Juana Grey

Juana Grey

Juana Grey (en inglés, Lady Jane Grey) o bien Juana de Inglaterra (Bradgate, Leicestershire, 12 de octubre de 1537Londres, 12 de febrero de 1554) fue de facto reina de Inglaterra durante nueve días en 1553, lo que la convirtió en la segunda mujer en acceder al trono inglés, después de la bajomedieval reina Matilde de Inglaterra.

Pese a su corta edad, se la considera una de las mujeres más cultas de la corte inglesa de su tiempo. Era nieta de María Tudor, duquesa de Suffolk y reina consorte de Francia, bisnieta de Enrique VII de Inglaterra, sobrina nieta de Enrique VIII y por ende, sobrina segunda de su predecesor Eduardo VI y de las reinas sucesoras, María I y de Isabel I de Inglaterra.

Biografía

Juana fue la tercera de los cinco hijos —aunque primogénita superviviente— de Enrique Grey, III marqués de Dorset (después de 1551, I duque de Suffolk) con lady Frances Brandon sobrina de Enrique VIII por ser hija de María Tudor quien fuera la hermana menor de Enrique VIII.

Se benefició de un nuevo modelo intensivo de educación para mujeres. Tuvo como tutor a John Aylmer, quien también fue tutor de la reina Isabel I de Inglaterra.

Al igual que Isabel, Grey pasó largas temporadas en la residencia de Catalina Parr. Era la sobrina segunda —por ser Eduardo primo de su madre Frances Brandon— de Eduardo VI, a quien sucedió.

El retrato Streatham, que supuestamente representa aJuana Grey.

Reclamación del trono inglés

La sucesión al trono se convirtió en uno de los grandes problemas durante el gobierno del rey Enrique VIII, a causa de los constantes conflictos y enfrentamientos religiosos del período.

Al producirse el temprano fallecimiento de Eduardo VI, la primera en la línea de sucesión era la hermana mayor del rey, la princesa María, y a su vez prima carnal de su madre Frances Brandon. El problema era que María era católica y se temía que pudiera revertir los cambios religiosos que había efectuado Eduardo durante su reinado.

Un grupo de nobles, liderados por John Dudley, duque de Northumberland, que actuó como regente de Eduardo VI, buscaba un heredero que continuase la política religiosa del rey fallecido.

Hicieron que Juana Grey contrajera matrimonio en Londres el 12 de mayo de 1553, en Durham House, con lord Guilford Dudley, hijo menor del duque de Northumberland. Dicho duque intentaba así mantener su poder que podía perderse si se efectuaban cambios en el país con un nuevo monarca católico.

En el momento de la muerte de Eduardo VI, Grey era la quinta en la línea de sucesión al trono por detrás de las princesas María e Isabel(hijas de Enrique VIII), de la reina de los escoceses María Estuardo (nieta de Margarita Tudor, hermana mayor de Enrique VIII) y de lady Frances Brandon, su propia madre, hija de María Tudor, duquesa de Suffolk, hermana menor de Enrique VIII.

Por tanto, sus pretensiones de preceder en el trono a las otras candidatas tenía escasos fundamentos legales.

"My devise for the Succession" ("Mi diseño para la sucesión") de Eduardo VI de Inglaterra. El proyecto de voluntad fue la base de las cartas patentes que declararon sucesora a Juana Grey a la Corona.​ El texto autógrafo de Eduardo VI muestra la alteración de su texto, de "L Janes heires masles" ("los herederos varones de Doña Juana") a "L Jane and her heires masles" ("Doña Juana y sus herederos varones").​

Familia

Información personal

10 de julio de 1553 - 19 de julio de 1553 (9 días)

Firma

Consorte

Madre

Padre

Casa real

Entierro

Fallecimiento

Nacimiento

Coronación

Sucesor

Predecesor

Ascenso y caída

El rey Eduardo VI murió el 6 de julio de 1553, pero el fallecimiento no se anunció hasta el día 10. El día 9 informaron a Juana que ella iba a ser la reina, lo que aceptó a regañadientes, según declaró más tarde. Se negó a nombrar a su esposo rey, lo cual hubiera requerido la aprobación del Parlamento. Fue proclamada reina de Inglaterra el 10 de julio y aguardaba a ser coronada en la Torre de Londres, como era costumbre que hicieran los reyes hasta su coronación por tratarse de una residencia segura. Sin embargo, María era mucho más popular que Grey, en parte por el maltrato que había recibido su madre Catalina de Aragón por su esposo, Enrique VIII; tanto que en pocos días creció su apoyo popular y el Consejo Privado de Inglaterra proclamó reina a María el 19 de julio.

En septiembre el Parlamento declaró a María la legítima sucesora y revocó la proclamación de Juana declarándola usurpadora de la corona. Fue acusada de alta traición, al igual que su marido

Condena y muerte

La rebelión encabezada y acaudillada por sir Thomas Wyatt el Joven en febrero del año 1554 selló el destino de Grey, a pesar de que no estuvo en ningún momento relacionada o vinculada con la rebelión. La rebelión se precipitó ante el inminente matrimonio de María con Felipe II de España.

Tan sólo cinco días después del arresto de Wyatt, Grey fue ejecutada. Además, los españoles instaron y apoyaron a María a ejecutarla para eliminar un posible obstáculo en el reinado de María. La ejecución (retrasada tres días para darle la oportunidad de convertirse a la fe católica) tuvo lugar en la Torre de Londres. Juana tenía solamente 16 años de edad. Aquel mismo día fue ejecutado también su esposo lord Guilford Dudley. Once días más tarde, el 23 de febrero, su padre Enrique la seguía al cadalso. Fue sepultada con su marido en la capilla de San Pedro-ad-Vincula situada al interior de la Torre de Londres, a unos metros de la estrecha Torre Beauchamp, recinto de prisión donde permaneció arrestada.

Según el relato de su ejecución, dado en una crónica anónima de la reina Juana y de dos primeros años de la reina María, que sirvió de base para la representación de Rafael Holinshed, Juana dio un discurso al ascender al patíbulo:3

Buenas gentes, he venido aquí para morir y por una ley estoy condenada justamente. Los actos de traición contra su alteza la reina fueron ilegales y accedí a aceptar el trono. Pero nunca lo busqué o deseé y por eso me lavo las manos en la inocencia. Ante Dios y ante ustedes, buenos cristianos, ruego que todos ustedes sean testigos de que yo muero como una verdadera mujer cristiana, y que espero sean salvos por medio nada menos que la misericordia de Dios, en los méritos de la sangre de su único hijo, Jesucristo. Y confieso que, cuando hice conocer la palabra de Dios, me olvidé de lo mismo, amándome a mí misma y al mundo, y por lo tanto, me merezco este castigo por mis pecados. Y sin embargo, doy gracias a Dios por su bondad que me ha dado tiempo para arrepentirme. Y ahora buenas personas, mientras estoy viva, les pido que me ayuden con sus oraciones.

Representaciones en el cine

Ancestros

Ancestros de Jane Grey

Predecesor:

Eduardo VI

Sucesor:

María Tudor