo de York.​ Sin embargo, a pesar de la victoria inglesa, David I todavía ocupaba la mayor parte del norte.​ Esteban se dirigió personalmente hacia el oeste en un intento por recuperar el control de Gloucestershire; primero avanzó hacia el norte en las Marcas Galesas y tomó Hereford y Shrewsbury antes de dirigirse al sur hacia Bath.​ La ciudad de Brístol resultó demasiado fuerte para Esteban, quien se contentó con asaltar y saquear el área circundante.​ Aparentemnte, los rebeldes estaban esperando a que Roberto interviniera con apoyo, pero él permaneció en Normandía durante todo el año, tratando de convencer a Matilde de que invadiera a Inglaterra.​ Dover finalmente se rindió a las fuerzas de la consorte de Esteban más adelante ese año.

La campaña militar de Esteban en Inglaterra había progresado bien y el historiador David Crouch la describió como «un logro militar de primer rango». El rey inglés aprovechó la oportunidad de su ventaja militar para forjar un acuerdo de paz con Escocia.​ Su esposa Matilde fue enviada a negociar otro acuerdo entre Esteban y David I, llamado el Tratado de Durham; Northumbria y Cumbria serían otorgadas efectivamente a David I y su hijo Enrique a cambio de su lealtad y paz futura a lo largo de la frontera.107​ Desafortunadamente, el poderoso Ranulfo, conde de Chester, se consideraba el poseedor de los derechos tradicionales de Carlisle y Cumberland y estaba extremadamente disgustado de verlos entregados a los escoceses.​ No obstante, Esteban ya podría centrar su atención en la anticipada invasión de Inglaterra por las fuerzas de Roberto y Matilde.

Camino a la guerra civil

Esteban se preparó para la invasión angevina con la creación de varios condados adicionales.​ Solo un puñado de condados existían del reinado de Enrique I y estos habían sido en gran parte de naturaleza simbólica. Esteban creó muchos más y los puso a cargo de hombres que consideraba comandantes militares leales y capaces y en las zonas más vulnerables del país, donde asignaba nuevas tierras y poderes ejecutivos adicionales.​ Esteban aparentemente tenía varios objetivos en mente, como garantizar la lealtad de sus partidarios clave al otorgarles estos honores y mejorar sus defensas en partes cruciales del reino. Fue muy influenciado por su principal consejero, Galerano de Beaumont, hermano gemelo de Roberto de Leicester. Los gemelos Beaumont y sus hermanos menores y primos recibieron la mayoría de estos nuevos condados.​ Desde 1138, Esteban les otorgó los títulos de conde de Worcester, Leicester, Hereford, Warwick y Pembroke, lo que creó un amplio bloque de territorio —en especial cuando se combinaban con las posesiones del nuevo aliado de Esteban, el príncipe Enrique de Escocia, en Cumberland y Northumbria— para actuar como una zona colchón entre el sur-oeste con problemas, Chester y el resto del reino.​ Con sus nuevas tierras, el poder de los Beamount creció hasta el punto en que David Crouch sugirió que se volvió «peligroso ser algo más que un amigo de Galerano» en la corte de Esteban.​

El rey inglés tomó medidas para eliminar a un grupo de obispos que consideraba una amenaza para su gobierno. La administración real bajo Enrique I había sido dirigida por Roger, obispo de Salisbury, con el apoyo de sus sobrinos —Alexander y Nigel, obispos de Lincoln y Ely, respectivamente— y su hijo —Roger le Poer, el lord canciller—.​ Estos obispos eran poderosos terratenientes y gobernantes eclesiásticos y habían comenzado a construir nuevos castillos y aumentar el tamaño de sus fuerzas militares, lo que llevó a Esteban a sospechar que estaban a punto de desertar a favor de Matilde. Roger y su familia también eran enemigos de Galerano, a quien no le gustaba su control de la administración real.​ En junio de 1139, Esteban celebró su corte en Oxford, donde estalló una pelea entre Alan de Bretaña y los hombres de Roger, un incidente probablemente creado deliberadamente por Esteban,​ quien respondió exigiendo que Roger y los demás obispos entregaran sus castillos en Inglaterra. Esta amenaza fue seguida con el arresto de obispos, con la excepción de Nigel, quien se había refugiado en el castillo de Devizes; el obispo se rindió después de que Esteban sitiara el castillo y amenazara con ejecutar a Roger le Poer.​ Los castillos restantes fueron entregados al rey inglés.

Su hermano Enrique de Blois estaba alarmado por esto, tanto por una cuestión de principios —Esteban había acordado previamente en 1135 respetar las libertades de la Iglesia— y más pragmáticamente porque él mismo había construido seis castillos recientemente y no tenía deseos de ser tratado de la misma manera.​ Como legado papal, convocó al rey inglés para comparecer ante un concilio eclesiástico y responder por los arrestos y la incautación de las propiedades. Enrique afirmó el derecho de la Iglesia a investigar y juzgar los cargos contra miembros del clero.​ Esteban envió a Aubrey de Vere como su portavoz al concilio, quien argumentó que Roger de Salisbury había sido arrestado no como obispo, sino más bien en su rol de barón, ya que se había estado preparando para cambiar su apoyo a Matilde. El rey fue apoyado por Hugues, arzobispo de Ruan, quien desafió a los obispos a demostrar qué parte del Derecho canónico les autorizaba a construir o mantener castillos. Aubrey amenazó que Esteban se quejaría ante el papa de que la Iglesia en Inglaterra le estaba acosando, por lo que el concilio dejó que el asunto concluido luego de una apelación infructuosa a Roma.​ El incidente eliminó con éxito cualquier amenaza militar de los obispos, pero también puede haber dañado la relación de Esteban con el clero principal y, en particular, con su hermano Enrique.

Guerra civil

Anarquía inglesa

Etapa inicial

La invasión angevina finalmente llegó en 1139. Balduino de Redvers cruzó de Normandía a Wareham en agosto en un intento inicial de capturar un puerto para recibir al ejército invasor de Matilde, pero las fuerzas de Esteban le obligaron a retirarse al sudoeste.​ Sin embargo, al mes siguiente, la reina madreAdela invitó a Matilde a desembarcar en Arundel y, el 30 de septiembre, Roberto de Gloucester y Matilde llegaron a Inglaterra con 140 caballeros.​ Matilde se alojó en el castillo de Arundel, mientras Roberto marchó hacia el noroeste en dirección a Wallingford y Brístol, esperando obtener apoyo para la rebelión y unirse a Miles de Gloucester, quien aprovechó la oportunidad para renunciar a su lealtad al rey y defender a Matilde.​ Esteban rápidamente se desplazó hacia el sur y sitió Arundel, atrapando a Matilde dentro del castillo.

