Un estudio cifra en 1,8 millones los ingresos que genera el maratón

Post date: Nov 18, 2012 5:04:31 PM

(Artículo extraído de la edición digital del periódico Las Provincias, del día 13/11/2012).

Nota de Guachinche Maratón: Téngase en cuenta que el estudio está hecho con datos de 2011, donde participaron poco má de 6000 atletas y en esta edición de 2012 se han superado los 9000 corredores. Este artículo, aunque copiado, se lo dedicamos especialmente a los energúmenos y a las energúmenas que se dedican a increpar a los corredores cuando se cierra una calle un par de horas para celebrar una carrera atlética.

El impacto económico de la prueba, cuya organización cuesta un millón de euros, se acentúa en hostelería, comercio y restauración.

Los grandes eventos están muy cuestionados en Valencia. En tiempos de crisis la gente mira con lupa las inversiones millonarias. La Fórmula 1, la Copa América y el torneo de golf de Castellón contaron con una legión de críticos. Pero esto no significa que los acontecimientos deportivos sean una rémora por definición. Hay excepciones. Y una es el Maratón Divina Pastora, que crece imparable y que en la pasada edición, la primera que rebasó los 6.000 corredores, resultó muy rentable.

No es un juicio de valor de la organización; es la conclusión del estudio realizado por Joaquín Maudos, catedrático de la facultad de Economía, para el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Esta radiografía únicamente analizó a los participantes de fuera de Valencia. «Partimos de la base de que los de la ciudad no dejaron una cantidad considerable de dinero», aclara Maudos. Aun así, el resultado arroja que la carrera generó 1,8 millones de euros a la ciudad.

«El gasto necesario para organizar el evento fue de un millón de euros. De ahí deducimos que por cada euro se generaron 1,4 euros de lo que denominamos gasto turístico. Pero un acontecimiento así, además, obliga a las empresas valencianas a producir más. Es lo que denominamos el efecto multiplicador, los efectos indirectos o inducidos». Los beneficios colaterales son los que permitieron que ese euro produjese más de 1,4 euros. «Mediante una metodología de 'inputs' y 'outputs', una técnica estándar, podemos afirmar que la renta de los valencianos creció en 1,8 millones de euros gracias al Maratón Divina Pastora».

Es decir, que por cada euro invertido la ciudad recuperó 1,8 euros «gracias a los impactos a nivel sectorial, sobre todo del sector servicios». Porque el 88% de los beneficios llegaron gracias a la hostelería, la restauración, el comercio... De ahí que Maudos se permita sentenciar que el deporte «no es sólo salud, también riqueza». Y avala esta teoría basándose en el maratón de Valencia, en el que por cada euro gastado la renta de los valencianos creció en 1,8. «Fueron 1,8 millones de euros limpios para la economía valenciana».

El catedrático de análisis económicos de la Universitat de València e investigador el IVIE es tajante sobre la conveniencia de respaldar este evento deportivo. «Desde un punto de vista social, el maratón es rentable, vale la pena». Maudos habla de aspectos tangibles, de números, de datos concretos. Pero añade que su estudio no contabiliza otros aspectos como el impacto mediático o la proyección internacional de la ciudad. De ahí que lo tenga claro: «Hay que consolidarlo».

Y en eso están el Ayuntamiento y la Sociedad Deportiva Correcaminos, con el respaldo decidido de la empresa Divina Pastora y, desde este año, la Fundación Trinidad Alfonso. Maudos advierte de que el estudio está hecho desde un «supuesto conservador», contando que el corredor que viene de otros puntos de España sólo pasa una noche en Valencia y dos en el caso de los extranjeros. Hay que tener en cuenta que uno de cada cuatro corredores son de fuera de España.

Valencia aún está lejos de los 'major' (los maratones de Nueva York, Boston, Chicago, Berlín y Londres, a los que el año que viene se sumará el de Tokio), pero sus perspectivas de crecimiento todavía son enormes. El domingo habrá más de 9.000 inscritos y el cauto Paco Borao, presidente de Correcaminos, ya se atreve a augurar entre 15.000 y 20.000 corredores dentro de cinco años. Michel Fauritte, propietario de Evasion Running, una de las tiendas punteras de material para el atleta en Valencia, no se cansa de repetir que esto no ha hecho más que comenzar. «Todavía tienen que cogerse las mujeres, que están iniciándose en la carrera a pie». No hay forma de disimular el 'boom' del aerobismo. Después del pasado verano, cuando aún persistía el buen tiempo, el río estaba totalmente saturado de corredores. Era difícil hasta pasear por el viejo cauce.

Y los valencianos, como consecuencia de su carácter, se entusiasman a la velocidad de la pólvora. Pero Borao pide cautela. «Hasta hace nada, el maratón era una carrera muy modesta y ahora todo el mundo espera una participación altísima y grandes marcas. Pero no es tan fácil. Hace unos días había gente que venía a decirme que vaya lástima que no hubiésemos logrado batir la mejor marca de medio maratón en suelo español. ¡Pero si tuvimos a tres corredores que bajaron de la hora! Eso no lo tiene casi ninguna ciudad del mundo». Aun así, en Correcaminos ya corre el runrún de que este domingo el ganador puede llegar a la meta en menos de dos horas y siete minutos.

Tampoco hay que olvidar la conveniencia de establecer unos pilares sólidos. Crecer rápido es peligroso. La organización corre el riesgo de verse superada. El año pasado hubo errores que perjudicaron al corredor y que este domingo, aseguran desde Correcaminos, estarán corregidos. Y si los cálculos se cumplen llegará el momento de separar el 10K que se celebra de forma paralela, un viejo truco para engordar la imagen de la salida. Lo importante, al menos, es que de momento, como recuerda Joaquín Maudos, «el maratón es rentable para la ciudad».