Sonia e Iván, kilómetro a kilómetro

Post date: Feb 2, 2014 5:35:17 PM

Hace unas semanas visitamos las instalaciones del complejo deportivo “Tasagaya” en el municipio tinerfeño de Güimar para conocer más de cerca a la corredora Sonia Ramos y a su guía Iván Álvarez un duo inseparable y con muchos retos por cumplir.

Unidos por la muñeca a través de una pequeña cuerda o simplemente agarrada al brazo, Sonia e Iván recorren kilómetro a kilómetro entrenando o compitiendo para alcanzar su próximo objetivo, “Río 2016″. Sonia nos cuenta que le encantaría formar parte del equipo olímpico que represente a España en los próximos Juegos Paralímpicos.

Sonia, deportista internacional española, con una discapacidad visual, es todo un ejemplo de superación personal. Ha sido campeona de España de media maratón por montaña en los años 2009, 2011 y 2012, además de ser la Mejor Deportista del año absoluta en la Liga de Montaña en esos mismos años, entre muchos otros logros. Por su parte Iván Álvarez su guía y protector en la montaña posee un palmarés deportivo a nivel regional envidiable por cualquier corredor.

Sonia e Iván entrenan y compiten juntos desde hace aproximadamente dos años, y lo hacen de tal manera como si fueran una sola máquina, para ellos no hay obstáculos en la montaña que esta pareja de corredores no pueda salvar. Sonia puede ver a través de las palabras de Iván, según avanzan sobre el terreno, el guía transmite con anterioridad a Sonia todo lo que van encontrando a su paso.

Su relación deportiva empezó en un trail en Anaga (Tenerife) hace unos dos años. La curiosidad de correr junto a una atleta ciega llevó a Iván a atarse una cuerda a Sonia y participar así en la carrera. Lo que podía haber sido una experiencia puntual se convirtió con los días en una rutina. Empezaron a entrenar juntos y pronto volverían a colgarse un dorsal.

Sonia e Iván tienen muchas anécdotas en su curriculum deportivo, entre ellas sus primeras caídas en un duro y difícil trazado en el Trail de Guía de Isora, en el que tuvieron que aprender mucho el uno del otro. Los inicios fueron muy duros comentan, pero mucho han cambiado las cosas a base de entrenamiento y entendimiento.

La coordinación de ambos para correr juntos ha alcanzado extremos impensable en pocos meses. “Ella ahora ya sabe lo que tiene que hacer con ir enganchada conmigo del brazo o de la cuerda que portamos. Por los movimientos que yo voy haciendo, ella ya sabe que tiene que saltar, o tener cuidado porque hay algo en el camino”, comenta Iván.

Sonia de 25 años, sufrío un cambio en su vida hace tres años, no ha perdido la sonrisa ni la ilusión por vivir. Feliz junto a su guía y pareja sentimental, asegura haber encontrado la persona perfecta para hacer deporte en la montaña.“Las primeras veces salía con los monitores de la ONCE a hacer algún trekking, pero no me acostumbré a la barra que utilizaban para llevarnos y decidí dejarlo. Además, yo lo que quería era correr, no hacer senderismo. Y por eso decidí empezar con las carreras de montaña”, Sonia explica que sufre mucho con la barra y se lesiona al correr con ella por lo que en la medida de lo posible intenta evitar esta modalidad.

“Correr con Iván me aporta muchísima tranquilidad, algo que nunca había tenido. Voy muy segura porque sé que va concentrado en mi, no como otros guías que me han llevado y mientras saludaban a la gente o posaban para las fotos, yo me he caído al suelo. Corría muy tensa e insegura, pero ahora no”.

Esta pareja no se pone límites y participa en todo tipo de pruebas de montaña, incluídas las carreras verticales. Y aunque a Sonia le encantaría poder correr más kilómetros (“si no fuera invidente me lanzaría sin dudarlo”), tienen la barrera de los 30 km como listón máximo. La concentración para ellos es fundamental y tal y como nos cuentan, se agotan mucho más mental que físicamente. “Si pierdo la conexión mental con él, mis piernas dejarían de funcionar

Su ultima prueba deportiva de 2013 fue la XXIV Media Maratón de Tacoronte donde el trazado y la complicidad con Iván permitió a Sonia recorrer varios kilómetros en total libertad sin estar unida a la cuerda o el brazo. Ahora preparan su temporada de asfalto hasta el mes de abril para posteriormente dar rienda suelta a lo que más le gusta, la montaña.