Entonces, Esteban acordó una tregua propuesta por su hermano, Enrique de Blois; no se conocen los detalles del acuerdo, pero como resultado Matilde y sus caballeros guardianes fueron liberados del asedio y escoltados al sudoeste de Inglaterra, donde se reunieron con Roberto de Gloucester.​ Las razones de la liberación de Matilde siguen sin esclarecerse: Esteban pudo haber pensado que era lo mejor para él liberar a Matilde y concentrarse, en su lugar, en atacar a Roberto, ya que a este último lo consideraba su principal oponente en este punto del conflicto.​ Esteban también se enfrentó a un dilema militar en Arundel: el castillo de Arundel se consideraba casi inexpugnable y Esteban pudo haber estado preocupado de arriesgarse demasiado en mantener a su ejército ocupado en el sur mientras Roberto vagaba libremente por el oeste.​ Otra teoría es que Esteban liberó a Matilde como un gesto de caballería; Esteban tenía una personalidad generosa y cortés y normalmente no se esperaba que las mujeres fueran blanco de la guerra anglonormanda.

Después de liberar a Matilde, Esteban se centró en pacificar el sudoeste de Inglaterra.​ Aunque hubo pocas deserciones nuevas para Matilde, sus enemigos ahora controlaban un bloque compacto de territorio que se extendía desde Gloucester y Brístol hacia el sur en Wiltshire, hacia el oeste en las Marcas Galesas y al este a través del valle del Támesis hasta Oxford y Wallingford, lo que amenazaba a Londres.​ Esteban comenzó atacando el castillo de Wallingford, retenido por el amigo de infancia de Matilde, Brian FitzCount, solo para encontrarlo muy bien defendido.​ El rey inglés dejó algunas tropas para bloquear el castillo y continuó hacia el oeste en Wiltshire para atacar Trowbridge y tomó los castillos de South Cerney y Malmesbury en el camino.​ Mientras tanto, Miles de Gloucester marchó hacia el este, atacó las fuerzas de retaguardia de Esteban en Wallingford y amenazó con un avance hacia Londres.​ Esteban se vio obligado a abandonar su campaña en el oeste y regresó al este para estabilizar la situación y proteger su capital.​

A comienzos de 1140, Nigel, obispo de Ely, cuyos castillos Esteban había confiscado el año anterior, se rebeló contra el rey inglés también.1​ Con la esperanza de apoderarse de Anglia Oriental, Nigel estableció su base de operaciones en la isla de Ely, entonces rodeada de tierras pantanosas protectoras.​ Esteban respondió rápidamente y llevó consigo un ejército a los pantanos y, usando botes atados juntos, formó una calzada que le permitió hacer un ataque sorpresa en la isla.​ Nigel escapó a Gloucester, pero sus hombres y su castillo fueron capturados, lo que restauró temporalmente el orden en el este.​ Los soldados de Roberto de Gloucester retomaron parte del territorio que Esteban había tomado en su campaña de 1139.​ En un esfuerzo por negociar una tregua, Enrique de Blois celebró una conferencia de paz en Bath, en la que Esteban fue representado por su consorte. La conferencia fracasó después de que Enrique y el clero insistieron en que deberían establecer los términos de un acuerdo de paz, que los representantes de Esteban consideraron inaceptable.

Ranulfo de Chester estaba molesto porque Esteban regaló el norte de Inglaterra al príncipe Enrique de Escocia.​ Ideó un plan para enfrentar el problema emboscando a Enrique mientras viajaba desde la corte del rey a Escocia después de Navidad.​ Esteban fue informado de este plan, por lo que escoltó a Enrique al norte, pero este gesto fue la gota que colmó el vaso para el conde de Chester.​ Ranulfo había afirmado previamente que tenía los derechos sobre el castillo de Lincoln —propiedad de Esteban— y, con la excusa de una visita social, se apoderó de la fortificación en un ataque sorpresa. Esteban marchó hacia el norte a Lincoln y acordó una tregua con Ranulfo, probablemente para evitar que se uniera a la facción de Matilde, dentro la cual podría conservar el castillo.​ Esteban regresó a Londres, pero recibió noticias de que Ranulfo, su hermano y su familia permanecían en el castillo con una pequeña tropa de guardia, un objetivo perfecto para un ataque sorpresa.​ Abandonando el trato que acababa de hacer, reunió nuevamente a su ejército y se dirigió hacia el norte, pero no lo suficientemente rápido: Ranulfo escapó de Lincoln y declaró su apoyo a Matilde, por lo que Esteban se vio obligado a sitiar el castillo.​

Segunda etapa

Mientras Esteban y su ejército sitiaban el castillo de Lincoln a principios de 1141, Roberto de Gloucester y Ranulfo de Chester avanzaron en la posición del rey inglés con una fuerza algo mayor.​ Cuando las noticias llegaron a Esteban, sostuvo un concilio para decidir si dar batalla o retirarse y reunir soldados adicionales: Esteban decidió luchar, lo que resultó en la batalla de Lincoln el 2 de febrero de 1141.​ El rey comandaba el centro de su ejército, con Alan de Bretaña en el flaco derecho y Guillermo de Aumale el izquierdo.​ Las fuerzas de Roberto y Ranulfo eran superiores en caballería y Esteban desmontó a muchos de sus propios caballeros para formar un sólido bloque de infantería; se unió a ellos y luchó a pie en la batalla.​ Esteban no tenía el don de hablar en público y delegó el discurso previo a la batalla a Balduino de Clare, quien pronunció una declaración entusiasta.​ Después de un éxito inicial, en el que las tropas de Guillermo destruyeron la infantería galesa de los angevinos, la batalla se tornó desfavorable para las fuerzas de Esteban.​ La caballería de Roberto y Ranulfo rodeó el centro de Estaban, quien fue rápidamente identificado por el ejército angevino.​ Muchos de los partidarios de Esteban —como Galerano de Beaumont y Guillermo de Ypres— huyeron del campo de batalla en ese momento, pero Esteban siguió luchando, defendiéndose primero con su espada y luego, cuando esta se rompió, con un hacha de guerra prestada.​ Finalmente, fue vencido por los soldados de Roberto y lo sacaron custodiado del campo de batalla.

Roberto llevó consigo a Esteban de regreso a Gloucester —donde el rey inglés se reunió con Matilde— y luego fue trasladado al castillo de Brístol, tradicionalmente utilizado para mantener presos de alto rango.​ Inicialmente, fue confinado en condiciones relativamente buenas, pero posteriormente se reforzó su seguridad y lo mantuvieron encadenado.​ Matilde entonces comenzó a tomar los pasos necesarios para tomar el trono inglés, lo que requeriría el acuerdo de la Iglesia y su coronación en Westminster.​ Enrique, hermano de Esteban, convocó un concilio en Winchester antes de Pascua en su calidad de legado papal para considerar la opinión del clero. Había hecho un trato privado con Matilde en el que él entregaría el apoyo de la Iglesia católica a cambio de que se le concediera el control de los asuntos eclesiásticos en Inglaterra..​ Enrique le entregó el tesoro real —que resultó estar bastante dilapidado excepto por la corona de Esteban— y excomulgó a muchos de sus enemigos que rechazaron cambiarse de bando.​ Sin embargo, el arzobispo Teobaldo de Canterbury no estaba dispuesto a proclamar reina a Matilde tan rápido y una delegación de clérigos y nobles, encabezada por Teobaldo, viajó a Brístol para ver a Esteban y consultarle sobre su dilema moral: ¿Deberían abandonar sus juramentos de lealtad al rey?​ Esteban afirmó que, dada la situación, estaba dispuesto a liberar a sus súbditos de su juramento de lealtad hacia él, por lo que el clero se reunió de nuevo en Winchester después de Pascua para declarar a Matilde «señora de Inglaterra y Normandía», como paso previo a su coronación.​ Sin embargo, cuando Matilde avanzó a Londres, en un esfuerzo por organizar su coronación en junio, se enfrentó a un levantamiento por parte de los ciudadanos locales en apoyo de Esteban, algo que la forzó a huir a Oxford.

Cuando llegaron las noticias de la captura de Esteban, Godofredo V de Anjou invadió Normandía otra vez y, en ausencia de Galerano de Beaumont —quien todavía luchaba en Inglaterra—, ocupó todo el ducado al sur del Sena y al este del Risle.​ Esta vez no recibió ayuda del hermano de Esteban, Teobaldo de Champaña, quien parece haber estado preocupado por sus propios problemas con Francia: el nuevo rey francés —Luis VII— había rechazado la alianza regional de su padre, mejoró las relaciones con Anjou y adoptó una postura más belicosa contra Teobaldo, lo que daría lugar a una guerra el año siguiente.​ El éxito de Godofredo V en Normandía y la debilidad de Esteban en Inglaterra comenzaron a influir en la lealtad de muchos barones anglonormandos, que temían perder sus tierras en Inglaterra ante Roberto y Matilde y sus posesiones en Normandía ante Godofredo V.​ Muchos comenzaron a dejar la facción de Esteban. Su amigo y consejero Galerano fue uno de los que decidió desertar a mediados de 1141 y zarpó a Normandía para asegurar sus posesiones ancestrales al aliarse con los angevinos, lo que permitió que el campamento de Matilde se estableciera en Worcestershire.​ El hermano gemelo de Galerano, Roberto de Leicester, igualmente se retiró de la contienda al mismo tiempo. Otros partidarios de Matilde fueron restaurados en sus antiguos bastiones —como el obispo Nigel de Ely— y otros recibieron nuevos condados en el oeste de Inglaterra. El control centralizado sobre la acuñación de monedas se interrumpió, lo que provocó que los barones y obispos locales produjeran sus propias monedas en todo el país.

La consorte de Esteban tuvo un rol fundamental en mantener viva la causa del rey inglés durante su cautiverio. Reunió a los lugartenientes restantes de Esteban que la acompañaban y la familia real en el sudeste, avanzando hacia Londres cuando la población rechazó a Matilde.​ El antiguo comandante de Esteban, Guillermo de Ypres, permaneció con la reina consorte en Londres; Guillermo Martel, mayordomo real, comandaba operaciones desde Sherborne en Dorset, mientras Faramus de Boulogne dirigía la casa real.​ La reina aparentemente generó una verdadera simpatía y apoyo de los seguidores más leales de Esteban.​ La alianza de Enrique con Matilde demostró ser efímera, ya que pronto riñeron por el patrocinio político y la política eclesiástica; el obispo se reunió con la consorte de Esteban en Guildford y le dio su apoyo.

La eventual liberación del rey resultó de la derrota angevina en el tumulto de Winchester. Roberto de Gloucester y Matilde sitiaron a Enrique de Blois en la ciudad de Winchester en julio.​ La reina consorte y Guillermo de Ypres rodearon a las fuerzas angevinas con un ejército propio y reforzado con nuevas tropas de Londres.​ En la batalla posterior, las fuerzas de Matilde fueron derrotadas y Roberto de Gloucester cayó prisionero durante la retirada.​ Se realizaron negociaciones para acordar una paz general, pero la consorte de Estaban no estaba dispuesta a ofrecer ningún compromiso a Matilde y entretanto Roberto rechazó cualquier oferta para cambiar al bando de Esteban.​ Por otro lado, en noviembre las dos partes simplemente intercambiaron a los dos líderes: Esteban regresó con su consorte y Roberto a Matilde en Oxford; Esteban comenzó a restablecer su autoridad.​ Enrique organizó otro concilio eclesiástico, en el que reafirmó la legitimidad de Esteban para reinar; en la Navidad de 1141 ocurrió una nueva coronación de Esteban y su consorte.

A comienzos de 1142, Esteban cayó enfermo y en Semana Santa comenzaron a circular rumores de que había muerto.​ Posiblemente esta enfermedad fue el resultado de su encarcelamiento el año anterior, pero finalmente se recuperó y viajó al norte para reclutar nuevas tropas y convenció exitosamente a Ranulfo de Chester para cambiar de bando una vez más.​ Esteban pasó el verano atacando algunos de los nuevos castillos angevinos construidos el año anterior, como los de Cirencester, Bampton y Wareham.​ En septiembre, vio la oportunidad de atrapar a Matilde en Oxford,​ una ciudad segura, protegida por muros y el río Isis, pero Esteban lideró un ataque repentino a través del afluente, lideró la carga y nadó parte del trayecto.​ Una vez en el otro lado, el rey inglés y sus hombres irrumpieron en la ciudad y atraparon a Matilde en el castillo.​ El castillo de Oxford era una fortaleza poderosa y, en lugar de asaltarla, Esteban decidió estacionarse para un largo asedio, aunque con la certeza de que Matilde estaba rodeada.​ Justo antes de Navidad, Matilde salió sigilosamente del castillo con un puñado de caballeros, cruzó el río helado a pie y escapó del ejército real para refugiarse en Wallingford. La guarnición se rindió poco después, pero Esteban había perdido la oportunidad de capturar a su principal oponente.​

Estancamiento

La guerra entre los dos bandos en Inglaterra llegó a un punto muerto a mediados de los años 1140, mientras Godofredo V de Anjou consolidó su control del poder en Normandía.​ El año 1143 comenzó precariamente para Esteban cuando fue asediado por Roberto de Gloucester en el castillo de Wilton, un punto de reunión para las fuerzas reales en Herefordshire. Esteban intentó romper el asedio y escapar, lo que resultó en la batalla de Wilton.​ Una vez más, la caballería angevina demostró ser demasiado fuerte y, por un momento, pareció que Esteban sería capturado por segunda vez.​ No obstante, en esta ocasión Guillermo Martel, mayordomo de Esteban, hizo una feroz defensa de la retaguardia, lo que permitió al rey inglés escapar del campo de batalla.​ Esteban valoró la lealtad de Guillermo lo suficiente como para intercambiar el castillo de Sherborne por su liberación segura: este fue uno de los pocos casos en que Esteban estuvo dispuesto a ceder un castillo para rescatar a uno de sus hombres.​

A finales de 1143, se enfrentó a una nueva amenaza en el este, cuando Godofredo de Mandeville, conde de Essex, se alzó en rebelión contra él en Anglia Oriental.​ A Esteban le desagradaba ese barón desde hace varios años, lo que provocó ese conflicto cuando convocaron a Godofredo a la corte, donde el rey le arrestó.​ Esteban amenazó con ejecutar a Godofredo a menos que el barón entregara sus castillos, como la Torre de Londres, Saffron Walden y Pleshey y sus fortificaciones importantes porque estaban en o cerca de Londres.​ Godofredo se rindió, pero una vez libre se dirigió hacia los pantanos del nordeste en dirección a la isla de Ely, desde donde comenzó una campaña militar contra Cambridge con la intención de avanzar hacia el sur, hacia Londres.​ Esto sumado a otros problemas y con Hugo Bigod en abierta sublevación en Norfolk, Esteban carecía de recursos para rastrear a Godofredo en los pantanos y se las arregló para construir una cortina de castillos entre Ely y Londres, como el castillo de Burwell.​

Por un momento, la situación continuó empeorando. Ranulfo de Chester se rebeló una vez más en el verano de 1144 y repartió el señorío de Lancaster de Esteban entre él y el príncipe Enrique de Escocia.​ En el oeste, Roberto de Gloucester y sus seguidores continuaron atacando los territorios realistas circundantes, mientras el castillo de Wallingford permaneció como un bastión seguro de los angevinos, demasiado cerca de Londres para la comodidad del rey inglés.​ Mientras tanto, Godofredo V de Anjou terminó de consolidar su control en el sur de Normandía y, en enero de 1144, avanzó a Ruan, capital del ducado, para concluir su campaña.​ Luis VII le reconoció como duque de Normandía poco después.​ En este punto de la guerra, Esteban dependía cada vez más de su casa real inmediata —como Guillermo de Ypres y otros— y carecía del apoyo de los principales barones que podrían haberle proporcionado fuerzas adicionales significativas; después de los eventos de 1141, hizo poco uso de su red de condes.​

Después de 1143, la guerra se atascó, pero progresó un poco mejor para Esteban.​ Miles de Gloucester, uno de los comandantes angevinos más talentosos, había muerto mientras cazaba en la Navidad anterior, lo que alivió parte de la presión militar en el oeste.​ La rebelión de Godofredo de Mandeville contra Esteban en el este terminó con su muerte en septiembre de 1144 durante un ataque al castillo de Burwell.​ La guerra en el oeste progresó mejor en 1145, cuando el rey inglés recapturó el castillo de Faringdon en Oxfordshire.​ En el norte, Esteban llegó a un nuevo acuerdo con Ranulfo de Chester, pero en 1146 repitió la artimaña que había empleado con Godofredo de Mandeville en 1143: primero invitó a Ranulfo a la corte, antes de arrestarlo y amenazar con ejecutarlo si no entregaba una serie de castillos, como los de Lincoln y Coventry.​ Al igual que Godofredo, en el momento en que Ranulfo fue liberado se rebeló, pero la situación cayó en un punto muerto: Esteban contaba con pocas tropas en el norte para realizar una nueva campaña, mientras que Ranulfo carecía de castillos para apoyar un ataque contra el rey inglés.​ No obstante, en este momento la práctica de Esteban de invitar a barones a la corte y arrestarlos le había llevado a desprestigio y desconfianza cada vez mayores.

Etapas finales

El pueblo de Inglaterra había sufrido a causa de la guerra en 1147, lo que llevó a los historiadores posteriores a llamar el período de conflicto «la Anarquía».​ La Crónica anglosajona contemporánea registró que «no hubo nada más que disturbio e iniquidad y robo».​ Lo cierto es que en muchas partes del país —como Wiltshire, Berkshire, el valle del Támesis y Anglia Oriental— los combates y las incursiones habían causado una grave devastación.​ Numerosos castillos «adulterinos» o no autorizados se habían construido como bases para señores locales: el cronista Roberto de Torigni documentó que se habían construido hasta 1115 castillos de ese tipo durante el conflicto, aunque esto probablemente era una exageración ya que sugirió una cifra alternativa de 126.​ El sistema de acuñación real anteriormente centralizado estaba fragmentado, con Esteban, Matilde y los señores locales acuñando sus propias monedas.​ La ley de bosques reales se había derrumbado en gran parte del país. Sin embargo, algunas partes del país apenas se vieron afectadas por el conflicto; por ejemplo, las tierras de Esteban en el sudeste y el núcleo angevino alrededor de Gloucester y Brístol no se vieron afectados en gran medida, mientras que David I gobernó los territorios en el norte de Inglaterra..​ Empero, los ingresos generales del rey de sus propiedades disminuyeron considerablemente durante el conflicto —particularmente después de 1141— y el control de la monarquía sobre la acuñación de monedas nuevas siguió siendo limitado fuera del sudeste y Anglia Oriental.​ Con Esteban estacionado con frecuencia en el sudeste, cada vez más Westminster —en lugar del antiguo sitio de Winchester— era utilizado como la sede del gobierno real.​

Las condiciones del conflicto en Inglaterra comenzaron a cambiar gradualmente; como sugirió el historiador Frank Barlow, a finales de los años 1140 «la guerra civil había terminado», salvo breves brotes de conflictos armados.​ En 1147, Roberto de Gloucester murió pacíficamente y, al año siguiente, Matilde partió del sudoeste de Inglaterra hacia Normandía; esto contribuyó a reducir los ánimos de la guerra.212​ Se anunció la segunda cruzada y muchos partidarios angevinos, como Galerano de Beaumont, se unieron a la coalición y dejaron la región por varios años.​ Algunos de los barones anglonormandos hicieron acuerdos individuales de paz entre ellos para asegurar sus tierras y ganancias de guerra.​ El hijo de Godofredo V y Matilde, Enrique FitzEmpress, intervino en Inglaterra con un pequeño ejército de mercenarios en 1147, pero la expedición fracasó, sobre todo porque carecía de fondos necesarios para pagar a sus hombres.​ Sorprendentemente, Esteban terminó pagando a los mercenarios de Enrique FitzEmpress, lo que le permitió regresar a casa a salvo; sus razones para hacerlo aún no están claras. Una posible explicación es la cortesía de Esteban a un miembro de su familia extendida; otra es que estaba empezando a considerar cómo terminar la guerra en paz y vio esto como una forma de construir una relación amistosa con Enrique FitzEmpress.

El joven Enrique FitzEmpress regresó a Inglaterra nuevamente en 1149, esta vez con el propósito de formar una alianza septentrional con Ranulfo de Chester.​ El plan angevino requería que Ranulfo renunciara a su reclamo de Carlisle —en manos de los escoceses— a cambio de que se le dieran los derechos sobre el señorío de Lancaster; Ranulfo rendiría homenaje tanto a David I como a Enrique FitzEmpress, quien sería el mayor en jerarquía.​ Después de este acuerdo de paz, Enrique y Ranulfo determinaron atacar York, probablemente con la ayuda de los escoceses.​ Esteban marchó rápidamente hacia el norte, a York, y el ataque planeado fracasó, lo que forzó a Enrique regresar a Normandía, donde fue declarado duque por su padre Godofredo V.​ Aunque todavía era joven, Enrique estaba ganando cada vez más una reputación como líder enérgico y capaz. Su prestigio y poder aumentaron aún más cuando inesperadamente se casó en 1152 con Leonor, la atractiva duquesa de Aquitania y recientemente divorciada de Luis VII de Francia. El matrimonio volvió a Enrique en el futuro gobernante de un gran grupo de territorios en Francia.

En los últimos años de la guerra, Esteban comenzó a enfocarse en asuntos familiares y la sucesión.. Trató de confirmar a su hijo mayor Eustaquio como su sucesor, aunque los cronistas registraron que Eustaquio tenía la fama de imponer fuertes impuestos y extorsionar con dinero a quienes vivían en sus tierras.​ Su segundo hijo varón, Guillermo, estaba casado con la acaudalada heredera Isabel de Warenne.​ En 1148, Esteban construyó la abadía cluniacense de Faversham como lugar de descanso para su familia. Tanto su consorte Matilde como su hermano mayor Teobaldo murieron en 1152.

Conflictos con la Iglesia

La relación de Esteban con la Iglesia se deterioró gravemente hacia el final de su reinado.​ El movimiento reformista dentro de la Iglesia, que abogaba por una mayor autonomía de la autoridad real para el clero, había seguido creciendo, mientras que nuevas voces —como los cistercienses— habían ganado prestigio adicional dentro de las órdenes monásticas y eclipsado órdenes más antiguas como los cluniacenses.​ La disputa entre Esteban y la iglesia tuvo su origen en 1140, cuando murió el arzobispo Thurstan de York. Entonces estalló un debate entre un grupo de reformadores radicados en York y apoyados por Bernardo de Claraval, jefe de la orden cisterciense, que prefería a Guillermo de Rievaulx como nuevo arzobispo, mientras Esteban y su hermano Enrique preferían a varios parientes de Blois.​ La enemistad entre Enrique y Bernardo se hizo cada vez más personal, ya que Enrique usó su autoridad como legado papal para nombrar a su sobrino Guillermo de York para el cargo en 1144, solo para descubrir que, cuando el papa Inocencio II falleció en 1145, Bernardo pudo obtener la anulación del nombramiento por la Santa Sede.​ Bernardo luego convenció al papa Eugenio III para revocar la decisión de Enrique en 1147, destituir a Guillermo y nombrar a Henri Murdac como arzobispo en su lugar.​

Esteban estaba furioso por lo que él veía como una injerencia papal potencialmente amenazante de su autoridad real e inicialmente rehusó permitir que Murdac entrara en Inglaterra.​ Cuando Teobaldo, arzobispo de Canterbury, se dirigió a consultar con el romano pontífice sobre el asunto en contra de los deseos de Esteban, el rey inglés también denegó su regreso a Inglaterra y confiscó sus propiedades.​ Esteban también cortó sus vínculos con la orden cisterciense y se volcó a los cluniacenses, de los cuales Enrique de Blois era miembro.​

No obstante, la presión sobre Esteban para confirmar a su hijo Eustaquio como su heredero legítimo continuaba creciendo. El rey inglés dio a Eustaquio el condado de Boulogne en 1147, pero no quedó claro si heredaría Inglaterra.​ La opción preferida de Esteban era coronar a Eustaquio mientras todavía estaba vivo, como era costumbre en Francia, pero esta no era la práctica habitual en Inglaterra, pero el papa Celestino II, durante su breve mandato entre 1143 y 1144, había prohibido alterar esta práctica.​ Como la única persona que podía coronar a Eustaquio era el arzobispo Teobaldo, quien rechazó hacerlo sin acordarlo con el entonces papa, Eugenio III, el asunto llegó a un punto muerto.​ A fines de 1148, Esteban y Teobaldo llegaron a un compromiso temporal que permitió al arzobispo regresar a Inglaterra. Teobaldo fue designado legado papal en 1151, lo que aumentó su autoridad.​ Después, Esteban hizo un nuevo intento de coronar a Eustaquio en la Pascua de 1152 y reunió a sus nobles para jurar lealtad a su hijo y luego insistió en que Teobaldo y sus obispos lo ungieran como rey.​ Cuando Teobaldo se rehusó una vez más, Esteban y Eustaquio le encarcelaron junto a los obispos y rechazaron liberarlos a menos que aceptaran la coronación de Eustaquio.​ Teobaldo escapó de nuevo al exilio temporal en Flandes y fue perseguido hasta la costa por los caballeros del rey inglés, lo que marcó un punto bajo en la relación de Esteban con la Iglesia.

Acuerdos y paz

Enrique FitzEmpress regresó a Inglaterra nuevamente a comienzos de 1153 con un pequeño ejército, apoyado en el norte y este de Inglaterra por Ranulfo de Chester y Hugo Bigod.​ El castillo de Esteban en Malmesbury fue asediado por fuerzas de Enrique, quien respondió marchando al oeste con un ejército para liberarlo.​ Intentó sin éxito forzar al ejército más pequeño de Enrique a luchar en una batalla decisiva cerca del Avon.​ Ante el clima cada vez más invernal, Esteban acordó una tregua temporal y regresó a Londres, lo que permitió que Enrique viajara al norte a través de las Tierras Medias, donde el poderoso Roberto de Beaumont, conde de Leicester, anunció su apoyo a la causa angevina.​ A pesar de los modestos éxitos militares, Enrique y sus aliados ya controlaban el sudoeste, las Tierras Medias y gran parte del norte de Inglaterra.

Durante el verano, Esteban intensificó el largo asedio del castillo de Wallingford en un intento final de tomar este importante bastión angevino.​ La caída de Wallingford parecía inminente y Enrique marchó hacia el sur, en un intento de liberar el castillo con un pequeño ejército con el que rodearía las fuerzas sitiadoras de Esteban.​ Ante la noticia, Esteban reunió más tropas y marchó desde Oxford; en julio los dos bandos se enfrentaron cerca del Támesis en Wallingford.​ En este punto de la guerra, los barones de ambos bandos parecían ansiosos por evitar una batalla abierta.​ Como resultado, en lugar de una batalla, los miembros de la Iglesia negociaron una tregua, para disgusto de Esteban y Enrique.

Después de Wallingford, Esteban y Enrique hablaron en privado sobre el posible final de la guerra; sin embargo, el hijo de Esteban, Eustaquio, estaba furioso por el resultado pacífico en Wallingford. Abandonó a su padre y regresó a su casa en Cambridge para reunir más fondos para una nueva campaña, donde enfermó y murió el mes siguiente.​ La muerte de Eustaquio eliminó un reclamante obvio del trono y fue políticamente conveniente para quienes buscaban una paz permanente en Inglaterra. No obstante, es posible que Esteban ya había comenzado a considerar pasar por alto el reclamo de su hijo; el historiador Edmund King observó que, por ejemplo, los derechos de Eustaquio sobre el trono no fue mencionado en las discusiones en Wallingford y esto pudo haber aumentado la ira del hijo de Esteban.

Los combates continuaron después de Wallingford, pero de una manera más bien desganada. Esteban perdió las ciudades de Oxford y Stamford, que cayeron en manos de Enrique, mientras el rey inglés seguía combatiendo a Hugo Bigod en el este de Inglaterra, pero el castillo de Nottingham sobrevivió a un intento angevino de captura.​ Mientras tanto, Enrique de Blois, hermano de Esteban, y el arzobispo Teobaldo de Canterbury se reunieron en un esfuerzo por negociar una paz permanente entre los dos bandos y presionaron a Esteban para que aceptara un acuerdo.​ Los ejércitos de Esteban y Enrique FitzEmpress se encontraron nuevamente en Winchester, donde los ambos líderes ratificaron los términos de una paz permanente en noviembre.​ Enrique anunció el Tratado de Winchester en la catedral de Winchester: reconoció a Enrique FitzEmpress como hijo adoptivo y sucesor, a cambio de que Enrique le diera homenaje; Esteban prometió escuchar el consejo de Enrique, pero retuvo sus poderes reales; el segundo hijo varón de Esteban, Guillermo, daría homenaje a Enrique y renunciaría a su reclamo al trono, a cambio de promesas de seguridad sobre sus tierras; garantes retendrían castillos reales importante en nombre de Enrique, pero Esteban tendría acceso a los castillos de Enrique; los numerosos mercenarios extranjeros serían desmovilizados y enviados a sus hogares.​ Esteban y Enrique sellaron el tratado con un beso de paz en la catedral.​

Muerte

La decisión de Esteban de reconocer a Enrique como su heredero no necesariamente era, en ese momento, la solución final a la guerra civil.​ A pesar de la emisión de nuevas reformas monetarias y administrativas, Esteban pudo haber reinado muchos años más, mientras que la posición de Enrique en el continente estaba lejos de ser segura.​ Aunque su hijo Guillermo era joven y no estaba preparado para desafiar a Enrique por el trono en 1153, la situación pudo haber cambiado en años posteriores. Hubo rumores generalizados durante 1154 de que Guillermo, por ejemplo, planeaba asesinar a Enrique.​ El historiador Graham White describió el Tratado de Winchester como una «paz precaria», en sintonía con el juicio de la mayoría de los historiadores modernos de que la situación a fines de 1153 todavía era incierta e impredecible.

Lo cierto es que quedaban por resolver muchos problemas, como el restablecimiento de la autoridad real sobre las provincias y la solución de la compleja cuestión de qué barones debían controlar las tierras y propiedades en disputa después de la prolongada guerra civil.​ Esteban entró en actividad a principios de 1154 y viajó mucho por el reino.​ Comenzó a emitir órdenes reales para el sudoeste de Inglaterra nuevamente y viajó a York, donde presidió una importante corte en un intento de convencer a los barones del norte de que la autoridad real se estaba reafirmando.​ Sin embargo, después de un verano ocupado en 1154, viajó a Dover para encontrarse con Teodorico de Alsacia, conde de Flandes; algunos historiadores creen que el rey inglés ya estaba enfermo y se preparaba para resolver asuntos familiares.​ Esteban enfermó de un trastorno estomacal y murió el 25 de octubre en el priorato local. Fue enterrado en la abadía de Faversham con su esposa Matilde y su hijo Eustaquio.

Legado

Eventos posteriores

Después de la muerte de Esteban, Enrique FitzEmpress (ya Enrique II) ascendió al trono de Inglaterra y restableció vigorosamente la autoridad real después de la guerra civil, desmanteló castillos e incrementó los ingresos, aunque varias de estas tendencias habían comenzado durante la administración anterior.​ La destrucción de los castillos durante el reinado de Enrique II no fue tan dramática como se pensaba y, aunque restauró los ingresos reales, la economía de Inglaterra permaneció básicamente sin cambios con ambos gobernantes.​ El segundo hijo varón de Esteban, Guillermo I de Blois, fue confirmado como conde de Surrey por Enrique II y prosperó bajo el nuevo régimen, con eventos ocasionales de tensión con el rey inglés.​ Su hija María de Boulogne también sobrevivió a su padre; Esteban la había enviado a un convento, pero después de su muerte ella se fue y se casó.​ Otro de sus hijos varones, Balduino, y su segunda hija, Matilde, habían muerto antes de 1147 y fueron enterrados en el Holy Trinity Priory de Aldgate.​ Esteban probablemente tuvo tres hijos ilegítimos, Gervase, Ralph y Americ, con su amante Damette; Gervase fue abad de Westminster en 1138, pero después de la muerte de su padre, fue destituido por Enrique II en 1157 y murió poco después.

Valoraciones historiográficas

Gran parte de la historia moderna del reinado de Esteban se basa en relatos de cronistas que vivieron en o cerca de mediados del siglo xii, que formaron un relato relativamente abundante del período.​ Las relatos principales de los cronistas tienen importantes sesgos regionales en la forma en que describieron los eventos dispares. Varias de las principales crónicas provienen del sudoeste de Inglaterra, como la Gesta Stephani (Hechos de Esteban) y la Historia Novella (Nueva historia) de Guillermo de Malmesbury.​ En Normandía, Orderico Vital escribió su Historia eclesiástica —que abarca el reinado de Esteban hasta 1141— y Roberto de Torigni escribió un relato posterior del resto del período.​ Enrique de Huntingdon, quien vivía en el este de Inglaterra, produjo Historia Anglorum (Historia de Inglaterra), que proporciona un relato regional del reinado.​ La Crónica anglosajona había llegado a su apogeo en la época de Esteban, pero es recordada por su sorprendente descripción de las condiciones durante «la Anarquía».​ La mayoría de las crónicas tienen algún prejuicio a favor o en contra de Esteban, Roberto de Gloucester u otras figuras clave en el conflicto.​ Quienes escribieron para la Iglesia después de los acontecimientos del reinado posterior de Esteban —como Juan de Salisbury, por ejemplo— ilustraron al rey inglés como un tirano debido a sus pleitos con el arzobispo de Canterbury; por el contrario, los clérigos de Durham consideraban a Esteban como un salvador por su contribución a la derrota de los escoceses en la batalla del Estandarte.​ Las crónicas posteriores escritas durante el reinado de Enrique II fueron generalmente más negativas: por ejemplo, Walter Map describió a Esteban como «un caballero excelente, pero en otros aspectos casi un tonto».​ Durante el reinado de Esteban se emitieron varias cartas que frecuentemente daban detalles de los eventos actuales o la rutina diaria; estos han sido muy utilizados como fuentes por los historiadores modernos.

Los historiadores de la tradición whiggish que surgieron durante el período victoriano concibieron un proceso progresivo y universalista de desarrollo político y económico en Inglaterra durante el período medieval.​ William Stubbs se enfocó en estos aspectos constitucionales del reinado de Esteban en su volumen de 1874 La historia constitucional de Inglaterra, que despertó un interés perdurable en Esteban y su reinado.​ El análisis de Stubbs —centrado en el desorden del período— influyó en su alumno John Horace Roundpara acuñar el término «la Anarquía» para describir dicho período, una etiqueta que, aunque a veces se critica, continúa empleándose en la actualidad.​ El erudito victoriano tardío Frederic William Maitland también introdujo la posibilidad de que el reinado de Esteban marcaba un punto de inflexión en la historia legal inglesa: la llamada «crisis de tenencia».

Esteban sigue siendo un tema popular para el estudio histórico: David Crouch sugirió que, después del rey Juan, es «posiblemente el rey medieval [del que] más [se escribe en] Inglaterra».​ Los historiadores modernos varían en sus evaluaciones de Esteban como un rey. La biografía del historiador R. H. Davis presentó la imagen de un rey débil: un líder militar capaz en el campo de batalla, muy activo y agradable, pero, «bajo la superficie[, ...] desconfiado y disimulado», con un juicio estratégico mediocre que al final socavó su reinado.​ La falta de buen juicio político de Esteban y su mal manejo de asuntos internacionales —que provocaron la pérdida de Normandía y su consiguiente incompetencia para ganar la guerra civil en Inglaterra— también fue resaltada por otro de sus biógrafos, David Crouch.​ El historiador y biógrafo Edmund King —en tanto hace una descripción ligeramente más positiva que Davis— también concluyó que Esteban —pese a que era un líder estoico, piadoso y afable— era raramente, si es que lo era, su propio hombre, ya que generalmente confiaba en personajes más fuertes como su hermano o esposa.​ El historiador Keith Stringer ofreció una representación más positiva de Esteban, con el argumento de que su fracaso final como rey fue el resultado de presiones externas sobre el Estado normando, más que el resultado de fallas personales.​

Representaciones populares

Esteban y su reinado han servido de inspiración ocasional en la ficción histórica. Esteban y sus seguidores aparecen en la serie de detectives históricos de la novelista inglesa Ellis Peters sobre el personaje Hermano Cadfael, ambientada entre 1137 y 1145.​ La descripción de Peters sobre el reinado de Esteban es una narración esencialmente local, centrada en la ciudad de Shrewsbury y sus alrededores.​ Peters describió a Esteban como un «hombre tolerante» y un «gobernante razonable», a pesar de la ejecución de los defensores de Shrewsbury después de la toma de la ciudad en 1138.​ En contraste, Esteban es representado sin compasión en la novela histórica Los pilares de la Tierra de Ken Follett y la adaptación televisiva homónima.

Descendientes

Esteban de Blois se casó con Matilde de Boulogne en 1125. De este matrimonio nacieron:

  • Balduino (muerto en o antes de 1135).

  • Matilde (muerta antes de 1141): se casó en la infancia con Galerano de Beaumont, conde de Meulan.

  • Eustaquio (c. 1130-1153): nombrado conde de Boulogne en 1146.

  • Guillermo (c. 1135-1159): sucedió a su hermano mayor como conde de Boulogne en 1153.

  • María (c. 1136-1182): sucedió a su hermano como condesa de Boulogne en 1159.

También se conocen hijos ilegítimos con una cortesana llamada Damette:

  • Gervase, abad de Westminster.

  • Ralph.

  • Almaric.

Genealogía

Primera página del elemento de Peterborough de la Crónica anglosajona, escrita alrededor de 1150, una de los manuscritos que detalla los eventos del reinado de Esteban.

Torre St George del castillo de Oxford, donde Esteban casi captura a Matilde.

Mapa político de Gales y el sur de Inglaterra en 1140; las zonas bajo el control de Matilde en azul, de Esteban en rojo y galeses indígenas en gris.

Penique de plata del príncipe Enrique de Escocia, acuñado a su nombre en Corbridge (Northumberland) después de su acuerdo de paz con Esteban.

Miniatura contemporánea de Enrique de Blois, hermano de Esteban, con su báculo y anillo de obispo.

Ilustración del s. xiv del hundimiento del Barco Blanco en 1120.

Bernardo de Claraval, con quien Esteban riñó sobre política eclesiástica. Inicial iluminada en un manuscrito del s. xiii.

Escudo de Esteban de Inglaterra

Mapa político de Inglaterra en 1153; el rojo indica esas áreas esteban bajo el control de Esteban, el azul los angevinos, el gris los galeses indígenas, el crema Ranulfo de Chester y Roberto de Leicester, el verde David I de Escocia.

Ilustración casi contemporánea de la batalla de Lincoln; Esteban (cuarto desde la derecha) está escuchando a Balduino de Clare entonando un discurso de batalla (a la izquierda).

Ataviado con sus vestiduras reales en una miniatura de Historia Anglorumpor Mateo de París (c. s. xiii).

Torre del homenaje del castillo de Goodrich, ejemplo del estilo de la fortificación que poco a poco comenzó a remplazar el diseño del castillo de mota castral de madera a fines de los años 1130.

Ilustración contemporánea del árbol genealógico de Esteban, con su madre Adela en la parte superior y, de izquierda a derecha, Guillermo, Teobaldo y Esteban.

Francia septentrional en la época en que nació Esteban.

Mapa de la invasión de Normandía (1142-1143) por Godofredo V de Anjou.

Coronación de Esteban. Miniatura de Historia Anglorum por Mateo de París (c. s. xiii).

Enrique FitzEmpress y Leonor de Aquitania. Miniatura del s. xiv.

Esteban con un ave de caza. Miniatura del s. xiv.

Ilustración contemporánea de Matilde de Inglaterra.

Familia de Esteban de Inglaterra

Notas

Las opiniones varían considerablemente entre los historiadores en cuanto a la fecha del nacimiento de Esteban. R. H. Davis propuso 1096, mientras King a 1092.

Adela fue una de las principales razones por las que Esteban II Enrique decidió regresar al Levante en 1101; Edmund King señaló que dio a su esposo un «estímulo muy activo» para que regresara; Christopher Tyerman opinó que como ella había «emprendido una campaña incesante de intimidación y chantaje moral, su regaño se extendió a su dormitorio, donde, antes del acto, instaba a su deshonrado marido a remendar su reputación y regresar a Tierra Santa».

Los cronistas describieron al hermano de Esteban, Guillermo, como «deficiente en inteligencia ... de segunda clase»; también tomó un extraño juramento en la catedral de Chartres para matar al obispo local. Sus dificultades o condiciones precisas siguen sin estar claras.

Los cronistas contemporáneos variaron en su explicación de la ausencia de Esteban en el Barco Blanco; Orderico vio su enfermedad como la razón.

Se han especulado sobre la causa del hundimiento del Barco Blanco. Algunas teorías se centran en la sobrecarga, mientras que otras culpan al consumo excesivo de alcohol por parte del capitán y la tripulación del barco.

Los historiadores modernos, como Edmund King, dudan de que Hugo Bigod fue sincero en su relato.

Las opiniones varían sobre el grado en que la toma de poder de Esteban se asemeja a un golpe de Estado. Por ejemplo, Frank Barlow lo describió como un evidente golpe de Estado; King estuvo menos seguro de que esta fuese una descripción apropiada de los eventos.

Los eventos en Normandía están mal registrados y la secuencia exacta de los eventos es casi incierta. Por ejemplo, el historiador Robert Helmerichs describió algunas de las inconsistencias en estos reportes. Algunos historiadores, como David Crouch y Helmerichs, opinaron que Teobaldo y Esteban probablemente ya habían hecho un acuerdo privado para tomar el trono cuando Enrique I murió.​

La naturaleza de la administración de Enrique I y los vínculos entre Inglaterra y Normandía han sido muy debatidos por los historiadores. Por ejemplo, C. Warren Hollister argumentó que Enrique I creó un sistema político equilibrado y que funciona bien bajo de él, ya que mantenía a raya las diferentes tensiones en Inglaterra y Normandía, un análisis compartido por Frank Barlow.​ Por el contrario, David Carpenter llamó más la atención sobre las presiones sobre el sistema anglonormando durante el reinado de Enrique I y las tensiones que se acumularon durante el período. El análisis de Marjorie Chibnall sobre Normandía durante estos años señaló tanto los aspectos distintivos de la política de Normandía, la presión sobre la relación a través del Canal y los lazos persistentes entre las élites inglesas y normandas.

Godofredo V aparentemente aceptó esto, al menos parcialmente, debido a la presión de la alianza regional anglonormanda-francesa sobre él.

Las cifras financieras medievales son notoriamente difíciles de convertir en moneda moderna; para comparación, 2000 marcas equivalían a alrededor de £ 1333 en un período en el que un importante proyecto de reconstrucción del castillo podría costar alrededor de £ 1115.

David I estaba emparentado, a través de su madre Margarita, con Matilde de Inglaterra y Matilde de Boulogne, consorte de Esteban.

R. Davis y W. L. Warren opinaron que el condado típico implicaba la delegación de considerables poderes reales; Keith Stringer y Judith Green documentaron el consenso actual de que el grado de poderes delegados siguió el grado de amenaza y que tal vez se delegaron menos poderes en total de lo que se pensaba.

El impacto de estas detenciones en la eficacia de la posterior administración real y la lealtad de la Iglesia en Inglaterra en general ha sido muy discutido. Kenji Yoshitake representó el consenso académico actual cuando señaló que el impacto de los arrestos «no fue grave», lo que supuso el comienzo de la desintegración del gobierno real en la batalla posterior de Lincoln.

Keith Stringer argumentó que Esteban «tenía razón» en apoderarse de los castillos y que el acto fue una «exhibición calculada de maestría real»;​ Jim Bradbury y Frank Barlow elogiaron la solidez militar de la táctica.​ Sin embargo, David Carpenter y R. Davis consideraron que Esteban terminó por romper sus promesas a la Iglesia, se vio obligado a comparecer ante un tribunal eclesiástico y dañó su relación con Enrique de Blois, lo que tendría graves implicaciones en 1141.

Edmund King no coincide con que Matilde recibiera una invitación a Arundel y argumentó que ella arribó inesperadamente.

Para la época de Esteban, la caballería se estableció como principio a respetar en la guerra anglonormanda; no se consideraba apropiado ni normal ejecutar prisioneros de élite y, como observó el historiador John Gillingham, ni Esteban ni Matilde lo hicieron, excepto cuando el oponente ya había violado las normas de conducta militar.

David Crouch sostuvo que, de hecho, la debilidad realista de la infantería causó su fracaso en Lincoln y propuso que la milicia civil no era tan capaz como la infantería galesa de Roberto.

La cuestión de que si los partidarios de Esteban en la batalla de Lincoln simplemente huyeron, sabiamente se retiraron o de hecho le traicionaron con el enemigo ha sido muy debatido.

Como se describe a continuación, el nombre «la Anarquía» para este conflicto se debe al erudito victoriano John Horace Round.

Edmund King creyó que el ataque nunca se acercó a York; R. Davis consideró que sí y que fue Enrique FitzEmpress disuadido por la presencia de las fuerzas de Esteban.

El historiador Keith Stringer sostuvo que probablemente Teobaldo también estaba pensando en un eventual tratado de paz en Inglaterra con Enrique Fitzempress y que tal vez vio la coronación de Eustaquio como la garantía de una guerra civil más terrible después de la muerte de Esteban.

Jim Bradbury realizó un resumen compresible del argumento en cuanto a la extensión de «la Anarquía».